Aló Presidente N° 214
[Video].
Bienvenidos al programa Aló Presidente, número 214. Hoy, domingo 27 de febrero de 2005, tendremos:
En el Editorial, Nuevas políticas y planes de contingencia en materia de hábitat y vivienda; El estallido social de 1989 en “Encuentro con la historia”; el economista Oswaldo Sunkel, autor del libro El desarrollo desde adentro, nos mostrará su enfoque neoestructuralista para América Latina en la sección “En privado con el Presidente”; Hismer Uzcátegui, ganador del premio a la Inventiva Tecnológica Popular “Luis Zambrano” en la sección “Avances de la revolución”. Esto y mucho más en su Aló Presidente.
“Encuentro con la historia”: El 27 de febrero de 1989, a 25 días de haber asumido su segunda Presidencia Carlos Andrés Pérez, se aplicó el conocido “paquetazo económico” que contemplaba el aumento de la gasolina y de los productos de la cesta básica.
Carlos Andrés Pérez: Me dirigí a la nación para señalar las medidas que habrían de tomarse para rescatar las grandes posibilidades de desarrollo y bienestar a las cuales tenemos derecho todos los venezolanos.
Narrador: Estas medidas, marcadas con el signo del neoliberalismo salvaje, ocasionaron focos de disturbios en las principales ciudades del país. Como señalaran esta tarde el ministro de Relaciones Exteriores, el doctor Alejandro Izaguirre, y el ministro de la Defensa, general Ítalo del Valle Alliegro, la situación del país es de absoluta normalidad, con excepción de algunas zonas del Distrito Federal, donde todavía actúan pequeños grupos y francotiradores que buscan mantener en zozobra a la pacífica población de la ciudad.
Ítalo del Valle Alliegro: Cuando salimos a la calle no salimos a reprimir, salimos a restablecer un orden que está alterado y que no permite el normal desenvolvimiento de las actividades del país.
Señora entrevistada, de El Valle: Eso es mentira, esa declaración del ministro de la Defensa es mucha mentira.
Narrador: Antes del anuncio de las medidas económicas, diversos sectores de la vida pública del país se pronunciaban en contra de su aplicación alegando que la ejecución de los planes concertados por el gobierno, provocarían serias rupturas en el aparato productivo de la nación. El nerviosismo empezó a reflejarse en Caracas y en los supermercados, a donde los venezolanos empezaron a acudir, desesperadamente, en busca de comida, para garantizar el sustento de sus familias. La incertidumbre crecía con el pasar de los días, alimentada por los titulares de la prensa nacional que anunciaba el desplome de la economía del país. Como crónica de una muerte anunciada, en la mañana del lunes 27 de febrero, la población sucumbió ante la inminente crisis y se apoderó de las calles caraqueñas; las ventas de víveres fueron saqueadas dejando al descubierto el acaparamiento en el que incurrieron los dueños de las grandes cadenas de supermercados que operaban en el país.
Señora entrevistada (Agua Salud): Tengo una carajita pequeña, no he ido al mercado y no he comprado nada.
Joven entrevistado (Petare): Ahora, aquí los que tienen la comida la esconden.
Joven entrevistado (Petare): ¿Es justo que en un país donde dicen que hay democracia, la vida de nosotros en la calle no valga nada?
Señor entrevistado: A un muchacho que vive al lado lo mataron en la puerta de su casa; a otro le dieron un tiro en el balcón, estaba parado viendo, eso es en la calle El Carmen, en Petare.
Señora entrevistada (La Pastora): Cosas injustas, un muchacho de 22 años, que tiene un hijo pequeño, los perdigones lo dejaron ciego; niños de 10 años matados por la espalda, no es justo que se haga eso con el pueblo venezolano.
Narrador: Las cruentas jornadas desatadas el 27, 28 y 29 de febrero, dejaron como resultado centenares de muertos y confusión en una población amedrentada por el toque de queda y la suspensión de garantías impuestas por el régimen perecista.
Joven entrevistado (Petare): Tantos inocentes que mataron ese 27 de febrero, ¿por qué? Por culpa del mismo gobierno, ¿y quién los paga? Nadie, todo ese poco de muertos quedaron en la calle regados y nadie los mató. Los mató el mismo gobierno.
Joven entrevistado (Petare): ¿Cuántos familiares no hay, ahorita, pidiendo que abran las fosas para ver a sus parientes, a sus familiares? Hay miles de personas inocentes que murieron bajo ese problema.
Señor entrevistado: Entre los mismos que cayeron el 27 de febrero, el más importante, me parece a mí, el de la colaboración. Durante 30 años el sistema político populista ha estado sosteniendo que los explotadores y los explotados pueden vivir enteramente felices y con mutuo beneficio. El 27 de febrero se demostró que no es así, los explotados salieron a la calle en una violentísima protesta diciendo que no aguantan más.
Narrador: Hoy, a 16 años del colapso económico promovido por los líderes del puntofijismo, los venezolanos caminamos hacia el futuro sin olvidar las cruentas jornadas de “El Caracazo.”
Presidente Chávez: Buenos días a toda Venezuela, buenos días compatriotas, aquí, desde Cocorote. Estamos en el municipio Cocorote en el estado Yaracuy. ¿Cómo está todo este pueblo yaracuyano? Un abrazo a todo Yaracuy, hombres, mujeres, niños y niñas de esta tierra heroica de Yaracuy. ¿Cómo están ustedes? Hay mucha gente aquí, en este complejo habitacional que hoy estamos entregándole a Cocorote y a Yaracuy.
Aló Presidente, número 214, hoy es domingo 27 de febrero, 2005. ¡Cómo sigue caminando la historia! Desde aquí, desde Cocorote, tierra indígena, tierra profundamente aborigen, tierra con unas tradiciones de luchas milenarias, tierra donde un pueblo, hoy libre, lucha construyendo su propio destino. Desde Cocorote, desde Yaracuy, para toda Venezuela, América Latina, al Caribe y al mundo, el saludo del pueblo venezolano, Aló Presidente, número 214, 27 de febrero. Bienvenidos todos, bienvenidas todas, los invitados, aquí, al estudio en Cocorote, en este conjunto habitacional, donde se refleja el rostro de la Patria nueva. Estamos en el complejo habitacional Hacienda Santa Teresa; estuve recorriendo y mirando los apartamentos que hoy estamos concluyendo y entregando a numerosas familias de esta tierra, la Misión Vivienda, otra de las misiones para la justicia social, para la igualdad, para la Patria buena, para que el pueblo venezolano siga elevando, progresivamente, su nivel de vida, sus condiciones de vida y pronto, en pocos años… Costará mucho, ha costado mucho, pero en el mediano plazo, Venezuela será un país donde todos vivamos en iguales condiciones de dignidad, donde todos tengamos cubiertos, plenamente, los derechos humanos fundamentales: la vivienda, la educación, la salud, el trabajo, la seguridad para todos; esa es la consigna central, una Patria de iguales, una nación de iguales, una sociedad de incluidos, justicia social.
Y hablando de este tema, pues, precisamente, estábamos viendo este video, recordando con dolor, con pesar, lo que un día como hoy, 27 de febrero de 1989, aconteció no sólo en Caracas, sino en toda Venezuela. Hace 16 años ocurrió una verdadera rebelión popular, quedaste grabado en la historia venezolana para siempre como un día de rebelión popular, un día en que el pueblo venezolano decidió tomar de nuevo las banderas de la lucha, de la batalla, sus viejas banderas.
Asistentes: [Aplausos].
Presidente Chávez: La mejor manera, compatriotas, de rendirle tributo a los caídos en aquellos días estruendosos y huracanados, porque vamos a recordar que no sólo fue el 27, el 27 estalló la rebelión, pero se extendió toda esa semana. Era lunes el 27 de febrero, el 28 de febrero, 1 de marzo, 2 de marzo, 3 de marzo y la rebelión fue, poco a poco, apagándose detrás de las ráfagas de las ametralladoras, de la represión bestial desatada por aquel gobierno cuarto republicano, genocida, pero, sin embargo, desde aquel día, todo comenzó a cambiar en Venezuela. La mejor manera, decía, de rendir tributo a los mártires de aquella hora es haciendo realidad la Patria por la que ellos cayeron, batallando, por la que ellos dieron su sangre. Esta Patria que hoy, 16 años después, se puso de pie y anda recorriendo de nuevo sus propios caminos de dignidad. ¡Gloria a los caídos del 27 de febrero de 1989! ¡Gloria a los mártires!
Asistentes: [Aplausos].
Presidente Chávez: Ahora, es conveniente hacer algunas reflexiones a 16 años de aquella jornada. Quiero saludar al señor gobernador del estado Yaracuy, Carlos Jiménez y a su esposa Belkis de Jiménez, primera dama del estado Yaracuy y a todo su equipo de gobierno. Carlos y Belkis, un abrazo y el aplauso de todos nosotros a estos yaracuyanos de la nueva oleada de líderes que se levanta en esta tierra.
Asistentes: [Aplausos].
Presidente Chávez: ¡Gobierno bolivariano en Yaracuy! Ya era hora, felicito al pueblo de Yaracuy por haberse dado un Gobierno Bolivariano, llegó la revolución a Yaracuy y más nunca se irá de esta tierra la Revolución bolivariana. Saludamos a todos los hombres y mujeres de esta tierra, a todo el equipo de gobierno del estado Yaracuy y saludamos, de manera especial, a un grupo de invitados de otros países que hoy están con nosotros. Hemos llegado un poco tarde por condiciones meteorológicas adversas, no pudimos aterrizar aquí, en Yaracuy, tuvimos que seguir a Barquisimeto; después de esperar en el aire unos 15 minutos aterrizamos en Barquisimeto, luego, en helicóptero, hasta acá y luego se dañó una planta eléctrica y no había salida de audio, así que tuvimos que esperar unos minutos y son ya casi las 12:00 del mediodía. Por allá veo a Ramón Martínez, el gobernador del estado Sucre, anda por aquí por Yaracuy, vamos a saludarlo también. Por allá veo al ministro Julio Montes, a María Cristina Iglesias; está por allí también el ministro de la Defensa, Jorge García Carneiro; está Aristóbulo Istúriz, el ministro de Educación y Deportes; está Nicolás Maduro, presidente de la Asamblea Nacional y un grupo de diputados de la Patria y un grupo de dirigentes, de intelectuales. Allá están llegando, ellos venían por tierra, Nicolás, Cilia, venían conmigo en el avión, pero yo me vine en helicóptero para llegar un poco más rápido. Tarek William Saab, gobernador del estado Anzoátegui; Shafick Handal bienvenido. Están llegando a buena hora, William Lara, por ahí viene Shafick Handal, líder del Farabundo Martí para la Liberación Nacional, bienvenidos. Ahí viene el equipo que venía conmigo en el avión, llegaron todos, llegaron casi que primero que yo, María Cristina Iglesias, bienvenidos.
Y saludamos, de manera muy especial, a Evo Morales, líder indígena boliviano, hermano de esta gente y de este pueblo, hermano nuestro, por ahí está Evo Morales, un abrazo hermano mío, hermano nuestro y a través de ti un abrazo al pueblo de Bolivia, Bolivia, ¡cómo suena profundo Bolivia en nuestro corazón! Bolivia, donde Bolívar soñó la utopía americana. Decía Simón Rodríguez, allá, en Bolivia, por 1825, 1826: “La utopía de Tomás Moro no está por allá, está aquí en esta tierra, en esta Bolivia naciente”. Bolivia, te amamos como amamos a toda esta tierra de la América nuestra, la América latinocaribeña.
Saludamos a un grupo de profesores, intelectuales algunos de ellos Luis Guarat, profesor argentino; hay un grupo de compatriotas de la América grande, de la América nuestra que ha venido a Venezuela a participar en el Cuarto Foro de la Deuda Social, los saludamos a todos y bienvenidos. ¿Cómo está hermano? También está Norexa Pinto del Parlamento Latinoamericano; Walter Gavidia, diputado del Parlamento Latinoamericano, el Parlatino, que apoya la Cumbre de la Deuda Social, la Carta Social de las Américas, propuesta de Venezuela bolivariana al continente, a la OEA; está por ahí también Ricardo Schembri, intelectual y autor de la hipótesis constitucional latinoamericana. Ricardo, bienvenido hermano. Hugo Calelo, profesor de la Universidad de Buenos Aires, tocayo, me tienes que mandar uno de los libros de ideología que tú tienes, lo perdí y no lo conseguí más nunca.
Yo leía mucho en la cárcel, lo más que hacía era leer y uno de los dos libros que más leía era el de Oswaldo Sunkel, chileno, compilador de este libro que me ha acompañado durante muchos años; me llevé a la cárcel este libro Oswaldo, bienvenido, ya vamos a conversar un rato más adelante. Este libro viene conmigo desde los tiempos de la cárcel, lo he rayado, lo había perdido, este sí lo recuperé, porque en la cárcel un día nos quitaron todos los libros y todos los lápices, no querían que escribiéramos ni que leyéramos, así que nos quedamos, eso fue después de la segunda rebelión popular-militar del 27 de noviembre del 92, nos llevaron todos los libros y nos prohibieron leer periódicos; pero nunca nos doblegamos.
Entonces, después recuperé el libro de Sunkel, que es una buena compilación del desarrollo desde dentro, este libro ha sido inspiración para nosotros, quiero que lo sepas tú, Oswaldo y todos los autores que aquí han escrito. Creo que tiene hoy más vigencia que nunca, estas ideas tienen más vigencia que nunca dentro de la invención de modelos que estamos obligados a llevar adelante. Tremendo desafío. Ustedes hicieron un gran esfuerzo que ahora consigue, como buena semilla, tierra fértil, tierra reabonada por los pueblos, la conciencia y el espíritu de batalla de nuestros pueblos desde el Río Grande hasta la Patagonia.
El otro libro, de los que me quitaron en la cárcel un día de allanamiento, es el de Hugo Calelho o Caleyo, ¿es Calelho, Calelho? Argentino. Ese libro me fue muy útil, ese es un libro de formato más pequeño, pero igual de profundo, sobre la ideología; no recuerdo el nombre exacto, porque más nunca lo conseguí y lo he buscado aquí en Venezuela y no lo he conseguido. Le dije a un amigo argentino, alguna vez, pero por fin no lo consiguieron. Es ideología, es sobre ideología. ¿Cómo es el título?
Respuesta: Se llama Ideología y neocolonialismo.
Presidente Chávez: ¡Este es el título del libro, hermano! Ideología y neocolonialismo. Bien bueno para reeditar estos libros. Si ustedes nos autorizan aquí, en Venezuela, vamos a hacer un esfuerzo editorial para todos esos libros. Llegó la hora de sacar todas esas ideas y lanzarlas para el gran debate, diverso debate, profundo debate que hay que dar, que estamos dando, pero que hay que seguir dando: hacía dónde vamos, cuál es el rumbo, cómo reconstruirnos de nuevo.
Yo recuerdo mucho Ideología y neocolonialismo y la tesis aquella que trabajábamos mucho, la de la idea-fuerza, cómo convertir la idea o las ideas en una fuerza motriz. Entonces, en la cárcel, ya antes debatíamos mucho, durante años, no sólo en los cuarteles, sino también en aquellas reuniones que hacíamos, en las que participaban, entre otros, por ejemplo, Alí Rodríguez y un grupo de compatriotas, años de discusiones. Y la izquierda venezolana que había bajado de las montañas, que estaba en jornadas de reflexión, y algunos grupos se pragmatizaron y se entregaron; pero otros se mantuvieron sólidos. Y grupos, partidos e individualidades.
Yo debo recordar con mucho cariño a Douglas Bravo. Con Douglas hemos tenido diferencias, pero Douglas se ha mantenido, -saludos a Douglas Bravo-, por aquí nos reuníamos, por estas tierras, porque de por aquí, de Yaracuy, es Argelia, Argelia Melet, y por aquí nos escondíamos, por estas montañas, a discutir sobre ideología, a veces dos y tres días. Recuerdo las tesis de Douglas sobre la ruptura creadora, era el Movimiento Ruptura. Por aquí hicimos una vez un Festival de Papagayos y yo vine disfrazado, Ramón, a elevar papagayo. Tenía que disfrazarme para que no me reconocieran los cuerpos de inteligencia.
Entonces, recuerdo las discusiones de cómo darle fuerza motora o motriz a las ideas y una de las críticas que algunos grupos de izquierda comenzaron a hacer sobre la ideología, bueno, es aquel empeño de importar, de importar nombres, ideas totalmente extrañas a estas tierras, a las raíces de estas tierras y de estos pueblos. Y aquel chiste que nos echaba un abogado en la cárcel, quien fue guerrillero aquí, el doctor Bello, llanero de las tierras de Apure. No, guariqueño. Él nos visitaba porque es abogado y era abogado defensor de algunos de nosotros y además cuñado del mayor Carlos Díaz Reyes, con nosotros en Yare, como ustedes recuerdan. El doctor Bello nos echaba un chiste, -decía- de cuando él era estudiante de la Universidad Central y se fue a las guerrillas, pero unas guerrillas de los fines de semana, estudiaba y los fines de semana se iba por el Guárico a hacer algunas incursiones y en una ocasión llegaron a tomar, creo que fue Corozopando, un pueblito muy lindo que está allá, al sur del estado Guárico, llegando ya a San Fernando de Apure, en aquel llano infinito y cuenta el doctor Bello que a él le comisionaron la tarea de pintar con un spray las paredes de las casas, de las pocas casas de aquel pueblo, mientras los jefes guerrilleros, los más antiguos, digámoslo así, concentraban en la plaza Bolívar a todo el pueblo para darle una charla y una arenga, y para repartir volantes. Andaban a caballo, eran como 10 guerrilleros, una patrulla a caballo, una cosa como fuera de tiempo, pero así era, había guerrillas a caballo. Resulta que al estudiante, que era él, se le pasó la mano y se fue muy lejos, le dio la vuelta al pueblo pintando letreros y la guerrilla tenía que replegarse rápido.
Así que la guerrilla se fue y dejaron al muchacho solo en el pueblo y él tuvo que, bueno, cogió sabana rumbo al punto de encuentro que ya habían previsto. Llegó a los dos días, lo enjuiciaron y el Jefe guerrillero dijo: “Hay que enjuiciar a este muchacho, puso en peligro la revolución”. Y lo sentaron ahí, a la orilla de un río, por allá, bajo un bosque, a enjuiciarlo. Él estudiaba derecho y además era un hombre muy hábil, así que se defendió, pues, pero lo enjuiciaron y contaba que el segundo Jefe de la patrulla era quien más le preguntaba: “Y ¿por qué usted se quedó? ¿Por qué no se replegó a tiempo?”. Y él se defendía: “Bueno, yo cumplí mi misión, yo pinté todas las casas del pueblo con un letrero, con unos letreros”. / “¿Y qué pintaba tanto?”. / “La consigna: ¡Viva Lenin! ¡Viva Lenin!”. Entonces le preguntan: “¿Y quién es Lenin? Y el contestaba: “El Jefe de la patrulla entonces interviene y dice: “No, deja quieto al muchacho, chico. El Lenin es el jefe de Caracas”. (¿?)
Asistentes: [Risas].
Presidente Chávez: Ese es el Jefe de Caracas, así que hay que seguir pintando letreros. Bueno, eso un chiste, producto de una anécdota, pero que recoge mucho de lo que aquí ocurrió. Yo era Subteniente y estaba en un batallón de cazadores antiguerrilleros y ya yo andaba con muchas dudas, ¿no? ¿Quién tiene la razón aquí? Era Carlos Andrés Pérez presidente en su primer gobierno y yo andaba persiguiendo guerrilleros por la frontera con Colombia, en una ocasión, y después por Oriente. Bueno, ya quedaban era algunos restos(...)
[Vídeo: 16 Años del 27 y 28 de Febrero de 1989, “El Caracazo”].
Narrador: Este 27 de febrero se cumplen 16 años del estallido popular que los medios bautizaron como “El Caracazo”, una forma de reducir la rebelión de las masas que sacudió no sólo a la capital, sino a las principales ciudades del país, la chispa que desató la ira popular fue el paquete económico de shock que el gobierno neoliberal de Carlos Andrés Pérez impuso a los venezolanos, siguiendo al pie de la letra el mandato del Fondo Monetario Internacional.
Presidente Chávez: Bueno, esperemos unos minutos, me tomo un trago de agua.
Voz femenina: ¿Ya Tony?
Voz masculina: Estamos fuera del aire.
Presidente Chávez: ¿Ah?
Voz femenina: Ya estamos en el aire.
Presidente Chávez: ¿Estamos en el aire?
Voz femenina: Sí, estamos en el aire, Presidente.
Presidente Chávez: Estamos en el aire de nuevo. ¡Correcto! ¿Y ustedes me están oyendo allá, al fondo?
Asistentes: Sí.
Presidente Chávez: ¿Allá debajo de aquel bosque que tienen allá? ¿Qué mata es esa? Parece una Ceiba.
Asistentes: [Aplausos].
Presidente Chávez: Bueno, entonces uno vio aquello, una izquierda que se fue a las armas sin un proyecto ideológico propio, ése fue uno de los errores. Recuerdo mis comentarios o más bien lo que uno oía en las calles de los pueblos de Oriente, había unos grupos guerrilleros por allá, pero en las calles de los pueblos no había ninguna relación de trabajo social y recuerdo al “Che” Guevara en mis lecturas del Libro Verde y entonces yo decía, era Subteniente, esos guerrilleros están perdidos, porque no hacen trabajo social. Yo andaba en las calles de los pueblos conversando con los campesinos, conversando con la señora del abasto y le preguntaba qué opinan ustedes de la guerrilla. Claro, a veces andaba uniformado, pero muchas veces de civil, para confundirse uno con la población, haciendo inteligencia, pero desde otro punto de vista, sobre todo para ver qué pensaba el campesinado venezolano, qué pensaban los estudiantes allá, en Cumaná, desconectados, allá en la UDO, Ramón Martínez era uno de los pocos estudiantes que estaban conectados en esos años. ´¿Tú estabas estudiando en Cumaná, Ramón, en el 76? ¿Dónde estabas tú? Oye no te oigo aquí, sonido, micrófono, hay un fantasma.
Gobernador Ramón Martínez: Estaba de logística Antonio José de Sucre.
Presidente Chávez: Estabas estudiando.(¿es una pregunta?)
Gobernador Ramón Martínez: En la logística.
Presidente Chávez: Sonido, micrófono, hay un fantasma.
Gobernador Ramón Martínez: Estaba en Logística, del Antonio José de Sucre, del Frente.
Presidente Chávez: ¿Estabas estudiando?
Gobernador Ramón Martínez: En la Logística.
Presidente Chávez: ¿En?
Gobernador Ramón Martínez: Ya yo me había graduado y seguí en la Logística del Antonio José de Sucre, del Frente Guerrillero.
Presidente Chávez: ¡Ah! ¿Pero estabas en Cumaná en ese tiempo, 76, 77?
Gobernador Ramón Martínez: No, ya yo me había graduado, pero serví en la logística del Frente Guerrillero Antonio José de Sucre.
Presidente Chávez: Eras de la Logística. ¡Correcto!
Gobernador Ramón Martínez: De la Logística y a su vez ya había cierta distancia entre el Partido Comunista y Carlos Betancourt y teníamos diferencias muy notorias, ya el Partido Comunista había decidido replegarse, ellos siguieron con el Frente, por solidaridad estaba atendiendo la parte de Logística.
Presidente Chávez: Pero, por supuesto, errores estratégicos graves que uno, siendo Subteniente, apenas percibía; errores tácticos muy graves, errores políticos muy graves. Recuerdo el libro aquel, Ramón tú debes recordar; Carlos es más joven, ¿no? Nicolás no había nacido, María Cristina tampoco, aquel libro, te acuerdas, de Argenis Rodríguez: Escrito con odio.
Gobernador Ramón Martínez: ¿Cuál libro, Presidente?
Presidente Chávez: Argenis Rodríguez: Escrito con odio.
Gobernador Ramón Martínez: ¡Ah, ya! Ese es el de Argenis sobre la tortura.
Presidente Chávez: Argenis Rodríguez.
Gobernador Ramón Martínez: Ya, de Argenis.
Presidente Chávez: Argenis Rodríguez.
Gobernador Ramón Martínez: Eso es correcto, el Argenis posterior... Recuerde que nosotros nos alimentábamos mucho con La madre, Así se templó el acero, los manifiestos comunistas, formación marxista, formación leninista y el proyecto nacional, como tal, para Venezuela y sus cualidades particulares no se tomaron en consideración.
Presidente Chávez: Claro.
Gobernador Ramón Martínez: Ese es, a lo mejor, uno de los grandes errores que cometimos en la década del 60 y que venimos pagando hasta que usted logró derrumbar la cosa correctamente, pues.
Presidente Chávez: No y uno alimentado de todo eso, nosotros alimentados de todo eso, de muchas reflexiones. Recuerdo al general Baduel, éramos Subteniente y discutíamos y el comandante Ortiz Contreras, que en paz descanse, discutíamos; Acosta Carles, que en paz descanse, que se fue en “El Caracazo”, junto al pueblo y prácticamente se inmoló por allá, en El Valle.
Bueno, entonces decíamos, pero esta guerrilla qué es lo que está haciendo. Claro, estamos hablando de 1977, pero yo recordaba a Argenis Rodríguez y su libro, muy autocrítico, a Argenis Rodríguez le cayeron encima, porque él hace un libro donde critica a la dirigencia o a parte de la dirigencia revolucionaria que estaba en Caracas, la mayoría, y entonces mandaron a los estudiantes y a los jóvenes a las montañas(...)
Vídeo:16 AÑOS DEL 27 Y 28 DE FEBRERO DE 1989“EL CARACAZO”
Narrador: Este 27 de febrero se cumplen 16 años del estallido popular que los medios bautizaron como “El Caracazo”, una forma de reducir la rebelión de las masas que sacudió no sólo a la capital, sino a las principales ciudades del país, la chispa que desató la ira popular fue el paquete económico de shock que el gobierno neoliberal de Carlos Andrés Pérez impuso a los venezolanos, siguiendo al pie de la letra el mandato del Fondo Monetario Internacional.
La corrupción se hizo sistema, como lo reconoció el entonces presidente de Acción Democrática, Gonzalo Barrios, cuando declaró que en Venezuela se roba, porque no hay razones para no hacerlo.
En aquella orgía de riquezas mal habidas e impunidad total, la clases dirigente no estaban en capacidad de interpretar el sentimiento del pueblo y la rebelión que desde hace años venía incubándose en su seno.
El estallido del 27 de febrero la sorprendió en la confiada placidez de sus lujos y confort. El señor Pérez no encontró otra respuesta que lanzar a las Fuerzas Armadas contra el pueblo en rebelión, a sangre y fuego se aplastó la insurgencia popular. El Gobierno declaró unas 300 muertes, las organizaciones de derechos humanos hablaron de más 3 mil asesinados. Apenas habían transcurrido 14 días de la toma de posesión del señor Pérez, en un acto fastuoso que los medios reseñaron como “la coronación”. La comedia puntofijista presentada en el Teatro Teresa Carreño fue eclipsada por la tragedia, el dolor y el luto en las calles de Venezuela.
El 27 de febrero de 1989 el pueblo venezolano regó con su sangre la semilla de su propia liberación; la oligarquía y el bipartidismo antes de hundirse desataron la más feroz represión, todo fue en vano, ya Pérez no gobernaba ni podría hacerlo en adelante, aunque siguiera en Miraflores.
Tres años después de “El Caracazo”, en 1992, dos rebeliones militares resonaban como el eco de aquel estallido popular del 27 de febrero, pueblo y Fuerza Armada convergían en el mismo camino y el mismo sueño. El 27-F, abreviatura y siglas de una gesta y un dolor, fue la semilla regada con sangre y sacrificio que germinó en la conciencia venezolana para encontrar surco y hacerse fruto en la Revolución bolivariana que hoy lidera el presidente Hugo Chávez Frías.
Aquel 27 de febrero de 1989 la rebelión popular fue aplastada a sangre y fuego, pero la sangre y el fuego no ahogaron la esperanza y el sueño del heroico pueblo venezolano. ¡Gloria al Bravo Pueblo! Gobierno Bolivariano
Narrador: En el corazón de los Andes venezolanos, al pie de la Sierra Nevada, se está gestando uno de los proyectos de infraestructura urbana más importantes que se haya realizado en Venezuela: Trol-Mérida, andes donde andes.
La ciudad de Mérida, elevada a 1.500 metros...( ¿? )
Presidente Chávez: De nuevo estamos en el aire. ¿Qué tal? Otra vez en el aire. Tenemos una falla grave en los equipos eléctricos. Bueno, yo estaba diciendo ahí, Ramón Martínez es el que está acuñando la idea de que parece que detectaron unos brujos por ahí, no sé qué.
Asistentes: Algarabía.
Presidente Chávez: Nosotros no creemos en brujería ni en pava ni nada, pero de todos modos, también dijo por allá María Cristina, bueno, salió Carlos Pérez al aire ahí, lo sacaron hablando al aire. ¿Ah? María Lionza y todas esas cosas. Bueno, no, hay una falla de verdad, es científica la falla, una falla eléctrica, le he dicho al Ministro que vamos a retomar el programa, si se nos cae de nuevo el sonido suspendemos el programa hasta...
Asistentes: ¡Nooo!
Presidente Chávez: Así no vamos a poder. Ya veríamos qué hacer en el futuro inmediato. Ojalá que no haya una nueva falla eléctrica, porque así no podemos continuar. Miren, entonces, en resumen, esta reflexión que ha sido segmentada, digámoslo así. Luego, producto de esas experiencias y de análisis, de discusiones, nosotros tomamos a Bolívar. Yo recuerdo, incluso, a Alfredo Maneiro, quien es un gran estratega, fundador de lo que fue aquel partido, lo que fue la Causa Я, era con la Я al revés, después le voltearon la R a la derecha, la Я era hacia la izquierda. Mi amigo Maneiro y maestro, discutimos varias veces y yo recuerdo una carta que le hice a Alfredo, protestando, recuerdo que la escribí con un lápiz rojo, de mi puño y letra, aún a riesgo de que me reconocieran la letra la hice, yo le sugería a Alfredo que en la Casa del Agua Mansa, era una producción, dirigida a los intelectuales, muy bien elaborada (trabajaba Farruco allí), había una sección, al final, era un buen libro, una revista en forma de libro, alargado, muy creativo, muy ingenioso para la discusión y había una sección llamada “Los Fantasmas de la Casa del Agua Mansa”. ¿Te acuerdas, María Cristina? Y yo recibí el primer número, muy contento, y empecé a leer y a leer y llego a los fantasmas. Ahí estaban pensadores, poetas: Víctor Hugo, Carlos Marx, Walt Whitman, pero no estaba Bolívar y la carta mía, de aquel Subteniente o Teniente que era yo, era la sugerencia: “Metan a Bolívar en Los Fantasmas de la Casa del Agua Mansa”. Luego vino el debate y desde el Ejército nacional surgió con fuerza la tesis bolivariana de que Bolívar debía ser colocado en el centro de la idea motriz: Bolívar, Zamora, Simón Rodríguez, sin minimizar ni desconocer, por supuesto, el aporte de tantos pensadores, de tantos luchadores, de tantos intelectuales, ideólogos y revolucionarios que en el mundo han habido. Y aquí está, resultó, Hugo: Bolívar está vivo, se convirtió en un motor. ¡Aquí anda Bolívar! Despierto, vivo, en el corazón y en los brazos del pueblo venezolano.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Idea fuerza, idea motriz, para luchar contra el neocolonialismo, con una ideología propia que aquí nació, producto de siglos de lucha: la ideología bolivariana. Todavía no conocemos bien la ideología bolivariana, hay que seguir profundizándola. Antier estábamos revisando unos decretos de Bolívar, hay que analizar los decretos de Bolívar, porque no conocemos todavía a Bolívar en profundidad, hay que revisar los escritos de Simón Rodríguez y cuántos de aquellos decretos, a lo mejor, fueron elaborados por Simón Rodríguez. Los decretos del Mariscal Sucre, los decretos de Zamora: ¡Tierras y hombres libres! ¡Elecciones populares! ¡Horror a la oligarquía! Esos gritos de guerra recorrieron estas tierras. Bolívar, decretando la libertad absoluta de los esclavos en 1816; Bolívar, creando escuelas para niños y para niñas, para los huérfanos, cuyos padres murieron en la revolución de la independencia. Bolívar decretando.
María Cristina, tú que eres la Ministra del Trabajo, decretos de Bolívar de 1825 y de antes también, 1819 y 20, aquí, en Bogotá, después de la Batalla de Boyacá, porque aquel hombre andaba con la espada y un pueblo batallando contra el imperio y con la pluma redactando constituciones, decretos. “Alfarero de Repúblicas” -dijo un día- me he metido a alfarero de Repúblicas”. Y ahí fue que fracasó y era su gran sueño, por eso dijo: “He arado en el mar. ¿De qué sirvió esta independencia? De nada”. El decreto aquél, donde Bolívar prohíbe la servidumbre indígena y establece en el decreto la obligatoriedad de un contrato y de un salario, específicamente, para los indígenas, pero, por supuesto, extensivo a los trabajadores. 1821, 19, 20, 21, 24, 25.
Ahora allá, Evo, en Bolivia, los decretos de Bolívar en el Perú, los decretos de Bolívar y Sucre en Bolivia, ahí están los códigos, aquellos hombres querían una verdadera revolución social y por eso fue que los mandaron a matar, por eso fue que mataron a Sucre a los 35 años allá, en Berruecos y casi lo matan en Bolivia, cuando le dan un golpe de Estado, era el Presidente y a Bolívar lo expulsan de Venezuela y la oligarquía venezolana quería fusilarlo, lo mandaron a matar en Bogotá varias veces y luego muere allá, casi solitario, en Santa Marta. Por eso expulsaron a Manuela Sáenz, que era una revolucionaria, y por eso fue que no permitieron que Simón Rodríguez regresara a Venezuela ni a la Nueva Granada y murió viejo, anciano por allá, escribiendo memorias y alertando a los americanos meridionales.
Bueno, reflexiones de una historia que no es pasado, de una historia que está aquí presente. El 27 de febrero marcó un nuevo rumbo, partió en dos la historia del siglo XX venezolano. Habrá que hablar en los siglos que vienen del 27 de febrero como eso, como una fecha que partió en dos, habrá que hablar, este pareciera un lugar común: antes del 27 de febrero y después del 27 de febrero de 1989.
Yo, por ejemplo, estoy convencido de que la fuerza que tomó la rebelión militar bolivariana del 4 de febrero de 1992 no hubiese sido tal sin el 27 de febrero. La sangre, las lágrimas, el dolor del pueblo venezolano y la masacre que los cuerpos de seguridad del Estado y los militares venezolanos, por órdenes de aquel gobierno, desataron contra el pueblo, fueron alimento doloroso, pero alimento al fin, de la juventud militar bolivariana que, tres años después, levantó las banderas de Bolívar y salió a darse un abrazo con este pueblo, para más nunca soltarse del abrazo eterno e infinito entre los hombres de armas de Venezuela y el pueblo de Bolívar.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Saludamos entonces a Hugo Calello; Yousa Ogata, senador del Partido Comunista del Japón. Bienvenido, hermano, del Japón.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: De los pueblos del Asia. De Brasil también está Ubiratan De Sousa, diputado del Partido de los Trabajadores de Brasil. Compañero, bienvenido.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Está también Frei Sergio Gorsen, diputado, también del Partido de los Trabajadores de Brasil. Hermano, un gran abrazo y un buen saludo a todos los trabajadores del Brasil, pueblo hermano.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Todavía estamos recordando la visita del compañero presidente Luiz Inacio Lula Da Silva y la importancia histórica de su visita de hace pocos días. Como él lo dijo, no es una reunión más, esta es la reunión para comenzar una nueva etapa de integración Venezuela-Brasil y Suramérica, Suramérica toda y el Caribe. Saludamos también del Parlamento Europeo, a Paúl Emil Dupré. Bienvenido.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Oswaldo Sunkel. Ya lo habíamos saludado, de la Universidad de Chile, intelectual, escritor. Y con ellos a un grupo de visitantes de Argentina, también hay un grupo de compatriotas de la Patria Grande. Me comentaba María Cristina, ayer, una reunión internacional de trabajadores del sector eléctrico y energético. Bienvenidos.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Rumbo a la unificación de los trabajadores, de los sindicatos eléctricos y energéticos. Teodoro Peralta, de Argentina, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado. Bienvenido, hermano.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: De Brasil está José Genivaldo Da Silva, miembro de la Dirección del Sindipetro, litoral paulista.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Daniel Rico, de Colombia, miembro de la Dirección Única Sindical Obrera de la Industria Petrolera. Hermanos, bienvenidos.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Edgar Ponce, del Ecuador, presidente de la Red Nacional Sindical de Trabajadores de la Electricidad. Ecuatoriano. Edgar, de la América grande, la América nuestra.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: José Antonio Almazán, de México, secretario exterior del Sindicato Mexicano de la Electricidad.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: ¡Viva México! Humberto Montes de Oca, Prosecretario del Trabajo del Sindicato Mexicano de la Electricidad y de la Juventud Sindical Mexicana.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Eduardo Bobadilla, procurador de la Comisión Autónoma de Justicia del Sindicato Mexicano de la Electricidad. Bienvenido.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Gabriela Aguilar, también de México...FIN DEL CASSETTE 5...ANTONIO Z.Casete N° 6...del mismo Sindicato Mexicano de la Electricidad, y los venezolanos, líderes sindicales del sector petrolero, José Arias de Sinutrapetrol, Sindicato Único Nacional Unitario de Trabajadores Petroleros. Mercedes, aquí dice Gutiñer, será Gutiérrez, eres Gutiérrez, ¿no? Aquí dice Gutiñer, pero es Gutiérrez, venezolana, ella es secretaria ejecutiva, ¡qué bueno que las mujeres estén al frente del sindicato! Eso es bueno, las mujeres al frente de sindicato, Secretaria Ejecutiva de la Federación de Trabajadores Eléctricos, Fetraelec. Marcela Máspero, coordinadora de la Unión Nacional de Trabajadores. ¡Hola, Marcela! Un beso para ti, mujeres luchadoras; Orlando Chirinos, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores, allá está el negro Orlando, camarada; Oswaldo Vera, miembro de la Coordinación Nacional de la Fuerza Bolivariana de Trabajadores y diputado a la Asamblea Nacional.(Fin del casete 6)(AV)CASSETTE 7ALÓ PRESIDENTE N° 214
Presidente Chávez: El “Chino” Khan parece que no pudo llegar hoy, lo dejó el avión.
Bueno, he aquí un grupo de dirigentes sindicales, desde México hasta Argentina, me informó María Cristina. Cuenten con todo el apoyo nuestro, el Gobierno Bolivariano es obrerista y pregona la autonomía sindical, no queremos aparatos sindicales subordinados a gobierno alguno, no. La clase obrera debe asumir con autonomía, libertad y coraje el rol que tiene que jugar en los procesos de cambio, en los procesos de reestructuración. En el caso venezolano un proceso revolucionario, la clase obrera y además, esto es muy importante, es un proceso unitario, de los sindicatos petroleros y eléctricos de América Latina y el Caribe. Ésa es la integración alternativa, ésa es la integración, no sólo alternativa, sino verdadera. No es la integración del ALCA. ¡No! Proponemos aquí el ALBA (Alternativa Bolivariana para la América Latinocaribeña), el ALBA.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Es la integración de los pueblos, esto tiene que comenzar, -es endógeno-, Oswaldo, desde abajo y desde dentro y por eso es que los Estados Unidos no nos quieren, por eso es que nos llaman la amenaza, pero la amenaza no es Chávez, no lo entienden ellos, la amenaza al colonialismo, en verdad, son los pueblos, esa sí es la amenaza, los pueblos conscientes, los pueblos unidos. Los líderes somos circunstanciales, mañana será otro, otra. Ahí está Evo, líder del pueblo de Bolivia, de las masas indígenas de Bolivia, lo han acusado hasta de narcotráfico. ¿De qué no nos acusan, Evo? Ahora, debemos sentirnos orgullosos de que nos tire piedras el imperio, yo me siento orgulloso de verdad; estaría triste si me aplaudieran en Washington, eso me entristecería mucho, no sería yo mismo.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Ya a Simón Bolívar, a Simón Bolívar ¿saben cómo lo llamaban? Hay documentos, hay un libro escrito por un cubano, ese libro sí lo editamos aquí, pero creo que la edición fue muy limitada, habrá que editarlo de nuevo, en un millón, cinco millones de ejemplares. Además, uno lo lee en una noche, escrito por un cubano, ya murió, nos dejó esa obra: Bolívar, pensamiento precursor del antiimperialismo. A Bolívar, ahí está, hay documentos, copias de cartas que enviaban los embajadores de Estados Unidos, allá, a Washington, entre otras cosas a Simón Bolívar lo llamaban: “El peligroso loco del Sur”. Y le hicieron la guerra y confundieron a estos pueblos, por eso es que Bolívar, cuando, muriendo, escribe la última proclama, la dicta, ya no podía escribir, no tenía fuerzas para escribir, dice, dirigiéndose a los pueblos de la Colombia aquella, unida, a los pueblos de Venezuela y Nueva Granada, de Ecuador, de Panamá, decía, dijo Bolívar: “Colombianos, mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado: mi reputación y mi amor a la libertad”. Lo destrozaron. Los pueblos fueron confundidos a través de periódicos, a través de voceros. Una verdadera guerra comunicacional, según los medios de la época, y entonces, hasta Europa llegó el impacto de aquella guerra contra aquel hombre, contra Bolívar. Y en Europa los liberales comenzaron a acusarlo de que quería coronarse como Napoleón: “¡Otro Napoleón!”. Decía, entre otros, el gran filósofo y orador Honoré Mirabeau, quien era una referencia moral en la Francia de entonces y, sin embargo, hasta Mirabeau atacó a Bolívar: “¡Otro Napoleón! Traidor”. Y resulta que aquel hombre murió soñando con la libertad de un mundo. Diría Eduardo Galeano: “La historia del mundo al revés”. En cambio, a los que traicionaron la idea emancipadora verdadera, las oligarquías de estos pueblos los aplaudían, es decir, en fin, la unidad.
Desde Venezuela estamos proponiendo la unidad de los trabajadores, una Confederación Latinoamericana de Trabajadores, con millones y millones de trabajadores. Que si el imperialismo quiere meterse o se mete con uno de nuestros países se estará metiendo con todos nosotros y recibirá una respuesta continental a la agresión.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Los trabajadores, los indígenas, los estudiantes, las mujeres, los jóvenes, los militares, los intelectuales, los profesionales, los luchadores de toda clase y de todo tipo. Unidos, sólo unidos seremos libres, cada quien por su lado jamás, jamás. Es Perón, cuando dijo: “El siglo XXI nos conseguirá o unidos o dominados”. Aquí estamos, siglo XXI, has llegado.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Dijo Lula cosas importantísimas aquí, que la prensa poco registra, porque la prensa, la prensa, así, hablo en general, se encarga más bien de alimentar chismes, intrigas, para tratar de decir: “No, Lula y Chávez están peleados, Lula y Chávez no se hablaron. Se vieron en un pasillo y se abrieron”. ¡Mentira! Lo que Lula dijo aquí… Miren, claro, el compromiso nuestro es seguir por esa trayectoria y no dejarnos amarrar ni obstaculizar por las oligarquías de los países, por las burocracias o el burocratismo, las ineficiencias, la corrupción, y además, el sabotaje imperial, que siempre estará presente, causando problemas o tratando de causarlos, entre nosotros mismos; pero Lula dijo aquí, entre otras cosas: “El siglo XIX fue el siglo de la Europa, el siglo XX fue el siglo de Norteamérica, de Estados Unidos; éste, el XXI, debe ser el siglo de la América Latina”. Este debe ser el siglo de la América Latina.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Y en eso debemos empeñarnos. Ya lo había dicho Bolívar. ¡Bolívar, Bolívar, siempre Bolívar! Como dijo Neruda: “Todo lleva tu nombre en esta nuestra morada, Padre”. Bolívar, defraudado ya, en esos últimos años dijo muchas cosas y escribió muchas cosas, entre otras dijo: “Ando muerto en vida, me apuñalean como al César”. Cuenta García Márquez que en el último camino hacia Santa Marta, los soldados que acompañaban a Bolívar, un grupo de soldados, consiguieron un perro, de esos perros de las calles, flaco y con muchas garrapatas, flaquito el perro y entonces se lo llevan y le dicen a Bolívar, él oye que el perro anda, un perro ladrando por ahí y dice: “¿Qué perro es ese?”. Y un soldado le responde: “Es un perro, mi General, que se estaba muriendo de hambre y nos lo trajimos”. Y cuando él lo ve, flaquito, un soldado le pregunta: “Mi General, ¿y qué nombre le ponemos?”. “Póngale Bolívar”, dijo. Y le pusieron Bolívar al perro entonces lanzó aquella frase en esos días, dijo: “El gran día de la América del Sur no ha llegado”. Ojalá, Lula, tengamos razón, que este siglo sea el día de la América del Sur, el día de la América Latina. Y cuando digo América del Sur no me estoy refiriendo a un concepto geográfico, no. Es histórico, es cultural, para nosotros, por ejemplo, es parte de la América del Sur, no parte de Norteamérica, no es un con esto un concepto geográfico.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Porque hace poco unos amigos mexicanos, ya que hay un grupo de mexicanos aquí, en uno de tantos actos que hemos hecho, me reclamaban alguno: “Presidente, usted no habla de México, sólo de Suramérica”. Entonces... ¿No hay sonido? Sí, estamos saliendo. Entonces yo les respondía: “Miren, en verdad para nosotros México es parte de esta América nuestra, es decir, de Suramérica, porque América para mí comienza en el Río Bravo, hacia el Sur, esa es para mí y para nosotros Suramérica.
Bueno, miren, 27 de febrero, tributo a los mártires y aquí estamos. Dice la Biblia: “La muerte será absorbida por la victoria”. Recordamos aquellos días dolorosos, pero nos alimentamos con la vida, con el ejemplo y con la grandeza del pueblo venezolano. También es importante hay considerar lo siguiente, cuando ya han pasado casi 20 años, vamos hacia los 20 años. ¿Qué pasaba en el mundo en 1989? ¿Qué pasaba en América Latina en 1989? Es importante enmarcar en el contexto los acontecimientos históricos de Venezuela de hace 16 años, un día como hoy: Caía la Unión Soviética, caía el Muro de Berlín, las estructuras de 70 años de la Unión Soviética se descuajaban, se desplomaban y desde Norteamérica se lanzaba la tesis del fin de la historia, del Consenso de Washington y de que la única vía, el único camino pues, era el neoliberalismo y las políticas del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial. Las políticas de Washington, las políticas imperialistas fueron aplicadas a fondo en esas tierras, desde México hasta Argentina, y en ese marco estalla Venezuela y estalla precisamente como consecuencia de la aplicación del paquete de medidas del Fondo Monetario Internacional, la rebelión fue contra el Consenso de Washington, la rebelión fue contra el paquete de medidas del Fondo Monetario Internacional.
Por eso es que Ignacio Ramonet ha lanzado la tesis, importante, que Venezuela se ha comportado, en estas últimas dos décadas, de manera, digamos, anómala, con relación al comportamiento del mundo. El comportamiento de Venezuela, de su pueblo, de la nación venezolana.
Dice Ramonet que la globalización neoliberal, declarada la campeona del mundo, precisamente, a finales de los 80, generó una primera fase de incertidumbre, el mundo comenzó a tragarse aquello y vimos como, hasta en Rusia, desmontado el sistema soviético, empezaron a aplaudir el libre mercado y aquella era de Yeltsin y cómo comenzaban a desmontarse,en muchos países de la Europa Oriental, gobierno y modelos socialistas o comunistas o estatistas. Bueno, es como una rendición, fue como una rendición incondicional y el capitalismo monopolista y neoliberal cantó victoria, Venezuela no esperó nada para protestar, inmediatamente, contra el modelo; desde la profundidad de las fuerzas, pudiéramos decir genéticas, del pueblo venezolano, estalló la protesta, y esa protesta no se acalló, no fue un día ni una semana, desde entonces el pueblo venezolano está en la calle, desde 1989; luego vino la rebelión militar del 92 y la otra, la rebelión bolivariana...
Presidente Chávez: y luego pasamos aquellos años de la prisión para algunos de nosotros y un pueblo en la calle protestando, organizándose, discutiendo ideas, propuestas y luego vinieron los años, Nicolás, que recordábamos hace unos días en esa reunión tan importante del Comando Táctico del Movimiento V República, 94, 95, 96 años de debate, de protestas, de represión, de muerte para muchos, cárcel para otros, persecución contra la mayoría tratando de frenar el impulso vital del pueblo, pero no pudieron y vino 1998 y la victoria popular de aquellas elecciones y vino la Constituyente del 99 y vino la Constitución Bolivariana y vinieron luego las leyes habilitantes y comenzó este proceso de transformación, que es la mejor manera de rendir tributo a los mártires de todas las épocas.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Así que, adelante. Continuaremos hoy,