29/10/2000. Aló Presidente. Campo De Carabobo, Parroquia Carlos Arvelo, Municipio libertador, Estado Carabobo, Venezuela.
Aló Presidente N° 49
RR: Desde el Salón Bolívar del Campo de Carabobo, escenario patriota y revolucionario, 179 años después de la gloriosa batalla que marcó la decisión irrevocable de ser libres, buenos días Venezuela, buenos días Cuba; sean los pueblos de estas dos naciones hermanas bienvenidos hoy domingo 29 de octubre de 2000 a este programa especial sin precedentes en la historia latinoamericana de la radiodifusión, es el Aló Presidente N° 49, por primera vez con dos jefes de Estado, Hugo Rafael Chávez Frías, de Venezuela y Fidel Castro Ruz, de Cuba; hoy transmitiendo en vivo, directo con Venezolana de Televisión y el Circuito Nacional RNV, la radio de la información, además de 51 emisoras comerciales y en Cuba con Radio Rebelde como emisora matriz en la isla y el Caribe. A partir de este momento ustedes son testigos de la historia, presenciales, porque éste será el único programa en el mundo donde dos presidentes interactuarán con los pueblos de dos naciones y analizarán en conjunto grandes temas de interés general. Y aquí ya están como lo prometimos el domingo pasado en Isla de Aves, los dos jefes de Estado. Buenos días presidente Fidel Castro. Buenos días presidente Hugo Chávez Frías.
Presidente Chávez: ¡Epa! A pesar de lo que nos hicieron anoche, hemos amanecido con la moral a millón aquí en Aló Presidente. A pesar del batazo que metió Felipe Pérez Roque, canciller cubano en el noveno inning que la metió en la pared y luego viene el zurdito éste, el flaco Carlitos y mete tremendo hit por primera y luego una base por bola que creo que fue negociada, tengo la sospecha que fue negociada con el árbitro porque ese último lanzamiento yo lo vi muy cerca de la zona de strike.
Presidente Castro: Yo lo vi alto y afuera.
Presidente Chávez: Ajá, y el umpire, para desgracia mía, lo vio igualito que tú, alto y afuera.
Presidente Castro: No, no, así; pero tú sabes lo que pasó, me contaron que el narrador cubano dice: ponchado.
Presidente Chávez: Claro.
Presidente Castro: Cuando empezó a ver que yo me moví hacia primera, entonces empezó a rectificar y explicar porque no sabía lo que había pasado allí.
Presidente Chávez: Ese narrador cubano.
Presidente Castro: Que estuviéramos tres en base.
Presidente Chávez: Yo creo que ese narrador cubano lo deberíamos llamar así como un gran narrador venezolano.
Presidente Castro: Héctor.
Presidente Chávez: El narrador de la verdad, así le decíamos, le decimos a un buen narrador venezolano del deporte, el narrador de la verdad. Así, vamos a llamar al narrador cubano, el narrador de la verdad.
Presidente Castro: Todo depende de la zona de strike Chávez, tú sabes que ese.
Presidente Chávez: Ustedes en Cuba la tienen muy alta, ¿no?
Presidente Castro: En cubano la tenemos estrecha, tú sabes como en los juegos aquellos; como los mismos juegos de Winnipeg.
Presidente Chávez: De Winnipeg.
Presidente Castro: Sí, sí, a veces.
Presidente Chávez: O sea la zona strike tuya es.
Presidente Castro: Un pie, un pie afuera. Yo meto medio pie.
Presidente Chávez: Yo quisiera preguntarle a, ¿cuál es tu zona de strike para lanzar el próximo juego a ver cómo la lanza con un tubo por ahí? Mira, de todos modos a pesar de los batazos que nos dieron anoche, eso parecía como, ahora que estamos en Carabobo y aquí el equipo de béisbol, bueno el Magallanes y la consigna de nosotros los magallaneros es la que anoche vibraba en Barquisimeto. ¡Y palo y palo y palo y palo y palo! Felicitaciones al equipo cubano que ha dado una vez, una demostración una vez más de una gran capacidad defensiva y sobre todo una ofensiva demoledora. Aquí estamos en el Campo de Carabobo y este programa habíamos dicho se llama Aló Presidentes y es un programa, yo no sé si en alguna parte del mundo habrá ocurrido esto, que dos presidentes, vamos a hablar con el pueblo de Venezuela y de Cuba porque vamos a saludar a todo el pueblo cubano, porque nos están oyendo en toda Cuba a través de Radio Rebelde. Saludo a los muchachos de Radio Rebelde y a toda la gente de Cuba y más allá y más acá y por supuesto un saludo desde el campo inmortal de Carabobo a todo el pueblo venezolano. Yo debo decirte Fidel que nos sentimos muy honrados en nuestro programa, Teresita Maniglia, esta periodista que es un soldado, soldado periodista y periodista soldado y todo el equipo. ¡Qué tal muchachos! ¿Cómo amanecieron hoy? En el campo de Carabobo, por allá estamos viendo al Ministro, primero al Canciller cubano que se llevó las glorias anoche con ese batazo a la pared, luego está el ministro Giordani.
RR: Correcto, Felipe Pérez Roque, ministro de Relaciones Interiores de Cuba; el doctor.
Presidente Chávez: Sí, Felipe Pérez Roque.
RR: El doctor José.
Presidente Chávez: Jorge Giordani que es el ministro.
RR: De Planificación.
Presidente Chávez: Planificación que anda por los mapas, ayer veníamos viendo los mapas, yo no pude verlo porque venía manejando y tenía.
Presidente Castro: Tú sí los venías viendo también además de que estabas manejando y yo en el papel de asistente tuyo leyendo los mensajes que te entregaban.
Presidente Chávez: Los papelitos y las quejas. Bueno Giordani que venía explicándonos el mapa sobre la zona de desarrollo del eje Apure-Orinoco; por allá tenemos también al ministro del Interior, Luis Alfonso Dávila García; está Eusebio Leal, historiador de La Habana y además, cómo se llama, quien está dirigiendo, Eusebio, este proceso de recuperación de todo lo que es La Habana vieja, así llamada.
Presidente Castro: Pero también es historiador de Carabobo.
Presidente Chávez: Historiador, se las sabe todas, ahorita me acabo de enterar por Eusebio que el general Manuel Cedeño, cuyo retrato tenemos aquí al lado junto a estos próceres que aquí combatieron, Cedeño murió aquí en Carabobo y Bolívar cuando se enteró ese día que le informaron que había muerto Cedeño, Bolívar, dicen quienes estaban muy cerca y esa frase quedó para la historia: "Ha muerto el bravo de los bravos de Colombia, Manuel Cedeño". ¿Y sus padres eran de dónde, Eusebio? De Bayamón, de Cuba. Y por ahí comienza por cierto el himno de Cuba.
Presidente Castro: El himno y la guerra de independencia.
Presidente Chávez: La guerra, por eso. Cuéntanos un poco eso de Bayamón y la guerra de independencia comenzó en Bayamón.
Presidente Castro: La guerra de independencia comenzó por una región que se llama Bayamón, una de las ciudades más antiguas.
Presidente Chávez: ¿Queda al sur, al norte?
Presidente Castro: Sí. Se produce el 10 de octubre de 1868, lo que se llamó el Grito de la de Majagua. La de Majagua, hoy Grito de Yara propiamente, pero realmente el movimiento se inicia en un central azucarero, al amanecer de ese día en que Céspedes tiene que adelantarse porque la conspiración o el movimiento estaba ya delatado y a fin de evitar que pudiera capturarlo. Ya sabía, porque tenía amigos, había conocido el contenido de un telegrama enviado por el jefe del ejército español en Cuba y sabía que lo iban a arrestar; no puede hacer el levantamiento coordinadamente con las demás fuerzas y ese día que se levanta en armas, con unas pocas armas, libera los esclavos que fue uno de sus más extraordinarios gestos, aunque no tenía muchos esclavos porque la provincia oriental no era propiamente la zona principal de la esclavitud ya que ésta se concentraba en el occidente del país, principalmente en La Habana y Matanzas, donde estaban las grandes plantaciones de caña.
Presidente Chávez: De caña y las grandes haciendas con esclavos, porque miles de esclavos.
Presidente Castro: En Cuba los españoles dominaban totalmente la administración y dominaban el comercio y por supuesto el orden, es decir dominaban los institutos armados y tenían un gran desarrollo, de tal manera que constituía Cuba en aquellos tiempos una gran fuente de riqueza para los españoles. La guerra se inicia en una zona de nuestro país donde prevalecían fundamentalmente los agricultores independientes, muchos de ellos eran poseedores de grandes extensiones de tierra, tenían una elevada cultura y a la vez la región contaba con gran número de agricultores medio.
Presidente Chávez: Y de esos, Fidel fíjate tú.
Presidente Castro: Entonces habíamos ya.
Presidente Chávez: De esos agricultores medios y de esos esclavos van surgiendo los batallones de la libertad.
Presidente Castro: Bueno eso es realmente los terratenientes como llamábamos entonces que eran terratenientes, pero en aquella época sobraba la tierra; hombres que tenían un sentimiento patriótico fuerte, ellos fueron los que organizaron la lucha por la independencia, debía ser algo similar a lo que ocurrió en la propia Venezuela, sólo que en Venezuela ocurrió muchos años antes, aproximadamente aquí en 1910, 810.
Presidente Chávez: 1810.
Presidente Castro: Y en Cuba fue en 1868, casi 60 años después.
Presidente Chávez: Fíjate Fidel, casi 68 años después pero claro. Estamos oyendo al presidente y amigo y comandante Fidel Castro haciéndonos una evaluación y una información y un análisis histórico social y económico de cómo se inició la independencia de Cuba, 1868 y él acaba de decir como hemos oído todos y esto es muy importante para los pueblos, conocer la historia, de dónde venimos. Ah Elías, aquí tenemos al Ministro de Secretaría, fíjate no lo habíamos mencionado; lo tengo en mi flanco izquierdo como siempre tomando nota, comenzando esta difícil tarea de ser Ministro de Secretaría bueno en esta revolución. Mucha suerte Elías, bautizado con la visita de Fidel. Un muchacho ¿tú tienes 25 años? 30 años y sociólogo y un muchacho profesor universitario y un revolucionario a carta cabal, bolivariano como muchos de nosotros.
Presidente Castro: Espero que me ayude a mí también.
Presidente Chávez: Claro que te va a ayudar, sí. Ahora fíjate, fíjate tú, Fidel ha hecho esa explicación tan propia de quien conoce la historia y quien sabe como Fidel que la historia no sólo es el hecho militar, la historia es el hecho social y el hecho económico como fuente de generación de los conflictos que luego llegan como en estos casos de nuestros pueblos al hecho militar. Ahora, cuando tú decías que en Cuba fue 60 años después casi, verdad, que esto se concretó, yo sólo quiero Fidel que recordemos un poco o mucho más bien, mucho, por la historia común de nuestros pueblos, porque esta visita tuya se enmarca en el retomar con fuerza a partir de ahora, no sólo a partir de este día de hoy, de ayer, de antier, no; a partir de este año 2000, fin de un siglo y comienzo de otro siglo, retomar lo que hace dos siglos comenzó a ocurrir aquí en nuestros pueblos, se generó la unión de los pueblos de Cuba, de Venezuela; la unión de los pueblos del Caribe, de la América Latina, es fundamental para poder impulsar los procesos de cambio, de mejoría, de desarrollo económico, desarrollo social, desarrollo ético, respetando los modelos como Fidel mismo lo ha dicho de manera tan clara en el discurso de la Asamblea Nacional; aquí no se trata de que Cuba le venda o le imponga o le recomiende el modelo a Venezuela o que Venezuela, porque también de mí han dicho, han comenzado a decir algunos sectores, que yo estoy tratando o estamos tratando aquí, de vender o exportar el modelo venezolano de ahora a otros países de América Latina; tratando de perturbar algunas veces lo que está ocurriendo; no, no se trata de eso, respetándonos mutuamente; el modelo político, económico y social de Cuba corresponde definirlo a los cubanos y a los líderes y bueno uno de ellos, el que dirige desde hace años el proceso cubano de estos 40 años de revolución, Fidel Castro, eso es un asunto de los cubanos, la autodeterminación de los pueblos; igual pasa con el proceso venezolano, con el colombiano, el brasilero, el argentino, el chileno, el panameño, pero claro que además de éste tenemos fuerzas eternas, profundas, que nos unen más allá de las particularidades de cada país; tenemos una misma realidad de fondo y un mismo camino por construir.
Yo digo todo esto para resaltar al pueblo venezolano, a ustedes, millones de hombres, de mujeres, de niños, de Venezuela y con nuestro saludo y respeto a los millones de hombres, de mujeres y niños del pueblo de Cuba, la importancia de que trabajemos muy duro para lograr la reintegración plena de nuestros países, de nuestras naciones, de nuestros pueblos. Por eso estamos Fidel y yo aquí. No sólo porque somos amigos, que lo somos y cada día lo somos más. Porque cada día que uno se conoce más, haber recorrido contigo las calles de Caracas, haber tomado contigo la espada libertaria de América, de Bolívar, haber ido contigo a la celda donde estuve un tiempo, igual como tú estuviste en la tuya estudiando y preparándonos para asumir las responsabilidades frente a nuestros pueblos. Haber ido contigo por los llanos donde nací y donde crecí y hablar con aquellos campesinos que tú te llevas en tu mente, en tu corazón, con aquellas mujeres llorosas, con sus niños enfermos. Haberte visto, haber percibido tu nobleza, tu profundidad, pues uno cada día se va uniendo más en el alma y en el corazón. Como hermanos, como lo que somos, hemos estado compartiendo horas inolvidables para todos. Pero no se trata sólo de la amistad. No. Mucho más allá de la amistad, de la empatía, del cariño, del afecto que es profundo y cada día lo será más, se trata de la visión, la visión geopolítica, de la integración de nuestros pueblos. Aportar, retomar el camino. Yo digo todo esto recordando cuando tú decías Fidel, hablando de que sesenta años después de lo de Venezuela, de la independencia, del proceso de la revolución venezolana, es cuando tiene fuerza en Cuba el proceso de independencia.
Yo quiero recordar algo, detalles que tienen que ver con lo que aquí estamos haciendo hoy. Cuando Bolívar, visionario, unificador, político de gran talla, estadista de grandes dimensiones, pensador, soldado libertario, gran capitán de nuestra historia, concibe el proceso de la revolución, también de orden económico, por supuesto, ya tu lo decías, de orden social, Bolívar mira mucho más allá, y Bolívar se fue al sur a libertad Nueva Granada, Ecuador, el Perú y crear a Bolivia. Pero Bolívar nunca perdió la vista del Caribe. Y Bolívar, por allá por 1825, 1826, estaba y había dado instrucciones escritas y están en sus múltiples correspondencias, para organizar cuerpos expedicionarios, así llamados en aquel entonces, para libertar: Cuba, en primer lugar, Dominicana y Puerto Rico, para completar, decía él, la redondez de Colombia. El decía que Colombia tenía que ser redonda, la Gran Colombia, e incluir por supuesto el Caribe. Así que los procesos nacieron con la misma carga de integración que hoy traemos en nuestros genes y en nuestro esfuerzo. Por eso es tan importante y por eso tan importante y simbólico no sólo para el pasado sino para el futuro, que estemos hoy aquí, precisamente, donde el genio político y militar de Bolívar adquirió una de sus más altas dimensiones, el 24 de julio de 1821, cuando fue capaz Fidel, de coordinar, porque no fue nada fácil por supuesto, en aquel tiempo no había radios ni teléfonos, ni Fuerza Aérea, sólo había caballería e infantería, un movimiento convergente sobre el centro. Bolívar, ya más adelante te van a explicar, le van a explicar a todos, los oficiales, aquí estoy viendo por cierto al General Frank González de Léon, viejo amigo, más amigo que viejo, a quien he designado hace pocos días Comandante de la Brigada Blindada, yo soñé algún día ser comandante de esa brigada, tú la comandas por mí, y yo te comando desde allá arriba, desde la Comandancia en Jefe, pero sé que eres un digno comandante de las fuerzas blindadas de Venezuela. Frank González, estuvimos juntos cuando éramos subtenientes en el Batallón Bravos de Apure, aquel que tiene el lema “Primero en Carabobo, gloria eterna” porque fue el primer batallón en Carabobo, presidió la batalla, comandado por nada más ni nada menos que por su excelencia, el General en Jefe José Antonio Páez, era el Comandante de la División donde estaban los Bravos de Apure. Ahora tenemos un batallón blindado que se llama “Bravos de Apure”, y todos los oficiales, el general Dubrón Torres, comandante del regional Numero dos, de acá de todo el estado Carabobo, amigo también, compañero de promoción, esta generación de soldados, generales, oficiales y soldados que hoy andan como pez en el agua. El agua, como tú lo sabes Frank, el pueblo es el agua de nosotros los soldados, sin pueblo a morir, pero nosotros ahora es cuando tenemos vida como fuerzas armadas porque tenemos el pueblo, que es nuestra agua, nuestro alimento. Así que mis saludos a todos los oficiales, el Capitán Bernal Martínez, comandante de la Compañía de Honor 24 de Junio que custodia las instalaciones del Campo de Carabobo, con todos sus oficiales y sus tropas, ellos nos han a guiar, luego del programa, por todos los sitios más importantes del campo de batalla. Pero yo iba a recordar que ese 24 de junio de 1821, después de once años de guerra, porque la guerra comenzó prácticamente el año diez, más propiamente el año once, digamos una década Fidel. Nosotros hemos llamado, esa es la “década revolucionaria” en la que nació Venezuela. La “década de la independencia” de la revolución, de los sueños. Esa década ha vuelto ahora con una carga tremenda, en el corazón de nuestro pueblo y con el liderazgo eterno de Simón Bolívar. Bolívar condujo al pueblo, a una gran concentración de fuerzas. Te voy a dibujar aquí el mapa de Venezuela, muy rápidamente, los amigos que están en radio como se los saben de memoria y los cubanos, estoy seguro, que también se lo saben.
Presidente Castro: Sí, cada vez lo conocen más.
Presidente Chávez: Cada vez lo conocemos más. Bolívar, fíjate tú, estamos acá en el centro del país, en Carabobo. Bolívar fue capaz de mover, de maniobrar el principio militar de la guerra, de la maniobra y de la concentración de fuerzas; desde el Zulia el General Urdaneta se movió con un ejército hacia Carabobo. Desde comienzos del año 21. Desde Los Andes, el General Cruz Carrillo se movió también hacia Carabobo. Desde Los Llanos José Antonio Páez y los Lanceros se movieron hacia el centro. Desde Oriente el General Bermúdez hizo lo que llaman la diversión de Caracas, para distraer por ese flanco a fuerzas adversarias, y fue Bolívar capaz de concentrar un gran poder de combate y en una hora apenas, hora y media se decidió la batalla en esta sabana en la que estamos. Esto es muy importante, porque hoy estamos retomando el concepto de Carabobo, de la independencia, de la revolución. Ahora, como tú lo sabes Fidel, más allá del hecho militara viene la revolución social y la revolución política. En eso Bolívar fracasó. No pudo más. El no podía más y por eso terminó muriendo allá en Santa Marta diciendo: “He arado en el mar” porque él quería ir mucho más allá. ¿Qué hubieses hecho tú, bueno con llegar a La Habana después de los años en la Sierra Maestra, si en estos cuarenta años, ese no es el triunfo de la revolución, no, es el comienzo de una nueva fase. Terminó una fase armada, en el caso cubano e igual pasó aquí en Venezuela, en el caso de Bolívar, la fase armada de la revolución venezolana terminó un día como el 24 de junio, para ser más exactos, del año 21, aquí en este sitio. Terminó la fase armada de la revolución que duró diez años, pero ahora Bolívar sabía que había que darles tierra a los campesinos. Y había que darle justicia a los indios. Y había que darle dignidad a quienes eran los esclavos, que fueron los esclavos y él convirtió en soldados. Había que desarrollar el país, la economía, la sociedad, la educación, hacer leyes, hacer un estado, las instituciones, consolidar la independencia en toda el área política y luchar por la integración con Nueva Granada hasta Bolivia y más allá, el Congreso de Panamá, quedaba un mundo por delante y allí es cuando él dice: “He arado en el mar”. He arado en el mar se refería al concepto social, político, económico de la revolución. Entonces ¿qué hubiesen hecho ustedes si llegan a La Habana el primero de enero de 1959 y si no hubiesen acometidos los procesos de transformación, acabar con la injusticia, impulsar la educación, acabar con el analfabetismo y todos estos procesos que tú muy bien nos has explicado a los venezolanos en estos días inolvidables de tu presencia acá? La revolución bolivariana nuestra ha terminado una fase apenas. La fase, hubo una fase militar de otro signo, de otro tipo, pero la tuvo. Si no hubiésemos cumplido aquella fase militar, no hubiésemos pasado a la fase política propiamente dicha, institucional, que se manifestó en el proceso constituyente. Esa fase terminó, pero ahora estamos entrando en esa fase de los campesinos que tú ayer veías y que hablabas con ellos, la tierra, de la justicia, de la educación, de la salud, del empleo, de darle felicidad a nuestro pueblo. Quería hacer estos comentarios Fidel, retomando de la historia tantas cosas para graficarle a nuestro pueblo la necesidad de incrementar la conciencia bolivariana, la conciencia revolucionaria e impulsar y hacer un llamado a todos los entes del estado, el Poder Ejecutivo Nacional, los ministros, los Poderes Ejecutivos locales, regionales, gobernaciones, alcaldías, las instituciones que están naciendo, las juventudes, los campesinos, a que impulsemos cada día, con mayor conciencia y profundidad la revolución social y la revolución económica que apenas estamos comenzando en Venezuela. A ver Fidel, tú tienes unas notas ahí, ¿qué estás anotando ahí?
Presidente Castro: No, no, yo las veces anoto para captar bien la idea o fijar la idea sobre la verdaderamente interesante exposición que tú has hecho, la síntesis de casi siglo y medio, yo pienso conveniente para la mejor comprensión de nuestro proceso, lo siguiente. Comenzaba a decirte que en la lucha por la independencia de Cuba comienza por la región oriental, era la menos desarrollada y que al revés de occidente no se caracterizaba por una producción a base de mano de obra esclavista. Había un número de terratenientes, de ilustres, bien educada que tenían algunos esclavos, pero la inmensa mayoría de la población estaba constituida por campesinos independientes. Por ahí comenzaron las luchas de independencia. Céspedes tenía un pequeño central y tenía también una pequeña dotación de esclavos, ahora para mí una de las cosas más extraordinarias es el hecho de que él comenzó liberando a los esclavos y a él se unieron las personalidades, los que tenían cultura y experiencia en aquel tiempo, otros ilustres próceres que se unieron inmediatamente a la lucha independentista, aunque desde luego, no había inicialmente una unidad total, surgió aquella lucha con ciertas contradicciones, especialmente entre las zonas más oriental, la llamada provincia de Oriente, que era una sola provincia de unos cuarenta y dos mil kilómetros cuadrados hasta hace algunos años en que la revolución dividió la provincia en cinco provincias, nosotros decimos que multiplicó la provincia de oriente en cinco más. Cercana a Oriente, la más próxima, estaba la Provincia de Camaguey. Ahí había incluso menos esclavitud todavía porque estaba constituida por grandes haciendas ganaderas, con una enorme riqueza en ganado que durante años suministró los alimentos esenciales al ejército libertador. Los españoles hicieron una trocha casi a la mitad de la isla para que la insurrección no se extendiera hacia occidente que era donde tenían sus grandes riquezas y que eran las que abastecían de fondos al estado español.
Presidente Chávez: Hicieron una trocha dices tú.
Presidente Castro: Una trocha militar desde la guerra del 68.
Presidente Chávez: Como una barrera.
Presidente Castro: Una barrera para que no cruzaran. A pesar de eso, allí se habían producido algunos levantamientos y Gómez, un brillante militar, de origen dominicano de nacimiento, cruzó ya en esa propia guerra, la trocha, llamada; y llevó la guerra, quería llevarla hasta el occidente. No pudo alcanzarlo. Siempre en todos estos temas las divisiones es el elemento que más perjudica. Había una cosa muy original, hicieron una Constitución, constituyeron una Cámara de Representantes, que andaba ambulante durante aquellos diez años, dirigiendo la República en condiciones sumamente difíciles.
Presidente Chávez: ¿Durante cuántos años?
Presidente Castro: Desde el 68 al 78. Bien ahora, la masa de sus combatientes eran los pequeños agricultores que seguían a aquellos líderes, más cultos, más preparados, y hombres de campo. Los esclavos que no eran muy numerosos, excepto en la Provincia de Guantánamo donde habían llegado los fraceses, muchas veces con sus propias dotaciones, después de la revolución haitiana, que se produce entre 1890 y tantos, 1700 noventa y tantos y mil ochocientos uno. Creo que fue cuando Toussaint libertó ya, proclamó la independencia. Esta es la primera gran revolución social del hemisferio pero fueron los esclavos, unos 350 mil esclavos que se revelaron contra unos treinta mil colonos franceses. Ya venía ahí uno de los países más pobres del hemisferio, porque han sido víctimas de muchas injusticias, de muchas agresiones. Y esto, al principio.
Presidente Chávez: Permíteme. Fíjate tú, ese comentario que tu has hecho enlazando el pasado con el futuro, pasado, presente y futuro, yo quiero resaltarlo, dado que hace pocos días estuvo aquí, así como contamos con el honor de la visita de Fidel, igualmente hace apenas diez díaz, doce días, tuvimos también el honor de contar en Venezuela con la visita de un grupo de presidentes, primeros ministros y jefes de estado y gobierno de centroamérica y algunos países del Caribe, y entre ellos el presidente Preval, de Haití y contaba él que Cuba había enviado hace poco, después que nos vimos allá en Nueva York, en la Cumbre del Milenio, que conversamos allá todos un poco, además de la Asamblea General, me comentó que Cuba ha enviado en los últimos meses o semanas, miles de médicos a Haití.
Presidente Castro: ya lleva un poco más de un año. Desde el ciclón Gorges que arrasó con Haití, después vino el Mistch a pocas semanas y arrasó con Centroamérica.
Presidente Chávez: Además de las tragedias sociales pues los huracanes arrasan a veces.
Presidente Castro: ustedes no los tienen por cierto.
Presidente Chávez: Sí, gracias a Dios y ojalá que no pasen tampoco por el Caribe. A nosotros nos afectan los huracanes en una isla donde estuvimos hace una semana, exactamente hace una semana Fidel, estuvimos en Isla de Aves venezolana.
Presidente Castro: Quinientos kilómetros de aquí. Por allá pasan los ciclones, es el único territorio venezolano afectado. Pero los cambios climáticos están influyendo mucho, enormes lluvias. Fíjate tú la tragedia de allí de La Guaira, asociada a un cambio de clima, porque ese tipo de aguaceros que caen 900 milímetros creo que me dijiste, en unas horas, esos son fenómenos inusitados, a mi juicio, relacionados con los cambios de clima.
Presidente Chávez: El recalentamiento global y todas esas cosas.
Presidente Castro: Preval tu lo mencionaste, una gran persona, nosotros le tenemos un gran aprecio y estamos cooperando con ellos en otras cosas, que no cuestan mucho, por ejemplo, explicando técnicas de pesca, contribuyendo en el desarrollo de los arrozales, estamos tratando, pronto comenzará a funcionar un central que tiene muchos años parados y otras muchas pequeñas cosas, simplemente está metida nuestra experiencia, podemos cooperar con ellos. Pero la cooperación más fuerte son la de los médicos, hay 458 más o menos, es posible que lleguen a 600, ya están solicitando más, médicos y personal de la salud, especialistas por ejemplo en enfermería de cuidados extensivos, técnicos para la reparación de equipos. Cada uno de estos contingentes está constituido en un ochenta por ciento por médicos, especialistas, casi todos especialistas en medicina general integral.
Presidente Chávez: yo quiero aprovechar para repetir, reiterar, nunca estará de más recordar y agradecer a Cuba el inmenso apoyo que nos dio y nos sigue dando en la tragedia de Vargas, desde hace casi un año y a lo largo de todo este año se ha mantenido en Vargas y en algunas otras regiones de Venezuela, especialmente en Barlovento, un contingente de médicos cubanos allí, ayudando, salvando vidas, evitando la propagación de epidemias, atendiendo a las familias más pobres, y además, viviendo con ellos, que es un concepto de la medicina social muy, pero muy apropiado, de mirar, de evaluar y de seguir como ejemplo, ahora que estamos comenzando nosotros, como ya lo dije, l fase social de la revolución. Pero volviendo a lo de Haití, yo quería insistir en esto de la historia, el pasado, el presente y el futuro, tú hablabas de la revolución de Haití de 1799 y 1801. Esto es importante que lo sepamos, especialmente ustedes los niños, ustedes los jóvenes, esa juventud alegre y enardecida y feliz que hemos visto por allí, estudiantes, especialmente anoche estuvimos en la Universidad Politécnica Antonio José de Sucre, en Barquisimeto. Y una juventud bolivariana, una juventud revolucionaria, una juventud que allí está, poco a poco incorporándose con mayor conciencia al proceso. Especialmente para ustedes. Pero bueno, es para todos. Resulta que Haití fue la primera República libre de todo lo que es América Latina y el Caribe. Aquí en la historia nuestra se habla de la República Negra de Haití, por la rebelión de los negros, como tu bien lo planteabas. Y nosotros los venezolanos tenemos y tendremos una deuda eterna con muchos pueblos, pero especialmente con el de Haití, quiero referirme en este momento, porque como sabemos todos, Bolívar, después de la caída de la Primera República, con Miranda, el Generalísimo, después de la caída de la Segunda República, en esos años terribles de enfrentar a un Imperio sin armas, casi, con poca conciencia en la población; pues Bolívar se fue a Haití, también estuvo en Jamaica, pero en Haití consiguió el apoyo decidido del gobierno de aquella República, del gobierno de Petión y el apoyo de armas y de hombres y de recursos logísticos y de embarcaciones, para venirse, como se vino en varias ocasiones cruzando el Caribe, a seguir impulsando la Revolución.
Presidente Castro: Vino primero y después volvió, dos intentonas hizo desde Haití.
Presidente Chávez: La Expedición de Los Cayos.
Presidente Castro: Esa parte es muy interesante Chávez, es muy interesante porque cuando estábamos hablando de cómo fue la revolución de Cuba, yo quería decirte que inicialmente fue una revolución dirigida por los sectores más ricos de la sociedad, pero en el transcurso de los años aquella guerra se fue transformando, no se conocía a Maceo, no se conocía a Máximo Gómez, no se conocían muchos jefes, y al final de esa guerra, eran hombres nacidos de las filas del pueblo, entre ellos, los descendientes de un venezolano, Antonio Maceo, bueno, los antecesores de uno de los más brillantes generales de la historia de este hemisferio y por supuesto de nuestro país, participó en ochocientas acciones de guerra y fue...
Presidente Chávez: En cuánto tiempo?
Presidente Castro: En los diez años aquellos y también fue herido en los últimos tres años en la guerra final de Independencia del 95 al 98. El muere en el 97, después de la invasión, tuvo grandes proezas, el más brillante de nuestros generales negros, de antecesores venezolanos, era toda una tribu podría decirse, porque eran doce hermanos y casi todos murieron en la guerra y su madre fue una heroína, símbolo de patriotismo, porque cuando mataron a u no de los hermanos mayores, famosos también, José Maceo, le dijo al más pequeño: “Tú empínate que es hora de luchar por la independencia”, es para nuestra patria un gran símbolo y tiene sangre venezolana.
Presidente Chávez: Le dijo el hermano mayor al menor.
Presidente Castro: No, le dijo la madre, cuando recibe la noticia de la muerte del hijo segundo, José Maceo, General brillante aunque no alcanzó los laureles del hermano mayor, cuando recibió la noticia de la muerte, en medio del dolor y que no era el primero que moría, le dijo a su hijo pequeño: “Y tú empínate, que ha llegado la hora también de luchar por la Independencia del país”, otro vínculo entre nosotros. Pero hay algo importante Chávez que creo que no debemos dejar de consignar, tú hablaste de Petión, de Bolívar a Jamaica primero, donde escribió su famosa carta, después de la caída de la Segunda República, y creo que esa parte de la historia entraña una lección importante y un cierto paralelo y diferencia, la influencia que tuvo Haití en el propio pensamiento revolucionario de Bolívar; porque todo el mundo conoce la historia, la creación de la Junta, ya Bolívar era un independentista, pero era también como en Cuba, solo que en la ciudad y no en el campo, en que se inicia la guerra de independencia de 1910 dirigida por la oligarquía; pero oligarquía culta, para muchos de los cuales la Junta Militar constituyó un acto de protesta referente a la ocupación del Trono Español por un advenedizo, un hermano de Napoleón, a quien le había entrado la locura de crear nuevas dinastías. Lo hizo en Suecia y todavía está allí. Lo hizo también en España y fue el fracaso. La protesta fue contra la ocupación en muchos de aquellos hombres, pero en Bolívar que ya había jugado.
Presidente Chávez: Te voy a hacer este comentario, tan cierto es eso que tiene el reflejo de los hechos innegables. La primera junta que se conformó en Venezuela después del 19 de abril de 1810, tu estuviste en el balcón, ví que José Vicente te estaba explicando el balcón en la Casa Amarilla, donde se asomó el Cura Madariaga a decirle al pueblo: NO. Que dijera que no, y ahí cayó. Tenemos una mariposa, que nos acompañe, esos son buenos augurios, gente que nos visita, ese eres tú que andas volando por ahí. Mira Fidel, entonces, la primera Junta que se organizó se llamó aquí, fíjate tú el nombre Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII. Sólo quería acuñar eso para darle el reflejo de la realidad de lo que aquí ocurrió a tu comentario tan importante, pero ya sé hacia dónde vas, así que no has terminado.
Presidente Castro: Sí, no he terminado lo que iba a decir, un hecho de gran trascendencia. Aquella oligarquía que dominaba, Bolívar era un muchacho, con un pensamiento ya muy claro sobre la independencia. A partir de sus ideas de siempre, de la influencia de su maestro Simón Rodríguez, él, en el Monte Sacro juró ya, pero después algunos acontecimiento de aquella historia, sin embargo en el orden social ocurrió algo de gran trascendencia, un español, el famoso asturiano Boves se fue hacia el sur y estableció lo que pudiéramos decir una especie de guerra de clases: sublevó a esclavos, mestizos que vivían allá en las zonas tan alejadas y organizó un ejército que venía matando, le entregó los bienes, le entregó todas las propiedades de aquella gente y venía matando hasta San Mateo, aquella famosa batalla y finalmente, en las regiones, desde allí avanzó hacia Caracas. Se produce aquella extraordinaria proeza de la retirada de la población de Caracas. Yo no sé el número exacto, pero sí he leído mucho acerca de esa dolorísima y costosa que fue aquella retirada.
Presidente Chávez: En la historia nuestra se conoce como la emigración a Oriente.
Presidente Castro: Y los libros hablan de los sufrimientos, de las mujeres con sus hijos, de las personas que murieron y Boves dio al traste con la Segunda República. Intenta Bolívar de nuevo, porque él no dejaba de intentar nunca nada. Macha a Jamaica, entra en relaciones con Petión, abordan el tema de la abolición de la esclavitud y es a partir de allí cuando Bolívar, creo que fue por Cumaná, declara la abolición de la esclavitud, en Cariaco, en la zona orienta.
Presidente Chávez: Allá en Oriente, donde nació por supuesto el pitcher que anoche fue el único que pudo frenar la ofensiva cubana, Luis Mercedes Sánchez, el negro que los frenó en seco.
Presidente Castro: Se explica perfectamente....
Presidente Chávez: Porque es de Criaco. Ok, adelante Fidel, estamos oyendo a Fidel Castro, no es un profesor de historia venezolana, es el Presidente de Cuba que nos está dando una clase de historia venezolana.
Presidente Castro: Nada de clase de historia, estoy rememorando unos hechos.
Presidente Chávez: Bueno, permíteme llamarlo así, lo que quiero resaltar es el conocimiento detallado que tienes de la historia venezolana, lo cual es un ejemplo digno de imitar, de la historia de América Latina.
Presidente Castro: Creo que después de lo que conozco sobre Cuba, el país cuya historia mejor conozco es la de Venezuela. Y tal vez mejor que la propia, en estos días analicé todas nuestras dos guerras, tres guerras, una que dura diez años y la guerra final organizada por Martí. Y todos esos episodios los conozco mucho, pero casi al detalle conozco muchas cosas de la historia como un gran admirador de Bolívar, Sucre.
Presidente Chávez: Nunca se me olvida la noche que nos conocimos en La Habana y me invitaste a conversar allá en el Palacio de la Revolución y conversamos como desde las diez de la noche hasta que el sol estaba levantándose allá en La Habana. Y me llamó mucho la atención, Frank, tú debes recordar, me refiero al General Frank González de León y todos los militares que están presentes, deben recordar, pero especialmente tú que eres de caballería blindado, cómo nosotros, en la Escuela de Caballería y Blindados donde estudiamos y después fuimos instructores, hemos revisado las enseñanzas de Páez. Páez resulta que se instruyó mucho y escribió unas notas, un libro muy modesto pero muy profundo que se llama “Notas al arte de la guerra, tomadas de las máximas de Napoleón”. Escrita por Páez. Páez allí grafía o explica según su criterio militar y el conocimiento de la geografía venezolana cuáles pueden ser, en aquella época podían ser, las líneas defensivas. Páez decía que si volvía la Santa Alianza por ejemplo, a tratar de invadir a Venezuela, a reconquistar las colonias, había que hacer una línea defensiva en las costas, luego una segunda línea defensiva en los llanos, apoyándonos o apoyándose pues ellos, en los grandes ríos: el Apure, el Orinoco y que la última línea defensiva había que establecerla en las selvas y en las montañas del sur. Bueno, eso lo estudiábamos nosotros hace años y recuerdo que aquella noche, aquella madrugada, conversando de tantos temas, tú me hablaste de aquella estrategia, es decir, que tú has leído las máximas de Napoleón comentadas por José Antonio Páez.
Presidente Castro: Yo me leí toda la historia de Páez, personaje que tuvo gran mérito en la lucha final por la independencia, lo reconoce Bolívar cuando dijo que no habrá palabra para ensalzar las proezas que en la batalla de Carabobo realizó Páez; le hizo extensa biografía y realmente un hombre admirable. Tuvo desde luego desavenencias, en la historia ocurren todas esas cosas, pero a propósito de eso, la tercera república –es lo que yo quiero recalcar- vibra ya su batalla independentista bajo la pandera de la liberación de los esclavos y de allí mismo, de aquel punto de donde surgieron los llaneros que hicieron retemblar la tierra, según la famosa novela de las Lanzas Coloradas, una excelente descripción, me gusta mucho ese libro; aquellos se volvieron los, permaneció Páez por allá con los llaneros y se convirtieron en el baluarte fundamental de la batalla de Bolívar, después de Angostura, fue con aquellas tropas que avanzó, esa unión de Páez a Bolívar, ese reconocimiento al genio, al talento, a la estatura de Bolívar jugó un papel decisivo en la historia de la independencia de Venezuela, pero entonces tú te referías a ese libro en que yo te contaba porque me impresionó mucho su pensamiento en el terreno militar y un hombre que como sabemos apenas sabía leer y escribir, estudió después.
Presidente Chávez: Después estudió muchísimo.
Presidente Castro: Muchísimo hasta llegó a conocimientos elevadísimos.
Presidente Chávez: Fue un concertista de piano luego.
Presidente Castro: Claro, pero él en aquel tiempo había el temor de la reconquista y la Santa Alianza que fue cuando los cien mil hijos de San Luis ocuparon a España casi sin disparar un tiro. Fue diferente a la ocupación de España o a la guerra de España contra, por su independencia contra Bonaparte. Esa vez la Santa Alianza estableció la regla como en determinado momento de nuestra época, la Santa Alianza de la OTAN y Occidente bajo la dirección de Estados Unidos han establecido la Santa Alianza con las cuales estamos combatiendo nosotros, tú, los venezolanos, los cubanos y otros; y crece el número de los que combaten, crecen las filas de los que luchan contra esta Santa Alianza. Nosotros hemos durante 40 años resistido esa alianza, nos tocó el destino estar ahí tan próximos.
Presidente Chávez: No, y la única manera, fíjate Fidel, la única manera que nosotros tenemos en eso desde el campo de Carabobo, campo sagrado de la libertad no sólo de Venezuela sino de esta parte de América, la América del Sur, es necesario recalcarlo; la única manera que tenemos nosotros de enfrentar con éxito, por ejemplo, los retos del neoliberalismo, la imposición de lo que Fidel bien ha llamado santas alianzas que no son tan santas, que vienen desde lejos desde entonces, la única manera es unirnos y he allí el pensamiento original de aquellos hombres, de la integración de nuestros pueblos, por eso esa es la bandera esencia que levantamos desde el campo de Carabobo, la integración para buscar el desarrollo económico, social y la justicia para nuestros pueblos, para evitar nuevas santas alianzas para nuestros hijos y nuestros nietos; para evitar nuevas dominaciones, nuevos colonialismos; aquí estamos y esa es esencia de nuestra revolución pues, un nuevo modelo económico, un nuevo modelo social, un nuevo modelo político.
Ahora, nos dice Fidel que hay una llamada a la espera desde Cuba, vamos a darle.
Presidente Castro: Déjame terminar esta preguntita.
Presidente Chávez: Termíname la pregunta y oímos la llamada de Cuba, de acuerdo.
Presidente Castro: La estrategia de Páez, era admirable de acuerdo a la situación de aquella época, defender primero la línea de la costa, atrincherarse después en las montañas y la última posición eran los llanos donde realmente, analizado fríamente, eran invencibles, no habría ejército europeo como aquellos que invadieron a España que hubieran podido ocupar Venezuela, no existía la aviación ni la artillería ni todos estos medios modernos; los venezolanos habrían sido capaces de derrotar las santas alianzas.
Presidente Chávez: Cualquier ejército, cualquier ejército, sí.
Presidente Castro: En los llanos.
Presidente Chávez: Y además Páez no sólo porque lo escribía, Fidel, es que lo había hecho; Páez derrotó allá en esas sabanas de Arauca, de Apure, de Barinas, donde ayer estuvimos, estuvimos en la parte alta de Barinas, pero hacia abajo es que hay un llano inmenso además, unas posiciones defensivas que son los ríos y que corren paralelo al territorio en profundidad; Páez ahí derrotó a Morillo, un general de los más laureados de España y al Ejército Expedicionario.
Presidente Castro: El venía de haber luchado contra los franceses.
Presidente Chávez: Contra los franceses y había sido galardonado y lo mandaron con el llamado Ejército Expedicionario de tierra firme a aplacar a los salvajes, decían allá en Europa.
Presidente Castro: Todavía muchos nos consideran salvajes.
Presidente Chávez: Todavía, tenemos esos retos por delante de que no somos ningunos salvajes. Entonces cuando viene Morillo derrotado, se va a España derrotado, el año 20, el Rey de España –cuenta Morillo en sus memorias- lo reclama y le dice: Usted general Morillo cómo es posible que habiendo triunfado en las guerras contra Napoleón, lo derrotaron aquellos salvajes en Venezuela y es cuando Morillo lanza aquella frase, aquella frase que dice –y termino con esto. Su Majestad, aquellos no son ningunos salvajes, usted me da un Páez y cien mil llaneros y le pongo a toda Europa a sus pies. ¡Llamada desde Cuba!
RR: Bien amigos Aló Presidente N° 49. Realmente emocionados por esta transmisión histórica con estos dos mandatarios líderes de Latinoamérica y del mundo.
Presidente Chávez: Creo que es la primera vez que nos hacen una llamada del exterior, nos da mucho gusto que sea desde Cuba.
RR: Eso quería decir, eso quería decir. En Macuro, la transmisión que hicimos en Macuro la primera llamada fue de Yuta, Estados Unidos y en esta transmisión histórica de Aló Presidente internacionales, la primera llamada es directo desde Cuba, nos llama Omar Alvarez Molina de Marianao, en La Habana. Omar Alvarez te escuchan los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro. Buenos días.
Omar Alvarez Molina: Bueno días, sí, saludos presidente Hugo Chávez.
Presidente Chávez: Epa Omar. ¡Qué hubo Omar, cómo estás!
Omar Álvarez Molina: Al comandante también Fidel Castro. Sí.
Presidente Castro: Sí.
Presidente Chávez: Y aquí estamos.
Presidente Castro: Estoy oyendo.
Presidente Chávez: ¿Viste los jonrones de anoche, los jonrones de anoche los viste?
Omar Álvarez Molina: Sí, sí, los vi.
Presidente Castro: Ese estaba estudiando anoche Chávez para la pregunta que te iba a hacer hoy.
Presidente Chávez: Mira, tú eres un estudiante, ¿viste el jonrón de Millán y el de Verde, el de Burriel?
Omar Álvarez Molina: Oí mucho el juego.
Presidente Chávez: Bueno, lo que pasa es que yo no pude pitchar, pitché sólo al final y ponché a quien tú sabes, pero le dieron base por bola.
Presidente Castro: Fue un error de Héctor que rectificó inmediatamente porque no vio la mano, había mucha gente y no vio la claridad con que declaró bola su último lanzamiento.
Presidente Chávez: ¿El narrador de la verdad se llama cómo, el narrador cubano?
Presidente Castro: Tan sincero y tan honesto es que al poco rato rectificó el error.
Presidente Chávez: Okey Omar. Bienvenido a Aló Presidente, dinos hermano.
Omar Álvarez Molina: Sí Presidente, tenía una preocupación.
Presidente Castro: A ver.
Omar Álvarez Molina: Quiero decirle una pregunta. Imagine por un momento que Martí y Bolívar son contemporáneos y viven en estos momentos, ¿podría imaginar también qué dirían ambos al coincidir en Cuba o en Venezuela?
Presidente Chávez: Bueno imagínate qué pregunta tú has hecho haciendo gala de la imaginación de todo joven y especialmente estudiante y especialmente cubano. Fíjate Fidel la pregunta de Omar Álvarez Molina, desde Marianao, ese es un sector de La Habana. Si Bolívar y Martí fuesen contemporáneos y estuviesen viviendo hoy ¿qué dirían? Y además yo pudiera agregar qué harían. En alguna ocasión Omar hemos dicho nosotros en nuestro recorrido interminable por los caminos y las calles de Venezuela, le hemos dicho a nuestro pueblo, que si Bolívar estuviese vivo físicamente, porque en verdad como un niño cubano lo ha estado declamando por ahí, un poema hermoso, que no hay muerte para los que luchan por la libertad; pero si estuviese Bolívar vivo físicamente, comencemos por allí, en Venezuela, sin duda alguna que habría retomado y estaría físicamente al frente del pueblo venezolano impulsando esta revolución, no tengo la menor duda; y si Martí, ahora tú le agregas a la pregunta si Martí fuese contemporáneo a Bolívar. Tú sabes muy bien aquello que Martí dijo de que Bolívar ahora es cuando tiene que hacer en América todavía. Estoy seguro que lo diría, Martí diría o mismo; me imagino un diálogo entre Bolívar y Martí, Martí le daría la mano a Bolívar y le diría bueno Bolívar ahora es cuando tenemos que hacer en América todavía. Y no le diría Martí cuando tú tienes que hacer, Martí le diría ahora es cuando tenemos que hacer en América todavía. Y estoy seguro que Martí se enrolaría en las filas del movimiento bolivariano, del movimiento por la justicia, por la dignidad, junto a Bolívar en Cuba, en Venezuela y en cualquier parte de esta América bolivariana. Eso es lo que reflexiono Omar en torno a tu interesantísima pregunta, pero claro que Fidel tiene también comentarios que hacerte.
Presidente Castro: Bueno, su pregunta ¿qué dirían? Puedo responder que ya lo dijeron hace mucho más de un siglo. Tú mencionaste una frase, lo que Bolívar no pudo hacer, por hacer está todavía pero además Martín, hay dos frases lapidarias, una de Bolívar que precedió la época de Martí: los Estados Unidos parecen destinado por la naturaleza –más o menos, no estoy citando la frase exacta- a plagar de miseria a los pueblos de América Latina en nombre de la libertad; es casi exactamente, lo que nosotros estamos diciendo, lo que Chávez está diciendo, no como las palabras que correspondan desde luego a esta época y a la forma de decir las cosas y Martí dijo más tarde, el 18 de mayo de 1996, víspera de su muerte, en una carta que a un amigo, Manuel Mercado, lo escribió en una carta inconclusa y le dice: en silencio ha tenido que ser porque hay cosas que expresarse con toda claridad, levantarían obstáculos tales que haría imposible el hecho, dice, pero todo cuanto he hecho hasta hoy y haré se las, para impedir con la independencia de Cuba que Estados Unidos caiga con esa fuerza más sobre los pueblos de América. Es decir lo dijeron, ¿qué harían?, harían mucho más, cien veces más de lo que podemos hacer nosotros, porque Bolívar recorrió miles de kilómetros a caballo, una carta tardaba tres meses en llegar desde Caracas hasta Perú; hoy Chávez levanta el teléfono y conversa en cuestión de segundos con cualquier parte de América Latina y así ha hecho muchos amigos; se comunica en cuestión de segundos con cualquier parte de Venezuela. Yo no vengo en una carabela, Martí cuando vino la primera vez vino de Nueva York, se discute el mes que usa por septiembre del 81 y tardó veinte días en llegar a Caracas, después de haber venido a caballo o en algo parecido desde La Guaira hasta aquí y nosotros lo hacemos en cuestión de minutos.
Chávez tenemos unas comunicaciones, facilidades, un mundo que ha acumulado mucha experiencia, un mundo que está viviendo una etapa singular de la historia; es por ello que nuestras luchas en este mundo globalizado influye necesariamente en lo que ocurre en otras partes, tú mismo has hecho un enorme esfuerzo por revitalizar la OPEP para sacar al precio del petróleo de un nivel excesivamente bajo que era realmente ruinoso para los países productores de petróleo. ¿Cuántas cosas tú no has hecho en unos meses? Tú has hecho en unos meses en materia de contacto, de viajes primero y después, y a todas partes, lo que ni soñar podía Bolívar; el gran mérito de aquellos hombres geniales, extraordinarios, tenaces, de aquel hombre de las dificultades como le llamaron a Bolívar; de aquel hombre extraordinario, genial en su pensamiento, en su acción, un intelectual que fue capaz de organizar una guerra, un niño que a raíz de la primera guerra tenía apenas 15 años y fue enviado a prisión con grilletes a los pies y después desterrado a España, hijo de un capitán del ejército español y de una madre española, es increíble como una nación, el interés, una nación, las costumbres, una nación, son capaces de.
Presidente Chávez: Ese detalle no lo, José Martí estuvo preso a los.
Presidente Castro: 15 años.
Presidente Chávez: 15 años.
Presidente Castro: Lo mandaron a una cantera, toda la vida sufrió las llagas que le produjeron aquellos anillos de acero; después se hizo un pequeño anillo y lo llevó toda su vida con el acero de aquellas cadenas con que lo ataron allí, toda la vida; y tenía 15 años, no participes en aquella guerra; tú sabes que después de la guerra todo el mundo habla de los veteranos, de las proezas, de las hazañas; Martí tuvo el extraordinario genio de unir a todos los generales y realmente tú lo debes saber muy bien y todos lo saben, los hombres que tienen historia, que tienen gloria no se someten fácilmente a la dirección de un intelectual como Martí, un pensador como Martí; fue duro su esfuerzo, pero obró en el período casi de doce años, aquel niño que fue a prisión como protesta, porque eso a la edad de 16 años dotó documentos extraordinarios; uno fue el alegato, el presidio político en Cuba, narra la historia dramática de los meses que vivió allí encadenado a unas canteras que están cerca de la Universidad de La Habana y después el alegato contra la república porque se crea una república en España y él exige que se apliquen en Cuba todos los principios que proclamaba aquella república española; es así como va ganando prestigio y logró ser el gesto de la segunda guerra, la organizó y la llevó a cabo y murió en combate. Son hombres tan extraordinarios que a mí me apenaría, igual que a ti, cualquier tipo de comparación entre lo que harían ellos ahora; la respuesta que es que harían mucho más que nosotros los recursos en los aditamentos, estamos modestamente.
Presidente Chávez: Y además Fidel, Omar. Mira, Omar nos está oyendo todavía, ¿verdad? ¿Omar estás allí?
Omar Alvarez Molina: Sí, estoy aquí.
Presidente Chávez: Ah, desde Marianao, allí está Omar al teléfono. Fíjate que yo agregaría a toda la extraordinaria reflexión que ha hecho Fidel, que hoy a nosotros, Omar, no nos queda más que nutrirnos del pensamiento de aquellos hombres, del ejemplo de aquellos hombres, de ese niño Martí que fue a las cadenas, de ese niño Bolívar que se hizo rebelde también igual que Martí, a los diez años y que juró la independencia allá en el Monte Sacro, también lo recordaba Fidel, cuando apenas tenía un poco más de veinte años y que dijo un día Bolívar, bueno porque Bolívar nació rico de cuna, allí visitamos con Fidel y el pueblo de Caracas la cuadra de los Bolívar, tenían hacienda, tenían esclavos los Bolívar, heredaron también hijos de españoles; Bolívar era hijo de un coronel de milicias del ejército español y sin embargo un día Bolívar lo dijo, moriré como nací, desnudo y cuando murió en Santa Marta, realmente no había ni una camisa en su baúl, la única estaba rota, el hombre de la camisa rota -escribió alguien por allí. Donó lo poco que le quedaba a su criado José Palacios, su biblioteca a la Universidad de Caracas y terminó diciendo: Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro; es decir he allí el ejemplo de dos eminentes, insignes, gigantescos latinoamericanos. Hoy, Omar, a ti, a la juventud cubana, a la juventud venezolana, a los pueblos de esta América nuestra, no les queda otra alternativa que nutrirnos todos de aquel pensamiento y no sólo pensamiento, bien decía Fidel, porque hay mucha gente que piensa y piensa y piensa y poco hace para hacer realidad lo que ha pensado; aquellos hombres pensaron y se fueron a la batalla y murieron y dieron todo por la libertad y por llevar a la realidad sus ideas revolucionarias, sus ideas de justicia, de independencia y de libertad; pues vamos nosotros a estas nuevas batallas de hoy, no nos queda más alternativa que nutrirnos, prepararnos, pensar con ellos, por ellos, para ellos, para nuestros pueblos e irnos a las batallas políticas, a las batallas sociales, a las batallas económicas, a las batallas por la integración que hoy estamos retomando con mucha fuerza pero que vienen de allá, ya ellos lo habían señalado. Para terminar Omar, fíjate tú Omar, qué casualidad –y Fidel y todos los que estamos aquí y ustedes hermanos de Cuba, aprovecho para reiterarles desde aquí, desde el campo de Carabobo donde se dio la batalla de la libertad definitiva de Venezuela, el 24 de junio de 1821, bajo el mando supremo del Libertador Simón Bolívar- qué casualidad de tantas casualidades, el 28 de octubre de 1893, ayer se cumplieron 107 años, José Martí dio un discurso en la sociedad literaria hispanoamericana en Nueva York y lo dio en honor a Simón Bolívar, porque Martí fue un grandísimo bolivariano, 28 de octubre de 1893; yo voy a leer algunos fragmentos de ese discurso, fíjate Fidel, leo:
“De Bolívar se puede hablar con una montaña por tribuna o entre relámpagos y rayos, o con un manojo de pueblos libres en el puño y la tiranía descabezada a los pies". Más adelante sigue: “Ni hay palabra que diga el misterio y fulgor de aquella frente, cuando en el desastre de Casacoima, en la fiebre de su cuerpo y la soledad de sus ejércitos huidos, vio claros allá en la cresta de los Andes los caminos por donde derramaría la libertad sobre las cuencas del Perú y de Bolivia. América hervía a principios de siglo y él fue como su horno”. Y termina diciendo “Mira húmedos los ojos, el ejército de gala, antes de la batalla de Carabobo, al aire colores y divisas los pabellones viejos cerrados por un muro vivo, las músicas todas sueltas a la vez, el sol en el acero alegre y en todo el campamento el júbilo misterioso de la casa en que va a nacer un hijo”. Hay muchas otras cosas, pero vamos a aplaudir a Martí, eso lo dijo Martí hace exactamente 107 años, ayer 28 de octubre en Nueva York. ¿Qué te parece Fidel?
Presidente Castro: Admirable, asombroso; un genio de la política y de la literatura, esa es la impresión. Y tú mencionaste una fecha, pero nosotros también muy recordada, el 28 de octubre, hace ya casi, hace ya, bueno se ha cumplido el 59, hace 41 años murió uno de los hombres más, de más carisma, de más simpatía, un singular combatiente, jefe de una de las dos columnas que invadieron las villas, la de él junto con el Che, y es Camilo Cienfuegos. Murió al atardecer de un.
Presidente Chávez: 28 de octubre.
Presidente Chávez: De un 28 de octubre del 59, una inconmensurable pérdida, un joven al que se le recuerda todos los días, todos los años, lanzando flores al mar porque nunca pudo encontrarse ni siquiera el menor rastro del lugar donde habría caído, cayó en el mar, era un día nublado.
Presidente Chávez: Fue un accidente de aviación.
Presidente Castro: Desapareció, salió de Camagüey, por el norte del, pasaron por una tempestad en una pequeña avioneta, podríamos decir de esa, que era una de esas imprudencias que muchas veces cometíamos en los primeros tiempos de la revolución; fue un drama, días enteros buscándolo por todas partes, voces incluso un momento de que había aparecido y no era cierto; es una figura que se recuerda con más cariño, con más romanticismo.
Presidente Chávez: Aquí lo recordamos con un gran sombrero, recordamos a Camilo con un gran sombrero, Camilo Cienfuegos.
Presidente Castro: Ayer muchas veces me acordé de eso y nuestro agitadísimo recorrido.
Presidente Chávez: Recuerdo que me lo comentaste, recuerdo que ayer no sé en qué momento de los campesinos, de los estudiantes; Fidel ayer me recordó en algún momento y fue como que te salió una exclamación del fondo del alma, cuando alguien habló de que, ¡ah! Así fue, preguntamos mira qué fecha es hoy por fin, porque íbamos a firmar un libro y alguien nos dijo 28 de octubre y a Fidel le salió como un suspiro, yo lo sentí al lado, y dijiste así como una exclamación de esas que son eternas: un día como hoy murió Camilo. Vamos a recordar entonces, de verdad nos.
Presidente Castro: Me gusta mucho que pudiéramos rendirle un homenaje hoy junto también a Simón Rodríguez.
Presidente Chávez: También, fíjate que, casualidades, fíjate qué casualidades de casualidades Eusebio, resulta que también un 28 de octubre, era el año 1771, nació en Caracas Simón Narciso Carreño Rodríguez, ese era su nombre, pero era un irreverente rebelde y revolucionario; claro porque es que San Simón, él nació el 28 entre el día de San Simón y el día de San Narciso, hoy es día de San Narciso, 29 de octubre y San Simón si mal no recuerdo es el 27 y había la costumbre en esos años, bueno le ponían a uno el nombre del santo, al menos en todos estos pueblos nuestros católicos; yo tengo una amiga que se la, una amiga en Barinas, contemporánea de mi madre, que tiene un nombre, no voy a decir el nombre porque seguramente hay muchas personas que se llaman así, pero es un nombre de esos que a casi nadie le gusta, y ella incluso solicitó en un tribunal cambiarse el nombre porque se lo ponían a los niños el día del santo, así que si era cualquier santo que cayera pues le ponían el nombre; bueno Simón Narciso Carreño Rodríguez. Vamos a rendir tributo a Camilo Cienfuegos que se quedó en el mar, se transformó en mar.
Presidente Castro: La tempestad debe haber.
Presidente Chávez: Parte del Caribe seguramente a Camilo Cienfuegos, ese revolucionario de Cuba, hombre de la revolución. ¿Qué edad tenía Camilo cuando murió? Muy joven. 30.
Presidente Castro: No llegaba a 30.
Presidente Chávez: No llegaba a 30 años.
Presidente Castro: Era un estudiante cuando empezaron las luchas del Moncada.
Presidente Chávez: El estuvo en el Moncada contigo.
Presidente Castro: No, no, era muy joven; él se une con nosotros a México antes de venir en el Gramma.
Presidente Chávez: Con el Che. Vino en el Gramma.
Presidente Castro: Y vino en el Gramma, con el Che en la Sierra Maestra.
Presidente Chávez: Con Che, contigo.
Presidente Castro: Participó en la invasión, fue de las dos columnas que enviamos hacia la capital.
Presidente Chávez: A La Habana.
Presidente Castro: El día 1° de enero, cuando sucede el golpe de Estado.
Presidente Chávez: El Che y la otra venía, la comandaba Camilo. Claro. Pues rindamos tributo a Camilo Cienfuegos y a Simón Rodríguez, dos hombres, dos revolucionarios de esta América latinocaribeña. Vamos a hablar un poco de Simón Rodríguez, después de atender una llamada que viene ¿de dónde? De aquí de Venezuela.
RR: Sí Presidente, aquí tenemos.
Presidente Chávez: Agradeciendo muchísimo la llamada de Omar Alvarez desde Marianao, en La Habana. Un abrazo a ti Omar. Atendamos entonces la llamada de Venezuela.
RR: Sí Presidente, llama Wilfredo Lira, desde San Bernardino, en Caracas. Wilfredo buenos días, te escuchan los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro.
Wilfredo Lira: Buenos días. Cuando saludo pues a los presidentes de, tanto de Venezuela como de Cuba; al de Cuba por su intervención en el Congreso y en Barquisimeto, lo hizo muy bien señor presidente Fidel; al presidente de Venezuela quisiera hacerle una consulta sobre unas dudas que tenemos, es sobre mi suegra de 63 años de edad, ella ha cotizado 530 cotizaciones para el Seguro Social, nos faltaría 220 cotizaciones para su jubilación. En la actualidad ella está en una escuela privada que no cotiza al Seguro pero en los últimos cuatro años ella cotizó, pero el colegio donde estaba no cotizaba el Seguro Social, en sí, nosotros lo que queremos saber es a qué instancia nos debemos acudir para proseguir con las cotizaciones y llegar al tope o a las exigencias que hace la Ley, pues.
Presidente Castro: Wilfredo, gracias por tu llamada, ya te voy a responder tu pregunta, tu duda, tu inquietud, pero estoy seguro que como tú saludaste a Fidel, él tiene algo que decirte también, después respondemos y reflexionamos sobre tu interesantísima pregunta.
Presidente Chávez: Quiero agradecerle sus palabras amables y nuestra alegría, al comprobar que ha estado atento de los pronunciamientos que hemos hecho en estos días y darle las gracias por sus felicitaciones, pero sólo tú Chávez debes tener la fórmula de qué hacer en estos casos de más de 500 cotizaciones, le faltan unas doscientas, que allí no se paga en Seguro en la Escuela y entonces contesta la pregunta.
Presidente Castro: Sí, un problema que tenemos y problemas que tienen solución y nosotros haremos todo lo que tengamos que hacer par adarle solución, no para buscar soluciones como siempre se dice, trataremos, no, nosotros estamos consiguiéndole soluciones a problemas como éste que afectan no sólo a tu suegra Wilfredo, ¿cómo se llama tu suegra?
Wilfredo: Adelaida Hernández.
Presidente Chávez: Adelanda que es maestra además, profesora.
Wilfredo, sí señor.
Presidente Chávez: El problema de Adelaida Wilfredo, es el problema de miles, quizás de millones de venezolanos. Yo te voy a hacer un comentario pero quiero antes de responderte, estas llamadas no son pagas, es importante que todos sepan esto porque no tenemos a nadie ahí pagando y pagando, sino que está participando con nosotros. Yo quiero agradecer, porque así como muchas veces soy crítico y hago llamados a la reflexión, también, a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, me refiero a los medios de comunicación social. Han estado, radio, televisión, prensa escrita, cubriendo todos los eventos de la gira. Una agenda inmensa, una agenda de lo más diversa, desde el partido de beisbol hasta asamblea con campesinos, con estudiantes, recorridos por pueblos, por caseríos, la casa natal de Bolívar, el Panteón Nacional, todo lo que hemos hecho, el pueblo venezolano se ha enterado Fidel, con profusión, gracias a la tarea de los medios, los periodistas, los camarógrafos, los hemos visto meterse entre la multitud, no es fácil esa multitud que se ha echado a la calle, a toda hora, a lo largo de las carreteras, en los caminos, en los aeropuertos, en las calles, en las plazas, por todos lados el pueblo venezolano dándole el recibimiento y rindiéndole honor a nuestro hermano Fidel Castro y yo, pues menos no esperaba. Yo estaba seguro de que eso iba a ser así porque sabemos el sentimiento de afecto que nuestro pueblo le tiene a Fidel y al pueblo cubano. Ahora, los medios de comunicación se han portado de verdad, de verdad, y yo quiero darles un aplauso, a la altura, a la altura, a la altura de lo que está pasando en Venezuela, a la altura del visitante ilustre que tenemos, los sectores políticos más críticos, fíjate que decían que iba a haber, no, no, la crítica bienvenida es, pero con civilismo, con respeto y eso es lo que se ha visto en Venezuela. Así que me siento orgulloso, cada día más, de ser venezolano, de ser presidente de esta tierra, de esta patria, y de este pueblo y quiero a nombre de todos darle mi palabra por reconocimiento a los medios de comunicación social por la manera como han tratado y han cubierto la gira y las múltiples actividades que hemos cumplido con Fidel y las que nos faltan todavía.
Wilfredo, el caso de tu suegra. Pues yo tomé nota, aquí estamos tomando nota, esa es una de las tareas de Elías, además de participar de muchas maneras en el programa, él está tomando notas y estamos grabando todas las llamadas. El canal del Estado para analizar este problema y buscarle y lograr la solución, sin duda que es el Ministerio del Trabajo.
Elías Jaua: Y el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
Presidente Chávez: Y el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, así que este caso, yo voy a estar atento, vamos a conversar Elías con la ministra Blancanieves Portocarrero, quien está comenzando su gestión y atendiendo ¡cuántos problemas! Con los trabajadores a nivel colectivo y a nivel puntual como este caso, para garantizarle a todos los trabajadores del sector público y del sector privado sus derechos fundamentales. Ahora fíjate tú Wilfredo, me estás oyendo todavía ¿verdad hermano?
Wilfredo: Todavía sí.
Presidente Chávez: Gracias, ¿tú estás en San Bernardino verdad?
Wilfredo: Sí señor.
Presidente Chávez: Un saludo a todos tus amigos, a tu suegra y tu esposa, ¿cuántos hijos tienes?
Wilfredo. Con todo el gusto. Tengo tres hijos.
Presidente Chávez: Tres hijos ¿cuántos años tienen ya?
Wilfredo: 14, once y seis años.
Presidente Chávez: Catorce, once y seis, que Dios los bendiga ¿todos están estudiando?
Wilfredo: Amén.
Presidente Chávez: ¿Tú estás trabajando verdad Wilfredo?
Wilfredo: Por supuesto, alguido hay por ahí.
Presidente Chávez: ¿Qué profesión tienes tú?
Wilfredo: Ahorita estamos con la construcción, remodelación de edificaciones.
Presidente Chávez: Ah qué bueno ¿y tienes alguna empresa?
Wilfredo. Una muy pequeña empresa porque estamos comenzando.
Presidente Chávez: bueno, pero espérate un segundo. Yo he dado instrucciones al Ministerio de Infraestructura que no quiero seguir dependiendo sólo de las grandes empresas de construcción. A las que respetamos y les damos cabida, pero hemos detectado por allí algo que ordené una investigación, porque han hecho casas en estos últimos años que se están cayendo. Le cobran al pueblo, cuatro, cinco millones de bolívares, le cobran al estado por unas viviendas que a los tres años se están cayendo. Ordené una investigación y he oficiado a los tribunales respectivos porque hay grandes empresas de construcción que bueno, han ganado mucho dinero a costa del dinero del pueblo y despues hacen unas casas que ni siquiera un huracán, un viento, la gente no puede clavar un clavo. Una señora me decía por allá en Margarita, mire Presidente, venga para que vea, clave un clave, y yo le dí. No, se cae la pared o le colocan las tuberías por fuera o no le colocan agua ni servicios. Entonces nosotros queremos un nuevo paradigma de la construcción social hermano, así que Wilfredo, yo le voy a dar tus datos, si tú me lo permites, a nuestra gente de infraestructura, andamos en la búsqueda de los pequeños constructores para que junto al pueblo, junto a las comunidades incluso, enseñen al pueblo y junto a ellos administremos con mayor eficacia y rendimiento y justicia, los recursos que son del pueblo ¿qué te parece Wilfredo? ¿estás dispuesto?
Wilfredo: Como no, presidente, como usted quiera, hable conmigo.
Presidente Chávez: Gracias, que Dios te bendiga a ti y a toda tu gente, a tu empresa y vamos trabajar juntos porque hay tantas cosas que hacer en los barrios, darles cursos a la gente, porque claro, el empresarios privado debe, siempre debe estar buscando algún beneficio económico, la rentabilidad para pagarle a sus empleados, el beneficio, cómo se llama esto, las utilidades, las ganancias, pero caramba, una cosa es una ganancia y otra cosa es el atropello y el abuso, y el abuso de riqueza fácil. Estoy seguro que tú Wilfredo, que te siento un hombre joven, con sensibilidad, tanto que estás llamando no por ti sino por tu suegra, te invito a ti y a todos los pequeños empresarios de Venezuela, primero, a que rompamos los viejos paradigmas de la corrupción, del facilismo, de la riqueza fácil, vamos a trabajar, a pegar bloques, pero bien pegados, a hacer casas bien hechas, a hacer carreteras bien hechas, cuenten con un estado responsable y serio que además los necesita, a hombres y mujeres como tú Wilfredo, empresarios, dispuestos a trabajar por el país y con el país. Y el caso de tu suegra yo lo voy a gestionar, pero te iba a hacer un comentario, este es uno de los tantos casos de lo que es la injusticia social y la falta de previsión, porque entiendo, yo te voy a hacer una pregunta ¿es que tu suegra trabajó primero en algún ente público?
RR: Creo que se cortó la llamada.
Presidente Chávez: Elías, llámete a Wilfredo después del programa para que te dé todos los datos, los documentos de la señora, no recuerdo como se llama.
RR: Adelaida.
Presidente Chávez: Los documentos, incluso es bueno entrevistar a Adelaida, porque nos interesa saber entre qué año y qué año ella cotizó 530 veces el Seguro Social, ese dinero debe estar allí por supuesto y luego ¿cuál fue ese lapso en el que estuvo en una escuela privada y por qué la escuela privada no le cotizaba al Seguro Social? Tenía que hacerlo. Pero es lo que yo te quiero decir, yo sé que me estás oyendo Wilfredo y miles de Wilfredo y miles de venezolanos y de trabajadores y Adelaida y miles de Adelaida ¿qué pasa aquí Fidel? El primer gobierno de estos últimos cincuenta años que reconoce y no sólo lo reconoce por reconocerlo porque a veces uno puede reconocer que un lanzamiento fue strike y le cantaron bola, por ejemplo, no vaya a tomarlo como algo personal ni particular, es sólo una coincidencia, a veces uno reconoce algo, está bien, te reconozco pero no haces nada por solucionar el problema, no sólo es reconocer, sino que estamos trabajando intensamente para cancelar la gigantesca deuda laboral acumulada en casi treinta años de trabajadores, ya algunos de ellos jubilados, en su casa, ancianos, que trabajaron treinta y hasta cuarenta años, y nadie ni el Estado ni los privados le depositaron lo que le correspondía por prestaciones. Nadie, nunca nadie lo hizo. Ni en el antiguo régimen ni en el nuevo régimen de 1997 para acá, cuando cambiaron el régimen de prestaciones sociales. Hace poco hablábamos, me reuní, dos actos hemos hecho, primero buscando los datos, trabajando con equipos allá en la OCEPRE, el General Lameda Montero que ahora pasó a PDVSA, pero adelantó muchísimo el trabajo, quiero reconocerlo de nuevo públicamente. Primero es trabajador por trabajador, Pedro Gómez ¿en qué año comenzó a trabajar? Y empezamos a buscar los archivos. Bueno, es más grande que la deuda externa Fidel, esa deuda con los trabajadores; más grande que la deuda externa y aquí, bueno, ni siquiera los trabajadores sabían cuánto le deben, dónde están los registros. Esos son papeles, cajas abandonadas en depósitos, ni siquiera archivado aquello. Es un trabajo pero extraordinario, monumental, colosal. Ahora le estamos dando, eso lo hemos hecho en menos de seis meses. Ya estamos entregándole a cada trabajador una hoja, un recibido: Señor trabajador Fidel Castro, usted motorizado, (hace poco yo hablé con un motorizado que empezó a trabajar en Barinas el año 1975 cuando yo me estaba graduando de Subteniente) Y resulta que hoy ¿cuántos años han pasado? ¿veinticinco años? Este señor motorizado Fidel, no le depositaron nunca, ningún gobierno anterior, él trabaja en un ministerio, tenían que haberle depositado según la Ley, desde que empezó a trabajar, al terminar un año de trabajo, el equivalente en dinero a un mes de sueldo, todos los años y los intereses por supuesto. Ni el capital ni los intereses mucho menos. Bueno, este hombre no tiene ni un solo bolívar depositado en cuenta alguna, y resulta que dentro de poco se va a jubilar, tiene 25 años de motorizado, sin moto, además.
Presidente Castro: ¿Qué se hizo ese dinero?
Presidente Chávez: Ja, ja, la pregunta de las sesenta y cuatro mil lochas, se lo robaron, se lo llevaron, no tuvieron ninguna previsión ningún presidente, ningún ministro, ningún funcionario público, a excepción de algunos sectores. La Fuerza Armada, el día que yo salí de baja, firmé mi baja y me fui al Instituto de Previsión Social y me dieron, bueno, era un millón y medio de bolívares, no era gran cosa, pero era lo que yo tenía.
Presidente Castro: ¿A cómo estaba el cambio?
Presidente Chávez: El cambio estaba en el año 1994, ¿a cuánto estaba? Como a ciento veinte.
Presidente Castro: Bueno, te dieron casi diez mil dólares, ¿alguna vez tuviste tanto dinero?
Presidente Chávez: No, diez mil dólares no, saca la cuenta bien.
Presidente Castro: Si es a ciento veinte van por ocho mil más o menos, multiplícalo por 120, ochocientos mil, más ocho por dos dieciseis, entonces un poquito menos.
Presidente Chávez: Claro, después de veinticinco años casi de trabajo. Es lo que le sale a cualquier trabajador después de veinticinco o treinta años de trabajo.
Presidente Castro: Pero te pagaron.
Presidente Chávez: Me pagaron y casi todo lo gasté en el proceso, en los años que pasaron del 94 para acá.
Presidente Castro: Ah, pero ya tu estabas encarcelado. Oye la jubilación tuya fue voluntaria o forzosa? ¿cómo fue?
Presidente Chávez: Medio voluntaria y medio forzosa, las dos. Ahora, fíjate tú, volviendo al punto este. Entonces resulta que ahora le estamos contabilizando, cuantificando la deuda trabajador por trabajador. Motorizado Fidel Castro, aquí está, ahora le estamos entregando una hojita.
Presidente Castro: Y a mí también me vas a pagar eso?
Presidente Chávez: Acá también, por bateador será, por batear.
Presidente Castro: Por las catorce horas que tuvimos recorriendo.
Presidente Chávez: Mira Fidel, yo no voy a decir la edad de Fidel, ese es un detalle humano que tiene significación.
Presidente Castro: Pero no importa, dieciseis años no es nada. Si la edad se mide por entusiasmo, yo tengo dieciseis años.
Presidente Chávez: No tengo la menor duda de que es así. Pero fíjate Fidel, yo no sé cuándo duerme. Yo no sé cuándo come, porque nos sentamos a comer, ayer le dije: pareces un pajarito. Come. Habla y no come casi. A menos que coma escondido por ahí.
Presidente Castro: Ni como escondido ni fumo escondido.
Presidente Chávez: ¿Eso es alguna alusión personal?
Presidente Castro: No, porque mucha gente no podía concebir que dejara de fumar. Yo le dije, necesitaría tres cómplices para ello: una, alguien que compre los tabacos, un escolta o alguien; alguien que busque la fosforera, le eche gas, todas esas cosas y alguien que limpie las cenizas. A mi me bastaría que existiera una sola persona en el mundo que pensara que yo soy un descarado, que le estoy metiendo a todo el mundo y es suficiente para que no fume.
Presidente Chávez: Muy bien, muy bien. Ahora, Fidel se levanta temprano, camina, salta, brinca, pregunta, habla...
Presidente Castro: Y bateo. Tengo buena vista y no me dejo pasar una bola por strike.
Presidente Chávez: Fíjate tú que le hice dos lanzamientos malintencionados como pitcher, por supuesto, afuera, a la esquina de afuera a ver si le hacía swing y no, las dejaba pasar, trató de tocar la bola, además.
Presidente Castro: Sí, pero también tenía posibilidad de hacer contacto, había entrenado un rato antes y le digo, tira más duro y de diez más o menos, seis o siete la tocaba y al final le di a cuatro seguidas.
Presidente Chávez: Lo que pasa es que cuando tú sacaste el bate para tocar, yo había lanzado una rabo e cochino. Esa bola es famosa, esa no se puede tocar, la rabo e cochino.
Presidente Castro: Está bien Chávez. Yo veo que tú le has dado tanta importancia a esa bola que tu quieres convertir en strike, que yo voy a pedir garantías de habeas corpus para ese excelente umpire venezolano, fíjate que no es un cubano, ustedes fueron los que pusieron todos los umpires, han demostrado que tienen una honradez y una caballerosidad intocable, a pesar de ser tu el presidente de esta República y un hombre tan querido por el pueblo y por toda aquella multitud, eso es decir que también te trató con un gran cariño.
Presidente Chávez: Ese es un umpire valiente.
Presidente Castro: Toda la vida se va a seguir discutiendo si es strike o bola. Yo pido garantía de habeas corpus para ese hombre.
Presidente Chávez: No, ya es bola, tanto es así que tú llegaste a primera base, y eso no tiene discusión. Quedará para la historia.
Presidente Castro: Claro, después que para la historia de Cuba quedará que me ponché por culpa de Héctor....
Presidente Chávez: Yo pido también habeas corpus para el locutor. Pido habeas corpus para el locutor porque creo que el locutor de la verdad. Y fíjate tú pero así como el umpire venezolano es honesto, no tengo dudas que él pensó que era bola, y estoy seguro que el umpire, no... este umpire venezolano vio el lanzamiento bola y cantó bola, cuatro bolas y a primera base fue Fidel raudo y veloz, salió corriendo a primera, en tercera estaba Felipe y en segunda estaba Carlitos.
Presidente Castro: No soy tan raudo y velos como la quinta....
Presidente Chávez: Pero saliste raudo y veloz, tu seguramente pensaste, antes de que se arrepienta el umpire y se de cuenta que se equivocó voy a ir a primera.
Presidente Castro: Sí, pero date cuenta que yo le pulsé la mano por arriba, antes de que tiraras la última pelota y era bolivariano de verdad.
Presidente Chávez: pero yo quiero resaltar además la honestidad, la precisión y el coraje y la valentía también y la honestidad del locutor que vio strike y cantó strike.
Presidente Castro: Claro si él lo vio, habrá que hacerle un examen de la vista.
Presidente Chávez: Bueno ahora fíjate.
Presidente Castro: Te voy a decir lo que pasó, que el venezolano quería que no me ponchara, y el cubano quería que tú me poncharas.
Presidente Chávez: Fíjate la integración de nuestros pueblos, eso que ha dicho Fidel es cierto. El umpire venezolano incluso me llamó y me dijo: Presidente, ¿va a lanzar las cuarenta millas que usted lanza? Láncele veinte. Pero fíjate tú, el umpire me dice a mí que no le lance, yo no lanzo tan duro, yo lanzo ahí una bombita, pero claro, a veces me empino y llego a cincuenta millas, no la recta que nos trajiste anoche, una recta que a mi me lesionó la mano.
Presidente Castro: No, si ese no pitchó. Tiene 52 años.
Presidente Chávez: Tiene 52 años, es cierto, pero lanza una recta como un muchacho de veinte. Me quemó el bate dos veces que me salí del juego porque tenía hinchado y me pusieron hielo porque me pegó mucho la falta de entrenamiento y la recta muy dura, pero fíjate, el umpire me llama y me dice: Presidente, no le vaya a lanzar a Fidel la rabo e cochino ¿qué le va a lanzar? Estaba preocupado el umpire, ¡Cuidado con un pelotazo! Me dijo. –No, yo soy controlado. Entonces, entra Felipe a batear y ¿tú no viste que la primera pelota que lancé fue un piconazo? Porque no me atrevía a tirar duro. Y entonces viene Fidel y me llama, cuando le lanzo la primera bombita y me dice: “Tira duro”. Yo le digo Fidel... “No me vayas a tirar esa bombita a mí porque me están viendo en Cuba, tírame una pelota ahí duro”. Y le digo yo, y si te doy un pelotazo? “Pues me metes un pelotazo”. Entonces bueno, comencé a lanzar.
Presidente Castro: Yo tengo casco, y además, tenía pensado tirarme al suelo, así.
Presidente Chávez: ja, ja, ja, y además, muy mañoso trató de tocar la bola pero coincidió su intento con una rabo de cochino. Fue un foul. Este es el Fidel Castro de quince años. Bueno fíjate entonces, para terminar de responderle a Wilfredo. Después viene una llamada de Cuba que está esperando, pero fíjate Wilfredo, te vamos a llamar para precisar los detalles del caso de tu suegra, pero yo termino con el comentario de que este es el primer gobierno, y teníamos que hacerlo por un compromiso ético, moral ¿cómo vamos a permitir nosotros que sigan los trabajadores yendo todos los días a trabajar, que sigan los motorizados, las maestras, las enfermeras, los porteros, los choferes, ex secretarias, miles y miles de trabajadores trabajando todos los días, todos los meses, todos los años y nadie les deposite lo que les corresponde para su vejez, para su pensión? Ahora, claro que hay una deuda acumulada gigantesca que ya hemos comenzado a cancelar paulatinamente y a partir del primero de enero del año 2001, cada trabajador tendrá, por primera vez en la historia venezolana, por primera vez, aquellos que se rezagan las vestiduras con los derechos humanos, por ejemplo, por primera vez cada trabajador tendrá un fideicomiso y una cuenta personal donde comenzaremos y ya en el presupuesto del 2001 hemos reservado cuatrocientos mil millones de bolívares para cada uno de ustedes, trabajadores del sector público, depositarles lo que le sale todos los meses y sus intereses correspondientes, por su trabajo diario que es un trabajo permanente y de corazón por la recuperación del país. Esto es justicia con los trabajadores venezolanos y el sector privado también debe hacerlo y para eso estaremos pendientes desde el gobierno, y específicamente a través del Ministerio del Trabajo que se cumplan las leyes. Y Elías, tú que estás aquí de Ministros, estaremos atentos. Y llamo a todos, la Fiscalía General de la República, a la Defensoría de los Derechos del Pueblo que ahora existe, a todos, que estén atentos y aquel trabajador a quien no le cumplan esto, bien sea el sector público o el sector privado, denúncielo, vaya a un tribunal y denuncie a su jefe directo, reclame sus derechos, porque esto es parte de la democracia bolivariana que está naciendo en Venezuela. Llamada desde Cuba, vamos a ver.
RR: Si presidente, quería además anunciar que a partir de las diez de la mañana, el canal Tele Rebelde de la Televisión Cubana está transmitiendo el programa en vivo y directo.
Presidente Castro: Telerebelde. Una correspondencia presidente que no quería dejar pasar por algo, esta correspondencia es muy significativa, los señores Christian Santis y Lisbeth Nieto donaron para los niños de las escuelas bolivarianas, que disponga el Ministerio de Educación, ocho modelos anatómicos hechos de fibra de vidrio, autodidácticos especiales para las clases de biología. El interés de estos dos ciudadanos Nieto y Santis es apoyar la formación de los niños de las escuelas bolivarianas. Esta información llegó a la Radio Nacional de Venezuela y consideramos importante que usted la conociera. Aquí está la comunicación con el donativo de los ocho modelos.
Presidente Chávez: Agradecemos muchísimo a Christian Santis y Lisbeth Nieto, esto va a ser muy útil para las escuelas bolivarianas. Y recordando a Simón Rodríguez, fíjate tú como era de irreverente revolucionario aquel maestro. En el Sur, cuando Bolívar y Sucre lo nombran Ministro de Educación de Bolivia, como no había modelos anatómicos, entonces él mismo era. El se quitaba la ropa para enseñarles anatomía a los niños y claro, que aquellas sociedades de aquella época le llamaban el Diablo, el pervertido. Pero es que no hay modelos anatómicos decía, y era una forma él de enseñar, él era un revolucionario, no tenía límites para enseñar. Simón Rodríguez, bueno llamadas.
RR: Llamada en directo desde Cuba, otra llamada internacional, es un Aló Presdientes especialísimo que estamos haciendo hoy domingo 29 de octubre de 2000. Lázara Ferrer García, llama del Centro de La Habana. Lázara, buenos días, te escuchan los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro.
Lázara García. Saludos, un saludo afectuoso para el señor Presidente Hugo Chávez y para nuestro Comandante en Jefe que se encuentra allí de visita. Y también hago extensivo un saludo para el pueblo venezolano. Me atrevo a decir, en nombre de las mujeres cubanas...
Presidente Chávez. ¡Qué linda! Te vamos a dar un aplauso Lázara, porque te estamos oyendo millones de venezolanos y venezolanas y cubanos y cubanas.
Lázara García: Sí, señor. Bueno le voy a hacer una pregunta, mi pregunta ¿cuál es la situación que se presenta para la mujer venezolana luego del triunfo de la revolución bolivariana?
Presidente Chávez: Bien Lázara, qué pregunta nos has hecho, mira aquí hay muchas mujeres en el estudio y estoy seguro que estas mujeres nuestras te mandan igual, así como todo nuestro pueblo a ti y a todas las mujeres cubanas. Entre ellas aquí está aplaudiéndote desde aquí Teresita Maniglia, que es la Presidenta de Radio Nacional de Venezuela. Bueno, recibimos con mucha alegría, primero que nada, tú llamada, esa palabra, ese aliento y ese saludo para nuestro pueblo y para Fidel que está aquí y seguramente te quiere responder y te quiere saludar antes de yo responderte ya y hacer algunas reflexiones que siempre hago, en este caso sobre el tema de la mujer venezolana y la revolución. Tremenda pregunta nos ha lanzado Lázara desde allá, desde La Habana.
Presidente Castro: Yo diría simplemente, que hay un extraordinario entusiasmo en las mujeres venezolanas. Pero que todo está por organizar.
Presidente Chávez: Así es. Es lo que ha dicho Fidel.
Presidente Castro: Pero hay una materia prima fabulosa y un apoyo amplio y claro al movimiento bolivariano.
Presidente Chávez: Fidel lo ha visto y lo ha sentido, las mujeres, Lázar, sin duda que se han lanzado a la ofensiva, vamos a decirlo de esa manera, han salido con esa pasión, con ese amor propio de las mujeres para la lucha y cuando se disponen a la lucha. Por cierto que hablando de mujeres, también debemos hacer una reflexión y un comentario positivo, muy positivo y muy simbólico y que tiene mucho significado para nosotros, es esa película cubano venezolano que pronto se va a lanzar al aire y a los cines de Venezuela y del mundo: “Manuela Sáenz”. Una película que pronto estaremos viendo.
Elías Jaua: El próximo miércoles presidente.
Presidente Chávez: El próximo miércoles, por aquí tenemos los datos de esa película, una actriz cubana.
Elías Jaua: Beatriz Valdez.
Presidente Chávez: Beatriz Valdés, cubana, hace el papel y me dicen que lo hace muy bien. Vamos a ver esa película pronto, el papel de aquella inmensa, profunda mujer latinoamericana, revolucionaria: Manuela Sáenz, a quien Bolívar llegó a llamarla “La libertadora del Libertador”. Y fue mucho más que su amante, su mujer, el amor más grande de su vida como él lo llamó, fue una guerrera, entre otras acciones militares combatió en Ayacucho, bajo el mando directo del Mariscal Sucre y se lleno de honores y ascendió a coronela en el campo de batalla de Ayacucho, allá en la pampa de la Quinua, en el Alto Perú. En el Perú, que fue la última gran batalla dirigida por el Mariscal Sucre. Ahora, Lázara, no sólo y yo pudiera decir muchas cosas, pero no quiero quedarme en la retórica de que las mujeres, porque siempre se ha dicho también, yo le oí muchas veces: “las mujeres, ahora sí” “las mujeres van a ocupar espacios”, las mujeres, etcétera, no, pero es que se está demostrando, fíjate tú, la esencia política, hasta ahora, de la revolución bolivariana en esta fase, fue y ha sido la Asamblea Constituyente y el proceso constituyente. bueno pues resulta que las mujeres se fueron a dar esa batalla, pudiéramos hablar de la historia reciente desde el 4 de febrero de 1992, de aquella rebelión bolivariana, las mujeres se fueron a la calle, a la lucha, bueno no sólo... yo recuerdo a mi madre, Elena, a la que ayer visitamos y nos preparó un chiguire extraordinario y ella misma lo hizo, ella misma se levanta de madrugada a cocinar, tú te fijaste que ella estaba en la mesa, incluso me dijo: Ay Hugo, ella me dice Huguito, Ay Huguito, yo me voy a parar porque hay que atender aquella otra gente que está allá y los mesoneros no han ido y ella se fue, y yo le dije: vaya vieja, y se paró de mesa, estaba a mi lado, para atender a otros miembros de la delegación que estaban en otras mesas por allá y los mesoneros no habían ido y se fue a servir ella misma el chiguire y además a explicar como lo hace y a defender su cosas, las caraotas el arroz. Un beso Elena, siempre la bendición. Bueno, mi madre yo la recuerdo, caminando, la invitaban a marchas y ella iba a la cárcel a llorar y me decía: Ay Hugo, qué hago yo y qué digo yo que me invitan a todas partes a dar discursos. Vaya vieja, lo que le salga del corazón, cuando quiera ir, yo no le voy a pedir, tanto sufrimiento además, te vas a ir, y andaba con los pies hinchados. La llevaban a universidades, la llevaban a las marchas de trabajadores, y ella iba por todas partes, y a dar discursos además. Y daba unos discursos tremendos. Claro, ella es nieta, tiene sangre guerrera, mi madre es nieta de Pedro Pérez Delgado, aquel a quien llamaban “Maisanta”, el último hombre a caballo. Ahora, bueno, pero no sólo mi madre, miles de madres, pongo el ejemplo de la mía, más conocido. Pero bueno, la madre de mis compañeros de cárcel, de los que murieron, de los miles de detenidos, de perseguidos civiles y militares, a la calles se fueron; ancianas, abuelas. Yo recuerdo una abuela que iba, abuela de uno de mis compañeros de prisión que iba todos los fines de semana con una cavita con agua fría y a veces le llegaba el agua allá caliente, porque hacían unas colas largas, bajo el sol de Yare, en Los Valles del Tuy, con los pies hinchados, a veces le sangraban, las atropellaban, a veces les lanzaban gas lacrimógeno, no las dejaban entrar, y además, cómo pelean. Mientras muchos hombres yo los veía acobardados, al menos tímidos ante la represión o ante la amenaza o la disuasión de los vigilantes, vi a mujeres agarrar por el pecho a un guardia o a alguien para defender y pedir que la dejaran entrar a ver a su esposo, a su hijo o a su nieto. Esa es la mujer que se levantó con una fuerza terrible. Tú sabes Fidel y Lázara, que aquí en este Campo de Batalla y eso para rendirle tributo al coraje y al valor de la mujer venezolana, pero igual a las mujeres cubanas y ecuatorianas y las mujeres de esta tierra, el caso particular de las mujeres venezolanas, siempre tu sabes el machismo; el machismo aquel que es parte de los paradigmas heredados nuestros. Aquí en Carabobo cuando Páez va y le da parte a Bolívar después de la batalla y comienzan a recoger los muertos, y los heridos y las bajas, resulta que llega un general y le dice a Bolívar, aquí mismo en el Buena Vista, el Cerro Buena Vista, a pocos kilómetros de aquí estaba el comando general libertador, le dicen que hay mujeres muertas, y Bolívar dice ¿qué pasó? ¿es que algún batallón enemigo se filtró a la retaguardia y atacó los comedores, las cocinas, las enfermerías, donde estaban las mujeres allí, siempre destinadas a la retaguardia, y entonces un general dice: no, no, ningún batallón enemigo se fue a la retaguardia, las mujeres se vinieron a la vanguardia vestidas de soldados. Y eso pasó en Ayacucho, Manuel Sáenz fue una. Sucre había destinado a Manuela Sáenz a curar los heridos y los enfermos, era capitana ella, desde los tiempos de San Martín, y entonces cuenta Sucre, y ese es el motivo de que asciende a Coronela, que Manuela apenas oyó los primeros tiros, dejó los enfermos, agarró su caballo, tenía dos pistolas la Manuela, y en una M, Manuela, las iniciales marcadas y en la otra la S, de Sáenz y se fue y se entró a tiros con los españoles, la Manuela Sáenz y había ascendido a Coronela y Santander desde Bogotá que era anti bolivariano, Santander le escribió una carta terrible a Bolívar exigiéndole que degradara a la Coronela. Estaba manchando el honor de Colombia porque ascendió a su amante a Coronela. Y Bolívar le responde una carta terrible a Santander y le dice: “¿Usted me cree tonto? No sea usted injusto, falta de respeto. Esa mujer no ascendió a coronela en la cama”. Así le dice: “Esa mujer ascendió a Coronela en el campo de batalla de Ayacucho y no la voy a degradar”. Y por supuesto se quedó de coronela ascendida por Sucre en el campo de batalla, junto con muchos oficiales más destacados de aquella hora, incluso algunos post morten. Aquí en Carabobo pasó algo, eso que yo señalaba Lázara, pero volviendo a este Carabobo de ahora, a esta nueva batalla por la libertad, cuyo líder sigue siendo Bolívar, bueno, las mujeres se fueron a la batalla y las mujeres participaron en todo esto. Yo recuerdo mis días del desierto. Bueno, en verdad nunca fue un desierto, siempre estuvo ahí ese pueblo, claro que presionado, amenazado, perseguido. Después que salí de prisión, cuando nos conocimos, Fidel, pues siempre estuvo el pueblo, pero siempre trataban de mantenerlo a uno aislado del pueblo, del amor y el cariño del pueblo, pero siempre las mujeres allí, nunca faltó el apoyo, nunca faltó el afecto y siempre ahí, las mujeres, las estudiantes, las abuelas, las madres, etcétera. Y además, procesos organizativos Fidel, que es interesante comentar, yo recuerdo por ejemplo aqúi en Valencia, aquí en Carabobo hay un movimiento de mujeres bolivarianas, yo recuerdo un acto que h icimos acá en algún sitio muy grande. El Frente Constituyente de las Mujeres y ¿sabes qué nombre le pusieron? Manuela Sáenz, y otro frente de mujeres por allá en Oriente y ¿sabes qué nombre le pusieron? Luisa Cáceres, otra heroína que niña, casi todavía niña fue a parar a la cárcel y la torturaron, esposa del General Arismendi. Bueno, Frente de Mujeres Bolivarianas se formaron por todas partes, círculos de mujeres, y hoy en día, en esta nueva fase, pero antes de llegar a esta nueva fase quiero decir algo más, Frente de Mujeres Constituyentes, y las mujeres se fueron a la batalla en la Asamblea Constituyente, Marisabel, la mía pues, esa se fue de candidata a la Asamblea Constituyente y se fue por el país, a recorrer el país, a dar discursos. Nunca ella había tenido esa experiencia; había tenido alguna experiencia como locutora allá en Barquisimeto, trabajó en televisión con ese gran soldado que se nos fue hace poco, Mariano Kosowsky, un gran soldado de la televisión y de las luchas, de aquella empresa Promar, que anoche te entrevistaron, saliste al aire por Promar televisión desde el dogout, para Venezuela y el mundo. Bueno, pero Marisabel se fue a la campaña teniendo a una niña, Rosinés, la Rosinés tenía un año, de teta todavía y andaba con esa niña por ahí. Yo les dije, bueno, que Dios las bendiga, vayan, la batalla lo requiere, y eso lo decidió ella y en consulta conmigo y las mujeres y se fueron por el país a recorrer campos, ciudades, pueblos, etcétera. Pero no sólo Marisabel, mujeres de la talla, como es dirigente indígena que tú conociste, allá la conocimos en el Cuartel San Carlos, Nohelí Pocaterra, una mujer cuajada por las luchas indígenas, aborígenes. Nohelí tiene, yo no sé, ella tiene un alma, una cosa que la rodea. Uno la ve y se llena de paz, de amor, de sueños, de cosas profundas que difícil es explicarlas. Nohelí Pocaterra y con ella las mujeres indígenas, esa que te regaló, una lidereza indígena que te obsequió una de sus artesanías, hechas por ellos mismos con su amor y con sus manos, pero no sólo Nohelí Pocaterra. Reina Lucero, aquella mujer que te cantó, que nos cantó pero especialmente a ti, una hermosa canción venezolana. Reina Lucero, cantó Venezuela, es una canción patriota que cantó allá en la noche de la cena en el Círculo Militar. Reina Lucero ¿qué experiencia política? Folklorista desde niña, yo la conocí era una niña casi, éramos niños casi, cantaba allá, por allá en Barinas y allá en Maracay y se fue con esa carga de experiencia y su garganta y su canto y su sueño, candidata a la Asamblea Constituyente y la eligieron Constituyente y allá estuvo, esa fase de revolución en la Asamblea, en una experiencia inédita. Bueno, mujeres como Marelys Pérez Marcano, luchadora de años de allá del oriente del país, profesora universitaria. La comandanta fosforito, así la llamamos, tú la conociste, es diputada ahora, esa muchacha es candela, de los Andes. Yo la conocí después que salí de prisión o estaba en la cárcel, una vez fueron, porque venían estudiantes, venían campesinos y entraban a veces a la cárcel y empezaron a organizar el Movimiento Bolivariano Revolucionario. Esa muchacha la vi yo pero combatir, agarrar por el pecho a alguien y reclamarle pero con un coraje difícil de apreciar, especialmente en aquellas situaciones de aquellos días y aquellos años de tanta presión y tanta represión. Bueno, mujeres como la periodista Victoria Mata...
Elías Jaua: María de Queipo en el Zulia.
Presidente Chávez: María de Queipo, profesora universitaria y socióloga creo que es ella. Ella anda trabajando hace años por los barrios y se fueron por la Constituyente. Me faltan nombres.
Elías Jaua: Desirée Santos Amaral.
Presidente Chávez. Desirée Santos Amaral, líder y dirigente de los periodistas venezolanos durante muchos años. Bueno, ahí estuvo la viuda de Ali Primera, Sol Muset, con toda su carga y sus recuerdos. Las mujeres en la Asamblea Constituyente. Y no sólo las asambleístas, en la calle. Y fíjate lo que se aprobó Lázara en la Constitución Bolivariana, el Artículo 88 dice así: “El estado garantizará la igualdad y equidad de hombres y mujeres en el ejercicio del derecho al trabajo. El estado reconocerá el trabajo del hogar como actividad económica que crea valor agregado y produce riqueza y bienestar social. Las amas de casa tienen derecho a la seguridad social de conformidad con la Ley”. La sola redación por ejemplo dice, “todo patrono o patrona, todo maestro o maestra, el presidente o presidenta, la igualdad de género y muchos otros, este es un ejemplo que te traigo sólo Lázara, pero ahora para terminar, lo que decía Fidel es cierto: todo por organizar. También conocimos a María León Fidel, a Elvira Avila, mujeres de muchos años, de muchas luchas, mucha experiencia que allá en la cena estábamos comentando y tú les preguntabas ¿cuántas mujeres tienen organizadas? ¿en cuántos estados? Decían creo que en dieciseis estados. Hace unos meses nos reunimos en Caracas más de cinco mil mujeres y creamos el Frente Bolivariano de las Mujeres, eso se ha ido extendiendo por todo el país. Pero bueno, mujeres venezolanas a organizarse y a luchar por sus derechos y los derechos de sus hijos, y los derechos de sus nietos, y los derechos de sus maridos y los derechos de todo el pueblo venezolano. Las mujeres están allí en el alma misma de la revolución. Lázara, yo no sé si tú me estás oyendo.
Lázara: Yo estoy aquí, estoy muy orgullosa de sus palabras.
Presidente Chávez: Gracias Lázara, Fidel te va a decir algo.
Presidente Castro: Lázara te voy a decir unas palabras, yo comparto enteramente lo que acaba de decir el Presidente, lo que he hecho durante estos días es observar mucho y he visto que Venezuela cuenta con un caudal infinito de fuerzas revolucionarias en mujeres, pero en este sector como en otros, la revolución bolivariana que ha emprendido una tarea sumamente difícil, que tiene adversarios, necesaria la organización de todas las fuerzas. Yo estoy diciendo esto porque comprendo el sentido de la pregunta de Lázara, ella lleva muchos años viviendo en un país donde estos temas vienen abordándose hace mucho tiempo y nosotros tenemos varios baluartes fuertes, uno de ellos, por ejemplo, las mujeres. Las mujeres constituyen hoy el 65% de la fuerza técnica laboral del país. Las mujeres hicieron incluso un Código que no tiene efecto de carácter penal ni mucho menos, pero es un código de carácter moral sobre los derechos y deberes de las mujeres. En nuestro país trabajaban muy pocas mujeres cuando triunfó la revolución; por ejemplo, en Pinar del Río habían alrededor de trescientas mujeres que eran profesionales universitarias, hoy hay más de veinte mil. Han ido adquiriendo una fuerza enorme en nuestra sociedad, no por lo que la Revolución haya hecho por ella, sino por el esfuerzo que ellas han hecho junto a la revolución. Si te voy a dar impresiones así, y sin riesgo desde luego de que se vayan a disgustar algunos hombres en nuestro país, te doy mis opiniones, él hablaba de Manuela y su ejejmplo, su ascenso a coronela, recuerdo que en la Sierra Maestra, en los meses finales, como ya estábamos en la ofensiva después de la derrota de la última ofensiva enemiga, fue la última, en la que tuvo un desastre definitivo, organicé un pelotón de mujeres, reservé para ellas un grupo de fusiles ligeros.
Presidente Chávez: Eso debe ser terrible un pelotón de mujeres ¿y les diste alguna ametralladora?
Presidente Castro: No, carabinas ligeras, semiautomáticas, los M-1 ligeros norteamericanos, los guardé, ya estábamos en la ofensiva, ya Camilo y el Ché avanzaban hacia Las Villas, ya las columnas nuestras se dividían en distintas, entonces yo me quedé con 25 hombres en el puesto de mando en la Sierra Maestra mientras las tropas llegaban cada uno a su sitio y tuve que luchar mucho con los hombres. Ahí habían muchos rebeldes que estaban esperando un arma hacia rato y me protestaban y me decían que cómo demonio le iba a dar a las mujeres aquellos fusiles. Recuerdo una vez que con mucho gusto, a uno de ellos que expresando el sentido de otros estaban protestando de que le entregáramos esas carabinas a las mujeres, y yo les dije. Te voy a explicar una razón por la cual le estoy entregando esas carabinas a las mujeres, ¿sabes por qué? Porque son mejores que tú. Fue la frase con que ya yo tuve que contestar cuando se acabó la paciencia y lo demostraron, marchó una parte con una de las columnas que iban hacia la región del norte de Oriente, Región de Holguín y ocurrió algo que nunca había ocurrido, tenían un Capitán como jefe, ellas eran la parte principal de la fuerza, sostienen un combate en una presa contra un camión de tropas enemigas, hieren al jefe y las mujeres prosiguieron el combate hasta el dominio, hasta la derrota total de aquella fuerza; eso pasó por primera vez, porque cada vez que una unidad rebelde, sobre todo pequeñas unidades le herían o le mataban al jefe, se dispersaban; es la única vez que yo recuerde en aquellos dos años de lucha en que herido el jefe, las mujeres continuaron el combate y obtuvieron la victoria. Bien, otro caso. En una batalla fuerte, donde había que defender una colina que dominaba una carretera por donde no debían pasar los tanques, eran minas dirigidas antitanques; ningún tanque podía pasar mientras no llegaran y quitaran las minas y aquella colina los protegía, pero aquella colina era objeto de un bombardeo incesante de los aviones, la artillería; llegaron a matar al jefe incluso, tres veces nuestra gente abandonó la colina y tres veces la envié a tomar; y en ese último, esa vez, envié el pelotón; yo tenía un pelotón aparte del otro que había ido hacia el este, las mujeres formaron parte del grupo que tomó la colina y no la volvieron a abandonar hasta el final de aquellos combates; mucha gente no conocen el espíritu, se han olvidado de Juana de Arco o se habrán olvidado de Agustina de Aragón.
Presidente Chávez: Y fíjate tú Fidel aquí, un comentario sobre eso de las mujeres organizadas en combate. En Venezuela, allá en Oriente hay una ciudad llamada Maturín y tú entras a esa ciudad, algún día iremos por allá, en tú próxima visita.
Presidente Castro: Quiere decir que me estás invitando.
Presidente Chávez: Estás invitado, claro está invitado.
Presidente Castro: Y paso también.
Presidente Chávez: Tenemos que ir por Oriente, ahora no fuimos por Oriente. Oriente y el Sur, la Guayana, el Orinoco. Mira, entonces Maturín tú entras, cuando entremos tú vas a ver que hay una, sí, es una escultura muy hermosa de una mujer con un machete en alto, con el brazo en alto blandiendo un machete, una cara aguerrida y parada sobre un globo. Juana Ramírez, la llamamos “Juana la avanzadora”. Bueno Juana Ramírez, la avanzadora, en la guerra de la independencia; hubo en esos años de la segunda república, bueno los españoles destrozaron a todos los batallones de hombres que había, y esta mujer ha organizado un batallón de mujeres, de lanceras y macheteras y han derrotado y puesto en fuga a todas las unidades españolas en toda esa zona, “Juana Ramírez la avanzadora”, así como el ejemplo que tú nos das de la Sierra Maestra; además cuando tú decías, fíjate una cosa, cuando tú decías de esa batalla donde hirieron al jefe y siguieron combatiendo y que es la primera vez que tú sabes de eso, yo también, entonces resulta que toda mujer es jefe, ahí está el asunto.
Presidente Castro: En la casa.
Presidente Chávez: En todas partes, toda mujer es jefe.
Presidente Castro: Chávez, antes de seguir me falta añadir que las mujeres no sólo son valientes combatientes, son grandes patriotas y son insuperables administradoras; una sociedad no puede ignorar a las mujeres; cuando esta compañera cubana hablaba, estaba pensando los esfuerzos hoy, hoy, el 65 por ciento de la fuerza técnica del país son mujeres, adquieren por sí mismas una fuerza y una influencia cada vez mayor; sin embargo no podría afirmar que en Cuba se ha eliminado totalmente el machismo, que en Cuba se ha eliminado totalmente prejuicios con relación a la mujer, pero hoy son una fuerza tal que no necesita que nadie las defienda porque sin ellas no sería nada; hay millones de mujeres que pertenecen a las milicias de tropas territoriales y tendrían un papel en la defensa del país de acuerdo con nuestra concepción de la guerra, de todo el pueblo; eso es extraordinario. Yo sé lo que ella quiere pensar, yo mismo conversaba contigo y te lo decía, veo enormes fuerzas sociales que apoyan a la revolución bolivariana, pero cuando le preguntaba a los campesinos si estaban organizados me dijeron algo duro: Sí, sí, nos organizamos pero al poco tiempo envuelven a los líderes y después lo sobornan, dijeron algunos, no todos; están organizados los cafetaleros por un lado, los azucareros por lo otro; todavía la conciencia de la organización no ha llegado cabalmente; pero este movimiento, esta revolución lleva en el poder muy poco tiempo; tienen que enfrentar millones de problemas, yo me asombro de la cantidad de problemas que tiene que resolver, aquí mismo han aparecido algunos casos, yo he oído otras mesas redondas de Chávez y la cantidad de cosas; yo iba además de asistente de Chávez, porque él iba manejando y en premio de mi heroísmo tuvo la confianza de darme los mensaje; él iba manejando y yo leyendo; llevo la cabeza llena de la gran cantidad de necesidades, de deseos, de ansias, pero a la vez esperanza que tiene la gente; la confianza con que se dirigen a él, todo lo fían en él, lo obligan a trabajar lo imposible, a él y a los asesores y entonces yo decía ayer, hablé en la universidad, cuando me pusieron a firmar en el libro de una pequeña alcaldía, tan chiquitica, bueno que está en la casa donde vivió Chávez hasta los cinco o seis años, pero pequeñita y entonces yo firmé; hacen falta miles de alcaldes. Chávez no puede ser el alcalde de todos los venezolanos. Lo puede ser en un sentido, es su mayor defensor, su mayor alcalde, su mayor forjador de conciencia, su más extraordinario predicador, pero lo veo a él personalmente atendiendo a cada uno de sus problemas en el camino y necesita toda una fuerza de cuadros administrativos de los que nosotros llamamos poderes populares, aquí se llamarán poderes locales, administradores locales; necesita cuadros también que secunden esa batalla que él viene librando. Soy testigo de eso, observo y lo veo, él va en un carro y a pesar de que debo admitir que maneja muy bien, con una mano y con la otra está saludando a cada uno de los que lo saludan y se acercan a él, está diciéndole algo a todo el mundo: ¡Hola negra, cómo estás! ¿Cómo están ustedes? ¡Gordo! Hay uno que le dijo gordo también, lo saluda; él saluda a todo el mundo porque él ve a todo el mundo saludándolo con entusiasmo enorme y manejando con esta mano, él saludando por allá y yo leyendo mensajes escritos de todo tipo que vale la pena coleccionarlos y ponerlos en un archivo. Yo dije que yo observé en Venezuela una esperanza enorme, en algunas ocasiones mezcladas con ansiedad, porque los problemas son dramáticos. Le dije Chávez, he visto más sufrimiento, he visto más deseos de ayuda en el pueblo venezolano que los que me encontré en Cuba cuando triunfó la revolución; entonces eso es un punto en que insisto, él no sabe, él quiere hacerlo; éste es un país de 24 millones de habitantes, 900 y pico mil de kilómetros cuadrados, es inmenso este país, pero mayor que este país son los problemas acumulados a lo largo de décadas y lo ve ahí en esa batalla; por eso mismo yo le pregunté a ustedes por qué no se organizan; en nuestro país están organizados los campesinos, organizadas las mujeres, están organizados los estudiantes, están organizados los pioneros, están organizados los trabajadores, están organizados los antiguos combatientes; todos los sectores están organizados y nuestro país no habría podido resistir el bloqueo, nuestro país no tendría la convicción de que puede derrotar cualquier agresión, cualquier invasión sin esa participación del pueblo organizado. Yo puedo interpretar, yo creo que eso quiere decir.
Presidente Chávez: Es Lázara quien lo ha llamado.
Presidente Castro: Lázara quiere decir eso.
Presidente Chávez: Y ha despertado además en nosotros todas estas reflexiones que hemos hecho tan profundas y tan esenciales Fidel porque, sí, todo eso que hemos estado viendo estos días; nosotros nos topamos a diario porque como yo te comentaba, a mí no me gusta amarrarme a la burocracia ni estar en la oficina todos los días, no, cuando tengo tres días ya firmando cuentas y los ministros detrás –mire una cuenta, los papeles- tengo que hacerlo también por supuesto y firmarles toda sus cosas porque además aquí estamos saliendo de un presidencialismo que si hay que firmar, el Presidente tiene que firmar la autorización para cosas menudas que pudiera hacerlo el Ministro o hasta un Viceministro, un presidencialismo del que estamos apenas saliendo, eso amarra mucho pero yo me suelto de esas amarras y me voy por el país todas las semanas, todas las semanas después del jueves, ya cuando es el viernes, sábado, domingo y me consigo con esto; ahora, claro que fíjate Fidel.
Presidente Castro: Están como tú Chávez, yo he visto excelentísimas mujeres.
Presidente Chávez: Lázara está en línea todavía, ¿verdad Lázara?
Presidente Castro: Mujeres que dirigen, mujeres que dirigen como las que vimos allá en Barinas y en.
Presidente Chávez: En Barinas, la gobernadora Antonia Muñoz.
Presidente Castro: La gobernadora no de Barinas, el otro Estado.
Presidente Chávez: Portuguesa.
Presidente Castro: Pero excelente mujer, excelentes jóvenes, excelentes cuadros de todas las procedencias maravilloso; tengo a derecho a decirlo porque me he pasado muchos años observando los hombres, pero hoy están también solos; le pregunto a un alcalde en aquella casita chiquitica que cuántas personas disponía para atender a esa millonada de familias y de núcleos que al detenerse Chávez se le acercaban con los papeles y las peticiones, y él me responde: ahora tendremos una elección dentro de un mes. Excelente, elegirán seis o siete concejales, pero en aquella masa enorme de gente deseosa y ansiosa de resolver problemas, sí, este hombre puede legislar pero no puede hacer el trabajo enorme; es decir él necesita el apoyo de millones de venezolanos organizados para poder liberar, yo estoy seguro que lo vas a hacer, estoy seguro que van a vencer, pero hay un caudal infinito de valores que acelerarían –a mi juicio- el proceso y sé que lo quieren hacer, lo he visto discutiendo con muchos de esos cuadros y preguntando.
Presidente Chávez: Lo vamos a hacer Fidel, lo vamos a hacer; fíjate tú, el proceso nuestro que despertó por allá por 1989 está fundamentado en esa fuerza del pueblo, claro es una fuerza que se desató como un gran caudal, como un río desmadrado de su cauce.
Presidente Castro: Es un Amazonas.
Presidente Chávez: Sí, desmadrado y ese pueblo que anda adolorido pero con una gran pasión y ese pueblo es el que a mí me trajo aquí, nos trajo aquí a nosotros.
Presidente Castro: Y llenó las calles.
Presidente Chávez: Y es el pueblo, mira además Fidel, que ha sido capaz de derrotar bueno cuántas campañas difamatorias, cuánta campaña negra y ese pueblo consciente, una y otra; hay una batalla donde participó Páez contra Morillo, Morillo narra y le manda una carta al Rey, o en sus memorias escribe una frase terrible: 14 cargas consecutivas de caballería sobre mis desgastados batallones, 14 cargas –Páez con sus lanceros. Bueno nosotros, el pueblo venezolano siete campañas electorales consecutivas, con su miseria Fidel, con su hambre, con sus niños allí en peligro, pero ese pueblo allí está; siete cargas consecutivas de caballerías, con todo su drama y su tragedia. Ahí está la fuerza de esta revolución, ahí está la esencia de esta revolución como de cualquier otra; yo lo decía en alguno de mis discursos, el pueblo es el único combustible de la máquina de la historia y eso lo leí en alguna parte, tampoco es original mío. Ahora, ese pueblo que rompió esas cadenas, ese pueblo desmadrado que rompió la brecha, ahora estamos entrando en una nueva fase, ciertamente y yo aprovecho tu comentario para insistir a los venezolanos en cada esquina, en cada barrio, en cada pueblo tienen que organizarse en comités, en grupos de trabajo; no bastan los grandes frentes de las mujeres, no; hay que ir abajo, al problema concreto para buscar soluciones, para luchar por el impulso y el triunfo y el éxito de la revolución.
Bueno Lázara que nos hizo esta pregunta desde el centro de La Habana, nos ha generado o ha generado esta tremenda reflexión y tan profunda. Lázara, ¿estás aún en la línea verdad?
Lázara: Presidente.
Presidente Castro: Pero mira, dinos.
Lázara: Presidente, por sus bellas palabras muchas gracias a usted y a nuestro comandante en jefe.
Presidente Chávez: Bueno Lázara, gracias a ti y un beso. Mira, oye Lázara, ¿viste el juego?
Lázara: Un beso para usted también.
Presidente Chávez: Un beso para ti y para toda tu familias. ¿Cuántos hijos tienes Lázara?
Lázara: Muchas gracias.
Presidente Chávez: ¿Cuántos hijos tienes? ¿Tienes hijos?
Lázara: Yo tengo tres.
Presidente Chávez: Tres, dales un abrazo y a toda tu familia.
Lázara: Serán dados.
Presidente Chávez: Mira y tú viste el juego anoche, Lázara?
Lázara: Sí, la primera parte porque yo tengo 72 años.
Presidente Chávez: Dígame, Lázara.
Lázara: Y tengo que dormir.
Presidente Chávez: 72 años.
Lázara: El juego cuando yo me acosté. Por la mañana me enteré que habíamos ganado.
Presidente Chávez: Sí, nos entraron a palo chica en el séptimo inning, cuatro jonrones de todos esos. Claro, yo no pitché, te aclaro; ahora hay un, tienes que ver -menos mal que no pitché, gracias a Dios que no pitché. Tienes que ver el último, el último bateador del juego, eso tiene que estar grabado, hay un-
Lázara: Como no, aquí lo vamos a repetir.
Presidente Chávez: Mira, yo entré a relevar en el último inning, porque nos estaban dando una paliza y entonces vienen tres bateadores en el último, por Cuba, emergentes los tres, abriendo el noveno. Viene el primer bateador, Felipe Pérez Roque -¿tú le conoces no? Bueno.
Presidente Castro: El Ministro de Relaciones Exteriores.
Presidente Chávez: Ajá, el Canciller, me ha dado una línea entre dos y fue un tubey, llegó a segunda; fíjate tú cómo estaban bateando todos que hasta el canciller me dio tubey; después viene Carlitos que es más flaco que un bate, agarra un bate y se pone a batear y –es zurdo- y le lanzo una curva pensando que iba a abanicar y me da un hit ¿y después sabes quién vino a batear? Fidel, emergente.
Lázaro: Mira, eso yo no me lo voy a perder.
Presidente Chávez: Pero tienes que ver la grabación, pero especialmente te voy a pedir una cosa. Mira con mucha, Fidel estaba en tres y dos. ¿Sabes qué?, trató de tocar la bola.
Presidente Castro: Como siempre estoy en tres y dos.
Presidente Chávez: En tres y dos y entonces Fidel, bueno fue en el último turno, tres y dos; primero le lancé una recta y me reclamó porque no le lancé duro, fíjate tú, que le lanzara más duro; trató de tocar la bola y no pudo, la pellizcó, hizo contacto, pero yo le lancé una curva y apenas hizo contacto; después una bola, dos bolas, otro strike, dos y dos; tres y dos, en tres y dos entonces lancé una recta. Hay una duda, el umpaire venezolano cantó bola y por tanto base por bola, Fidel se fue a primera, pero el narrador cubano dijo ¡ponchado Fidel! Y luego rectificó.
Presidente Castro: Dijo ¡y lo ponchó!
Presidente Chávez: Y lo ponchó, pero además lo dijo con mucho énfasis. Bueno Lázara tienes que ver esa imagen que será inolvidable. Dale un beso a todas las mujeres de Cuba a través de ti Lázara y aquí estamos mi vida luchando por la dignidad de las mujeres, de los hombres y sobre todo de nuestro pueblo. Que Dios te bendiga mi amor y gracias por tu llamada desde La Habana y espero ir pronto a La Habana de nuevo. Gracias Lázara.
RR: Bueno queremos informar que nos han llamado del Instituto Cubano de Radio y Televisión que también está siendo transmitido el programa Aló Presidente en su edición N° 49, por Radio Habana, Cuba, está transmitiendo el programa para todo el mundo; es importante que se sepa esto porque la transmisión crece cada día y Radio Habana está transmitiendo para todo el mundo. Tenemos una llamada más Presidente.
Presidente Chávez: ¿Otra llamada? Vamos, vamos a oír.
RR: De acá de Venezuela.
Presidente Chávez: ¿Qué hora tenemos ya?
RR: Son las 12 y 30 minutos.
Presidente Chávez: Que yo a todas éstas, en el juego anoche no sé ni dónde dejé mi reloj. Son las 12 y 30 minutos, ya vamos a ir terminando, vamos a recorrer el campo de batalla.
Presidente Castro: A esta hora estaban ganando la batalla Bolívar y su gente.
Presidente Chávez: A esta hora sí, a esta hora estaban terminando la batalla. Vamos a recorrer los importantes puntos de la batalla y que van a explicar los muchachos del Ejército cómo fue la batalla. Vamos a ver.
RR: Ultima llamada Presidente, José Alfredo Cambeiro, llama desde Caracas, El Marqués. José Alfredo te escuchan los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro. Buenos días.
José Alfredo Cambeiro: Buenos días y gracias por la oportunidad.
RR: Adelante.
José Alfredo Cambeiro: Por la oportunidad de dirigirme y saludar al comandante Fidel Castro y a nuestro presidente Hugo Chávez Frías. Verdaderamente es un privilegio realmente y me siento bastante emocionado por este privilegio que Dios me ha concedido en comunicarme con ustedes. Saludos al comandante Fidel deseándole que su estadía en Venezuela le resulte grata y que bueno vaya viendo lo que en nuestro país estamos haciendo y tratando de hacer a pesar de la cantidad de enemigos que tiene este proceso revolucionario, este proceso de reordenamiento del país, de 40 años de desastre y que con esfuerzo y con gran voluntad pues el Presidente dirige. Presidente mi llamada y gracias a Dios doy porque se pudo conectar, yo planteándole a usted, quería dos cosas o tres cosas, que no son casualidades pues que y la historia tiene prueba de ello, de que en una sociedad donde los individuos que llegan al poder en vez de ayudar a los que están por debajo de ellos, a los pueblos, a surgir, a elevarse, lo hacen todo lo contrario, se vuelven despóticos, maltratan, humillan hacen más miserable la vida; que surjan individuos como usted, como Fidel Castro y eso la historia pues como le dije antes tiene casos bastante; esto no es casualidades, esto es designios de un gran ser que nosotros lo llamamos Dios, otros lo llaman Alá, en fin, las religiones tienen su nombre para cada Dios. La lucha es fuerte, es terrible, pero maldito aquel y desgraciado aquel que teniendo la oportunidad de tomar el mando para encauzar un pueblo y llevarlos hacia su felicidad, hace todo lo contrario. Presidente, hay en este momento una preocupación de mi parte que es el problema de la corrupción, la corrupción es un cáncer, la corrupción contribuye a desbaratar los ideales y sueños que tenemos muchos venezolanos por llevar nuestra patria a una patria decente, donde todos tengamos la misma oportunidad de crecer en la educación, en la salud, en la cultura; me preocupa mucho Presidente y fíjese que le digo esto porque en una entrevista que le hacen al comandante Fidel Castro en Cuba, le preguntan –cuando fueron unos periodistas de aquí allá, hubo uno que le preguntó que si en Cuba había corrupción. El presidente Castro le dijo que sí, que había corrupción; el presidente Castro le dijo: sí, hay corrupción acá, pero la castigamos, hacemos seguimiento de ella, estamos atentos a los manejos del dinero por parte de los funcionarios públicos, de los recursos. Ahora fíjese, en Cuba ya conocemos la historia del pueblo cubano, las luchas que se llevan a cabo, pues imagínese usted los recursos, los recursos son escasos pero tienen que ser bien administrados por todo lo que le ha sucedido a Cuba; ahora imagínese a nosotros Presidente, con esa millonada, bueno millonada, voy a expresar la palabra, billonada que va a venir ahora con el nuevo presupuesto, imagínese usted pues ese dinero parar a manos de más de 300 y pico de alcaldes, más de 20 gobernadores, que tienen que administrar ese dinero. En Cuba pues hay un seguimiento, hay un orden establecido, hay, es más dificultoso ser corrupto, vamos a decirlo así; sin embargo existe la corrupción. Imagínese nosotros Presidente, con todas nuestras libertades, todos los derechos, la democracia pluralista que existe, qué cantidad de dinero se nos irá por el desagüe de la corrupción. Por eso la preocupación mía es que ese es un cáncer y como todo cáncer mata a las personas, mata el cuerpo; entiendo que usted es un abanderado en esa lucha y así lo reconozco y tiene todo mi apoyo en esa lucha, pero esa lucha no depende solamente de usted, esa lucha depende de los otros poderes instituidos en el Estado venezolano, la Fiscalía, la Contraloría, el mismo Asamblea Nacional, la Asamblea Nacional; en fin todos, todos tiene que verse en esta lucha y es allí donde yo me pongo a pensar ¿estarán a tono y estarán en el mismo grado de pensamiento de lucha contra la corrupción estas instituciones y los hombres que la dirigen? ¿Las personas que están al frente de ella? Esa es la duda grande que me queda por dentro y la otra cosa señor Presidente, aparte de ésta que le dije.
Presidente Chávez: Ajá, te estamos oyendo hermano.
José Alfredo Cambeiro: Es que ese umpaire, yo creo que ese umpaire era caraquista oyó. O es caraquista oyó. Y yo creo que el comandante Fidel como que se le acercó y le dijo: Yo soy caraquista también.
Presidente Chávez: Pero mira, fíjate tú que esa idea es nueva, eso pudiera desentrañar el misterio. ¿No crees tú hermano?
José Alfredo Cambeiro: Yo creo que sí, por ahí podemos indagar oyó. Ese umpaire era caraquista. Una recomendación muy humilde acá Presidente, era para hacerle llegar al presidente Castro el libro Venezuela heroica, si no lo ha leído él.
Presidente Chávez: Ah, aquí lo tenemos por cierto.
Elías Jaua: Se lo acabo de regalar ahorita.
José Alfredo Cambeiro: Ah, perfecto.
Presidente Chávez: Está aquí, que buena.
José Alfredo Cambeiro: Esa es la ética independentista escrita en una forma con mucha pasión, con mucho ardor, con mucho amor, esa lucha que se libró. El otro planteamiento Presidente se trata ya de lo que existe ahora, hay una serie bastante, numerosas demandas ante el Tribunal Supremo de Justicia, el caso de la Cantv. Tengo entendido que el Tribunal Supremo de Justicia ya se pronunció en este caso, ya hace algún tiempo.
Presidente Chávez: ¿Son demandas de los trabajadores?
José Alfredo Cambeiro: Sí señor.
Presidente Chávez: He tenido conocimiento de eso, por mis manos han pasado muchos documentos y que los hemos procesado a través de los ministros de cada área y por supuesto hemos estado apoyando las acciones de los trabajadores ante el Tribunal Supremo de Justicia, pero ¿tú sabes algo más de eso, algún otro detalle que nos pueda ayudar?
José Alfredo Cambeiro: Bueno tengo la información -fíjese bien- tengo la información de que ya se pronunció el Tribunal Supremo de Justicia pero resulta que donde están introducidas las demandas, los tribunales donde están no hay decisión de los jueces donde están introducidas estas demandas; o sea es interesante averiguar qué pasa allí y por qué esto está paralizado.
Presidente Chávez: El ministro Elías Jaua que está tomando nota está preguntando que si tú sabes –ah, Elías cómo.
Elías Jaua: Cuáles, en cuáles tribunales. La semana pasada Presidente estuvieron también los jubilados de la Cantv, que tienen pensiones miserables y ellos también han demandado y parece que esa empresa bueno tiene abogados muy poderosos y en todos los tribunales trancan, retardan los proceso por la opción que ejercen los abogados de esta empresa.
Presidente Chávez: Bueno si tienes conocimientos, si no en este momento.
José Alfredo Cambeiro: No en este momento.
Presidente Chávez: Okey, porque fíjate yo voy a, para comenzar a responder tu interesante intervención y tu saludo que recibimos también con mucha alegría y para nosotros es una ocasión excepcional para que con Fidel recibiendo estas llamadas del pueblo venezolano y del pueblo cubano. Estoy seguro que Fidel se siente también este momento con esa gran intensidad. Fidel, tú tienes seguramente que decirle antes de yo responder al amigo José Alfredo que tiene nombre de cantante, José Alfredo Jiménez.
José Alfredo Cambeiro: No, no, Cambeiro Peya, ese apellido.
Presidente Chávez: Cambeira.
José Alfredo Cambeiro: Es Cambeiro.
Presidente Chávez: Cambeiro.
José Alfredo Cambeiro: Eso es gallego Presidente.
Presidente Chávez: Es gallego, bueno.
José Alfredo Cambeiro: Eso es gallego que estuvo en Cuba, ese fue un gallego que, como todo gallego pues, aventurero pasó por Centroamérica, pasó por, tuvo mucho tiempo viviendo en Cuba por allá por los años 30; fue floristero pues, yo no sé si el señor Fidel Castro, el comandante se recordará que allí existían los gallegos que tenían siembras de flores y eran los floristeros, vamos a decir, en La Habana. El de muy joven bueno recorrió, se vino a Venezuela, aterrizó acá y aquí se quedó.
Presidente Chávez: ¿Tu padre, no?
José Alfredo Cambeiro: Sí, sí, y se quedó con Genara Peya que es llanera.
Presidente Chávez: ¿Llanera de dónde?
José Alfredo Cambeiro: Del Guárico.
Presidente Chávez: Caray hermanita.
José Alfredo Cambeiro: Que.
Presidente Chávez: Tiene sangre llanera.
José Alfredo Cambeiro: Sí señor.
Presidente Chávez: ¿Y tú naciste dónde?
José Alfredo Cambeiro: Aquí en Caracas. La casualidad es que los dos apellidos son gallegos, porque me explicó a mí un señor, una vez un gallego que Seijas viene de Seixa, donde Seixa allá en Galicia los llaman ellos unas piedras planas.
Presidente Chávez: Bueno fíjate que Fidel también tiene sangre de gallego, no.
José Alfredo Cambeiro: Ah, tiene, sí yo sé la historia, viene de sus antecedentes gallegos.
Presidente Chávez: Te va a saludar.
Presidente Castro: Con un 50 por ciento de genes gallegos.
José Alfredo Cambeiro: Sí señor.
Presidente Castro: El otro 50 por ciento está repartido entre canarios, curros, ni sé de cuántos lugares y soy una buena mezcla de las distintas nacionalidades españolas, es lo que sé hasta ahora no he podido averiguar más nada.
José Alfredo Cambeiro: Nosotros en Latinoamérica pues tenemos eso, bueno y mi sangre por parte de mi madre allí hay indios y hay negros, o sea el gallego imagínese usted.
Presidente Chávez: Claro, todos tenemos de eso un poco, un poco más un poco menos. Fidel tiene 50 por ciento, yo tengo pues también lo indígena, lo aborigen, lo negro, lo europeo. Bolívar decía somos un nuevo género humano, una nueva raza decía, no somos ni europeos ni americanos del norte, y ahí se basaba y ahí nos basamos nosotros ahora para lanzar la idea de que somos una civilización, de que hay que luchar como tal y por tal.
Presidente Castro: Yo lamento no tener la proporción mayor de indio y de negro, porque tengo una fe infinita en esta raza que somos nosotros, en esta combinación de cualidad de todo tipo. Chávez, no existíamos, Cuba no existiría ni Venezuela no existiría; nos habrían tragado y siempre les recuerdo a los adversarios que ellos no saben lo que es la combinación de indios, negros y blancos que componen este pueblo. Y muchas de las cosas que ustedes debían mencionar aquí son expresión de un heroísmo, de una tenacidad, de una inteligencia, de una valentía que realmente es producto de esta mezcla que somos europeos, americanos autóctonos porque afortunadamente los españoles no exterminaron a los indios ni les cortaban el cuero cabelludo; cuando morían y murieron por millones era por enfermedades, porque los ponían a hacer trabajos que eran insoportables para los esclavos y por muchas; yo tengo un altísimo concepto de lo que somos, recuerda que te hablé de eso, me llama la atención Chávez, lo mestiza que es la población venezolana, en un grado más alto que nosotros; también tenemos de indio porque la población de origen bastante sana, por allí empezó Fray Bartolomé de las Casas, empezaron los abusos, buscando oro en las arenas, un pueblo pacífico que no estaba acostumbrado a hacer ese trabajo, vivían de la naturaleza y así murieron muchos pero quedan, llegó un español llamado Vasco Núñez de Porcayo, por una zona de Trinidad, tuvo 300 hijos; así que no puede haber un cubano que no tenga una mezcla de España y de India, una proporción alta negra y crece; hemos visto hasta las estadísticas por año, porque es un problema que le interesa mucho, la composición étnica y sobre todo situación social de cada uno de los ciudadanos de nuestro país, luchando contra la marginación y la marginación existe en nuestro país todavía, porque quedan muchos barrios pobres, en que ha veces vive una familia en un cuarto; marginación de blancos, de mestizos y de negros. Ya nosotros en nuestro país no queda sombra de lo que pudiera llamarse discriminación así consciente, queríamos que la simple igualdad ante la ley lo arreglaba todo, es falso; hemos descubierto muchas cosas después y contra eso estamos enfrentando seriamente.
Presidente Chávez: Pero es un proceso cultural, es un proceso cultural, no es un proceso revolucionario desde dentro, de los paradigmas de siglos los que tenemos que derrotar. Ahora Fidel fíjate, hablando de eso, de esos paradigmas y de esa discriminación, de eso que no se va a acabar sólo porque se apruebe una ley o se decrete, sino que se trata del reto de todos nosotros, verdaderamente de la acción de cada día de todos y de cada uno de nosotros y de día tras día por acabar con esa marginación que a veces es inconsciente, a veces no es planificada sino que forma parte de los antivalores históricos que nos fueron formando y que se fueron conformando con mucha dureza, eso hay que desmoronarlo y de eso se trata, ese es uno de los más grandes retos que la revolución. Ahora fíjate, este amigo que está todavía, José Alfredo está ahí, seguro nos está oyendo.
Presidente Castro: Que habló de la corrupción.
Presidente Chávez: De la corrupción, ese es uno de los antivalores.
Presidente Castro: Y me acordó porque yo dije que en Cuba había.
Presidente Chávez: Que en Cuba había corrupción pero que la sancionaban, que la castigaban. Aquí.
Presidente Castro: No es sólo eso mira, sino hay que librar una batalla tremenda de carácter moral, biológico, hay que crear valores, costumbres también, herencia; nuestros antepasados españoles, recuérdate que nos trajeron algunas costumbres que los indios no conocían y que tampoco los procedentes de África conocía, es proverbial que nuestros queridos antecesores españoles practicaban el hábito, muchos de sus funcionarios de la corrupción, es uno de los lastres contra los cuales tenemos que luchar y nosotros luchamos, pero en nuestro país decenas de miles de personas administrando cosas, decenas de miles, más que en ninguna otra parte. Lo que nosotros hemos podido garantizar mientras ganamos la batalla, es secular contra la malversación, es garantizar que se mantengan los niveles fundamentales de decisión, de la dirección política y de la dirección gubernamental, la ausencia total de malversación. Esa es una palabra que allá ni se conoce entre los compañeros porque jamás se ha tolerado, es más fácil verlo y comprobarlo. Yo no quiero hablar cómo nosotros hemos dispuesto los mayores sacrificios a los cuadros en los niveles más altos. Estos son valores que se tienen a través de la revolución y dar el ejemplo.
Presidente Chávez: Eso que tu has dicho es fundamental, dar el ejemplo, porque así como tú decías, eso va en una carga, en una herencia, un lastre como tú decías, pero hay épocas en las cuales, en alguna región, en algún país, en alguna época, eso así como los diablos se salen del infierno y se desatan y andan por ahí cabalgando y en la de Venezuela esta última época es un ejemplo. Aquí se desató el diablo de la corrupción, es el cáncer, como bien lo ha expresado José Alfredo, que se metió por todas partes, pero claro, impulsado por el mal ejemplo de los que gobernaron y además, de que el mal ejemplo es mal ejemplo aunque no se sepa, pero hace menos daño, acciones indecorosas, pero aquí fue un descaro. Fidel aquí llegó un supuesto líder de uno de los partidos históricos del siglo a decir, ante el país, a través de los medios, no sé en qué ocasión fue, pero fue una frase que retumbó y derribó a lo mejor lo poco que quedaba en los ámbitos públicos y en la sociedad contra la corrupción. Dijo: “Aquí en Venezuela no hay razón para no robar”. Presidentes, sus familiares, amigos, ministros, funcionarios de todo tipo robando pero descaradamente y con pruebas. Aquí hay un presidente, no venimos aquí a nombrar a nadie, de eso me encargo yo solo después que tú te vayas, pero aquí hubo un presidente.
Presidente Castro: Cuándo me voy, después que termine esto...
Presidente Chávez: Después que salgas volando, lamentablemente tienes que irte de nuevo a La Habana, pero volverás pronto, estoy seguro. Aquí hubo un presidente, se demostró con documentos, que en su primer gobierno robó mucho dinero, ah, pero el Congreso determinó que no, que no era responsable. Y la Corte Suprema estaba en manos de ellos mismos. La impunidad, la impunidad más descarada de los sectores que se adueñaron del poder, de todos los poderes en uno solo, concentrado en pocas manos. Solo después de la rebelión del 4 de febrero, sólo después de la rebelión popular del 89, un poco antes del 89, la del 92, sólo después de la segunda rebelión militar del 92, el 27 de noviembre, entonces se activaron los mecanismos para echar aquel hombre del poder, que había seguido haciendo y deshaciendo y permitiendo a los demás. Aquí había un dicho Fidel, acerca de uno de estos partidos que gobernó el país casi todos estos años, bueno, “con esta gente se vive mejor –fíjate tú- porque roban, pero dejan robar”. Imagínate tú. Y aquí llegó el día, el momento tenebroso en que si algún funcionario público, yo conozco uno, en mi pueblo, a quien nombraron uno de estos gobiernos, hace como unos 15 años, lo nombraron prefecto de un pueblo y administraba algunos recursos y aquel hombre cuando salió de la prefectura tres años después, era tan pobre o más pobre de lo que era cuando entró, andaba en alpargata no tenía ganado, no tenía tierra, tenía la misma casita pequeñita con su familia y salió de ahí al mismo trabajo y sabes lo que decían en el pueblo, yo voy a utilizar esta palabra porque el autor de las Lanzas Coloradas un día la utilizó en público y desde entonces la usamos en público, antes no se usaba pero cuando don Arturo Uslar la utilizó, él, intelectual y escritor del siglo, como que nos autorizó entonces para usarla, para ser más gráfico, pero la expresión popular era esa, mira, a este mi amigo que fue prefecto y administró varios miles de bolívares y no se robó nada, más bien salió más pobre, ¿qué decían en las calles? “Este si es pendejo. Lo señalaban como pendejo chico porque no robó. Lo normal era, bueno, se tomó como si fuera normal que la gente saliera de los cargos con tremendo hato, con tremendo carro, y viviendo como rico, con cuentas bancarias, desde los presidentes hasta los alcaldes, gobernadores, prefectos, jueces millonarios. Ahora José Alfredo, sí, la lucha es de todos. Yo en ese caso lo he dicho y lo he hecho hasta donde he podido y lo seguiré haciendo hasta donde pueda, una vez lo dije, cuando ocurrió algo que el país sabe que a mi me dolió mucho pero igual lo asumí, cuando sentí que iba a pasar lo que pasó al final, nadie lo sabía, sólo yo, yo lo percibía ya pero con absoluta certeza, cuando juramenté al vicepresidente de la República dije en el Palacio de Gobierno, presintiendo lo que iba a pasar y pasó unos días después, dije: “Entre un millón de amigos y un principio, me quedo con un principio”. Y la vida me ha llevado a perder amigos, a quien yo creía amigos del alma, compañeros de lucha, etcétera, por aferrarme a los principios. Pero claro, que he ganado muchísimos amigos, nobles, nuevos, viejos, porque afortunadamente la inmensa mayoría de nosotros estamos decididos, de verdad, a acabar con estos males, la corrupción uno de ellos. La Asamblea Constituyente generó ese proceso, Fidel aquí hemos sacado a través de un proceso constituyente más de doscientos jueces que no tienen forma de explicar, la mayoría de ellos ¿de dónde sacaron tanto dinero? Millonarios, mil millonarios, jueces, claro, porque les pagaban para condenar sólo a los pobres, a los que no tienen dinero para pagar y para bueno, mantener la impunidad a asesinos, a ladrones, secuestradores, corruptos, siempre que tuvieran dinero para pagar, para ellos nunca se les aplicaba la Ley. Ahora, no sólo eso, tú has dicho una gran verdad, José Alfredo, la lucha contra la corrupción debe ser de todos los días y el ejemplo es fundamental, también lo señalaba Fidel con mucha claridad. El Poder Judicial nuevo, el Tribunal Supremo de Justicia que tú señalabas como uno de los casos de la CANTV, vamos a averiguar Elías esta decisión del Tribunal Supremo y a ver cuáles son esos tribunales que no quieren cumplir, porque si un juez no cumple una decisión del Tribunal Supremo, pues hay que aplicarle la Ley al Juez, sea quien sea. Ojalá sea cierta esa decisión del Tribunal, de todos modos averíguate a ver. Pero ese nuevo Poder Judicial que está naciendo, ese nuevo poder ciudadano, la Fiscalía, necesitamos fiscales de verdad. Todavía estamos lejos del estado que estamos buscando. Aquí no teníamos estado. El estado había sido destrozado y estaba en manos de pequeñas cúpulas nacionales, locales y regionales, de corruptos, de inmorales, de insensibles, que destrozaron al país y mientras se enriquecieron y se repartieron, durante años, los inmensos recursos provenientes del ingreso petrolero, para decir uno solo, pues el pueblo fue acumulando el dolor y la tragedia a las que se refería Fidel y a las que hemos visto y a las que yo me topo apenas salgo a cualquier esquina, el dolor, las lágrimas, los enfermos, los moribundos, bueno los “condenados de la tierra”, yo he usado esa frase de Frank Fanon, le he retomado de nuevo después de muchos años. Una especie de condena contra un pueblo heroico, noble, que tiene en sus venas la sangre de libertadores y que ahora, ha retomado el sendero de su dignidad. Esa es parte de nuestra verdad, de nuestra cruz. Ahora, la lucha contra esa corrupción es de todos los días, es de todos los días y es de todos los funcionarios y no sólo de los funcionarios, de todos los venezolanos, donde quiera que estén a través de la denuncia honesta, de la denuncia valiente, el Poder Ciudadano, la Defensoría del Pueblo, he allí otro instrumento que hemos creado. Fidel comentaba que nosotros aquí hemos salido del clásico modelo de Montesquieu, de aquellos tres poderes, el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y ahora tenemos el Poder Ciudadano y un Consejo Moral Republicano, que el que tenemos ahora es transitorio, ahora se va a activar el mecanismo constitucional legítimo, para nombrar definitivamente la Fiscalía y los fiscales nuevos, con nuevos métodos y una nueva Ley, que no existe todavía porque aun la transición no ha concluido, tenemos todavía espacios del puente por construir, por recorrer, desde la Defensoría del Pueblo que todavía no tiene ni siquiera Ley, no tenía ni presupuesto este año, no recuerdo cuánto fue que sacamos de unos ahorros, mil millones de bolívares, no fueron un poco más, ah, no, para el presupuesto del año que viene fue que incrementamos, ni siquiera un bolívar tenían esos nuevos poderes. Ni oficina tenían, ahora están instalándose, hemos buscado oficinas viejas, otras nuevas, etcétera y ahora la Asamblea Nacional que apenas está comenzando a funcionar tiene que hacer las leyes de la Fiscalía nueva, la Ley de la Defensoría del Pueblo, una nueva Ley de Contraloría, porque ¿qué pasa? Que las leyes que existen, buena parte de ellas fueron hechas por los corruptos y las hicieron para protegerse, muchas de ellas. Muchas leyes fueron hechas para proteger y para facilitar la impunidad. Es un nudo gordiano que ni siquiera Alejandro Magno con su espada pudiera romperlo. Ahora, nosotros solo con el poder constituyente del pueblo estamos rompiendo ese nudo gordiano.
Presidente Castro: Disolverlo.
Presidente Chávez: Sí, disolverlo, disolverlo, no hay forma de romperlo. Sería perder tiempo y crear en democracia, en libertad, con la opinión de todos y sobre todo la participación del pueblo y esa fuerza creadora que tiene nuestro pueblo, Bolívar lo decía en alguna ocasión: “Creo más en los consejos del pueblo que en los consejos de los sabios, oigamos al pueblo y por ahí irá la salida; el control social”, yo por ejemplo, por eso hablo mucho con ustedes, mucho y bueno, nunca será mucho, hablo con ustedes; y les explico, hace poco pasé varias horas diciendo todas las obras, las principales, no todas, que vamos a empezar a construir, ¿para qué? Para que ustedes estén atentos. Me gustó mucho cuando en Margarita fuimos a entregar unas viviendas, ahora, viviendas hechas por nosotros, y había mucha gente protestando con pancartas y una mujer brava que no la seguridad no la dejaba pasar y bueno, le dije: déjenla pasar, y pasó, y habló. Ah, y me dijo: “Chávez ven para que veas las casas que nos dieron aquí”. Yo primero pensaba que era gente de mi gobierno y si hubiese sido mi gobierno más rápido actúo y con mayor implacabilidad, con la espada más afilada, porque mientras alguien esté más cerca de mí más duro recibirá el golpe de la Ley siempre, por supuesto, en casos de corrupción. Además, el desprecio de quien engaña, traiciona, de quien abandona principios y se deja llevar por el facilismo y pasa a ser parte de lo que estamos combatiendo. Pero no, en este caso, afortunadamente no era de nuestra gestión, sino de la gestión anterior, unas casas que costaron millones y millones de bolívares y las casas se están abriendo en dos partes. Y cuando uno va a revisar los materiales con que fueron construidas, se pulverizan a la mano, tu agarras y le quitas un pedazo a la pared, es decir, no le echaron cemento, casi pura arena, no cumplieron con esa mezcla, eso está estipulado en todo lo que es la ciencia de la ingeniería, tanto de cemento, tanto de arena, casi pura arena. Aquellas casas se están pulverizando. No le hicieron bases, las columnas, ustedes saben que las columnas se colocan cabillas; yo de niño trabajé con mi padre haciendo la casa donde vivíamos, esa que tú viste ayer, ayudábamos de niño a batir, a cargar el concreto, la mezcla, a echarle agua después que los hombres batían la cosa, a pasar los bloques, éramos ayudantes pues. Mi padre hacía bloques. Yo recuerdo que ellos colocaban, Julián Colmenares q.e.p.d. a quien recuerdo tanto, que era el maestro, el mejor maestro de obras del pueblo, ingeniero popular, de esos del pueblo, ellos colocaban cuatro cabillas y las iban amarrando; cabillitas que se picaban con un alicate, una cosa, y luego las encofraban con unas maderas y eso iba relleno de concreto, las columnas de la casa. Estas casas, con un martillo, Fidel, aquella de allá de Margarita, donde debía estar una columna eso está hueco, tienen unas cabillas de esas de “tripa de pollo” y por dentro no tiene nada, y las casas se están cayendo, no tienen columnas chico, y le están cobrando a la gente, un banco que le prestó, no sé quién. Ya ordenamos una investigación y ya...
Presidente Castro: Chávez, sí tienen columnas, la quinta columna.
Presidente Chávez: Las quinta columna, el cáncer ese de la corrupción. Ahora fíjate, yo decía todo esto porque bueno, hay que luchar contra la corrupción vieja, contra la que se mantiene, contra la inercia y lo que yo iba a decir con este ejemplo, es que sólo yo me enteré de eso porque la gente salió con sus pancartas y porque una mujer, fíjate tú, porque siempre está la seguridad esa que nos protege, como ahora tú ordenaste ahí y todo el mundo me regaña porque dijiste que tengo que cuidarme más, todo el mundo me dice: ¡Cuídate! ¡Cuídate más! Me cuidaré más.
Presidente Castro: Y después todo el mundo me va a dar más la razón todavía, allá en Cuba y aquí en Venezuela.
Presidente Chávez: Tú tienes la razón, tú la tienes, cuando dices que yo no contribuyo, es verdad, pero claro es una angustia, yo veo a una mujer allá llorando con un niño, entonces peleo a veces con la gente mía. He llegado a agarrar a alguien de seguridad, de los míos, tuve a punto de agarrar a uno tuyo, lo regañé y yo pensé que era de los míos y Fidel se metió allá en La Guaira, pero claro con razón, ellos andan en su trabajo y casi obscuro ya.
Presidente Castro: Primero se nos apareció un hombre delante del carro, furibundo, llevando un letrero.
Presidente Chávez: Se atravesó en el carro con una foto de Fidel y lo apartaban los muchachos y él estaba medio tomado y se resistía hasta que tuvimos que nosotros bajarnos y decirles déjenlo quieto.
Presidente Castro: El vino pero siempre en esa lucha para que no empujen. Donde nosotros vamos es una desgracia, hay que abrir paso y a Chávez le pasa como a mí, constantemente van los compañeros, por un lado le dan orden que tomen tales y cuales medidas de seguridad, que técnicamente son las correspondientes y por otro lado están recibiendo los regaños nuestros constantemente, alguien quiere saludar, le apartan el brazo y a veces uno, arañan desde luego, y a mí el otro día en uno de esos saludos me arrancaron casi un dedo por eso es que no podía batear ahí....
Presidente Chávez: Yo te vi que tu estabas en Barinas chocando la mano con la gente así rapidito.
Presidente Castro: Es una técnica muy rápida porque sino te agarran, algunos tienen anillos y los anillos rajan y vienen las heridas.
Presidente Chávez: Mira todas estas huellas que tengo yo aquí en las manos.
Presidente Castro: Y las que te faltan. Hay momentos que hay que desafiarlos, uno de estos días, para demostrar que los hombres que luchamos por las causas estamos mucho más allá del temor a cualquier peligro, a cualquier sacrificio. Hay momentos en que hay que hacerlo, hay que usar mucho la sorpresa también. Acuérdate que yo soy un veterano de esas luchas. Acuérdate que yo puedo ser tu padre.
Presidente Chávez: No digo mi abuelo, no, mi padre.
Presidente Castro: Depende de la precocidad.
Presidente Chávez: Fíjate que yo soy abuelo.
Presidente Castro: Acuérdate que tu tienes 47 y yo te llevo 17 años, no quiero hacer las confesiones de Juan Jacobo Rousseau o algo parecido. Así que yo te puedo decir que puedo ser tu padre.
Presidente Chávez: Ya yo soy abuelo. No, yo te oigo mucho tu consejo.
Presidente Castro: Y yo no soy todavía bisabuelo.
Presidente Chávez: Yo te oigo mucho tu consejo, pero tu me entiendes ¿cómo a pesar de que sea de noche? ¿cómo a pesar de las medidas de seguridad tú vas a dejar a una mujer llorando con un niño como la de ayer? Que se arrodilló llorando, porque el niño tuvo un accidente, un golpecito y perdió la vista y no la atienda nadie, ni hospital ni alcalde, nadie, ni los vecinos, porque también se trata de la solidaridad social, no es el Estado nada más, es el problema de los vecinos ¿dónde vive esa mujer pues? ¿No hay nadie que sepa eso? Yo siempre digo aquello y le digo al pueblo venezolano: no esperen que el gobierno se encargue de todo, y es lo que tú has dicho hoy en la mañana, es la organización social. Una vez le dije yo, una niña paralítica que bueno, no camina, sin silla de ruedas, entonces la cargaba la mamá, pero viven en un barrio donde hay mucha gente. Yo regañé a aquella agente. Yo agarré a aquella niña, y bueno como no, y le conseguimos una silla de ruedas, a lo dos días la tenía, una donación porque tenemos unos fondos para ese tipo de casos. Ahora, yo le reclamaba a los vecinos de ese barrio, bueno ¿qué pasa con ustedes pues? ¿ustedes no ven este caso? ¿Todos los días no ven a esta pobre madre con esa niña paralítica y no han hecho nada? Una niña como de siete años. Desde que estaba chiquitica, parece que un carro la atropelló y no la atendieron a tiempo, los dramas de los pobres, y yo les digo, bueno pero ¿cuántos viven en este barrio? ¿diez mil? ¿cinco mil? Y ¿no han podido hacer nada? ¿No han podido hacer nada por esta niña? ¿tiene que venir aquí el Presidente o el alcalde o el gobernador? Es lo que tú has dicho, es la organización del pueblo para luchar y buscarla y darle solución a muchos problemas, es la lucha contra la terrible enfermedad del individualismo, que es lo que nos han metido en la cabeza con este planteamiento neoliberal, eso que uno oye por ahí que corre. No, a mi me dijo una vez alguien a quien yo respeto mucho y me dio un consejo pero un consejo terrible, y pelee con ese a quien aprecio y respeto, pero claro, es su criterio. Había un problema de un grupo de oficiales, nada que ver con la rebelión, un batallón, una unidad, un problema, creo que se perdió un fusil, aja, se perdió un fusil y yo tuve guardia uno de los días, ahí se empieza a investigar, bueno, entre tal día y tal día y yo estuve de guardia, entonces yo comencé a revisar mis procedimientos, si cumplía o no con mis labores, si me descuidé, así que estaba haciendo mi informe y venía un oficial superior a mí en grado pero era mi amigo, capitán, yo era teniente y me llama: mira Chávez –ah porque él estuvo de guardia el mismo día que yo, el oficial de día y yo oficial de inspección, en un batallón, entonces el capitán me llama y me dice, mira Chávez, yo voy a hacer mi informe así y has el tuyo parecido al mío, vamos a decir lo mismo. Y cuando yo leo el informe que él había hecho y lo tenía firmado, le dije: Mi capitán, yo no estoy de acuerdo con esto, yo no hice esto, yo no sé si usted lo hizo, le respeto, pero yo al menos, yo no pasé a esa hora por ese sitio, estaba en otro lugar. El estaba pidiéndome que yo dijera que sí habíamos estado los dos en los parques revisando. No, yo sí pasé por ese parque, pero no a la hora que él decía. Bueno yo le dije, no. Se molestó conmigo, teniente no sé qué. No, yo hago mi informe, y recuerdo que me dijo, era como la media noche, me dijo: Mira Chávez, tú tienes que entender, primero en la puerta del cielo yo y los demás al infierno. Fíjate tú, imagínate tú. Aunque tú le eches la carga de responsabilidad a un compañero. Y yo le dije: Y si de verdad nosotros tenemos la culpa? ¿si fuimos negligentes? Asumamos nuestra responsabilidad. Al final apareció el fusil y no se determinó a qué hora, pero apareció el fusil por allá escondido, algún soldado se lo llevó y lo escondió para llevárselo. Eso ocurre de vez en cuando en los cuarteles, cuando no hay buena vigilancia de oficiales y las llaves del parque y todos los días hay que revisar en la mañana y en la noche, el parque y contar los fusiles y cuántas municiones tienes, etc. Bueno, pero a mí nunca se me olvidará, porque aquel era un buen hombre, no era un mal hombre, es un buen hombre. Pero es una cosa heredada, el maldito individualismo. Entonces, mucha gente dice, bueno yo, tengo tres hijos, estoy bien porque los tres están en la escuela, estoy bien porque duermen en una cama aunque sea modesta. Mentira, no puedes estar bien si al lado, decía Martí, precisamente era Martí. Martí lo dijo, no recuerdo textualmente, pero el sentido es lo importante, ningún hombre es honesto si sabiendo que hay alguien cerca de él sufriendo y no hace nada por aliviar en parte ese sufrimiento, aunque sea el intento, porque uno pues a veces, cuántas limitaciones, pero aunque sea intenta. Entonces, por honesto Fidel es que yo no puedo, uno no puede, tampoco lo hace, de dejar a una mujer llorando y a un niño en brazos que está perdiendo un ojo, un hermoso niño, gordito además, tú lo viste, gordito y lindo como todos los niños, pero éste estaba maiciaito, pero tiene un ojito enfermo y está perdiendo el ojo.
Presidente Castro: En la córnea, se puede salvar, pero lo primero que le preguntamos fue ¿Qué diagnóstico le habían dado? Y la atención adecuado lo salva. Fíjate, te voy a interrumpir un segundito de esta encantadora exposición que tú estás haciendo y uso la palabra porque veo encantado aquí, a todo el mundo. Lo que estás diciendo con motivo del planeamiento que yo hice público, lo hice deliberadamente público, porque quería comprometerte ante la población. Fíjate, yo siempre te acompañaría en esos gestos condicionado, eso en primer lugar. En segundo lugar, tanto a ti como a mí nos gustan hacer esas cosas y hemos disfrutado en estos días, en Caracas, mezclado con miles de personas por las calles, por todas partes, somos felices, porque uno siempre siente una cierta satisfacción cuando hace esas cosas. Tercero, dos problemas persuasiva, pienso yo; yo por lo menos, digo yo porque te conozco más, tengo más elementos de juicio que el resto de muchos de tus compatriotas o de los míos, tengo más conciencia que tú de la responsabilidad que tú tienes en este momento, no sólo con Venezuela sino con América Latina y el mundo, este mundo globalizado. Fíjate que la OPEP es una organización globalizada, ¿no es así? Hoy todo está relacionado, allí uno asiste a la mesa redonda donde hablamos, allí hay que hablar y hay que llevar razones, hay que llevar ideas, es decir, ya la responsabilidad es tuya y no es sólo con Venezuela y con América Latina, estamos más conscientes que tú y tienes un problema que yo no tengo ni tuve, porque desde el primer momento que empezaron a hacer planes para eliminarme, inmediatamente plantee ante ciento de miles, tal vez un millón de ciudadanos, que bueno, que yo no me preocupaba por eso, porque si faltaba había otros. Nosotros teníamos un grupo de cuadros muy unidos y formados; formados en la organización de la lucha, formados en las prisiones, formados en el exilio, formados en los combates, formados hasta en la resurrección, un pequeño ejército quedó reducido de ochenta y dos a siete, y teníamos muchos compañeros valiosos y desde el primer momento tenía un sustituto. Tú ni lo puedes nombrar, y aquello fue ante un millón de personas y hace que se reúnan el conjunto de circunstancias, en que tú has unido a tanta personas, incluso a quienes fueron adversarios en un momento, los has unido, tienes todo el apoyo del pueblo y su simpatía, todo el apoyo la simpatía de tus compañeros de armas, y eso no se puede resolver así al azar y por eso dije y lo dije en la Asamblea y no era intención ninguna de halagarte, tú sabes bien como yo soy, que tú no tenías sustituto en este momento, en este país. Y lo dije precisamente porque queremos que tu salves a muchos niños, y ayudes a millones de personas y deshagas tantos entuertos que ni Don Quijote se le imaginó nunca, para toda la justicia que hay que hacer en este país, en este hemisferio, donde tú tienes un prestigio creciente. Es en eso lo que yo pienso. El destino te ha dado esta responsabilidad y yo no te pido mucho, te pido que no lo hagas cuando no hace falta, nada más. Yo tengo el hábito de hacerlo, pero era más cómodo, menos méritos, porque ya te digo, yo puedo desaparecer hoy, mañana, en cualquier momento y no habría trascendencia para nuestra revolución. Si tenemos la desgracia, porque hay determinados momento en que los hombres juegan un papel decisivo e insustituible, ha habido teorías sobre el papel del hombre en la historia. Yo no creo mucho en eso o al menos lo rechazo, porque eso de creerse insustituible es bochornoso, más sabiendo que hay millones de inteligencias, pero ni todas pudieron estudiar, ni todas pudieron vivir una especial experiencia, los hombres no son hijos de sus méritos, pero el momento histórico que le correspondió nacer, si hubiera nacido en el siglo pasado habría hecho algo, como Zamora, pero has nacido en este, en un momento en que estás bajo la égida de una potencia unipolar, en un mundo que está al borde de una catástrofe en todos los sentidos. Estás en el país de Bolívar, que tú eres bolivariano, y lo eres, no lo cuestiono, en el país de Bolívar significa mucho, en la Venezuela que inició la lucha por la independencia, en un pueblo que tiene excelentes condiciones, en un pueblo al que la naturaleza le dio grandes recursos; un conjunto de factores no se reúnen así, fácilmente; esa es la razón por la cual yo me atreví abusando de la confianza y la amistad que tengo contigo a hacerte, no una crítica, un reproche público, porque tú te sentías comprometido por los demás y que los demás entendieran también.
Presidente Chávez: No, yo entiendo, yo como te conozco tanto entiendo perfectamente, porque ya ese reproche Fidel me lo ha hecho en privado, pero como a lo mejor se da cuenta de que no le he hecho mucho caso, ahora lo dijo delante de todo un país. Bueno anoche me vi con unos generales amigos que tú conociste y me llamaron los tres, en la noche. Hugo, cuídate. O sea que ese reclamo ahora se consigue por todas partes, un telefonazo de alguien, ayer: Hugo, cuídate. Yo te agradezco mucho Fidel tu, primero tu franqueza, tu sinceridad; yo sé, yo te conozco, quien te conozca y yo pues he tenido la dicha y lo manifiesto públicamente de conocerte personalmente después de aquella noche en La Habana y le pido a Dios que nos dé la oportunidad de seguir conociéndonos. En estos tres días he aprendido a conocerte y apreciarte mucho más que en todos los años anteriores cuando nos vimos de manera circunstancia, pero tres días a tu lado recorriendo, caminando, hablando, haciendo cosas, teniéndote, hasta como tú lo decías, de una especie de ayudante circunstancial, leyendo, iba abriendo papelitos, porque es que los papelitos los lanzan; a veces las manos no llegan y los lanzan como pelota, Eusebio, la gente los agarra y les hace así como, y los lanzan y entran por la ventanilla; uno anda agarrándolos en el aire y Fidel comenzó pues, a mi pedido, muy respetuoso él, él lo que hacía era recogerlos, agarrarlos y los iba acumulando pero yo le dije, vamos a leer, ¿por qué no me ayudas a leer algo ahí? Y nos enteramos de cuántas cosas, no; algunos que se quejaban de que no le daban un puesto, de que lo habían echado de la corrupción de alguien, cosa que ya estamos investigando; todo eso nosotros lo procesamos. Ahora, el amigo.
Presidente Castro: Fue el último, quien demonios te sustituye a ti en esta mesa redonda, te has convertido en un maestro, un campeón de la comunicación; no se sabe lo que suena Chávez.
Presidente Chávez: Ah, tú dices el programa Aló Presidente.
Presidente Castro: Sí, a ti y nadie va a hacer ese papel aquí tampoco como lo haces tú, así que mira ya lo tuyo, en mi programa contigo, aquí yo tengo que hacer una conspiración para que te prohiban hacer lo que a ti te dé la gana.
Presidente Chávez: Bueno yo contribuyo con esa conspiración, porque en verdad, claro que siempre lo he dicho, repitiendo a Bolívar: Soy solo –dijo Bolívar un día en Angostura. ¿Sólo –él decía- me pueden atribuir a mí tanto mal o tanto bien? Y concluyó: Soy apenas una débil paja arrastrada por el huracán revolucionario. Pero claro, yo entiendo todo lo que tú dices y no voy a comentarlo por razones obvias, pero pudiéramos hablar y lo hemos hablado en privado pero como el tema me toca tanto estoy imposibilitado éticamente de hablarlo, sólo que trataré, sí, te lo digo a ti y a nuestro pueblo de cumplir mi papel hasta donde pueda cumplirlo y no me importa cuál sea; lo he dicho y lo dije al país en estos años que pasaron, siendo Presidente incluso. Me pongo a la orden del pueblo, me pongo a la orden del proceso; entiendo mi papel en este momento y trato de jugarlo y de impulsar con toda la fuerza del alma, del cuerpo, de la mente lo que haya que impulsar; pero claro, como también lo sabes tú y lo sabemos, no sólo depende del líder, tú también lo señalabas, el equipo del líder y aquí estamos creando equipos y yo tengo un gran equipo de hombres, de mujeres de trabajo que cada día estamos y tenemos que compenetrarnos mucho más cada día, cada momento ante la situación; depende también de la gobernabilidad del contorno y en eso estamos también, destruyendo ingobernabilidades y construyendo gobernabilidades; se trata también del proyecto hacia dónde vamos, no basta con un líder o con un dirigente que tenga carisma, se trata del proyecto. ¿Cuál es el rumbo en lo social, en lo político, en lo económico? De todo eso se trata y uno jugando su papel, tratando de cuando haya que tocar la bola, tocarla; cuando haya que meter un jonrón pues tratar de llevar la pelota a donde la llevó Verde ayer; cuando haya que sacrificarse incluso tocando la bola para que otro avance también.
Presidente Castro: O correr 80 kilómetros como ayer para llegar a tiempo.
Presidente Chávez: Ayer.
Presidente Castro: Contigo de conductor.
Presidente Chávez: Ayer corrimos 80 kilómetros. Estamos terminando. Un abrazo y un saludo a todos en Cuba, en Venezuela. Gracias a Telerrebelde, gracias a Radio Rebelde, gracias a quienes llamaron y gracias a quienes estuvieron marcando, estoy seguro, el número o los números de nuestro programa Aló Presidente y no pudieron, por ahora, comunicarse, sigan intentándolo, no les cuesta nada en lo financiero; gracias por tantas ideas, por tantos alertas como ese de la corrupción; gracias al esfuerzo de todos los equipos de Cuba, de Venezuela, desde el punto de vista técnico, periodistas que han hecho posible esta transmisión de hoy; gracias a los muchachos del campo de Carabobo que nos han prestado toda su colaboración, gracias a todos quienes trabajaron en la preparación de este programa que nunca olvidaremos y especialmente gracias a ti Fidel por dedicarle este tiempo de tu vida a nuestro pueblo, a estas reflexiones que hablamos, hablamos de historia de la independencia, hablamos de las batallas, hablamos de economía un poco, hablamos de la sociedad, fundamentalmente la sociedad, hablamos del presente, hablamos del futuro y vamos a continuar este intercambio, esta visita y esta agenda que cada día estamos llevando y muy apretada, no bajamos la guardia nunca; no vamos a descansar ni un segundo, a trabajar siempre.
Hablando de agenda y por ahí siempre nosotros terminamos explicándole a nuestro pueblo, Fidel, lo que hemos hecho, lo que estamos haciendo y lo que vamos a hacer; lo que hemos hecho esta semana como ha habido tanta difusión a través de los medios pues no voy a llover sobre mojado; especialmente vamos a hablar de lo que esta semana haremos, la próxima semana hasta el próximo domingo. Pues mañana continuaremos nosotros, hoy vamos a recorrer el campo de Carabobo, ya lo hemos dicho, para explicarle a Fidel y a su comitiva, Eusebio que conoce tanto, vamos a mirar el propio campo de batalla; a todos, a Felipe, a Germán, a todos, a explicarlo y a ver, sobre todo a ver en el campo de batalla, en la sabana gloriosa de Carabobo; luego nos iremos a Caracas donde trabajaremos esta tarde para evaluar todas las cosas que hemos estado haciendo, intercambiar opiniones de la delegación cubana con nuestro cuadro, con nuestra gente, con gobernadores, con alcaldes, cultores de lo nuestro, los niños cubanos que andan por allá; anoche tenían tremenda barra, hicieron bulla bueno y bailaron y cantaron desde antes del comienzo del juego hasta, no se querían ir, después que estaban; nosotros salimos y todavía estaban allí cantando, bailando, una hermosa delegación cubana que nuestro pueblo ha recibido con el corazón; luego esta noche también cenaremos juntos, en familia y vamos a trabajar un rato, seguramente hasta tarde, para mañana lunes en la mañana firmar el Acuerdo integral de cooperación, allá en el Palacio de Gobierno; un acuerdo que es, como tú lo decías, es lo menos que hemos hablado, claro están nuestros equipos trabajando, revisando la redacción y mañana explicaremos al país y al mundo los detalles de ese convenio que como ustedes saben tiene dos componentes fundamentales. Venezuela por una parte coopera con Cuba vendiéndole petróleo y derivados con condiciones similares a las que estamos ofreciendo en el Pacto de San José y especialmente, no tanto el Pacto de San José sino especialmente en el Acuerdo Energético de Caracas firmado hace poco más de una semana con los presidentes de los países de Centroamérica y algunos países del Caribe como Jamaica, Haití; ahora Cuba se suma a ese acuerdo en un, todos son acuerdos bilaterales pero dentro de un marco general de cooperación, esa es la primera parte, Venezuela le vende a Cuba petróleo y derivados con estas condiciones, es decir una parte de ese valor del petróleo, de ese costo del petróleo, de ese precio del petróleo, pasa a ser una deuda en tantos años, intereses, mañana ya conversaremos de esto; pero hay una segunda parte, un componente que es Cuba ofrece a Venezuela diversos mecanismos de cooperación en educación, en salud, en turismo, en agricultura, etc., y ya tú decías por allí, leí en la prensa de hoy que algún periodista tú le comentabas ante una pregunta, que ustedes son como los soldados que planifican para un día o dos días, rápido, de respuesta rápida, por ahí lo vi hoy en prensa, en alguna parte tú lo dijiste y alguien lo recogió porque son –está entre comillas- una cita textual de alguna conversación tuya con algún periodista. Bueno, Cuba está, me ha dicho Fidel, lista y ya venimos trabajando hace tiempo, anoche jugó para nosotros un entrenador cubano.
Presidente Castro: Sí, magnífica persona.
Presidente Chávez: Sí, que tiene aquí varios meses y llevó a nuestros muchachitos, el equipo infantil a ser campeones mundiales en un campeonato mundial de beisbol que hubo en Brasil hace varios meses; tiene varios años aquí, creo que uno o dos años.
Presidente Castro: Es muy joven.
Presidente Chávez: Muy joven, estuvo jugando con nosotros, compartiendo en el juego. Bueno, pero ahora vamos a oficializar y profundizar esa cooperación, asuntos médicos, medicina, equipos médicos, equipamiento, metodología, ciencia y tecnología, educación; la educación, decía Bolívar, el primer deber educar a un pueblo, eso es fundamental para la revolución, pero mañana hablaremos con detalles de esto; luego iremos a una rueda de prensa allá en el Centro Simón Bolívar, Centro Internacional de Prensa Simón Bolívar en la Cancillería que ha organizado nuestro Canciller que ustedes saben es periodista; almorzaremos, un almuerzo de trabajo; en la tarde seguiremos trabajando revisando los detalles del Acuerdo y mañana lunes pues está previsto que nuestro hermano y amigo Fidel y su extraordinaria y también afectuosa comitiva de hermanos partirán a La Habana. Luego –hasta la próxima, hasta la próxima, debe ser ahora que yo te visite.
Presidente Castro: Claro.
Presidente Chávez: Y luego tú vuelves, allí vamos a estar. Una y una, es más en beisbol yo le dije anoche a los peloteros cubanos que nosotros los queremos tanto que si nos siguen ganando aunque sea por paliza, no nos cansaremos de que nos ganen, pero trataremos de ganar, que no se descuiden; yo voy a comenzar a entrenar para estar en forma porque en verdad no tuve tiempo de entrenar para este juego y el equipo entrenó muy poco, Antonio Armas por ejemplo, una rodilla, vino por la moral y las ganas de participar, pero Antonio, él se retiró incluso de grandes ligas un poco joven por un problema en la rodilla y anoche me dijo antes del juego, bueno Presidente voy a hacerlo hasta donde pueda, y dio un batazo y se embasó, le puso el alma, yo lo vi; dio un batazo al cuadro y le puso el alma y llegó quieto a primera, pero ya la rodilla le molestaba un poco; lo mismo Luis Peñalver, el pitcher abridor, un gran, es un gran pitcher venezolano, también tenía alguna molestia, pero ahí le pusimos el corazón pero no se nos descuiden; para la próxima, en la revancha me lo como decía un boxeador, pero nunca le ganaba. ¡Ya va chica! Ya empezó ésta, pero mira a darme así, eso es todo el tiempo con el reloj. Mira, ésta es la posición de ella Fidel, se arrodilla ahí con relojito ese y empieza a hacerme señas así.
Presidente Castro: Pero está feliz, la he observado muy feliz durante todo el tiempo.
Presidente Chávez: Sí, ella siempre está feliz y el Chino, su esposo, que anda por ahí. Ahora, fíjate tú, ella a veces pasa, hay programas en los que ha pasado tres horas allí arrodillada haciendo señas y yo dale y dale y dale, me hago el ciego, que no la veo; me saca cartelones, me quita el café, ella me ataca por el lado logístico, me corta el café para que yo me vaya rindiendo poco a poco; ella hace de todo, me corta el café, me saca cartelones; ya nos vamos a ir. Bueno el martes estaremos juramentando al mediodía al general Guaicaipuro Lameda como presidente de Petróleos de Venezuela, pues ya está designado, ha estado recibiendo ya sus responsabilidades pero voy a juramentarlo en Palacio a las dos de la tarde y luego vendremos al Estado Carabobo, vamos a ir a la planta petroquímica donde está Cavim, ahí en la petroquímica está la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares, esto estaba muy decaído Fidel y dentro del desarrollo del proyecto hemos rescatado a Cavim y ahora se va a inaugurar y yo voy a asistir a inaugurarla, una plata de carga hueca, fábrica de explosivos carga hueca que se usan especialmente para las perforaciones petroleras; hemos hecho un contrato, Cavim ha hecho recientemente un contrato con Pemex, Petróleos de México, para proveerles creo que durante dos años toda la carga hueca que necesitan para las exploraciones petroleras y también de aquí va a salir la tecnología para apoyar más la tecnología, para compartir con ustedes la labor exploratoria de la que hablábamos hace tres noches, esa madrugada en La Viñeta, Cuba ha incrementado muchísimo. ¿Qué porcentaje fue que me dijiste que implementaron?
Presidente Castro: Seis veces.
Presidente Chávez: Seis veces.
Presidente Castro: De 500 mil ya a casi tres millones, aparte del gas.
Presidente Chávez: Aparte del gas.
Presidente Castro: Y la venta en medio millón, sólo en gas ya tenemos lo que teníamos hace, cuando empezó el período especial que incrementó a medio millón de toneladas más casi tres millones y en dos años más pensamos incrementarlo en otros dos millones.
Presidente Chávez: Y dentro de poco, tú me decías y me decía Marcos, el Ministro de Energía, que ustedes aspiran en pocos años autoabastecerse.
Presidente Castro: Planté una palabra, relativamente en breve tiempo.
Presidente Chávez: Relativamente breve tiempo.
Presidente Castro: Porque para nosotros puede parecer.
Presidente Chávez: En ese objetivo Cuba también contará con el apoyo venezolano y la experiencia que tenemos de exploración petrolera y sobre todo la exploración y el tratamiento de los petróleos pesados que ustedes tienen y del gas, ahí vamos a compartir.
Presidente Castro: No se sabe lo que vale eso, así como la experiencia para extraerle más petróleo al mismo pozo, el petróleo pesado, eso es un de un valor enorme.
Presidente Chávez: Y el trabajo de esos petróleos pesados, bueno ahí trabajaremos juntos también, ahí está Petrobras también trabajando con ustedes hace varios años y nosotros con Petrobras tenemos una asociación estratégica. Bueno luego, así es que el martes tendremos que ver todo con petróleo y petroquímica, estaremos trabajando en eso que es una línea estratégica fundamental del modelo de desarrollo; en la noche estaremos haciendo un acto de reconocimiento a todas las personas, yo quiero felicitar en verdad a todos los equipos civiles, militares, de Cancillería, del Ministerio de Secretaría tanto con el ministro Rangel Gómez como ahora con Elías, periodistas, etc., del Estado y de mi equipo. ¿Por qué? Fíjate tú por qué Fidel. Les voy a hacer un acto de reconocimiento, vamos a entregar unas medallas, unas placas, unos diplomas, creo que algunas condecoraciones. ¿Por qué? Porque en verdad nosotros venimos saliendo de tantos problemas y uno de ellos es la incapacidad del Estado para hacer las más mínimas cosas, ahora las más grandes imagínate tú. Cuando nosotros nos planteamos el reto de la Cumbre de la OPEP yo tenía grandes preocupaciones, no sólo porque había que ir a Bagdad como fui y a Teherán y después volar toda una noche hasta allá, hasta Yakarta y a conversar y a estudiar y a entender todo estas civilizaciones y costumbres y cómo fortalecer la OPEP que la tenían en el suelo, arrodillada y partida en pedazos; bueno, pero hacer la Cumbre ya, todo lo que es la seguridad de la Cumbre, una Cumbre tan compleja, todos los detalles protocolares, todo eso salió a la perfección, la Cumbre de la OPEP; luego la Cumbre de Presidentes Centroamericanos y del Caribe y luego la visita ésta hermosa que tú nos estás haciendo. Así que hay un equipo de muchachos, de muchachas, de gente por todas partes trabajando, solucionando problemas, prestando su ayuda y yo quiero hacer un acto de reconocimiento, pero adelanto, adelanto delante de toda Venezuela, de nuestro pueblo, que los equipos que han trabajado apoyados por nuestro pueblo y nuestro gobierno han demostrado y se han llevado bueno las glorias en un bautizo de fuego como fue la Cumbre de la OPEP. Bueno eso lo hace también ella, no.
Presidente Castro: Yo tenía, hacía como una hora con esto y nadie hacía preguntas y yo con este aparato.
Presidente Chávez: Esto es, esto significa que ahora sí es verdad, que incluso esto, cuando ella me quita los audífonos es una amenaza velada, que si no me apuro es que me cortan la señal, como ella; ella es presidenta de la radio.
Presidente Castro: En La Habana no te la cortarán.
Presidente Chávez: No, mentira, aquí tampoco la cortan nunca. Hemos pasado hasta cinco horas. ¿Cuántas llevamos ya?
Teresita Maniglia: No, llevamos cuatro.
Presidente Chávez: Cuatro, pero es que había la expectativa de las 17 horas aquellas de las que yo he hablado. Yo tengo una promesa que no he cumplido.
Presidente Castro: Un récord olímpico.
Presidente Chávez: De hacer una cadena de 17 horas, porque es que una vez me hicieron a mí una cadena de 17 horas y entonces algún día me la voy a desquitar, nos vamos a desquitar, pero no es ésta; habían pensado que como estábamos los dos.
Presidente Castro: Y sobre todo por la fama mía.
Presidente Chávez: La de los dos. Bien, en cuanto a dar unos discursos de, ¿cuál es el discurso más largo que tú has dado Fidel?
Presidente Castro: Ocho horas, de pie y sin ir al baño
Presidente Chávez: Ocho horas. Yo no he llegado a eso.
Presidente Castro: Te cuento, como la CIA siempre está vigilando todo, ella vigila el tiempo que yo estoy hablando, cuántas veces estoy parado y esa vez; ah no, fue especialmente. Entonces Gabo, Gabo que sabes como es Gabo, dijo lo que está demostrado es que no morirás de cáncer de próstata.
Presidente Chávez: Gabo, ustedes saben que es Gabriel García Márquez, un común amigo, buen amigo de Venezuela.
Presidente Castro: Ocho horas de pie.
Presidente Chávez: Está demostrado que no morirás de cáncer de próstata, ocho horas de pie y sin ir al baño. Bueno ocho horas, yo no he llegado a esas ocho horas; aquí hemos llegado pero no de pie, cinco horas; creo que en una de las campañas, tú que estuviste, creo que llegué a tres horas. Cuando uno habla una hora la gente dice, ah no pero ese vino suavecito hoy, ¿qué le pasa? Anoche no querían que tú dejaras de hablar en la universidad, fue un discurso muy breve, media hora, porque teníamos el juego. Bueno Teresita seguimos entonces para que no te angusties. El miércoles primero estaré en la mañana recibiendo cuentas de ministros que tienen sus carpetas por allí, siempre acumuladas y hay que atender todas las cosas administrativas, pero a las cuatro de la tarde del miércoles primero de noviembre me han invitado los muchachos del Iaeden, el Iaeden, Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional, los cursantes son coroneles, coroneles y capitanes de navío, a darles una charla, una conferencia en la inauguración del curso de este año: El nuevo poder nacional, vamos a estar hablando sobre este tema del poder, no sólo poder militar, es el poder económico de la nación, el poder social, el poder político, el poder militar y el quinto poder como lo hemos venido llamando en esta tesis del nuevo poder, el poder moral, que no es nada nuevo, es muy viejo, pero es un concepto muy bolivariano: Moral y luces, los polos de una república; o muy de Mao también, Mao decía que el final de la, el resultado de una guerra se define por la moral del hombre y no por la máquina que conduce el hombre; y muy de Martí también cuando hablaba de la moral.
Bueno estaremos hablando del nuevo poder, la concepción de poder en esta revolución; luego en la noche estaré dando algunas audiencias y tengo una reunión ese día muy importante que tiene que ver con la lucha contra la corrupción a la que se refería el amigo Manuel Alfredo, ¿no? José Alfredo, José Alfredo y su interesantísima exposición; bueno es que hemos decidido y el país ya lo sabe meternos a fondo en estas instituciones que vienen de la cuarta república y que están en transición también que tienen que ver con los impuestos y las aduanas; bueno desde que decidimos intervenir policialmente con la nueva policía política que dirige el capitán Eliécer Otayza, capitán bolivariano y revolucionario. Me decía Otayza, por ejemplo, que cuando intervenimos la aduana, una de las aduanas, en un día se incrementó, la recaudación en esa aduana intervenida por la policía política, se incrementó en casi 50 por ciento el nivel de recaudación; es que hay una penetración desde hace años de mafias, de roscas y de todo que le roban al pueblo los impuestos que deben pagarse en las aduanas y los impuestos que se deben recabar a la población. Así que hay un nuevo equipo para el Seniat y para las aduanas, no se trata de un hombre; hemos, yo pues ordené el seguimiento, ustedes saben, al altísimo funcionario público, quien era el superintendente, no superintendente, en verdad era Intendente de Aduanas y está detenido y hay un proceso en marcha y hemos intervenido casi todas las aduanas del país y hay centenares de detenidos que si no están presos por lo menos han ido a declarar, civiles y militares, esto no tiene, la lucha contra la corrupción no tienen límites; no nos pararemos ante nada ni ante nadie, le dije a Otayza incluso que me incluya una noche de éstas porque voy a ir de sorpresa, ya lo he hecho, hasta ahora no he podido detectar nada, las veces que; yo una noche llegué a disfrazarme de guardia nacional y otra de soldado, hace, ya siendo Presidente, lo que pasa es que eso lo saben dos o tres personas y me he metido en la aduana, hasta ahora donde he ido no hemos detectado nada pero ahora que ya le agarramos la punta del, cómo se llama, del hilo, ahora tenemos pistas mucho más firmes y vamos a profundizar esa lucha contra la corrupción porque es una robo al pueblo, esos dineros que se roban en aduanas y en los impuestos y todo esto, bueno hace falta para salvar vidas, para construir viviendas, ese es el mecanismo fundamental de la redistribución del ingreso con que cuenta un Estado; así que ahí no tendremos límites, pues vamos, me voy a reunir el miércoles por la noche con el nuevo equipo que va para el Seniat, un superintendente nacional tributario, intendentes de aduanas; voy a cambiar o vamos a cambiar casi todos los gerentes en las aduanas del país y además estamos haciendo una ley, así lo anuncio; le pedí al vicepresidente Isaías Rodríguez una ley especial anticorrupción, pero no sólo la ley, es la actitud y es la ofensiva que hemos iniciado para luchar contra este cáncer que ha azotado a Venezuela desde hace tanto tiempo.
Bueno el día jueves estaremos en Guarenas en la mañana inaugurando una planta industrial, me han invitado y voy a asistir; luego estaremos inaugurando al mediodía en el Parque del Este, el primer Infocentro. Ustedes recuerdan que en el plan de la sobremarcha anuncié la creación en todo el país de centros de informática, eso tiene que ver con algo que tú me explicabas, Fidel, que han estado haciendo en La Habana, esto serán centros bueno donde la gente podrá ir gratuitamente en cualquier barrio, en cualquier pueblo o caserío a tener acceso gratuitamente, ya lo dije, a computación, a las computadoras y a internet y a diversas facilidades de la informática; vamos a inaugurar el primer Infocentro, ahí el ministro Genatios estaba haciendo un trabajo extraordinario. Luego el día viernes nos iremos al eje Apure-Orinoco, vamos a Puerto Nutrias, allá en los límites de Barinas con Apure a inspeccionar la base fluvial que estamos construyendo sobre el río Apure, una base fluvial que llegó a ser de las más grandes del país hace más de un siglo y fue abandonada posteriormente porque vamos a reactivar todo ese eje, eso queda cerca de Sabaneta, yo te explicaba, llegando hacia el Apure un poco más abajo; vamos a inspeccionar los terrenos donde ser va a construir una población, El Sarao-Dolores, todo esto que venía explicándonos Giordani ayer, el concepto de la vivienda integral y una autopista que estamos construyendo en esa área también y vamos a inaugurar un comando nuevo de la Guardia Nacional en Libertad de Barinas, eso será el viernes 3, estaremos de nuevo por el eje Apure-Orinoco porque ese es parte esencial del proyecto de desarrollo del país, y el sábado 4 vamos a recibir en Caracas y nos vamos a ir por allá por el Orinoco a unos empresarios norteamericanos que han presentado un proyecto de ingeniería aeroespacial. Cuando fui allá a Houston a juramentar el nuevo presidente de Citgo, al general Contreras Maza, ese grupo de empresarios de la ingeniería aeroespacial me hicieron una exposición breve, así que voy a recibirlos, no tuvimos tiempo de evaluar esto, vamos a ir incluso a un área donde pudiera ser conveniente algún proyecto aeroespacial; esto es apenas el comienzo de la evaluación de este proyecto que el ministro Genatios ha estado también impulsando; vamos a ir por el Orinoco y el domingo estaremos, el programa de radio Aló Presidente en algún punto del eje Orinoco-Apure, estaremos por el Orinoco. Fidel lamento que no nos haya dado tiempo de llegar al Orinoco, yo la próxima vez te invito a que naveguemos el Orinoco. La última vez fui manejando un barco, por cierto que halé muy duro una palanca.
Presidente Castro: ¿Y ahora vas a manejar el barco ahora?
Presidente Chávez: Vamos, yo, ya aprendí porque en esa ocasión halé una palanca muy fuertemente y el barco arrancó muy duro, era un gran barco que lleva hierro, unas grandes cargas de hierro.
Presidente Castro: Oye, ¿de verdad que tú no vas a tripular ninguno de los aviones esos en que vamos a viajar por esos lugares?
Presidente Chávez: Es posible que algún día lo haga, todavía no me atrevo, pero este barco halé muy duro la palanca y le puse, bueno unas lanchas pequeñas de la Guardia Nacional que iban a los lados.
Presidente Castro: Se hundieron.
Presidente Chávez: Se volteó una por el oleaje, pero yo le dije a los muchachos que -gracias a Dios tenían todo su sistema de seguridad- que era para probarlos, en la mitad del Orinoco. Yo me preocupé mucho, pero fue que le di muy duro, muy bruscamente una; después manejé un tren para llevar hierro también, estuvimos sí, recorriendo con la primera carga de hierro de briquetas que hicimos con los coreanos; reactivamos una planta que estaba parada y ahora está generando trabajo y produciendo hierro. Bueno te invito la próxima vez que naveguemos el Orinoco y veas todo ese emporio en potencia que está allí, es uno de los ejes de desarrollo industrial, minero, energético, gasífero, agrícola, etc., que tiene Venezuela, todo el eje Apure-Orinoco. Así que les informaremos a mitad de semana en qué punto del Orinoco estaremos saliendo al aire desde Aló Presidente para Venezuela y para el mundo.
Presidente Castro: Y yo estaré oyéndolo desde Cuba.
Presidente Chávez: Te saludaremos desde las riberas del Orinoco Fidel. Nos has hecho un gran honor Fidel al estar con nosotros esta mañana en el campo de Carabobo en Aló Presidente. Te agradecemos mucho a nombre de nuestro pueblo este gesto tuyo, de dedicarle con toda tu energía estas horas a Venezuela, esas reflexiones profundas, ese análisis comparativo, esos retos, ese alerta, ese cariño, ese afecto. Yo voy a utilizar finalmente para despedir este programa, pero antes por supuesto oír tus impresiones últimas, por ahora, hasta la próxima ocasión, voy a utilizar una frase porque hemos sentido de ti y de tu gente el amor, un profundo amor por lo que aquí está pasando y yo te voy sólo a repetir, a nombre del pueblo venezolano, aquella frase de Martí: Fidel para ti, para toda Cuba en Aló Presidente hoy, 29 de octubre del 2000, en el campo inmortal de Carabobo te digo a ti como amigo, a tu pueblo hermano, lo que dijo Martí, dándote las gracias por tu tiempo, por tu afecto, por ese amor de hermano. Amor con amor se paga hermano.
Presidente Castro: Muy breve comentario, creo que la idea de crear este programa en Venezuela ha sido una idea genial, no lo ha hecho nunca nadie ningún otro Presidente en América Latina. Nosotros tenemos mucha comunicación con nuestro pueblo por distintas vías, aquí en este país desde esta conversación directa con el pueblo, análisis de los problemas, es algo nuevo y por eso me complace mucho saber que hoy precisamente se esté transmitiendo a todo el mundo este programa por primera vez a través de La Habana, Cuba. Estos conceptos dices bien que tú y este insistir tuyo deben divulgar por toda la América Latina, debe divulgarse por el mundo, en esta época que vivimos las ideas constituyen lo esencial, en nuestro país lo llamamos batallas de ideas en la cual estamos envueltos desde hacen muchos meses; hemos ideado mucho por seguimiento, hacer llegar nuestro mensaje a todas partes y en mi concepto viene a conquistar una verdadera innovación, un gran impacto en los países donde los líderes políticos, los presidentes en realidad no se detienen ni a mirar a sus conciudadanos, aquellos quienes tienen el estilo de, que no hablan, que no analizan, que no tienen oportunidad de exponer, pero ustedes han hecho una gran conclusión y consideramos nuestro deber apoyarla, utilizarlos por otras emisoras; en otra oportunidad medios de comunicación para que este lenguaje llegue a todas partes. En ocasiones he dicho que estos métodos son incontrastables, son sencillamente insuperables si están apoyados como está apoyado este programa en la sinceridad, en la franqueza, en la preocupación del pueblo, en la preocupación .. alguien, los que a ti te preguntan, alimentan preocupaciones, un interés por las cosas y lo que tú aquí les dices con tanta sinceridad, alimenta esas enormes cosas que tiene vuestro programa. Yo solamente te felicito, los felicitamos a todos, tú verás si tú quieres, todos los días recogemos opiniones de miles y miles de ciudadanos, no encuestas, sino opiniones espontáneas; anoche mismo estaba yo leyendo ... rápidamente; caramba, opiniones de lo que dice la gente, lo que han dicho de la visita y de lo que han dicho de ti. Te prometo leer tan ... por las opiniones y eso lo tendremos ya mañana por la noche; te lo podemos mandar por clave no, porque nuestro vecino del Norte descifran todas las claves; hay cosas que se pueden hablar abiertamente y hasta a lo mejor lo mandamos por fax, si ellos tenía las críticas también. Pues yo pido que pongan en primer lugar las críticas, yo conozco el estado anímico de nuestra población y sé que le lance los resultados de las opiniones ... para tu satisfacción personal te vamos a mandar copias de esas opiniones que son absolutamente espontáneas, nosotros todos los días ponemos el termómetro de la opinión pública y sabemos cuando una opinión es importante porque nos ayuda a comprender varias cosas a veces, que un tema no ha sido suficientemente ... y hay que explicarlo mejor. Nos ayuda también a captar puntos de vista, situaciones que nos ayudan ... y nos ayudan si, cuando hay opinión escuchamos toda la opinión, incluso la de que ustedes van a analizar si tienen razón o no tienen razón; a veces nosotros hemos complementado nuestro programa ... todos los días, desde las seis de la tarde hasta las siete y media de la noche, eso se ... y las tribunas abiertas todos los sábados a las 8 y media de la mañana. La última fue en Guanabacoa, un municipio de La Habana donde participaron 80 mil personas. Tú, Carlitos ¿trajiste por casualidad alguna de esas opiniones? Tú, ..., nos darías permiso para que él empleara cinco minutos en leer algunas opiniones?
Presidente Chávez: Opiniones de.
Presidente Castro: De nuestro pueblo, sobre todo ... no pongan ninguna. Para nosotros Carlitos. Lee rápido y no te equivoques, que ayer por lo menos te embasaste porque él no corrió demasiado a primera, pero ahora.
Carlitos: Aquí hay dos mil 982 opiniones de 112 municipios nuestros, del día de ayer. Dicen: Martí y Bolívar andan juntos, Fidel y Chávez también. Que del encuentro de Hugo Chávez y Fidel. Uno se siente orgulloso de ser cubano y tener un Presidente como Fidel.
Presidente Castro: Esa es...
Carlitos: La visita de Fidel a Venezuela es estratégica. Qué provechosa la visita de Fidel a Venezuela. El pueblo lo recibió con alegría. Fidel acabó de darle un puntillazo al imperio con su presencia en Venezuela.
Presidente Castro: Bueno está bien, si no tomo una...
Carlitos: Fidel hizo bien en aclarar que los médicos de Cuba no están echándose fresco, trabajando con aire acondicionado sino pasando trabajo. Fidel está muy claro y sabe lo que hace, está buscando para poder defender a nuestro país. El intercambio entre Cuba y Venezuela es parte de la lucha diaria que hoy liberamos. La ayuda entre Cuba y Venezuela es de ambas partes. El imperialismo tratará a toda costa de entorpecer las relaciones entre Cuba y Venezuela. Los médicos han demostrado con su ejemplo la batalla de ideas que está llevando a cabo nuestro pueblo a costa de su ayuda desinteresada. Chávez debe cuidarse mucho, no puede estar descuidando que el enemigo le haga un atentado.
Presidente Chávez: Desde allá vienen también. Agradezco...
Carlitos: Me parece que Chávez no es de los que se dejará corromper ni sobornar. Hugo Chávez no le teme al bloqueo ni a lo que puedan traerle como consecuencia su amistad con nuestro país. Hay gran expectativa por juego de pelota entre Cuba y Venezuela. Lo que Chávez le va a hacer a Fidel en el juego de pelota es una caja de sorpresa.
Presidente Chávez: Lo ponché.
Carlitos: El pueblo de Cuba se sintió muy emocionado con las palabras de Hugo Chávez cuando se dirigió específicamente a las relaciones con nuestro país y nuestro Presidente. Dice, qué bonita estuvo la tribuna de Guanabacoa a lo que ... el Comandante tuvo buena participación en el pueblo... Muy emocionante estuvo el acto por la desaparición física de Camilo con la presencia de 80 mil personas. Ha sido un gran apoyo para el pueblo cubano la visita y las muestras de cariño y de amor que ha recibido la delegación cubana en Venezuela.
Presidente Castro: Hay muchas cosa más pero ya el tiempo.
Carlitos: Aquí dice: Verdad que Chávez goza de gran popularidad entre la población de su país, eso se ve en el cariño con que lo tratan. Mientras más veo a Chávez más recuerdo a Fidel cuando joven, qué arrastre tiene en el pueblo. A Chávez se le ve contento al tener como huésped a Fidel en su país. Con qué emoción leyó lo que escribió Fidel en el libro de firmas de la casa del Libertador. Para que lo vieran bien todos los que quisieran. Chávez dejó bien aclarado y reafirmado que Fidel tiene en Venezuela a su propio pueblo y en él a un hermano.
Presidente Chávez: Qué bueno, qué bueno. Son opiniones que llegan del pueblo cubano.
Presidente Castro: Ya, el tiempo nos impide Carlitos.
Presidente Chávez: Agradecemos, el pueblo venezolano agradece.
Presidente Castro: Muchas veces te vamos a mandar de éstas...
Presidente Chávez: Y falta todavía lo de hoy, lo de mañana hasta en la noche. Bueno Fidel, honrados con tu presencia y aquí siempre terminamos cantando. Fidel cantó sabes qué, fíjate tú, Cristina Maica apareció por allá en el almuerzo, la invitamos y cantó
Con lo mío, mío, mío,
con lo mío no te metas.
Con lo mío, mío, mío,
con lo mío no te metas.
Y terminó sacándole a Fidel la canción: Con lo mío no se meta. Y al final entonces yo voy a referirme a Cristina, que es muy amiga de Marisabel, estábamos todos ahí y nos damos un abrazo, porque yo la conozco a ella hace muchos años y los cantos y las cosas de la sabana; entonces Fidel le dice, cantó de nuevo y entonces le dio un abrazo a ella, me la cantó y dijo: Con lo mío no se toca, con lo mío no se toca, qué sé yo.
Presidente Castro: Oye pero yo voy a echar a perder el programa porque yo soy tan desentonado.
Presidente Chávez: No, pero cantó muy bien chico. No, allá hacemos aunque sea el run run.
Presidente Castro: .. cantar.
Presidente Chávez: Bueno lo que tú quieras cantar. Es que hay una canción Fidel, tú la oíste, la canción Venezuela, ellos la van. La vamos a oír, no, la vamos a oír, a lo mejor tú la tarareas, qué sé yo, aunque sea el tarareo de la canción. A ver, es una canción.
Presidente Castro: Para que yo me oiga.
Presidente Chávez: Y te vayas corrigiendo el tono.
Presidente Castro: Pero por favor Chávez, deja...
Presidente Chávez: A ver. Venezuela se llama esa canción, dedicada para ti Fidel y para tu pueblo cubano que es el mismo pueblo venezolano. A ver. Cantan la canción Venezuela.
Aló Presidente N° 49
RR: Desde el Salón Bolívar del Campo de Carabobo, escenario patriota y revolucionario, 179 años después de la gloriosa batalla que marcó la decisión irrevocable de ser libres, buenos días Venezuela, buenos días Cuba; sean los pueblos de estas dos naciones hermanas bienvenidos hoy domingo 29 de octubre de 2000 a este programa especial sin precedentes en la historia latinoamericana de la radiodifusión, es el Aló Presidente N° 49, por primera vez con dos jefes de Estado, Hugo Rafael Chávez Frías, de Venezuela y Fidel Castro Ruz, de Cuba; hoy transmitiendo en vivo, directo con Venezolana de Televisión y el Circuito Nacional RNV, la radio de la información, además de 51 emisoras comerciales y en Cuba con Radio Rebelde como emisora matriz en la isla y el Caribe. A partir de este momento ustedes son testigos de la historia, presenciales, porque éste será el único programa en el mundo donde dos presidentes interactuarán con los pueblos de dos naciones y analizarán en conjunto grandes temas de interés general. Y aquí ya están como lo prometimos el domingo pasado en Isla de Aves, los dos jefes de Estado. Buenos días presidente Fidel Castro. Buenos días presidente Hugo Chávez Frías.
Presidente Chávez: ¡Epa! A pesar de lo que nos hicieron anoche, hemos amanecido con la moral a millón aquí en Aló Presidente. A pesar del batazo que metió Felipe Pérez Roque, canciller cubano en el noveno inning que la metió en la pared y luego viene el zurdito éste, el flaco Carlitos y mete tremendo hit por primera y luego una base por bola que creo que fue negociada, tengo la sospecha que fue negociada con el árbitro porque ese último lanzamiento yo lo vi muy cerca de la zona de strike.
Presidente Castro: Yo lo vi alto y afuera.
Presidente Chávez: Ajá, y el umpire, para desgracia mía, lo vio igualito que tú, alto y afuera.
Presidente Castro: No, no, así; pero tú sabes lo que pasó, me contaron que el narrador cubano dice: ponchado.
Presidente Chávez: Claro.
Presidente Castro: Cuando empezó a ver que yo me moví hacia primera, entonces empezó a rectificar y explicar porque no sabía lo que había pasado allí.
Presidente Chávez: Ese narrador cubano.
Presidente Castro: Que estuviéramos tres en base.
Presidente Chávez: Yo creo que ese narrador cubano lo deberíamos llamar así como un gran narrador venezolano.
Presidente Castro: Héctor.
Presidente Chávez: El narrador de la verdad, así le decíamos, le decimos a un buen narrador venezolano del deporte, el narrador de la verdad. Así, vamos a llamar al narrador cubano, el narrador de la verdad.
Presidente Castro: Todo depende de la zona de strike Chávez, tú sabes que ese.
Presidente Chávez: Ustedes en Cuba la tienen muy alta, ¿no?
Presidente Castro: En cubano la tenemos estrecha, tú sabes como en los juegos aquellos; como los mismos juegos de Winnipeg.
Presidente Chávez: De Winnipeg.
Presidente Castro: Sí, sí, a veces.
Presidente Chávez: O sea la zona strike tuya es.
Presidente Castro: Un pie, un pie afuera. Yo meto medio pie.
Presidente Chávez: Yo quisiera preguntarle a, ¿cuál es tu zona de strike para lanzar el próximo juego a ver cómo la lanza con un tubo por ahí? Mira, de todos modos a pesar de los batazos que nos dieron anoche, eso parecía como, ahora que estamos en Carabobo y aquí el equipo de béisbol, bueno el Magallanes y la consigna de nosotros los magallaneros es la que anoche vibraba en Barquisimeto. ¡Y palo y palo y palo y palo y palo! Felicitaciones al equipo cubano que ha dado una vez, una demostración una vez más de una gran capacidad defensiva y sobre todo una ofensiva demoledora. Aquí estamos en el Campo de Carabobo y este programa habíamos dicho se llama Aló Presidentes y es un programa, yo no sé si en alguna parte del mundo habrá ocurrido esto, que dos presidentes, vamos a hablar con el pueblo de Venezuela y de Cuba porque vamos a saludar a todo el pueblo cubano, porque nos están oyendo en toda Cuba a través de Radio Rebelde. Saludo a los muchachos de Radio Rebelde y a toda la gente de Cuba y más allá y más acá y por supuesto un saludo desde el campo inmortal de Carabobo a todo el pueblo venezolano. Yo debo decirte Fidel que nos sentimos muy honrados en nuestro programa, Teresita Maniglia, esta periodista que es un soldado, soldado periodista y periodista soldado y todo el equipo. ¡Qué tal muchachos! ¿Cómo amanecieron hoy? En el campo de Carabobo, por allá estamos viendo al Ministro, primero al Canciller cubano que se llevó las glorias anoche con ese batazo a la pared, luego está el ministro Giordani.
RR: Correcto, Felipe Pérez Roque, ministro de Relaciones Interiores de Cuba; el doctor.
Presidente Chávez: Sí, Felipe Pérez Roque.
RR: El doctor José.
Presidente Chávez: Jorge Giordani que es el ministro.
RR: De Planificación.
Presidente Chávez: Planificación que anda por los mapas, ayer veníamos viendo los mapas, yo no pude verlo porque venía manejando y tenía.
Presidente Castro: Tú sí los venías viendo también además de que estabas manejando y yo en el papel de asistente tuyo leyendo los mensajes que te entregaban.
Presidente Chávez: Los papelitos y las quejas. Bueno Giordani que venía explicándonos el mapa sobre la zona de desarrollo del eje Apure-Orinoco; por allá tenemos también al ministro del Interior, Luis Alfonso Dávila García; está Eusebio Leal, historiador de La Habana y además, cómo se llama, quien está dirigiendo, Eusebio, este proceso de recuperación de todo lo que es La Habana vieja, así llamada.
Presidente Castro: Pero también es historiador de Carabobo.
Presidente Chávez: Historiador, se las sabe todas, ahorita me acabo de enterar por Eusebio que el general Manuel Cedeño, cuyo retrato tenemos aquí al lado junto a estos próceres que aquí combatieron, Cedeño murió aquí en Carabobo y Bolívar cuando se enteró ese día que le informaron que había muerto Cedeño, Bolívar, dicen quienes estaban muy cerca y esa frase quedó para la historia: "Ha muerto el bravo de los bravos de Colombia, Manuel Cedeño". ¿Y sus padres eran de dónde, Eusebio? De Bayamón, de Cuba. Y por ahí comienza por cierto el himno de Cuba.
Presidente Castro: El himno y la guerra de independencia.
Presidente Chávez: La guerra, por eso. Cuéntanos un poco eso de Bayamón y la guerra de independencia comenzó en Bayamón.
Presidente Castro: La guerra de independencia comenzó por una región que se llama Bayamón, una de las ciudades más antiguas.
Presidente Chávez: ¿Queda al sur, al norte?
Presidente Castro: Sí. Se produce el 10 de octubre de 1868, lo que se llamó el Grito de la de Majagua. La de Majagua, hoy Grito de Yara propiamente, pero realmente el movimiento se inicia en un central azucarero, al amanecer de ese día en que Céspedes tiene que adelantarse porque la conspiración o el movimiento estaba ya delatado y a fin de evitar que pudiera capturarlo. Ya sabía, porque tenía amigos, había conocido el contenido de un telegrama enviado por el jefe del ejército español en Cuba y sabía que lo iban a arrestar; no puede hacer el levantamiento coordinadamente con las demás fuerzas y ese día que se levanta en armas, con unas pocas armas, libera los esclavos que fue uno de sus más extraordinarios gestos, aunque no tenía muchos esclavos porque la provincia oriental no era propiamente la zona principal de la esclavitud ya que ésta se concentraba en el occidente del país, principalmente en La Habana y Matanzas, donde estaban las grandes plantaciones de caña.
Presidente Chávez: De caña y las grandes haciendas con esclavos, porque miles de esclavos.
Presidente Castro: En Cuba los españoles dominaban totalmente la administración y dominaban el comercio y por supuesto el orden, es decir dominaban los institutos armados y tenían un gran desarrollo, de tal manera que constituía Cuba en aquellos tiempos una gran fuente de riqueza para los españoles. La guerra se inicia en una zona de nuestro país donde prevalecían fundamentalmente los agricultores independientes, muchos de ellos eran poseedores de grandes extensiones de tierra, tenían una elevada cultura y a la vez la región contaba con gran número de agricultores medio.
Presidente Chávez: Y de esos, Fidel fíjate tú.
Presidente Castro: Entonces habíamos ya.
Presidente Chávez: De esos agricultores medios y de esos esclavos van surgiendo los batallones de la libertad.
Presidente Castro: Bueno eso es realmente los terratenientes como llamábamos entonces que eran terratenientes, pero en aquella época sobraba la tierra; hombres que tenían un sentimiento patriótico fuerte, ellos fueron los que organizaron la lucha por la independencia, debía ser algo similar a lo que ocurrió en la propia Venezuela, sólo que en Venezuela ocurrió muchos años antes, aproximadamente aquí en 1910, 810.
Presidente Chávez: 1810.
Presidente Castro: Y en Cuba fue en 1868, casi 60 años después.
Presidente Chávez: Fíjate Fidel, casi 68 años después pero claro. Estamos oyendo al presidente y amigo y comandante Fidel Castro haciéndonos una evaluación y una información y un análisis histórico social y económico de cómo se inició la independencia de Cuba, 1868 y él acaba de decir como hemos oído todos y esto es muy importante para los pueblos, conocer la historia, de dónde venimos. Ah Elías, aquí tenemos al Ministro de Secretaría, fíjate no lo habíamos mencionado; lo tengo en mi flanco izquierdo como siempre tomando nota, comenzando esta difícil tarea de ser Ministro de Secretaría bueno en esta revolución. Mucha suerte Elías, bautizado con la visita de Fidel. Un muchacho ¿tú tienes 25 años? 30 años y sociólogo y un muchacho profesor universitario y un revolucionario a carta cabal, bolivariano como muchos de nosotros.
Presidente Castro: Espero que me ayude a mí también.
Presidente Chávez: Claro que te va a ayudar, sí. Ahora fíjate, fíjate tú, Fidel ha hecho esa explicación tan propia de quien conoce la historia y quien sabe como Fidel que la historia no sólo es el hecho militar, la historia es el hecho social y el hecho económico como fuente de generación de los conflictos que luego llegan como en estos casos de nuestros pueblos al hecho militar. Ahora, cuando tú decías que en Cuba fue 60 años después casi, verdad, que esto se concretó, yo sólo quiero Fidel que recordemos un poco o mucho más bien, mucho, por la historia común de nuestros pueblos, porque esta visita tuya se enmarca en el retomar con fuerza a partir de ahora, no sólo a partir de este día de hoy, de ayer, de antier, no; a partir de este año 2000, fin de un siglo y comienzo de otro siglo, retomar lo que hace dos siglos comenzó a ocurrir aquí en nuestros pueblos, se generó la unión de los pueblos de Cuba, de Venezuela; la unión de los pueblos del Caribe, de la América Latina, es fundamental para poder impulsar los procesos de cambio, de mejoría, de desarrollo económico, desarrollo social, desarrollo ético, respetando los modelos como Fidel mismo lo ha dicho de manera tan clara en el discurso de la Asamblea Nacional; aquí no se trata de que Cuba le venda o le imponga o le recomiende el modelo a Venezuela o que Venezuela, porque también de mí han dicho, han comenzado a decir algunos sectores, que yo estoy tratando o estamos tratando aquí, de vender o exportar el modelo venezolano de ahora a otros países de América Latina; tratando de perturbar algunas veces lo que está ocurriendo; no, no se trata de eso, respetándonos mutuamente; el modelo político, económico y social de Cuba corresponde definirlo a los cubanos y a los líderes y bueno uno de ellos, el que dirige desde hace años el proceso cubano de estos 40 años de revolución, Fidel Castro, eso es un asunto de los cubanos, la autodeterminación de los pueblos; igual pasa con el proceso venezolano, con el colombiano, el brasilero, el argentino, el chileno, el panameño, pero claro que además de éste tenemos fuerzas eternas, profundas, que nos unen más allá de las particularidades de cada país; tenemos una misma realidad de fondo y un mismo camino por construir.
Yo digo todo esto para resaltar al pueblo venezolano, a ustedes, millones de hombres, de mujeres, de niños, de Venezuela y con nuestro saludo y respeto a los millones de hombres, de mujeres y niños del pueblo de Cuba, la importancia de que trabajemos muy duro para lograr la reintegración plena de nuestros países, de nuestras naciones, de nuestros pueblos. Por eso estamos Fidel y yo aquí. No sólo porque somos amigos, que lo somos y cada día lo somos más. Porque cada día que uno se conoce más, haber recorrido contigo las calles de Caracas, haber tomado contigo la espada libertaria de América, de Bolívar, haber ido contigo a la celda donde estuve un tiempo, igual como tú estuviste en la tuya estudiando y preparándonos para asumir las responsabilidades frente a nuestros pueblos. Haber ido contigo por los llanos donde nací y donde crecí y hablar con aquellos campesinos que tú te llevas en tu mente, en tu corazón, con aquellas mujeres llorosas, con sus niños enfermos. Haberte visto, haber percibido tu nobleza, tu profundidad, pues uno cada día se va uniendo más en el alma y en el corazón. Como hermanos, como lo que somos, hemos estado compartiendo horas inolvidables para todos. Pero no se trata sólo de la amistad. No. Mucho más allá de la amistad, de la empatía, del cariño, del afecto que es profundo y cada día lo será más, se trata de la visión, la visión geopolítica, de la integración de nuestros pueblos. Aportar, retomar el camino. Yo digo todo esto recordando cuando tú decías Fidel, hablando de que sesenta años después de lo de Venezuela, de la independencia, del proceso de la revolución venezolana, es cuando tiene fuerza en Cuba el proceso de independencia.
Yo quiero recordar algo, detalles que tienen que ver con lo que aquí estamos haciendo hoy. Cuando Bolívar, visionario, unificador, político de gran talla, estadista de grandes dimensiones, pensador, soldado libertario, gran capitán de nuestra historia, concibe el proceso de la revolución, también de orden económico, por supuesto, ya tu lo decías, de orden social, Bolívar mira mucho más allá, y Bolívar se fue al sur a libertad Nueva Granada, Ecuador, el Perú y crear a Bolivia. Pero Bolívar nunca perdió la vista del Caribe. Y Bolívar, por allá por 1825, 1826, estaba y había dado instrucciones escritas y están en sus múltiples correspondencias, para organizar cuerpos expedicionarios, así llamados en aquel entonces, para libertar: Cuba, en primer lugar, Dominicana y Puerto Rico, para completar, decía él, la redondez de Colombia. El decía que Colombia tenía que ser redonda, la Gran Colombia, e incluir por supuesto el Caribe. Así que los procesos nacieron con la misma carga de integración que hoy traemos en nuestros genes y en nuestro esfuerzo. Por eso es tan importante y por eso tan importante y simbólico no sólo para el pasado sino para el futuro, que estemos hoy aquí, precisamente, donde el genio político y militar de Bolívar adquirió una de sus más altas dimensiones, el 24 de julio de 1821, cuando fue capaz Fidel, de coordinar, porque no fue nada fácil por supuesto, en aquel tiempo no había radios ni teléfonos, ni Fuerza Aérea, sólo había caballería e infantería, un movimiento convergente sobre el centro. Bolívar, ya más adelante te van a explicar, le van a explicar a todos, los oficiales, aquí estoy viendo por cierto al General Frank González de Léon, viejo amigo, más amigo que viejo, a quien he designado hace pocos días Comandante de la Brigada Blindada, yo soñé algún día ser comandante de esa brigada, tú la comandas por mí, y yo te comando desde allá arriba, desde la Comandancia en Jefe, pero sé que eres un digno comandante de las fuerzas blindadas de Venezuela. Frank González, estuvimos juntos cuando éramos subtenientes en el Batallón Bravos de Apure, aquel que tiene el lema “Primero en Carabobo, gloria eterna” porque fue el primer batallón en Carabobo, presidió la batalla, comandado por nada más ni nada menos que por su excelencia, el General en Jefe José Antonio Páez, era el Comandante de la División donde estaban los Bravos de Apure. Ahora tenemos un batallón blindado que se llama “Bravos de Apure”, y todos los oficiales, el general Dubrón Torres, comandante del regional Numero dos, de acá de todo el estado Carabobo, amigo también, compañero de promoción, esta generación de soldados, generales, oficiales y soldados que hoy andan como pez en el agua. El agua, como tú lo sabes Frank, el pueblo es el agua de nosotros los soldados, sin pueblo a morir, pero nosotros ahora es cuando tenemos vida como fuerzas armadas porque tenemos el pueblo, que es nuestra agua, nuestro alimento. Así que mis saludos a todos los oficiales, el Capitán Bernal Martínez, comandante de la Compañía de Honor 24 de Junio que custodia las instalaciones del Campo de Carabobo, con todos sus oficiales y sus tropas, ellos nos han a guiar, luego del programa, por todos los sitios más importantes del campo de batalla. Pero yo iba a recordar que ese 24 de junio de 1821, después de once años de guerra, porque la guerra comenzó prácticamente el año diez, más propiamente el año once, digamos una década Fidel. Nosotros hemos llamado, esa es la “década revolucionaria” en la que nació Venezuela. La “década de la independencia” de la revolución, de los sueños. Esa década ha vuelto ahora con una carga tremenda, en el corazón de nuestro pueblo y con el liderazgo eterno de Simón Bolívar. Bolívar condujo al pueblo, a una gran concentración de fuerzas. Te voy a dibujar aquí el mapa de Venezuela, muy rápidamente, los amigos que están en radio como se los saben de memoria y los cubanos, estoy seguro, que también se lo saben.
Presidente Castro: Sí, cada vez lo conocen más.
Presidente Chávez: Cada vez lo conocemos más. Bolívar, fíjate tú, estamos acá en el centro del país, en Carabobo. Bolívar fue capaz de mover, de maniobrar el principio militar de la guerra, de la maniobra y de la concentración de fuerzas; desde el Zulia el General Urdaneta se movió con un ejército hacia Carabobo. Desde comienzos del año 21. Desde Los Andes, el General Cruz Carrillo se movió también hacia Carabobo. Desde Los Llanos José Antonio Páez y los Lanceros se movieron hacia el centro. Desde Oriente el General Bermúdez hizo lo que llaman la diversión de Caracas, para distraer por ese flanco a fuerzas adversarias, y fue Bolívar capaz de concentrar un gran poder de combate y en una hora apenas, hora y media se decidió la batalla en esta sabana en la que estamos. Esto es muy importante, porque hoy estamos retomando el concepto de Carabobo, de la independencia, de la revolución. Ahora, como tú lo sabes Fidel, más allá del hecho militara viene la revolución social y la revolución política. En eso Bolívar fracasó. No pudo más. El no podía más y por eso terminó muriendo allá en Santa Marta diciendo: “He arado en el mar” porque él quería ir mucho más allá. ¿Qué hubieses hecho tú, bueno con llegar a La Habana después de los años en la Sierra Maestra, si en estos cuarenta años, ese no es el triunfo de la revolución, no, es el comienzo de una nueva fase. Terminó una fase armada, en el caso cubano e igual pasó aquí en Venezuela, en el caso de Bolívar, la fase armada de la revolución venezolana terminó un día como el 24 de junio, para ser más exactos, del año 21, aquí en este sitio. Terminó la fase armada de la revolución que duró diez años, pero ahora Bolívar sabía que había que darles tierra a los campesinos. Y había que darle justicia a los indios. Y había que darle dignidad a quienes eran los esclavos, que fueron los esclavos y él convirtió en soldados. Había que desarrollar el país, la economía, la sociedad, la educación, hacer leyes, hacer un estado, las instituciones, consolidar la independencia en toda el área política y luchar por la integración con Nueva Granada hasta Bolivia y más allá, el Congreso de Panamá, quedaba un mundo por delante y allí es cuando él dice: “He arado en el mar”. He arado en el mar se refería al concepto social, político, económico de la revolución. Entonces ¿qué hubiesen hecho ustedes si llegan a La Habana el primero de enero de 1959 y si no hubiesen acometidos los procesos de transformación, acabar con la injusticia, impulsar la educación, acabar con el analfabetismo y todos estos procesos que tú muy bien nos has explicado a los venezolanos en estos días inolvidables de tu presencia acá? La revolución bolivariana nuestra ha terminado una fase apenas. La fase, hubo una fase militar de otro signo, de otro tipo, pero la tuvo. Si no hubiésemos cumplido aquella fase militar, no hubiésemos pasado a la fase política propiamente dicha, institucional, que se manifestó en el proceso constituyente. Esa fase terminó, pero ahora estamos entrando en esa fase de los campesinos que tú ayer veías y que hablabas con ellos, la tierra, de la justicia, de la educación, de la salud, del empleo, de darle felicidad a nuestro pueblo. Quería hacer estos comentarios Fidel, retomando de la historia tantas cosas para graficarle a nuestro pueblo la necesidad de incrementar la conciencia bolivariana, la conciencia revolucionaria e impulsar y hacer un llamado a todos los entes del estado, el Poder Ejecutivo Nacional, los ministros, los Poderes Ejecutivos locales, regionales, gobernaciones, alcaldías, las instituciones que están naciendo, las juventudes, los campesinos, a que impulsemos cada día, con mayor conciencia y profundidad la revolución social y la revolución económica que apenas estamos comenzando en Venezuela. A ver Fidel, tú tienes unas notas ahí, ¿qué estás anotando ahí?
Presidente Castro: No, no, yo las veces anoto para captar bien la idea o fijar la idea sobre la verdaderamente interesante exposición que tú has hecho, la síntesis de casi siglo y medio, yo pienso conveniente para la mejor comprensión de nuestro proceso, lo siguiente. Comenzaba a decirte que en la lucha por la independencia de Cuba comienza por la región oriental, era la menos desarrollada y que al revés de occidente no se caracterizaba por una producción a base de mano de obra esclavista. Había un número de terratenientes, de ilustres, bien educada que tenían algunos esclavos, pero la inmensa mayoría de la población estaba constituida por campesinos independientes. Por ahí comenzaron las luchas de independencia. Céspedes tenía un pequeño central y tenía también una pequeña dotación de esclavos, ahora para mí una de las cosas más extraordinarias es el hecho de que él comenzó liberando a los esclavos y a él se unieron las personalidades, los que tenían cultura y experiencia en aquel tiempo, otros ilustres próceres que se unieron inmediatamente a la lucha independentista, aunque desde luego, no había inicialmente una unidad total, surgió aquella lucha con ciertas contradicciones, especialmente entre las zonas más oriental, la llamada provincia de Oriente, que era una sola provincia de unos cuarenta y dos mil kilómetros cuadrados hasta hace algunos años en que la revolución dividió la provincia en cinco provincias, nosotros decimos que multiplicó la provincia de oriente en cinco más. Cercana a Oriente, la más próxima, estaba la Provincia de Camaguey. Ahí había incluso menos esclavitud todavía porque estaba constituida por grandes haciendas ganaderas, con una enorme riqueza en ganado que durante años suministró los alimentos esenciales al ejército libertador. Los españoles hicieron una trocha casi a la mitad de la isla para que la insurrección no se extendiera hacia occidente que era donde tenían sus grandes riquezas y que eran las que abastecían de fondos al estado español.
Presidente Chávez: Hicieron una trocha dices tú.
Presidente Castro: Una trocha militar desde la guerra del 68.
Presidente Chávez: Como una barrera.
Presidente Castro: Una barrera para que no cruzaran. A pesar de eso, allí se habían producido algunos levantamientos y Gómez, un brillante militar, de origen dominicano de nacimiento, cruzó ya en esa propia guerra, la trocha, llamada; y llevó la guerra, quería llevarla hasta el occidente. No pudo alcanzarlo. Siempre en todos estos temas las divisiones es el elemento que más perjudica. Había una cosa muy original, hicieron una Constitución, constituyeron una Cámara de Representantes, que andaba ambulante durante aquellos diez años, dirigiendo la República en condiciones sumamente difíciles.
Presidente Chávez: ¿Durante cuántos años?
Presidente Castro: Desde el 68 al 78. Bien ahora, la masa de sus combatientes eran los pequeños agricultores que seguían a aquellos líderes, más cultos, más preparados, y hombres de campo. Los esclavos que no eran muy numerosos, excepto en la Provincia de Guantánamo donde habían llegado los fraceses, muchas veces con sus propias dotaciones, después de la revolución haitiana, que se produce entre 1890 y tantos, 1700 noventa y tantos y mil ochocientos uno. Creo que fue cuando Toussaint libertó ya, proclamó la independencia. Esta es la primera gran revolución social del hemisferio pero fueron los esclavos, unos 350 mil esclavos que se revelaron contra unos treinta mil colonos franceses. Ya venía ahí uno de los países más pobres del hemisferio, porque han sido víctimas de muchas injusticias, de muchas agresiones. Y esto, al principio.
Presidente Chávez: Permíteme. Fíjate tú, ese comentario que tu has hecho enlazando el pasado con el futuro, pasado, presente y futuro, yo quiero resaltarlo, dado que hace pocos días estuvo aquí, así como contamos con el honor de la visita de Fidel, igualmente hace apenas diez díaz, doce días, tuvimos también el honor de contar en Venezuela con la visita de un grupo de presidentes, primeros ministros y jefes de estado y gobierno de centroamérica y algunos países del Caribe, y entre ellos el presidente Preval, de Haití y contaba él que Cuba había enviado hace poco, después que nos vimos allá en Nueva York, en la Cumbre del Milenio, que conversamos allá todos un poco, además de la Asamblea General, me comentó que Cuba ha enviado en los últimos meses o semanas, miles de médicos a Haití.
Presidente Castro: ya lleva un poco más de un año. Desde el ciclón Gorges que arrasó con Haití, después vino el Mistch a pocas semanas y arrasó con Centroamérica.
Presidente Chávez: Además de las tragedias sociales pues los huracanes arrasan a veces.
Presidente Castro: ustedes no los tienen por cierto.
Presidente Chávez: Sí, gracias a Dios y ojalá que no pasen tampoco por el Caribe. A nosotros nos afectan los huracanes en una isla donde estuvimos hace una semana, exactamente hace una semana Fidel, estuvimos en Isla de Aves venezolana.
Presidente Castro: Quinientos kilómetros de aquí. Por allá pasan los ciclones, es el único territorio venezolano afectado. Pero los cambios climáticos están influyendo mucho, enormes lluvias. Fíjate tú la tragedia de allí de La Guaira, asociada a un cambio de clima, porque ese tipo de aguaceros que caen 900 milímetros creo que me dijiste, en unas horas, esos son fenómenos inusitados, a mi juicio, relacionados con los cambios de clima.
Presidente Chávez: El recalentamiento global y todas esas cosas.
Presidente Castro: Preval tu lo mencionaste, una gran persona, nosotros le tenemos un gran aprecio y estamos cooperando con ellos en otras cosas, que no cuestan mucho, por ejemplo, explicando técnicas de pesca, contribuyendo en el desarrollo de los arrozales, estamos tratando, pronto comenzará a funcionar un central que tiene muchos años parados y otras muchas pequeñas cosas, simplemente está metida nuestra experiencia, podemos cooperar con ellos. Pero la cooperación más fuerte son la de los médicos, hay 458 más o menos, es posible que lleguen a 600, ya están solicitando más, médicos y personal de la salud, especialistas por ejemplo en enfermería de cuidados extensivos, técnicos para la reparación de equipos. Cada uno de estos contingentes está constituido en un ochenta por ciento por médicos, especialistas, casi todos especialistas en medicina general integral.
Presidente Chávez: yo quiero aprovechar para repetir, reiterar, nunca estará de más recordar y agradecer a Cuba el inmenso apoyo que nos dio y nos sigue dando en la tragedia de Vargas, desde hace casi un año y a lo largo de todo este año se ha mantenido en Vargas y en algunas otras regiones de Venezuela, especialmente en Barlovento, un contingente de médicos cubanos allí, ayudando, salvando vidas, evitando la propagación de epidemias, atendiendo a las familias más pobres, y además, viviendo con ellos, que es un concepto de la medicina social muy, pero muy apropiado, de mirar, de evaluar y de seguir como ejemplo, ahora que estamos comenzando nosotros, como ya lo dije, l fase social de la revolución. Pero volviendo a lo de Haití, yo quería insistir en esto de la historia, el pasado, el presente y el futuro, tú hablabas de la revolución de Haití de 1799 y 1801. Esto es importante que lo sepamos, especialmente ustedes los niños, ustedes los jóvenes, esa juventud alegre y enardecida y feliz que hemos visto por allí, estudiantes, especialmente anoche estuvimos en la Universidad Politécnica Antonio José de Sucre, en Barquisimeto. Y una juventud bolivariana, una juventud revolucionaria, una juventud que allí está, poco a poco incorporándose con mayor conciencia al proceso. Especialmente para ustedes. Pero bueno, es para todos. Resulta que Haití fue la primera República libre de todo lo que es América Latina y el Caribe. Aquí en la historia nuestra se habla de la República Negra de Haití, por la rebelión de los negros, como tu bien lo planteabas. Y nosotros los venezolanos tenemos y tendremos una deuda eterna con muchos pueblos, pero especialmente con el de Haití, quiero referirme en este momento, porque como sabemos todos, Bolívar, después de la caída de la Primera República, con Miranda, el Generalísimo, después de la caída de la Segunda República, en esos años terribles de enfrentar a un Imperio sin armas, casi, con poca conciencia en la población; pues Bolívar se fue a Haití, también estuvo en Jamaica, pero en Haití consiguió el apoyo decidido del gobierno de aquella República, del gobierno de Petión y el apoyo de armas y de hombres y de recursos logísticos y de embarcaciones, para venirse, como se vino en varias ocasiones cruzando el Caribe, a seguir impulsando la Revolución.
Presidente Castro: Vino primero y después volvió, dos intentonas hizo desde Haití.
Presidente Chávez: La Expedición de Los Cayos.
Presidente Castro: Esa parte es muy interesante Chávez, es muy interesante porque cuando estábamos hablando de cómo fue la revolución de Cuba, yo quería decirte que inicialmente fue una revolución dirigida por los sectores más ricos de la sociedad, pero en el transcurso de los años aquella guerra se fue transformando, no se conocía a Maceo, no se conocía a Máximo Gómez, no se conocían muchos jefes, y al final de esa guerra, eran hombres nacidos de las filas del pueblo, entre ellos, los descendientes de un venezolano, Antonio Maceo, bueno, los antecesores de uno de los más brillantes generales de la historia de este hemisferio y por supuesto de nuestro país, participó en ochocientas acciones de guerra y fue...
Presidente Chávez: En cuánto tiempo?
Presidente Castro: En los diez años aquellos y también fue herido en los últimos tres años en la guerra final de Independencia del 95 al 98. El muere en el 97, después de la invasión, tuvo grandes proezas, el más brillante de nuestros generales negros, de antecesores venezolanos, era toda una tribu podría decirse, porque eran doce hermanos y casi todos murieron en la guerra y su madre fue una heroína, símbolo de patriotismo, porque cuando mataron a u no de los hermanos mayores, famosos también, José Maceo, le dijo al más pequeño: “Tú empínate que es hora de luchar por la independencia”, es para nuestra patria un gran símbolo y tiene sangre venezolana.
Presidente Chávez: Le dijo el hermano mayor al menor.
Presidente Castro: No, le dijo la madre, cuando recibe la noticia de la muerte del hijo segundo, José Maceo, General brillante aunque no alcanzó los laureles del hermano mayor, cuando recibió la noticia de la muerte, en medio del dolor y que no era el primero que moría, le dijo a su hijo pequeño: “Y tú empínate, que ha llegado la hora también de luchar por la Independencia del país”, otro vínculo entre nosotros. Pero hay algo importante Chávez que creo que no debemos dejar de consignar, tú hablaste de Petión, de Bolívar a Jamaica primero, donde escribió su famosa carta, después de la caída de la Segunda República, y creo que esa parte de la historia entraña una lección importante y un cierto paralelo y diferencia, la influencia que tuvo Haití en el propio pensamiento revolucionario de Bolívar; porque todo el mundo conoce la historia, la creación de la Junta, ya Bolívar era un independentista, pero era también como en Cuba, solo que en la ciudad y no en el campo, en que se inicia la guerra de independencia de 1910 dirigida por la oligarquía; pero oligarquía culta, para muchos de los cuales la Junta Militar constituyó un acto de protesta referente a la ocupación del Trono Español por un advenedizo, un hermano de Napoleón, a quien le había entrado la locura de crear nuevas dinastías. Lo hizo en Suecia y todavía está allí. Lo hizo también en España y fue el fracaso. La protesta fue contra la ocupación en muchos de aquellos hombres, pero en Bolívar que ya había jugado.
Presidente Chávez: Te voy a hacer este comentario, tan cierto es eso que tiene el reflejo de los hechos innegables. La primera junta que se conformó en Venezuela después del 19 de abril de 1810, tu estuviste en el balcón, ví que José Vicente te estaba explicando el balcón en la Casa Amarilla, donde se asomó el Cura Madariaga a decirle al pueblo: NO. Que dijera que no, y ahí cayó. Tenemos una mariposa, que nos acompañe, esos son buenos augurios, gente que nos visita, ese eres tú que andas volando por ahí. Mira Fidel, entonces, la primera Junta que se organizó se llamó aquí, fíjate tú el nombre Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII. Sólo quería acuñar eso para darle el reflejo de la realidad de lo que aquí ocurrió a tu comentario tan importante, pero ya sé hacia dónde vas, así que no has terminado.
Presidente Castro: Sí, no he terminado lo que iba a decir, un hecho de gran trascendencia. Aquella oligarquía que dominaba, Bolívar era un muchacho, con un pensamiento ya muy claro sobre la independencia. A partir de sus ideas de siempre, de la influencia de su maestro Simón Rodríguez, él, en el Monte Sacro juró ya, pero después algunos acontecimiento de aquella historia, sin embargo en el orden social ocurrió algo de gran trascendencia, un español, el famoso asturiano Boves se fue hacia el sur y estableció lo que pudiéramos decir una especie de guerra de clases: sublevó a esclavos, mestizos que vivían allá en las zonas tan alejadas y organizó un ejército que venía matando, le entregó los bienes, le entregó todas las propiedades de aquella gente y venía matando hasta San Mateo, aquella famosa batalla y finalmente, en las regiones, desde allí avanzó hacia Caracas. Se produce aquella extraordinaria proeza de la retirada de la población de Caracas. Yo no sé el número exacto, pero sí he leído mucho acerca de esa dolorísima y costosa que fue aquella retirada.
Presidente Chávez: En la historia nuestra se conoce como la emigración a Oriente.
Presidente Castro: Y los libros hablan de los sufrimientos, de las mujeres con sus hijos, de las personas que murieron y Boves dio al traste con la Segunda República. Intenta Bolívar de nuevo, porque él no dejaba de intentar nunca nada. Macha a Jamaica, entra en relaciones con Petión, abordan el tema de la abolición de la esclavitud y es a partir de allí cuando Bolívar, creo que fue por Cumaná, declara la abolición de la esclavitud, en Cariaco, en la zona orienta.
Presidente Chávez: Allá en Oriente, donde nació por supuesto el pitcher que anoche fue el único que pudo frenar la ofensiva cubana, Luis Mercedes Sánchez, el negro que los frenó en seco.
Presidente Castro: Se explica perfectamente....
Presidente Chávez: Porque es de Criaco. Ok, adelante Fidel, estamos oyendo a Fidel Castro, no es un profesor de historia venezolana, es el Presidente de Cuba que nos está dando una clase de historia venezolana.
Presidente Castro: Nada de clase de historia, estoy rememorando unos hechos.
Presidente Chávez: Bueno, permíteme llamarlo así, lo que quiero resaltar es el conocimiento detallado que tienes de la historia venezolana, lo cual es un ejemplo digno de imitar, de la historia de América Latina.
Presidente Castro: Creo que después de lo que conozco sobre Cuba, el país cuya historia mejor conozco es la de Venezuela. Y tal vez mejor que la propia, en estos días analicé todas nuestras dos guerras, tres guerras, una que dura diez años y la guerra final organizada por Martí. Y todos esos episodios los conozco mucho, pero casi al detalle conozco muchas cosas de la historia como un gran admirador de Bolívar, Sucre.
Presidente Chávez: Nunca se me olvida la noche que nos conocimos en La Habana y me invitaste a conversar allá en el Palacio de la Revolución y conversamos como desde las diez de la noche hasta que el sol estaba levantándose allá en La Habana. Y me llamó mucho la atención, Frank, tú debes recordar, me refiero al General Frank González de León y todos los militares que están presentes, deben recordar, pero especialmente tú que eres de caballería blindado, cómo nosotros, en la Escuela de Caballería y Blindados donde estudiamos y después fuimos instructores, hemos revisado las enseñanzas de Páez. Páez resulta que se instruyó mucho y escribió unas notas, un libro muy modesto pero muy profundo que se llama “Notas al arte de la guerra, tomadas de las máximas de Napoleón”. Escrita por Páez. Páez allí grafía o explica según su criterio militar y el conocimiento de la geografía venezolana cuáles pueden ser, en aquella época podían ser, las líneas defensivas. Páez decía que si volvía la Santa Alianza por ejemplo, a tratar de invadir a Venezuela, a reconquistar las colonias, había que hacer una línea defensiva en las costas, luego una segunda línea defensiva en los llanos, apoyándonos o apoyándose pues ellos, en los grandes ríos: el Apure, el Orinoco y que la última línea defensiva había que establecerla en las selvas y en las montañas del sur. Bueno, eso lo estudiábamos nosotros hace años y recuerdo que aquella noche, aquella madrugada, conversando de tantos temas, tú me hablaste de aquella estrategia, es decir, que tú has leído las máximas de Napoleón comentadas por José Antonio Páez.
Presidente Castro: Yo me leí toda la historia de Páez, personaje que tuvo gran mérito en la lucha final por la independencia, lo reconoce Bolívar cuando dijo que no habrá palabra para ensalzar las proezas que en la batalla de Carabobo realizó Páez; le hizo extensa biografía y realmente un hombre admirable. Tuvo desde luego desavenencias, en la historia ocurren todas esas cosas, pero a propósito de eso, la tercera república –es lo que yo quiero recalcar- vibra ya su batalla independentista bajo la pandera de la liberación de los esclavos y de allí mismo, de aquel punto de donde surgieron los llaneros que hicieron retemblar la tierra, según la famosa novela de las Lanzas Coloradas, una excelente descripción, me gusta mucho ese libro; aquellos se volvieron los, permaneció Páez por allá con los llaneros y se convirtieron en el baluarte fundamental de la batalla de Bolívar, después de Angostura, fue con aquellas tropas que avanzó, esa unión de Páez a Bolívar, ese reconocimiento al genio, al talento, a la estatura de Bolívar jugó un papel decisivo en la historia de la independencia de Venezuela, pero entonces tú te referías a ese libro en que yo te contaba porque me impresionó mucho su pensamiento en el terreno militar y un hombre que como sabemos apenas sabía leer y escribir, estudió después.
Presidente Chávez: Después estudió muchísimo.
Presidente Castro: Muchísimo hasta llegó a conocimientos elevadísimos.
Presidente Chávez: Fue un concertista de piano luego.
Presidente Castro: Claro, pero él en aquel tiempo había el temor de la reconquista y la Santa Alianza que fue cuando los cien mil hijos de San Luis ocuparon a España casi sin disparar un tiro. Fue diferente a la ocupación de España o a la guerra de España contra, por su independencia contra Bonaparte. Esa vez la Santa Alianza estableció la regla como en determinado momento de nuestra época, la Santa Alianza de la OTAN y Occidente bajo la dirección de Estados Unidos han establecido la Santa Alianza con las cuales estamos combatiendo nosotros, tú, los venezolanos, los cubanos y otros; y crece el número de los que combaten, crecen las filas de los que luchan contra esta Santa Alianza. Nosotros hemos durante 40 años resistido esa alianza, nos tocó el destino estar ahí tan próximos.
Presidente Chávez: No, y la única manera, fíjate Fidel, la única manera que nosotros tenemos en eso desde el campo de Carabobo, campo sagrado de la libertad no sólo de Venezuela sino de esta parte de América, la América del Sur, es necesario recalcarlo; la única manera que tenemos nosotros de enfrentar con éxito, por ejemplo, los retos del neoliberalismo, la imposición de lo que Fidel bien ha llamado santas alianzas que no son tan santas, que vienen desde lejos desde entonces, la única manera es unirnos y he allí el pensamiento original de aquellos hombres, de la integración de nuestros pueblos, por eso esa es la bandera esencia que levantamos desde el campo de Carabobo, la integración para buscar el desarrollo económico, social y la justicia para nuestros pueblos, para evitar nuevas santas alianzas para nuestros hijos y nuestros nietos; para evitar nuevas dominaciones, nuevos colonialismos; aquí estamos y esa es esencia de nuestra revolución pues, un nuevo modelo económico, un nuevo modelo social, un nuevo modelo político.
Ahora, nos dice Fidel que hay una llamada a la espera desde Cuba, vamos a darle.
Presidente Castro: Déjame terminar esta preguntita.
Presidente Chávez: Termíname la pregunta y oímos la llamada de Cuba, de acuerdo.
Presidente Castro: La estrategia de Páez, era admirable de acuerdo a la situación de aquella época, defender primero la línea de la costa, atrincherarse después en las montañas y la última posición eran los llanos donde realmente, analizado fríamente, eran invencibles, no habría ejército europeo como aquellos que invadieron a España que hubieran podido ocupar Venezuela, no existía la aviación ni la artillería ni todos estos medios modernos; los venezolanos habrían sido capaces de derrotar las santas alianzas.
Presidente Chávez: Cualquier ejército, cualquier ejército, sí.
Presidente Castro: En los llanos.
Presidente Chávez: Y además Páez no sólo porque lo escribía, Fidel, es que lo había hecho; Páez derrotó allá en esas sabanas de Arauca, de Apure, de Barinas, donde ayer estuvimos, estuvimos en la parte alta de Barinas, pero hacia abajo es que hay un llano inmenso además, unas posiciones defensivas que son los ríos y que corren paralelo al territorio en profundidad; Páez ahí derrotó a Morillo, un general de los más laureados de España y al Ejército Expedicionario.
Presidente Castro: El venía de haber luchado contra los franceses.
Presidente Chávez: Contra los franceses y había sido galardonado y lo mandaron con el llamado Ejército Expedicionario de tierra firme a aplacar a los salvajes, decían allá en Europa.
Presidente Castro: Todavía muchos nos consideran salvajes.
Presidente Chávez: Todavía, tenemos esos retos por delante de que no somos ningunos salvajes. Entonces cuando viene Morillo derrotado, se va a España derrotado, el año 20, el Rey de España –cuenta Morillo en sus memorias- lo reclama y le dice: Usted general Morillo cómo es posible que habiendo triunfado en las guerras contra Napoleón, lo derrotaron aquellos salvajes en Venezuela y es cuando Morillo lanza aquella frase, aquella frase que dice –y termino con esto. Su Majestad, aquellos no son ningunos salvajes, usted me da un Páez y cien mil llaneros y le pongo a toda Europa a sus pies. ¡Llamada desde Cuba!
RR: Bien amigos Aló Presidente N° 49. Realmente emocionados por esta transmisión histórica con estos dos mandatarios líderes de Latinoamérica y del mundo.
Presidente Chávez: Creo que es la primera vez que nos hacen una llamada del exterior, nos da mucho gusto que sea desde Cuba.
RR: Eso quería decir, eso quería decir. En Macuro, la transmisión que hicimos en Macuro la primera llamada fue de Yuta, Estados Unidos y en esta transmisión histórica de Aló Presidente internacionales, la primera llamada es directo desde Cuba, nos llama Omar Alvarez Molina de Marianao, en La Habana. Omar Alvarez te escuchan los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro. Buenos días.
Omar Alvarez Molina: Bueno días, sí, saludos presidente Hugo Chávez.
Presidente Chávez: Epa Omar. ¡Qué hubo Omar, cómo estás!
Omar Álvarez Molina: Al comandante también Fidel Castro. Sí.
Presidente Castro: Sí.
Presidente Chávez: Y aquí estamos.
Presidente Castro: Estoy oyendo.
Presidente Chávez: ¿Viste los jonrones de anoche, los jonrones de anoche los viste?
Omar Álvarez Molina: Sí, sí, los vi.
Presidente Castro: Ese estaba estudiando anoche Chávez para la pregunta que te iba a hacer hoy.
Presidente Chávez: Mira, tú eres un estudiante, ¿viste el jonrón de Millán y el de Verde, el de Burriel?
Omar Álvarez Molina: Oí mucho el juego.
Presidente Chávez: Bueno, lo que pasa es que yo no pude pitchar, pitché sólo al final y ponché a quien tú sabes, pero le dieron base por bola.
Presidente Castro: Fue un error de Héctor que rectificó inmediatamente porque no vio la mano, había mucha gente y no vio la claridad con que declaró bola su último lanzamiento.
Presidente Chávez: ¿El narrador de la verdad se llama cómo, el narrador cubano?
Presidente Castro: Tan sincero y tan honesto es que al poco rato rectificó el error.
Presidente Chávez: Okey Omar. Bienvenido a Aló Presidente, dinos hermano.
Omar Álvarez Molina: Sí Presidente, tenía una preocupación.
Presidente Castro: A ver.
Omar Álvarez Molina: Quiero decirle una pregunta. Imagine por un momento que Martí y Bolívar son contemporáneos y viven en estos momentos, ¿podría imaginar también qué dirían ambos al coincidir en Cuba o en Venezuela?
Presidente Chávez: Bueno imagínate qué pregunta tú has hecho haciendo gala de la imaginación de todo joven y especialmente estudiante y especialmente cubano. Fíjate Fidel la pregunta de Omar Álvarez Molina, desde Marianao, ese es un sector de La Habana. Si Bolívar y Martí fuesen contemporáneos y estuviesen viviendo hoy ¿qué dirían? Y además yo pudiera agregar qué harían. En alguna ocasión Omar hemos dicho nosotros en nuestro recorrido interminable por los caminos y las calles de Venezuela, le hemos dicho a nuestro pueblo, que si Bolívar estuviese vivo físicamente, porque en verdad como un niño cubano lo ha estado declamando por ahí, un poema hermoso, que no hay muerte para los que luchan por la libertad; pero si estuviese Bolívar vivo físicamente, comencemos por allí, en Venezuela, sin duda alguna que habría retomado y estaría físicamente al frente del pueblo venezolano impulsando esta revolución, no tengo la menor duda; y si Martí, ahora tú le agregas a la pregunta si Martí fuese contemporáneo a Bolívar. Tú sabes muy bien aquello que Martí dijo de que Bolívar ahora es cuando tiene que hacer en América todavía. Estoy seguro que lo diría, Martí diría o mismo; me imagino un diálogo entre Bolívar y Martí, Martí le daría la mano a Bolívar y le diría bueno Bolívar ahora es cuando tenemos que hacer en América todavía. Y no le diría Martí cuando tú tienes que hacer, Martí le diría ahora es cuando tenemos que hacer en América todavía. Y estoy seguro que Martí se enrolaría en las filas del movimiento bolivariano, del movimiento por la justicia, por la dignidad, junto a Bolívar en Cuba, en Venezuela y en cualquier parte de esta América bolivariana. Eso es lo que reflexiono Omar en torno a tu interesantísima pregunta, pero claro que Fidel tiene también comentarios que hacerte.
Presidente Castro: Bueno, su pregunta ¿qué dirían? Puedo responder que ya lo dijeron hace mucho más de un siglo. Tú mencionaste una frase, lo que Bolívar no pudo hacer, por hacer está todavía pero además Martín, hay dos frases lapidarias, una de Bolívar que precedió la época de Martí: los Estados Unidos parecen destinado por la naturaleza –más o menos, no estoy citando la frase exacta- a plagar de miseria a los pueblos de América Latina en nombre de la libertad; es casi exactamente, lo que nosotros estamos diciendo, lo que Chávez está diciendo, no como las palabras que correspondan desde luego a esta época y a la forma de decir las cosas y Martí dijo más tarde, el 18 de mayo de 1996, víspera de su muerte, en una carta que a un amigo, Manuel Mercado, lo escribió en una carta inconclusa y le dice: en silencio ha tenido que ser porque hay cosas que expresarse con toda claridad, levantarían obstáculos tales que haría imposible el hecho, dice, pero todo cuanto he hecho hasta hoy y haré se las, para impedir con la independencia de Cuba que Estados Unidos caiga con esa fuerza más sobre los pueblos de América. Es decir lo dijeron, ¿qué harían?, harían mucho más, cien veces más de lo que podemos hacer nosotros, porque Bolívar recorrió miles de kilómetros a caballo, una carta tardaba tres meses en llegar desde Caracas hasta Perú; hoy Chávez levanta el teléfono y conversa en cuestión de segundos con cualquier parte de América Latina y así ha hecho muchos amigos; se comunica en cuestión de segundos con cualquier parte de Venezuela. Yo no vengo en una carabela, Martí cuando vino la primera vez vino de Nueva York, se discute el mes que usa por septiembre del 81 y tardó veinte días en llegar a Caracas, después de haber venido a caballo o en algo parecido desde La Guaira hasta aquí y nosotros lo hacemos en cuestión de minutos.
Chávez tenemos unas comunicaciones, facilidades, un mundo que ha acumulado mucha experiencia, un mundo que está viviendo una etapa singular de la historia; es por ello que nuestras luchas en este mundo globalizado influye necesariamente en lo que ocurre en otras partes, tú mismo has hecho un enorme esfuerzo por revitalizar la OPEP para sacar al precio del petróleo de un nivel excesivamente bajo que era realmente ruinoso para los países productores de petróleo. ¿Cuántas cosas tú no has hecho en unos meses? Tú has hecho en unos meses en materia de contacto, de viajes primero y después, y a todas partes, lo que ni soñar podía Bolívar; el gran mérito de aquellos hombres geniales, extraordinarios, tenaces, de aquel hombre de las dificultades como le llamaron a Bolívar; de aquel hombre extraordinario, genial en su pensamiento, en su acción, un intelectual que fue capaz de organizar una guerra, un niño que a raíz de la primera guerra tenía apenas 15 años y fue enviado a prisión con grilletes a los pies y después desterrado a España, hijo de un capitán del ejército español y de una madre española, es increíble como una nación, el interés, una nación, las costumbres, una nación, son capaces de.
Presidente Chávez: Ese detalle no lo, José Martí estuvo preso a los.
Presidente Castro: 15 años.
Presidente Chávez: 15 años.
Presidente Castro: Lo mandaron a una cantera, toda la vida sufrió las llagas que le produjeron aquellos anillos de acero; después se hizo un pequeño anillo y lo llevó toda su vida con el acero de aquellas cadenas con que lo ataron allí, toda la vida; y tenía 15 años, no participes en aquella guerra; tú sabes que después de la guerra todo el mundo habla de los veteranos, de las proezas, de las hazañas; Martí tuvo el extraordinario genio de unir a todos los generales y realmente tú lo debes saber muy bien y todos lo saben, los hombres que tienen historia, que tienen gloria no se someten fácilmente a la dirección de un intelectual como Martí, un pensador como Martí; fue duro su esfuerzo, pero obró en el período casi de doce años, aquel niño que fue a prisión como protesta, porque eso a la edad de 16 años dotó documentos extraordinarios; uno fue el alegato, el presidio político en Cuba, narra la historia dramática de los meses que vivió allí encadenado a unas canteras que están cerca de la Universidad de La Habana y después el alegato contra la república porque se crea una república en España y él exige que se apliquen en Cuba todos los principios que proclamaba aquella república española; es así como va ganando prestigio y logró ser el gesto de la segunda guerra, la organizó y la llevó a cabo y murió en combate. Son hombres tan extraordinarios que a mí me apenaría, igual que a ti, cualquier tipo de comparación entre lo que harían ellos ahora; la respuesta que es que harían mucho más que nosotros los recursos en los aditamentos, estamos modestamente.
Presidente Chávez: Y además Fidel, Omar. Mira, Omar nos está oyendo todavía, ¿verdad? ¿Omar estás allí?
Omar Alvarez Molina: Sí, estoy aquí.
Presidente Chávez: Ah, desde Marianao, allí está Omar al teléfono. Fíjate que yo agregaría a toda la extraordinaria reflexión que ha hecho Fidel, que hoy a nosotros, Omar, no nos queda más que nutrirnos del pensamiento de aquellos hombres, del ejemplo de aquellos hombres, de ese niño Martí que fue a las cadenas, de ese niño Bolívar que se hizo rebelde también igual que Martí, a los diez años y que juró la independencia allá en el Monte Sacro, también lo recordaba Fidel, cuando apenas tenía un poco más de veinte años y que dijo un día Bolívar, bueno porque Bolívar nació rico de cuna, allí visitamos con Fidel y el pueblo de Caracas la cuadra de los Bolívar, tenían hacienda, tenían esclavos los Bolívar, heredaron también hijos de españoles; Bolívar era hijo de un coronel de milicias del ejército español y sin embargo un día Bolívar lo dijo, moriré como nací, desnudo y cuando murió en Santa Marta, realmente no había ni una camisa en su baúl, la única estaba rota, el hombre de la camisa rota -escribió alguien por allí. Donó lo poco que le quedaba a su criado José Palacios, su biblioteca a la Universidad de Caracas y terminó diciendo: Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro; es decir he allí el ejemplo de dos eminentes, insignes, gigantescos latinoamericanos. Hoy, Omar, a ti, a la juventud cubana, a la juventud venezolana, a los pueblos de esta América nuestra, no les queda otra alternativa que nutrirnos todos de aquel pensamiento y no sólo pensamiento, bien decía Fidel, porque hay mucha gente que piensa y piensa y piensa y poco hace para hacer realidad lo que ha pensado; aquellos hombres pensaron y se fueron a la batalla y murieron y dieron todo por la libertad y por llevar a la realidad sus ideas revolucionarias, sus ideas de justicia, de independencia y de libertad; pues vamos nosotros a estas nuevas batallas de hoy, no nos queda más alternativa que nutrirnos, prepararnos, pensar con ellos, por ellos, para ellos, para nuestros pueblos e irnos a las batallas políticas, a las batallas sociales, a las batallas económicas, a las batallas por la integración que hoy estamos retomando con mucha fuerza pero que vienen de allá, ya ellos lo habían señalado. Para terminar Omar, fíjate tú Omar, qué casualidad –y Fidel y todos los que estamos aquí y ustedes hermanos de Cuba, aprovecho para reiterarles desde aquí, desde el campo de Carabobo donde se dio la batalla de la libertad definitiva de Venezuela, el 24 de junio de 1821, bajo el mando supremo del Libertador Simón Bolívar- qué casualidad de tantas casualidades, el 28 de octubre de 1893, ayer se cumplieron 107 años, José Martí dio un discurso en la sociedad literaria hispanoamericana en Nueva York y lo dio en honor a Simón Bolívar, porque Martí fue un grandísimo bolivariano, 28 de octubre de 1893; yo voy a leer algunos fragmentos de ese discurso, fíjate Fidel, leo:
“De Bolívar se puede hablar con una montaña por tribuna o entre relámpagos y rayos, o con un manojo de pueblos libres en el puño y la tiranía descabezada a los pies". Más adelante sigue: “Ni hay palabra que diga el misterio y fulgor de aquella frente, cuando en el desastre de Casacoima, en la fiebre de su cuerpo y la soledad de sus ejércitos huidos, vio claros allá en la cresta de los Andes los caminos por donde derramaría la libertad sobre las cuencas del Perú y de Bolivia. América hervía a principios de siglo y él fue como su horno”. Y termina diciendo “Mira húmedos los ojos, el ejército de gala, antes de la batalla de Carabobo, al aire colores y divisas los pabellones viejos cerrados por un muro vivo, las músicas todas sueltas a la vez, el sol en el acero alegre y en todo el campamento el júbilo misterioso de la casa en que va a nacer un hijo”. Hay muchas otras cosas, pero vamos a aplaudir a Martí, eso lo dijo Martí hace exactamente 107 años, ayer 28 de octubre en Nueva York. ¿Qué te parece Fidel?
Presidente Castro: Admirable, asombroso; un genio de la política y de la literatura, esa es la impresión. Y tú mencionaste una fecha, pero nosotros también muy recordada, el 28 de octubre, hace ya casi, hace ya, bueno se ha cumplido el 59, hace 41 años murió uno de los hombres más, de más carisma, de más simpatía, un singular combatiente, jefe de una de las dos columnas que invadieron las villas, la de él junto con el Che, y es Camilo Cienfuegos. Murió al atardecer de un.
Presidente Chávez: 28 de octubre.
Presidente Chávez: De un 28 de octubre del 59, una inconmensurable pérdida, un joven al que se le recuerda todos los días, todos los años, lanzando flores al mar porque nunca pudo encontrarse ni siquiera el menor rastro del lugar donde habría caído, cayó en el mar, era un día nublado.
Presidente Chávez: Fue un accidente de aviación.
Presidente Castro: Desapareció, salió de Camagüey, por el norte del, pasaron por una tempestad en una pequeña avioneta, podríamos decir de esa, que era una de esas imprudencias que muchas veces cometíamos en los primeros tiempos de la revolución; fue un drama, días enteros buscándolo por todas partes, voces incluso un momento de que había aparecido y no era cierto; es una figura que se recuerda con más cariño, con más romanticismo.
Presidente Chávez: Aquí lo recordamos con un gran sombrero, recordamos a Camilo con un gran sombrero, Camilo Cienfuegos.
Presidente Castro: Ayer muchas veces me acordé de eso y nuestro agitadísimo recorrido.
Presidente Chávez: Recuerdo que me lo comentaste, recuerdo que ayer no sé en qué momento de los campesinos, de los estudiantes; Fidel ayer me recordó en algún momento y fue como que te salió una exclamación del fondo del alma, cuando alguien habló de que, ¡ah! Así fue, preguntamos mira qué fecha es hoy por fin, porque íbamos a firmar un libro y alguien nos dijo 28 de octubre y a Fidel le salió como un suspiro, yo lo sentí al lado, y dijiste así como una exclamación de esas que son eternas: un día como hoy murió Camilo. Vamos a recordar entonces, de verdad nos.
Presidente Castro: Me gusta mucho que pudiéramos rendirle un homenaje hoy junto también a Simón Rodríguez.
Presidente Chávez: También, fíjate que, casualidades, fíjate qué casualidades de casualidades Eusebio, resulta que también un 28 de octubre, era el año 1771, nació en Caracas Simón Narciso Carreño Rodríguez, ese era su nombre, pero era un irreverente rebelde y revolucionario; claro porque es que San Simón, él nació el 28 entre el día de San Simón y el día de San Narciso, hoy es día de San Narciso, 29 de octubre y San Simón si mal no recuerdo es el 27 y había la costumbre en esos años, bueno le ponían a uno el nombre del santo, al menos en todos estos pueblos nuestros católicos; yo tengo una amiga que se la, una amiga en Barinas, contemporánea de mi madre, que tiene un nombre, no voy a decir el nombre porque seguramente hay muchas personas que se llaman así, pero es un nombre de esos que a casi nadie le gusta, y ella incluso solicitó en un tribunal cambiarse el nombre porque se lo ponían a los niños el día del santo, así que si era cualquier santo que cayera pues le ponían el nombre; bueno Simón Narciso Carreño Rodríguez. Vamos a rendir tributo a Camilo Cienfuegos que se quedó en el mar, se transformó en mar.
Presidente Castro: La tempestad debe haber.
Presidente Chávez: Parte del Caribe seguramente a Camilo Cienfuegos, ese revolucionario de Cuba, hombre de la revolución. ¿Qué edad tenía Camilo cuando murió? Muy joven. 30.
Presidente Castro: No llegaba a 30.
Presidente Chávez: No llegaba a 30 años.
Presidente Castro: Era un estudiante cuando empezaron las luchas del Moncada.
Presidente Chávez: El estuvo en el Moncada contigo.
Presidente Castro: No, no, era muy joven; él se une con nosotros a México antes de venir en el Gramma.
Presidente Chávez: Con el Che. Vino en el Gramma.
Presidente Castro: Y vino en el Gramma, con el Che en la Sierra Maestra.
Presidente Chávez: Con Che, contigo.
Presidente Castro: Participó en la invasión, fue de las dos columnas que enviamos hacia la capital.
Presidente Chávez: A La Habana.
Presidente Castro: El día 1° de enero, cuando sucede el golpe de Estado.
Presidente Chávez: El Che y la otra venía, la comandaba Camilo. Claro. Pues rindamos tributo a Camilo Cienfuegos y a Simón Rodríguez, dos hombres, dos revolucionarios de esta América latinocaribeña. Vamos a hablar un poco de Simón Rodríguez, después de atender una llamada que viene ¿de dónde? De aquí de Venezuela.
RR: Sí Presidente, aquí tenemos.
Presidente Chávez: Agradeciendo muchísimo la llamada de Omar Alvarez desde Marianao, en La Habana. Un abrazo a ti Omar. Atendamos entonces la llamada de Venezuela.
RR: Sí Presidente, llama Wilfredo Lira, desde San Bernardino, en Caracas. Wilfredo buenos días, te escuchan los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro.
Wilfredo Lira: Buenos días. Cuando saludo pues a los presidentes de, tanto de Venezuela como de Cuba; al de Cuba por su intervención en el Congreso y en Barquisimeto, lo hizo muy bien señor presidente Fidel; al presidente de Venezuela quisiera hacerle una consulta sobre unas dudas que tenemos, es sobre mi suegra de 63 años de edad, ella ha cotizado 530 cotizaciones para el Seguro Social, nos faltaría 220 cotizaciones para su jubilación. En la actualidad ella está en una escuela privada que no cotiza al Seguro pero en los últimos cuatro años ella cotizó, pero el colegio donde estaba no cotizaba el Seguro Social, en sí, nosotros lo que queremos saber es a qué instancia nos debemos acudir para proseguir con las cotizaciones y llegar al tope o a las exigencias que hace la Ley, pues.
Presidente Castro: Wilfredo, gracias por tu llamada, ya te voy a responder tu pregunta, tu duda, tu inquietud, pero estoy seguro que como tú saludaste a Fidel, él tiene algo que decirte también, después respondemos y reflexionamos sobre tu interesantísima pregunta.
Presidente Chávez: Quiero agradecerle sus palabras amables y nuestra alegría, al comprobar que ha estado atento de los pronunciamientos que hemos hecho en estos días y darle las gracias por sus felicitaciones, pero sólo tú Chávez debes tener la fórmula de qué hacer en estos casos de más de 500 cotizaciones, le faltan unas doscientas, que allí no se paga en Seguro en la Escuela y entonces contesta la pregunta.
Presidente Castro: Sí, un problema que tenemos y problemas que tienen solución y nosotros haremos todo lo que tengamos que hacer par adarle solución, no para buscar soluciones como siempre se dice, trataremos, no, nosotros estamos consiguiéndole soluciones a problemas como éste que afectan no sólo a tu suegra Wilfredo, ¿cómo se llama tu suegra?
Wilfredo: Adelaida Hernández.
Presidente Chávez: Adelanda que es maestra además, profesora.
Wilfredo, sí señor.
Presidente Chávez: El problema de Adelaida Wilfredo, es el problema de miles, quizás de millones de venezolanos. Yo te voy a hacer un comentario pero quiero antes de responderte, estas llamadas no son pagas, es importante que todos sepan esto porque no tenemos a nadie ahí pagando y pagando, sino que está participando con nosotros. Yo quiero agradecer, porque así como muchas veces soy crítico y hago llamados a la reflexión, también, a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, me refiero a los medios de comunicación social. Han estado, radio, televisión, prensa escrita, cubriendo todos los eventos de la gira. Una agenda inmensa, una agenda de lo más diversa, desde el partido de beisbol hasta asamblea con campesinos, con estudiantes, recorridos por pueblos, por caseríos, la casa natal de Bolívar, el Panteón Nacional, todo lo que hemos hecho, el pueblo venezolano se ha enterado Fidel, con profusión, gracias a la tarea de los medios, los periodistas, los camarógrafos, los hemos visto meterse entre la multitud, no es fácil esa multitud que se ha echado a la calle, a toda hora, a lo largo de las carreteras, en los caminos, en los aeropuertos, en las calles, en las plazas, por todos lados el pueblo venezolano dándole el recibimiento y rindiéndole honor a nuestro hermano Fidel Castro y yo, pues menos no esperaba. Yo estaba seguro de que eso iba a ser así porque sabemos el sentimiento de afecto que nuestro pueblo le tiene a Fidel y al pueblo cubano. Ahora, los medios de comunicación se han portado de verdad, de verdad, y yo quiero darles un aplauso, a la altura, a la altura, a la altura de lo que está pasando en Venezuela, a la altura del visitante ilustre que tenemos, los sectores políticos más críticos, fíjate que decían que iba a haber, no, no, la crítica bienvenida es, pero con civilismo, con respeto y eso es lo que se ha visto en Venezuela. Así que me siento orgulloso, cada día más, de ser venezolano, de ser presidente de esta tierra, de esta patria, y de este pueblo y quiero a nombre de todos darle mi palabra por reconocimiento a los medios de comunicación social por la manera como han tratado y han cubierto la gira y las múltiples actividades que hemos cumplido con Fidel y las que nos faltan todavía.
Wilfredo, el caso de tu suegra. Pues yo tomé nota, aquí estamos tomando nota, esa es una de las tareas de Elías, además de participar de muchas maneras en el programa, él está tomando notas y estamos grabando todas las llamadas. El canal del Estado para analizar este problema y buscarle y lograr la solución, sin duda que es el Ministerio del Trabajo.
Elías Jaua: Y el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
Presidente Chávez: Y el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, así que este caso, yo voy a estar atento, vamos a conversar Elías con la ministra Blancanieves Portocarrero, quien está comenzando su gestión y atendiendo ¡cuántos problemas! Con los trabajadores a nivel colectivo y a nivel puntual como este caso, para garantizarle a todos los trabajadores del sector público y del sector privado sus derechos fundamentales. Ahora fíjate tú Wilfredo, me estás oyendo todavía ¿verdad hermano?
Wilfredo: Todavía sí.
Presidente Chávez: Gracias, ¿tú estás en San Bernardino verdad?
Wilfredo: Sí señor.
Presidente Chávez: Un saludo a todos tus amigos, a tu suegra y tu esposa, ¿cuántos hijos tienes?
Wilfredo. Con todo el gusto. Tengo tres hijos.
Presidente Chávez: Tres hijos ¿cuántos años tienen ya?
Wilfredo: 14, once y seis años.
Presidente Chávez: Catorce, once y seis, que Dios los bendiga ¿todos están estudiando?
Wilfredo: Amén.
Presidente Chávez: ¿Tú estás trabajando verdad Wilfredo?
Wilfredo: Por supuesto, alguido hay por ahí.
Presidente Chávez: ¿Qué profesión tienes tú?
Wilfredo: Ahorita estamos con la construcción, remodelación de edificaciones.
Presidente Chávez: Ah qué bueno ¿y tienes alguna empresa?
Wilfredo. Una muy pequeña empresa porque estamos comenzando.
Presidente Chávez: bueno, pero espérate un segundo. Yo he dado instrucciones al Ministerio de Infraestructura que no quiero seguir dependiendo sólo de las grandes empresas de construcción. A las que respetamos y les damos cabida, pero hemos detectado por allí algo que ordené una investigación, porque han hecho casas en estos últimos años que se están cayendo. Le cobran al pueblo, cuatro, cinco millones de bolívares, le cobran al estado por unas viviendas que a los tres años se están cayendo. Ordené una investigación y he oficiado a los tribunales respectivos porque hay grandes empresas de construcción que bueno, han ganado mucho dinero a costa del dinero del pueblo y despues hacen unas casas que ni siquiera un huracán, un viento, la gente no puede clavar un clavo. Una señora me decía por allá en Margarita, mire Presidente, venga para que vea, clave un clave, y yo le dí. No, se cae la pared o le colocan las tuberías por fuera o no le colocan agua ni servicios. Entonces nosotros queremos un nuevo paradigma de la construcción social hermano, así que Wilfredo, yo le voy a dar tus datos, si tú me lo permites, a nuestra gente de infraestructura, andamos en la búsqueda de los pequeños constructores para que junto al pueblo, junto a las comunidades incluso, enseñen al pueblo y junto a ellos administremos con mayor eficacia y rendimiento y justicia, los recursos que son del pueblo ¿qué te parece Wilfredo? ¿estás dispuesto?
Wilfredo: Como no, presidente, como usted quiera, hable conmigo.
Presidente Chávez: Gracias, que Dios te bendiga a ti y a toda tu gente, a tu empresa y vamos trabajar juntos porque hay tantas cosas que hacer en los barrios, darles cursos a la gente, porque claro, el empresarios privado debe, siempre debe estar buscando algún beneficio económico, la rentabilidad para pagarle a sus empleados, el beneficio, cómo se llama esto, las utilidades, las ganancias, pero caramba, una cosa es una ganancia y otra cosa es el atropello y el abuso, y el abuso de riqueza fácil. Estoy seguro que tú Wilfredo, que te siento un hombre joven, con sensibilidad, tanto que estás llamando no por ti sino por tu suegra, te invito a ti y a todos los pequeños empresarios de Venezuela, primero, a que rompamos los viejos paradigmas de la corrupción, del facilismo, de la riqueza fácil, vamos a trabajar, a pegar bloques, pero bien pegados, a hacer casas bien hechas, a hacer carreteras bien hechas, cuenten con un estado responsable y serio que además los necesita, a hombres y mujeres como tú Wilfredo, empresarios, dispuestos a trabajar por el país y con el país. Y el caso de tu suegra yo lo voy a gestionar, pero te iba a hacer un comentario, este es uno de los tantos casos de lo que es la injusticia social y la falta de previsión, porque entiendo, yo te voy a hacer una pregunta ¿es que tu suegra trabajó primero en algún ente público?
RR: Creo que se cortó la llamada.
Presidente Chávez: Elías, llámete a Wilfredo después del programa para que te dé todos los datos, los documentos de la señora, no recuerdo como se llama.
RR: Adelaida.
Presidente Chávez: Los documentos, incluso es bueno entrevistar a Adelaida, porque nos interesa saber entre qué año y qué año ella cotizó 530 veces el Seguro Social, ese dinero debe estar allí por supuesto y luego ¿cuál fue ese lapso en el que estuvo en una escuela privada y por qué la escuela privada no le cotizaba al Seguro Social? Tenía que hacerlo. Pero es lo que yo te quiero decir, yo sé que me estás oyendo Wilfredo y miles de Wilfredo y miles de venezolanos y de trabajadores y Adelaida y miles de Adelaida ¿qué pasa aquí Fidel? El primer gobierno de estos últimos cincuenta años que reconoce y no sólo lo reconoce por reconocerlo porque a veces uno puede reconocer que un lanzamiento fue strike y le cantaron bola, por ejemplo, no vaya a tomarlo como algo personal ni particular, es sólo una coincidencia, a veces uno reconoce algo, está bien, te reconozco pero no haces nada por solucionar el problema, no sólo es reconocer, sino que estamos trabajando intensamente para cancelar la gigantesca deuda laboral acumulada en casi treinta años de trabajadores, ya algunos de ellos jubilados, en su casa, ancianos, que trabajaron treinta y hasta cuarenta años, y nadie ni el Estado ni los privados le depositaron lo que le correspondía por prestaciones. Nadie, nunca nadie lo hizo. Ni en el antiguo régimen ni en el nuevo régimen de 1997 para acá, cuando cambiaron el régimen de prestaciones sociales. Hace poco hablábamos, me reuní, dos actos hemos hecho, primero buscando los datos, trabajando con equipos allá en la OCEPRE, el General Lameda Montero que ahora pasó a PDVSA, pero adelantó muchísimo el trabajo, quiero reconocerlo de nuevo públicamente. Primero es trabajador por trabajador, Pedro Gómez ¿en qué año comenzó a trabajar? Y empezamos a buscar los archivos. Bueno, es más grande que la deuda externa Fidel, esa deuda con los trabajadores; más grande que la deuda externa y aquí, bueno, ni siquiera los trabajadores sabían cuánto le deben, dónde están los registros. Esos son papeles, cajas abandonadas en depósitos, ni siquiera archivado aquello. Es un trabajo pero extraordinario, monumental, colosal. Ahora le estamos dando, eso lo hemos hecho en menos de seis meses. Ya estamos entregándole a cada trabajador una hoja, un recibido: Señor trabajador Fidel Castro, usted motorizado, (hace poco yo hablé con un motorizado que empezó a trabajar en Barinas el año 1975 cuando yo me estaba graduando de Subteniente) Y resulta que hoy ¿cuántos años han pasado? ¿veinticinco años? Este señor motorizado Fidel, no le depositaron nunca, ningún gobierno anterior, él trabaja en un ministerio, tenían que haberle depositado según la Ley, desde que empezó a trabajar, al terminar un año de trabajo, el equivalente en dinero a un mes de sueldo, todos los años y los intereses por supuesto. Ni el capital ni los intereses mucho menos. Bueno, este hombre no tiene ni un solo bolívar depositado en cuenta alguna, y resulta que dentro de poco se va a jubilar, tiene 25 años de motorizado, sin moto, además.
Presidente Castro: ¿Qué se hizo ese dinero?
Presidente Chávez: Ja, ja, la pregunta de las sesenta y cuatro mil lochas, se lo robaron, se lo llevaron, no tuvieron ninguna previsión ningún presidente, ningún ministro, ningún funcionario público, a excepción de algunos sectores. La Fuerza Armada, el día que yo salí de baja, firmé mi baja y me fui al Instituto de Previsión Social y me dieron, bueno, era un millón y medio de bolívares, no era gran cosa, pero era lo que yo tenía.
Presidente Castro: ¿A cómo estaba el cambio?
Presidente Chávez: El cambio estaba en el año 1994, ¿a cuánto estaba? Como a ciento veinte.
Presidente Castro: Bueno, te dieron casi diez mil dólares, ¿alguna vez tuviste tanto dinero?
Presidente Chávez: No, diez mil dólares no, saca la cuenta bien.
Presidente Castro: Si es a ciento veinte van por ocho mil más o menos, multiplícalo por 120, ochocientos mil, más ocho por dos dieciseis, entonces un poquito menos.
Presidente Chávez: Claro, después de veinticinco años casi de trabajo. Es lo que le sale a cualquier trabajador después de veinticinco o treinta años de trabajo.
Presidente Castro: Pero te pagaron.
Presidente Chávez: Me pagaron y casi todo lo gasté en el proceso, en los años que pasaron del 94 para acá.
Presidente Castro: Ah, pero ya tu estabas encarcelado. Oye la jubilación tuya fue voluntaria o forzosa? ¿cómo fue?
Presidente Chávez: Medio voluntaria y medio forzosa, las dos. Ahora, fíjate tú, volviendo al punto este. Entonces resulta que ahora le estamos contabilizando, cuantificando la deuda trabajador por trabajador. Motorizado Fidel Castro, aquí está, ahora le estamos entregando una hojita.
Presidente Castro: Y a mí también me vas a pagar eso?
Presidente Chávez: Acá también, por bateador será, por batear.
Presidente Castro: Por las catorce horas que tuvimos recorriendo.
Presidente Chávez: Mira Fidel, yo no voy a decir la edad de Fidel, ese es un detalle humano que tiene significación.
Presidente Castro: Pero no importa, dieciseis años no es nada. Si la edad se mide por entusiasmo, yo tengo dieciseis años.
Presidente Chávez: No tengo la menor duda de que es así. Pero fíjate Fidel, yo no sé cuándo duerme. Yo no sé cuándo come, porque nos sentamos a comer, ayer le dije: pareces un pajarito. Come. Habla y no come casi. A menos que coma escondido por ahí.
Presidente Castro: Ni como escondido ni fumo escondido.
Presidente Chávez: ¿Eso es alguna alusión personal?
Presidente Castro: No, porque mucha gente no podía concebir que dejara de fumar. Yo le dije, necesitaría tres cómplices para ello: una, alguien que compre los tabacos, un escolta o alguien; alguien que busque la fosforera, le eche gas, todas esas cosas y alguien que limpie las cenizas. A mi me bastaría que existiera una sola persona en el mundo que pensara que yo soy un descarado, que le estoy metiendo a todo el mundo y es suficiente para que no fume.
Presidente Chávez: Muy bien, muy bien. Ahora, Fidel se levanta temprano, camina, salta, brinca, pregunta, habla...
Presidente Castro: Y bateo. Tengo buena vista y no me dejo pasar una bola por strike.
Presidente Chávez: Fíjate tú que le hice dos lanzamientos malintencionados como pitcher, por supuesto, afuera, a la esquina de afuera a ver si le hacía swing y no, las dejaba pasar, trató de tocar la bola, además.
Presidente Castro: Sí, pero también tenía posibilidad de hacer contacto, había entrenado un rato antes y le digo, tira más duro y de diez más o menos, seis o siete la tocaba y al final le di a cuatro seguidas.
Presidente Chávez: Lo que pasa es que cuando tú sacaste el bate para tocar, yo había lanzado una rabo e cochino. Esa bola es famosa, esa no se puede tocar, la rabo e cochino.
Presidente Castro: Está bien Chávez. Yo veo que tú le has dado tanta importancia a esa bola que tu quieres convertir en strike, que yo voy a pedir garantías de habeas corpus para ese excelente umpire venezolano, fíjate que no es un cubano, ustedes fueron los que pusieron todos los umpires, han demostrado que tienen una honradez y una caballerosidad intocable, a pesar de ser tu el presidente de esta República y un hombre tan querido por el pueblo y por toda aquella multitud, eso es decir que también te trató con un gran cariño.
Presidente Chávez: Ese es un umpire valiente.
Presidente Castro: Toda la vida se va a seguir discutiendo si es strike o bola. Yo pido garantía de habeas corpus para ese hombre.
Presidente Chávez: No, ya es bola, tanto es así que tú llegaste a primera base, y eso no tiene discusión. Quedará para la historia.
Presidente Castro: Claro, después que para la historia de Cuba quedará que me ponché por culpa de Héctor....
Presidente Chávez: Yo pido también habeas corpus para el locutor. Pido habeas corpus para el locutor porque creo que el locutor de la verdad. Y fíjate tú pero así como el umpire venezolano es honesto, no tengo dudas que él pensó que era bola, y estoy seguro que el umpire, no... este umpire venezolano vio el lanzamiento bola y cantó bola, cuatro bolas y a primera base fue Fidel raudo y veloz, salió corriendo a primera, en tercera estaba Felipe y en segunda estaba Carlitos.
Presidente Castro: No soy tan raudo y velos como la quinta....
Presidente Chávez: Pero saliste raudo y veloz, tu seguramente pensaste, antes de que se arrepienta el umpire y se de cuenta que se equivocó voy a ir a primera.
Presidente Castro: Sí, pero date cuenta que yo le pulsé la mano por arriba, antes de que tiraras la última pelota y era bolivariano de verdad.
Presidente Chávez: pero yo quiero resaltar además la honestidad, la precisión y el coraje y la valentía también y la honestidad del locutor que vio strike y cantó strike.
Presidente Castro: Claro si él lo vio, habrá que hacerle un examen de la vista.
Presidente Chávez: Bueno ahora fíjate.
Presidente Castro: Te voy a decir lo que pasó, que el venezolano quería que no me ponchara, y el cubano quería que tú me poncharas.
Presidente Chávez: Fíjate la integración de nuestros pueblos, eso que ha dicho Fidel es cierto. El umpire venezolano incluso me llamó y me dijo: Presidente, ¿va a lanzar las cuarenta millas que usted lanza? Láncele veinte. Pero fíjate tú, el umpire me dice a mí que no le lance, yo no lanzo tan duro, yo lanzo ahí una bombita, pero claro, a veces me empino y llego a cincuenta millas, no la recta que nos trajiste anoche, una recta que a mi me lesionó la mano.
Presidente Castro: No, si ese no pitchó. Tiene 52 años.
Presidente Chávez: Tiene 52 años, es cierto, pero lanza una recta como un muchacho de veinte. Me quemó el bate dos veces que me salí del juego porque tenía hinchado y me pusieron hielo porque me pegó mucho la falta de entrenamiento y la recta muy dura, pero fíjate, el umpire me llama y me dice: Presidente, no le vaya a lanzar a Fidel la rabo e cochino ¿qué le va a lanzar? Estaba preocupado el umpire, ¡Cuidado con un pelotazo! Me dijo. –No, yo soy controlado. Entonces, entra Felipe a batear y ¿tú no viste que la primera pelota que lancé fue un piconazo? Porque no me atrevía a tirar duro. Y entonces viene Fidel y me llama, cuando le lanzo la primera bombita y me dice: “Tira duro”. Yo le digo Fidel... “No me vayas a tirar esa bombita a mí porque me están viendo en Cuba, tírame una pelota ahí duro”. Y le digo yo, y si te doy un pelotazo? “Pues me metes un pelotazo”. Entonces bueno, comencé a lanzar.
Presidente Castro: Yo tengo casco, y además, tenía pensado tirarme al suelo, así.
Presidente Chávez: ja, ja, ja, y además, muy mañoso trató de tocar la bola pero coincidió su intento con una rabo de cochino. Fue un foul. Este es el Fidel Castro de quince años. Bueno fíjate entonces, para terminar de responderle a Wilfredo. Después viene una llamada de Cuba que está esperando, pero fíjate Wilfredo, te vamos a llamar para precisar los detalles del caso de tu suegra, pero yo termino con el comentario de que este es el primer gobierno, y teníamos que hacerlo por un compromiso ético, moral ¿cómo vamos a permitir nosotros que sigan los trabajadores yendo todos los días a trabajar, que sigan los motorizados, las maestras, las enfermeras, los porteros, los choferes, ex secretarias, miles y miles de trabajadores trabajando todos los días, todos los meses, todos los años y nadie les deposite lo que les corresponde para su vejez, para su pensión? Ahora, claro que hay una deuda acumulada gigantesca que ya hemos comenzado a cancelar paulatinamente y a partir del primero de enero del año 2001, cada trabajador tendrá, por primera vez en la historia venezolana, por primera vez, aquellos que se rezagan las vestiduras con los derechos humanos, por ejemplo, por primera vez cada trabajador tendrá un fideicomiso y una cuenta personal donde comenzaremos y ya en el presupuesto del 2001 hemos reservado cuatrocientos mil millones de bolívares para cada uno de ustedes, trabajadores del sector público, depositarles lo que le sale todos los meses y sus intereses correspondientes, por su trabajo diario que es un trabajo permanente y de corazón por la recuperación del país. Esto es justicia con los trabajadores venezolanos y el sector privado también debe hacerlo y para eso estaremos pendientes desde el gobierno, y específicamente a través del Ministerio del Trabajo que se cumplan las leyes. Y Elías, tú que estás aquí de Ministros, estaremos atentos. Y llamo a todos, la Fiscalía General de la República, a la Defensoría de los Derechos del Pueblo que ahora existe, a todos, que estén atentos y aquel trabajador a quien no le cumplan esto, bien sea el sector público o el sector privado, denúncielo, vaya a un tribunal y denuncie a su jefe directo, reclame sus derechos, porque esto es parte de la democracia bolivariana que está naciendo en Venezuela. Llamada desde Cuba, vamos a ver.
RR: Si presidente, quería además anunciar que a partir de las diez de la mañana, el canal Tele Rebelde de la Televisión Cubana está transmitiendo el programa en vivo y directo.
Presidente Castro: Telerebelde. Una correspondencia presidente que no quería dejar pasar por algo, esta correspondencia es muy significativa, los señores Christian Santis y Lisbeth Nieto donaron para los niños de las escuelas bolivarianas, que disponga el Ministerio de Educación, ocho modelos anatómicos hechos de fibra de vidrio, autodidácticos especiales para las clases de biología. El interés de estos dos ciudadanos Nieto y Santis es apoyar la formación de los niños de las escuelas bolivarianas. Esta información llegó a la Radio Nacional de Venezuela y consideramos importante que usted la conociera. Aquí está la comunicación con el donativo de los ocho modelos.
Presidente Chávez: Agradecemos muchísimo a Christian Santis y Lisbeth Nieto, esto va a ser muy útil para las escuelas bolivarianas. Y recordando a Simón Rodríguez, fíjate tú como era de irreverente revolucionario aquel maestro. En el Sur, cuando Bolívar y Sucre lo nombran Ministro de Educación de Bolivia, como no había modelos anatómicos, entonces él mismo era. El se quitaba la ropa para enseñarles anatomía a los niños y claro, que aquellas sociedades de aquella época le llamaban el Diablo, el pervertido. Pero es que no hay modelos anatómicos decía, y era una forma él de enseñar, él era un revolucionario, no tenía límites para enseñar. Simón Rodríguez, bueno llamadas.
RR: Llamada en directo desde Cuba, otra llamada internacional, es un Aló Presdientes especialísimo que estamos haciendo hoy domingo 29 de octubre de 2000. Lázara Ferrer García, llama del Centro de La Habana. Lázara, buenos días, te escuchan los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro.
Lázara García. Saludos, un saludo afectuoso para el señor Presidente Hugo Chávez y para nuestro Comandante en Jefe que se encuentra allí de visita. Y también hago extensivo un saludo para el pueblo venezolano. Me atrevo a decir, en nombre de las mujeres cubanas...
Presidente Chávez. ¡Qué linda! Te vamos a dar un aplauso Lázara, porque te estamos oyendo millones de venezolanos y venezolanas y cubanos y cubanas.
Lázara García: Sí, señor. Bueno le voy a hacer una pregunta, mi pregunta ¿cuál es la situación que se presenta para la mujer venezolana luego del triunfo de la revolución bolivariana?
Presidente Chávez: Bien Lázara, qué pregunta nos has hecho, mira aquí hay muchas mujeres en el estudio y estoy seguro que estas mujeres nuestras te mandan igual, así como todo nuestro pueblo a ti y a todas las mujeres cubanas. Entre ellas aquí está aplaudiéndote desde aquí Teresita Maniglia, que es la Presidenta de Radio Nacional de Venezuela. Bueno, recibimos con mucha alegría, primero que nada, tú llamada, esa palabra, ese aliento y ese saludo para nuestro pueblo y para Fidel que está aquí y seguramente te quiere responder y te quiere saludar antes de yo responderte ya y hacer algunas reflexiones que siempre hago, en este caso sobre el tema de la mujer venezolana y la revolución. Tremenda pregunta nos ha lanzado Lázara desde allá, desde La Habana.
Presidente Castro: Yo diría simplemente, que hay un extraordinario entusiasmo en las mujeres venezolanas. Pero que todo está por organizar.
Presidente Chávez: Así es. Es lo que ha dicho Fidel.
Presidente Castro: Pero hay una materia prima fabulosa y un apoyo amplio y claro al movimiento bolivariano.
Presidente Chávez: Fidel lo ha visto y lo ha sentido, las mujeres, Lázar, sin duda que se han lanzado a la ofensiva, vamos a decirlo de esa manera, han salido con esa pasión, con ese amor propio de las mujeres para la lucha y cuando se disponen a la lucha. Por cierto que hablando de mujeres, también debemos hacer una reflexión y un comentario positivo, muy positivo y muy simbólico y que tiene mucho significado para nosotros, es esa película cubano venezolano que pronto se va a lanzar al aire y a los cines de Venezuela y del mundo: “Manuela Sáenz”. Una película que pronto estaremos viendo.
Elías Jaua: El próximo miércoles presidente.
Presidente Chávez: El próximo miércoles, por aquí tenemos los datos de esa película, una actriz cubana.
Elías Jaua: Beatriz Valdez.
Presidente Chávez: Beatriz Valdés, cubana, hace el papel y me dicen que lo hace muy bien. Vamos a ver esa película pronto, el papel de aquella inmensa, profunda mujer latinoamericana, revolucionaria: Manuela Sáenz, a quien Bolívar llegó a llamarla “La libertadora del Libertador”. Y fue mucho más que su amante, su mujer, el amor más grande de su vida como él lo llamó, fue una guerrera, entre otras acciones militares combatió en Ayacucho, bajo el mando directo del Mariscal Sucre y se lleno de honores y ascendió a coronela en el campo de batalla de Ayacucho, allá en la pampa de la Quinua, en el Alto Perú. En el Perú, que fue la última gran batalla dirigida por el Mariscal Sucre. Ahora, Lázara, no sólo y yo pudiera decir muchas cosas, pero no quiero quedarme en la retórica de que las mujeres, porque siempre se ha dicho también, yo le oí muchas veces: “las mujeres, ahora sí” “las mujeres van a ocupar espacios”, las mujeres, etcétera, no, pero es que se está demostrando, fíjate tú, la esencia política, hasta ahora, de la revolución bolivariana en esta fase, fue y ha sido la Asamblea Constituyente y el proceso constituyente. bueno pues resulta que las mujeres se fueron a dar esa batalla, pudiéramos hablar de la historia reciente desde el 4 de febrero de 1992, de aquella rebelión bolivariana, las mujeres se fueron a la calle, a la lucha, bueno no sólo... yo recuerdo a mi madre, Elena, a la que ayer visitamos y nos preparó un chiguire extraordinario y ella misma lo hizo, ella misma se levanta de madrugada a cocinar, tú te fijaste que ella estaba en la mesa, incluso me dijo: Ay Hugo, ella me dice Huguito, Ay Huguito, yo me voy a parar porque hay que atender aquella otra gente que está allá y los mesoneros no han ido y ella se fue, y yo le dije: vaya vieja, y se paró de mesa, estaba a mi lado, para atender a otros miembros de la delegación que estaban en otras mesas por allá y los mesoneros no habían ido y se fue a servir ella misma el chiguire y además a explicar como lo hace y a defender su cosas, las caraotas el arroz. Un beso Elena, siempre la bendición. Bueno, mi madre yo la recuerdo, caminando, la invitaban a marchas y ella iba a la cárcel a llorar y me decía: Ay Hugo, qué hago yo y qué digo yo que me invitan a todas partes a dar discursos. Vaya vieja, lo que le salga del corazón, cuando quiera ir, yo no le voy a pedir, tanto sufrimiento además, te vas a ir, y andaba con los pies hinchados. La llevaban a universidades, la llevaban a las marchas de trabajadores, y ella iba por todas partes, y a dar discursos además. Y daba unos discursos tremendos. Claro, ella es nieta, tiene sangre guerrera, mi madre es nieta de Pedro Pérez Delgado, aquel a quien llamaban “Maisanta”, el último hombre a caballo. Ahora, bueno, pero no sólo mi madre, miles de madres, pongo el ejemplo de la mía, más conocido. Pero bueno, la madre de mis compañeros de cárcel, de los que murieron, de los miles de detenidos, de perseguidos civiles y militares, a la calles se fueron; ancianas, abuelas. Yo recuerdo una abuela que iba, abuela de uno de mis compañeros de prisión que iba todos los fines de semana con una cavita con agua fría y a veces le llegaba el agua allá caliente, porque hacían unas colas largas, bajo el sol de Yare, en Los Valles del Tuy, con los pies hinchados, a veces le sangraban, las atropellaban, a veces les lanzaban gas lacrimógeno, no las dejaban entrar, y además, cómo pelean. Mientras muchos hombres yo los veía acobardados, al menos tímidos ante la represión o ante la amenaza o la disuasión de los vigilantes, vi a mujeres agarrar por el pecho a un guardia o a alguien para defender y pedir que la dejaran entrar a ver a su esposo, a su hijo o a su nieto. Esa es la mujer que se levantó con una fuerza terrible. Tú sabes Fidel y Lázara, que aquí en este Campo de Batalla y eso para rendirle tributo al coraje y al valor de la mujer venezolana, pero igual a las mujeres cubanas y ecuatorianas y las mujeres de esta tierra, el caso particular de las mujeres venezolanas, siempre tu sabes el machismo; el machismo aquel que es parte de los paradigmas heredados nuestros. Aquí en Carabobo cuando Páez va y le da parte a Bolívar después de la batalla y comienzan a recoger los muertos, y los heridos y las bajas, resulta que llega un general y le dice a Bolívar, aquí mismo en el Buena Vista, el Cerro Buena Vista, a pocos kilómetros de aquí estaba el comando general libertador, le dicen que hay mujeres muertas, y Bolívar dice ¿qué pasó? ¿es que algún batallón enemigo se filtró a la retaguardia y atacó los comedores, las cocinas, las enfermerías, donde estaban las mujeres allí, siempre destinadas a la retaguardia, y entonces un general dice: no, no, ningún batallón enemigo se fue a la retaguardia, las mujeres se vinieron a la vanguardia vestidas de soldados. Y eso pasó en Ayacucho, Manuel Sáenz fue una. Sucre había destinado a Manuela Sáenz a curar los heridos y los enfermos, era capitana ella, desde los tiempos de San Martín, y entonces cuenta Sucre, y ese es el motivo de que asciende a Coronela, que Manuela apenas oyó los primeros tiros, dejó los enfermos, agarró su caballo, tenía dos pistolas la Manuela, y en una M, Manuela, las iniciales marcadas y en la otra la S, de Sáenz y se fue y se entró a tiros con los españoles, la Manuela Sáenz y había ascendido a Coronela y Santander desde Bogotá que era anti bolivariano, Santander le escribió una carta terrible a Bolívar exigiéndole que degradara a la Coronela. Estaba manchando el honor de Colombia porque ascendió a su amante a Coronela. Y Bolívar le responde una carta terrible a Santander y le dice: “¿Usted me cree tonto? No sea usted injusto, falta de respeto. Esa mujer no ascendió a coronela en la cama”. Así le dice: “Esa mujer ascendió a Coronela en el campo de batalla de Ayacucho y no la voy a degradar”. Y por supuesto se quedó de coronela ascendida por Sucre en el campo de batalla, junto con muchos oficiales más destacados de aquella hora, incluso algunos post morten. Aquí en Carabobo pasó algo, eso que yo señalaba Lázara, pero volviendo a este Carabobo de ahora, a esta nueva batalla por la libertad, cuyo líder sigue siendo Bolívar, bueno, las mujeres se fueron a la batalla y las mujeres participaron en todo esto. Yo recuerdo mis días del desierto. Bueno, en verdad nunca fue un desierto, siempre estuvo ahí ese pueblo, claro que presionado, amenazado, perseguido. Después que salí de prisión, cuando nos conocimos, Fidel, pues siempre estuvo el pueblo, pero siempre trataban de mantenerlo a uno aislado del pueblo, del amor y el cariño del pueblo, pero siempre las mujeres allí, nunca faltó el apoyo, nunca faltó el afecto y siempre ahí, las mujeres, las estudiantes, las abuelas, las madres, etcétera. Y además, procesos organizativos Fidel, que es interesante comentar, yo recuerdo por ejemplo aqúi en Valencia, aquí en Carabobo hay un movimiento de mujeres bolivarianas, yo recuerdo un acto que h icimos acá en algún sitio muy grande. El Frente Constituyente de las Mujeres y ¿sabes qué nombre le pusieron? Manuela Sáenz, y otro frente de mujeres por allá en Oriente y ¿sabes qué nombre le pusieron? Luisa Cáceres, otra heroína que niña, casi todavía niña fue a parar a la cárcel y la torturaron, esposa del General Arismendi. Bueno, Frente de Mujeres Bolivarianas se formaron por todas partes, círculos de mujeres, y hoy en día, en esta nueva fase, pero antes de llegar a esta nueva fase quiero decir algo más, Frente de Mujeres Constituyentes, y las mujeres se fueron a la batalla en la Asamblea Constituyente, Marisabel, la mía pues, esa se fue de candidata a la Asamblea Constituyente y se fue por el país, a recorrer el país, a dar discursos. Nunca ella había tenido esa experiencia; había tenido alguna experiencia como locutora allá en Barquisimeto, trabajó en televisión con ese gran soldado que se nos fue hace poco, Mariano Kosowsky, un gran soldado de la televisión y de las luchas, de aquella empresa Promar, que anoche te entrevistaron, saliste al aire por Promar televisión desde el dogout, para Venezuela y el mundo. Bueno, pero Marisabel se fue a la campaña teniendo a una niña, Rosinés, la Rosinés tenía un año, de teta todavía y andaba con esa niña por ahí. Yo les dije, bueno, que Dios las bendiga, vayan, la batalla lo requiere, y eso lo decidió ella y en consulta conmigo y las mujeres y se fueron por el país a recorrer campos, ciudades, pueblos, etcétera. Pero no sólo Marisabel, mujeres de la talla, como es dirigente indígena que tú conociste, allá la conocimos en el Cuartel San Carlos, Nohelí Pocaterra, una mujer cuajada por las luchas indígenas, aborígenes. Nohelí tiene, yo no sé, ella tiene un alma, una cosa que la rodea. Uno la ve y se llena de paz, de amor, de sueños, de cosas profundas que difícil es explicarlas. Nohelí Pocaterra y con ella las mujeres indígenas, esa que te regaló, una lidereza indígena que te obsequió una de sus artesanías, hechas por ellos mismos con su amor y con sus manos, pero no sólo Nohelí Pocaterra. Reina Lucero, aquella mujer que te cantó, que nos cantó pero especialmente a ti, una hermosa canción venezolana. Reina Lucero, cantó Venezuela, es una canción patriota que cantó allá en la noche de la cena en el Círculo Militar. Reina Lucero ¿qué experiencia política? Folklorista desde niña, yo la conocí era una niña casi, éramos niños casi, cantaba allá, por allá en Barinas y allá en Maracay y se fue con esa carga de experiencia y su garganta y su canto y su sueño, candidata a la Asamblea Constituyente y la eligieron Constituyente y allá estuvo, esa fase de revolución en la Asamblea, en una experiencia inédita. Bueno, mujeres como Marelys Pérez Marcano, luchadora de años de allá del oriente del país, profesora universitaria. La comandanta fosforito, así la llamamos, tú la conociste, es diputada ahora, esa muchacha es candela, de los Andes. Yo la conocí después que salí de prisión o estaba en la cárcel, una vez fueron, porque venían estudiantes, venían campesinos y entraban a veces a la cárcel y empezaron a organizar el Movimiento Bolivariano Revolucionario. Esa muchacha la vi yo pero combatir, agarrar por el pecho a alguien y reclamarle pero con un coraje difícil de apreciar, especialmente en aquellas situaciones de aquellos días y aquellos años de tanta presión y tanta represión. Bueno, mujeres como la periodista Victoria Mata...
Elías Jaua: María de Queipo en el Zulia.
Presidente Chávez: María de Queipo, profesora universitaria y socióloga creo que es ella. Ella anda trabajando hace años por los barrios y se fueron por la Constituyente. Me faltan nombres.
Elías Jaua: Desirée Santos Amaral.
Presidente Chávez. Desirée Santos Amaral, líder y dirigente de los periodistas venezolanos durante muchos años. Bueno, ahí estuvo la viuda de Ali Primera, Sol Muset, con toda su carga y sus recuerdos. Las mujeres en la Asamblea Constituyente. Y no sólo las asambleístas, en la calle. Y fíjate lo que se aprobó Lázara en la Constitución Bolivariana, el Artículo 88 dice así: “El estado garantizará la igualdad y equidad de hombres y mujeres en el ejercicio del derecho al trabajo. El estado reconocerá el trabajo del hogar como actividad económica que crea valor agregado y produce riqueza y bienestar social. Las amas de casa tienen derecho a la seguridad social de conformidad con la Ley”. La sola redación por ejemplo dice, “todo patrono o patrona, todo maestro o maestra, el presidente o presidenta, la igualdad de género y muchos otros, este es un ejemplo que te traigo sólo Lázara, pero ahora para terminar, lo que decía Fidel es cierto: todo por organizar. También conocimos a María León Fidel, a Elvira Avila, mujeres de muchos años, de muchas luchas, mucha experiencia que allá en la cena estábamos comentando y tú les preguntabas ¿cuántas mujeres tienen organizadas? ¿en cuántos estados? Decían creo que en dieciseis estados. Hace unos meses nos reunimos en Caracas más de cinco mil mujeres y creamos el Frente Bolivariano de las Mujeres, eso se ha ido extendiendo por todo el país. Pero bueno, mujeres venezolanas a organizarse y a luchar por sus derechos y los derechos de sus hijos, y los derechos de sus nietos, y los derechos de sus maridos y los derechos de todo el pueblo venezolano. Las mujeres están allí en el alma misma de la revolución. Lázara, yo no sé si tú me estás oyendo.
Lázara: Yo estoy aquí, estoy muy orgullosa de sus palabras.
Presidente Chávez: Gracias Lázara, Fidel te va a decir algo.
Presidente Castro: Lázara te voy a decir unas palabras, yo comparto enteramente lo que acaba de decir el Presidente, lo que he hecho durante estos días es observar mucho y he visto que Venezuela cuenta con un caudal infinito de fuerzas revolucionarias en mujeres, pero en este sector como en otros, la revolución bolivariana que ha emprendido una tarea sumamente difícil, que tiene adversarios, necesaria la organización de todas las fuerzas. Yo estoy diciendo esto porque comprendo el sentido de la pregunta de Lázara, ella lleva muchos años viviendo en un país donde estos temas vienen abordándose hace mucho tiempo y nosotros tenemos varios baluartes fuertes, uno de ellos, por ejemplo, las mujeres. Las mujeres constituyen hoy el 65% de la fuerza técnica laboral del país. Las mujeres hicieron incluso un Código que no tiene efecto de carácter penal ni mucho menos, pero es un código de carácter moral sobre los derechos y deberes de las mujeres. En nuestro país trabajaban muy pocas mujeres cuando triunfó la revolución; por ejemplo, en Pinar del Río habían alrededor de trescientas mujeres que eran profesionales universitarias, hoy hay más de veinte mil. Han ido adquiriendo una fuerza enorme en nuestra sociedad, no por lo que la Revolución haya hecho por ella, sino por el esfuerzo que ellas han hecho junto a la revolución. Si te voy a dar impresiones así, y sin riesgo desde luego de que se vayan a disgustar algunos hombres en nuestro país, te doy mis opiniones, él hablaba de Manuela y su ejejmplo, su ascenso a coronela, recuerdo que en la Sierra Maestra, en los meses finales, como ya estábamos en la ofensiva después de la derrota de la última ofensiva enemiga, fue la última, en la que tuvo un desastre definitivo, organicé un pelotón de mujeres, reservé para ellas un grupo de fusiles ligeros.
Presidente Chávez: Eso debe ser terrible un pelotón de mujeres ¿y les diste alguna ametralladora?
Presidente Castro: No, carabinas ligeras, semiautomáticas, los M-1 ligeros norteamericanos, los guardé, ya estábamos en la ofensiva, ya Camilo y el Ché avanzaban hacia Las Villas, ya las columnas nuestras se dividían en distintas, entonces yo me quedé con 25 hombres en el puesto de mando en la Sierra Maestra mientras las tropas llegaban cada uno a su sitio y tuve que luchar mucho con los hombres. Ahí habían muchos rebeldes que estaban esperando un arma hacia rato y me protestaban y me decían que cómo demonio le iba a dar a las mujeres aquellos fusiles. Recuerdo una vez que con mucho gusto, a uno de ellos que expresando el sentido de otros estaban protestando de que le entregáramos esas carabinas a las mujeres, y yo les dije. Te voy a explicar una razón por la cual le estoy entregando esas carabinas a las mujeres, ¿sabes por qué? Porque son mejores que tú. Fue la frase con que ya yo tuve que contestar cuando se acabó la paciencia y lo demostraron, marchó una parte con una de las columnas que iban hacia la región del norte de Oriente, Región de Holguín y ocurrió algo que nunca había ocurrido, tenían un Capitán como jefe, ellas eran la parte principal de la fuerza, sostienen un combate en una presa contra un camión de tropas enemigas, hieren al jefe y las mujeres prosiguieron el combate hasta el dominio, hasta la derrota total de aquella fuerza; eso pasó por primera vez, porque cada vez que una unidad rebelde, sobre todo pequeñas unidades le herían o le mataban al jefe, se dispersaban; es la única vez que yo recuerde en aquellos dos años de lucha en que herido el jefe, las mujeres continuaron el combate y obtuvieron la victoria. Bien, otro caso. En una batalla fuerte, donde había que defender una colina que dominaba una carretera por donde no debían pasar los tanques, eran minas dirigidas antitanques; ningún tanque podía pasar mientras no llegaran y quitaran las minas y aquella colina los protegía, pero aquella colina era objeto de un bombardeo incesante de los aviones, la artillería; llegaron a matar al jefe incluso, tres veces nuestra gente abandonó la colina y tres veces la envié a tomar; y en ese último, esa vez, envié el pelotón; yo tenía un pelotón aparte del otro que había ido hacia el este, las mujeres formaron parte del grupo que tomó la colina y no la volvieron a abandonar hasta el final de aquellos combates; mucha gente no conocen el espíritu, se han olvidado de Juana de Arco o se habrán olvidado de Agustina de Aragón.
Presidente Chávez: Y fíjate tú Fidel aquí, un comentario sobre eso de las mujeres organizadas en combate. En Venezuela, allá en Oriente hay una ciudad llamada Maturín y tú entras a esa ciudad, algún día iremos por allá, en tú próxima visita.
Presidente Castro: Quiere decir que me estás invitando.
Presidente Chávez: Estás invitado, claro está invitado.
Presidente Castro: Y paso también.
Presidente Chávez: Tenemos que ir por Oriente, ahora no fuimos por Oriente. Oriente y el Sur, la Guayana, el Orinoco. Mira, entonces Maturín tú entras, cuando entremos tú vas a ver que hay una, sí, es una escultura muy hermosa de una mujer con un machete en alto, con el brazo en alto blandiendo un machete, una cara aguerrida y parada sobre un globo. Juana Ramírez, la llamamos “Juana la avanzadora”. Bueno Juana Ramírez, la avanzadora, en la guerra de la independencia; hubo en esos años de la segunda república, bueno los españoles destrozaron a todos los batallones de hombres que había, y esta mujer ha organizado un batallón de mujeres, de lanceras y macheteras y han derrotado y puesto en fuga a todas las unidades españolas en toda esa zona, “Juana Ramírez la avanzadora”, así como el ejemplo que tú nos das de la Sierra Maestra; además cuando tú decías, fíjate una cosa, cuando tú decías de esa batalla donde hirieron al jefe y siguieron combatiendo y que es la primera vez que tú sabes de eso, yo también, entonces resulta que toda mujer es jefe, ahí está el asunto.
Presidente Castro: En la casa.
Presidente Chávez: En todas partes, toda mujer es jefe.
Presidente Castro: Chávez, antes de seguir me falta añadir que las mujeres no sólo son valientes combatientes, son grandes patriotas y son insuperables administradoras; una sociedad no puede ignorar a las mujeres; cuando esta compañera cubana hablaba, estaba pensando los esfuerzos hoy, hoy, el 65 por ciento de la fuerza técnica del país son mujeres, adquieren por sí mismas una fuerza y una influencia cada vez mayor; sin embargo no podría afirmar que en Cuba se ha eliminado totalmente el machismo, que en Cuba se ha eliminado totalmente prejuicios con relación a la mujer, pero hoy son una fuerza tal que no necesita que nadie las defienda porque sin ellas no sería nada; hay millones de mujeres que pertenecen a las milicias de tropas territoriales y tendrían un papel en la defensa del país de acuerdo con nuestra concepción de la guerra, de todo el pueblo; eso es extraordinario. Yo sé lo que ella quiere pensar, yo mismo conversaba contigo y te lo decía, veo enormes fuerzas sociales que apoyan a la revolución bolivariana, pero cuando le preguntaba a los campesinos si estaban organizados me dijeron algo duro: Sí, sí, nos organizamos pero al poco tiempo envuelven a los líderes y después lo sobornan, dijeron algunos, no todos; están organizados los cafetaleros por un lado, los azucareros por lo otro; todavía la conciencia de la organización no ha llegado cabalmente; pero este movimiento, esta revolución lleva en el poder muy poco tiempo; tienen que enfrentar millones de problemas, yo me asombro de la cantidad de problemas que tiene que resolver, aquí mismo han aparecido algunos casos, yo he oído otras mesas redondas de Chávez y la cantidad de cosas; yo iba además de asistente de Chávez, porque él iba manejando y en premio de mi heroísmo tuvo la confianza de darme los mensaje; él iba manejando y yo leyendo; llevo la cabeza llena de la gran cantidad de necesidades, de deseos, de ansias, pero a la vez esperanza que tiene la gente; la confianza con que se dirigen a él, todo lo fían en él, lo obligan a trabajar lo imposible, a él y a los asesores y entonces yo decía ayer, hablé en la universidad, cuando me pusieron a firmar en el libro de una pequeña alcaldía, tan chiquitica, bueno que está en la casa donde vivió Chávez hasta los cinco o seis años, pero pequeñita y entonces yo firmé; hacen falta miles de alcaldes. Chávez no puede ser el alcalde de todos los venezolanos. Lo puede ser en un sentido, es su mayor defensor, su mayor alcalde, su mayor forjador de conciencia, su más extraordinario predicador, pero lo veo a él personalmente atendiendo a cada uno de sus problemas en el camino y necesita toda una fuerza de cuadros administrativos de los que nosotros llamamos poderes populares, aquí se llamarán poderes locales, administradores locales; necesita cuadros también que secunden esa batalla que él viene librando. Soy testigo de eso, observo y lo veo, él va en un carro y a pesar de que debo admitir que maneja muy bien, con una mano y con la otra está saludando a cada uno de los que lo saludan y se acercan a él, está diciéndole algo a todo el mundo: ¡Hola negra, cómo estás! ¿Cómo están ustedes? ¡Gordo! Hay uno que le dijo gordo también, lo saluda; él saluda a todo el mundo porque él ve a todo el mundo saludándolo con entusiasmo enorme y manejando con esta mano, él saludando por allá y yo leyendo mensajes escritos de todo tipo que vale la pena coleccionarlos y ponerlos en un archivo. Yo dije que yo observé en Venezuela una esperanza enorme, en algunas ocasiones mezcladas con ansiedad, porque los problemas son dramáticos. Le dije Chávez, he visto más sufrimiento, he visto más deseos de ayuda en el pueblo venezolano que los que me encontré en Cuba cuando triunfó la revolución; entonces eso es un punto en que insisto, él no sabe, él quiere hacerlo; éste es un país de 24 millones de habitantes, 900 y pico mil de kilómetros cuadrados, es inmenso este país, pero mayor que este país son los problemas acumulados a lo largo de décadas y lo ve ahí en esa batalla; por eso mismo yo le pregunté a ustedes por qué no se organizan; en nuestro país están organizados los campesinos, organizadas las mujeres, están organizados los estudiantes, están organizados los pioneros, están organizados los trabajadores, están organizados los antiguos combatientes; todos los sectores están organizados y nuestro país no habría podido resistir el bloqueo, nuestro país no tendría la convicción de que puede derrotar cualquier agresión, cualquier invasión sin esa participación del pueblo organizado. Yo puedo interpretar, yo creo que eso quiere decir.
Presidente Chávez: Es Lázara quien lo ha llamado.
Presidente Castro: Lázara quiere decir eso.
Presidente Chávez: Y ha despertado además en nosotros todas estas reflexiones que hemos hecho tan profundas y tan esenciales Fidel porque, sí, todo eso que hemos estado viendo estos días; nosotros nos topamos a diario porque como yo te comentaba, a mí no me gusta amarrarme a la burocracia ni estar en la oficina todos los días, no, cuando tengo tres días ya firmando cuentas y los ministros detrás –mire una cuenta, los papeles- tengo que hacerlo también por supuesto y firmarles toda sus cosas porque además aquí estamos saliendo de un presidencialismo que si hay que firmar, el Presidente tiene que firmar la autorización para cosas menudas que pudiera hacerlo el Ministro o hasta un Viceministro, un presidencialismo del que estamos apenas saliendo, eso amarra mucho pero yo me suelto de esas amarras y me voy por el país todas las semanas, todas las semanas después del jueves, ya cuando es el viernes, sábado, domingo y me consigo con esto; ahora, claro que fíjate Fidel.
Presidente Castro: Están como tú Chávez, yo he visto excelentísimas mujeres.
Presidente Chávez: Lázara está en línea todavía, ¿verdad Lázara?
Presidente Castro: Mujeres que dirigen, mujeres que dirigen como las que vimos allá en Barinas y en.
Presidente Chávez: En Barinas, la gobernadora Antonia Muñoz.
Presidente Castro: La gobernadora no de Barinas, el otro Estado.
Presidente Chávez: Portuguesa.
Presidente Castro: Pero excelente mujer, excelentes jóvenes, excelentes cuadros de todas las procedencias maravilloso; tengo a derecho a decirlo porque me he pasado muchos años observando los hombres, pero hoy están también solos; le pregunto a un alcalde en aquella casita chiquitica que cuántas personas disponía para atender a esa millonada de familias y de núcleos que al detenerse Chávez se le acercaban con los papeles y las peticiones, y él me responde: ahora tendremos una elección dentro de un mes. Excelente, elegirán seis o siete concejales, pero en aquella masa enorme de gente deseosa y ansiosa de resolver problemas, sí, este hombre puede legislar pero no puede hacer el trabajo enorme; es decir él necesita el apoyo de millones de venezolanos organizados para poder liberar, yo estoy seguro que lo vas a hacer, estoy seguro que van a vencer, pero hay un caudal infinito de valores que acelerarían –a mi juicio- el proceso y sé que lo quieren hacer, lo he visto discutiendo con muchos de esos cuadros y preguntando.
Presidente Chávez: Lo vamos a hacer Fidel, lo vamos a hacer; fíjate tú, el proceso nuestro que despertó por allá por 1989 está fundamentado en esa fuerza del pueblo, claro es una fuerza que se desató como un gran caudal, como un río desmadrado de su cauce.
Presidente Castro: Es un Amazonas.
Presidente Chávez: Sí, desmadrado y ese pueblo que anda adolorido pero con una gran pasión y ese pueblo es el que a mí me trajo aquí, nos trajo aquí a nosotros.
Presidente Castro: Y llenó las calles.
Presidente Chávez: Y es el pueblo, mira además Fidel, que ha sido capaz de derrotar bueno cuántas campañas difamatorias, cuánta campaña negra y ese pueblo consciente, una y otra; hay una batalla donde participó Páez contra Morillo, Morillo narra y le manda una carta al Rey, o en sus memorias escribe una frase terrible: 14 cargas consecutivas de caballería sobre mis desgastados batallones, 14 cargas –Páez con sus lanceros. Bueno nosotros, el pueblo venezolano siete campañas electorales consecutivas, con su miseria Fidel, con su hambre, con sus niños allí en peligro, pero ese pueblo allí está; siete cargas consecutivas de caballerías, con todo su drama y su tragedia. Ahí está la fuerza de esta revolución, ahí está la esencia de esta revolución como de cualquier otra; yo lo decía en alguno de mis discursos, el pueblo es el único combustible de la máquina de la historia y eso lo leí en alguna parte, tampoco es original mío. Ahora, ese pueblo que rompió esas cadenas, ese pueblo desmadrado que rompió la brecha, ahora estamos entrando en una nueva fase, ciertamente y yo aprovecho tu comentario para insistir a los venezolanos en cada esquina, en cada barrio, en cada pueblo tienen que organizarse en comités, en grupos de trabajo; no bastan los grandes frentes de las mujeres, no; hay que ir abajo, al problema concreto para buscar soluciones, para luchar por el impulso y el triunfo y el éxito de la revolución.
Bueno Lázara que nos hizo esta pregunta desde el centro de La Habana, nos ha generado o ha generado esta tremenda reflexión y tan profunda. Lázara, ¿estás aún en la línea verdad?
Lázara: Presidente.
Presidente Castro: Pero mira, dinos.
Lázara: Presidente, por sus bellas palabras muchas gracias a usted y a nuestro comandante en jefe.
Presidente Chávez: Bueno Lázara, gracias a ti y un beso. Mira, oye Lázara, ¿viste el juego?
Lázara: Un beso para usted también.
Presidente Chávez: Un beso para ti y para toda tu familias. ¿Cuántos hijos tienes Lázara?
Lázara: Muchas gracias.
Presidente Chávez: ¿Cuántos hijos tienes? ¿Tienes hijos?
Lázara: Yo tengo tres.
Presidente Chávez: Tres, dales un abrazo y a toda tu familia.
Lázara: Serán dados.
Presidente Chávez: Mira y tú viste el juego anoche, Lázara?
Lázara: Sí, la primera parte porque yo tengo 72 años.
Presidente Chávez: Dígame, Lázara.
Lázara: Y tengo que dormir.
Presidente Chávez: 72 años.
Lázara: El juego cuando yo me acosté. Por la mañana me enteré que habíamos ganado.
Presidente Chávez: Sí, nos entraron a palo chica en el séptimo inning, cuatro jonrones de todos esos. Claro, yo no pitché, te aclaro; ahora hay un, tienes que ver -menos mal que no pitché, gracias a Dios que no pitché. Tienes que ver el último, el último bateador del juego, eso tiene que estar grabado, hay un-
Lázara: Como no, aquí lo vamos a repetir.
Presidente Chávez: Mira, yo entré a relevar en el último inning, porque nos estaban dando una paliza y entonces vienen tres bateadores en el último, por Cuba, emergentes los tres, abriendo el noveno. Viene el primer bateador, Felipe Pérez Roque -¿tú le conoces no? Bueno.
Presidente Castro: El Ministro de Relaciones Exteriores.
Presidente Chávez: Ajá, el Canciller, me ha dado una línea entre dos y fue un tubey, llegó a segunda; fíjate tú cómo estaban bateando todos que hasta el canciller me dio tubey; después viene Carlitos que es más flaco que un bate, agarra un bate y se pone a batear y –es zurdo- y le lanzo una curva pensando que iba a abanicar y me da un hit ¿y después sabes quién vino a batear? Fidel, emergente.
Lázaro: Mira, eso yo no me lo voy a perder.
Presidente Chávez: Pero tienes que ver la grabación, pero especialmente te voy a pedir una cosa. Mira con mucha, Fidel estaba en tres y dos. ¿Sabes qué?, trató de tocar la bola.
Presidente Castro: Como siempre estoy en tres y dos.
Presidente Chávez: En tres y dos y entonces Fidel, bueno fue en el último turno, tres y dos; primero le lancé una recta y me reclamó porque no le lancé duro, fíjate tú, que le lanzara más duro; trató de tocar la bola y no pudo, la pellizcó, hizo contacto, pero yo le lancé una curva y apenas hizo contacto; después una bola, dos bolas, otro strike, dos y dos; tres y dos, en tres y dos entonces lancé una recta. Hay una duda, el umpaire venezolano cantó bola y por tanto base por bola, Fidel se fue a primera, pero el narrador cubano dijo ¡ponchado Fidel! Y luego rectificó.
Presidente Castro: Dijo ¡y lo ponchó!
Presidente Chávez: Y lo ponchó, pero además lo dijo con mucho énfasis. Bueno Lázara tienes que ver esa imagen que será inolvidable. Dale un beso a todas las mujeres de Cuba a través de ti Lázara y aquí estamos mi vida luchando por la dignidad de las mujeres, de los hombres y sobre todo de nuestro pueblo. Que Dios te bendiga mi amor y gracias por tu llamada desde La Habana y espero ir pronto a La Habana de nuevo. Gracias Lázara.
RR: Bueno queremos informar que nos han llamado del Instituto Cubano de Radio y Televisión que también está siendo transmitido el programa Aló Presidente en su edición N° 49, por Radio Habana, Cuba, está transmitiendo el programa para todo el mundo; es importante que se sepa esto porque la transmisión crece cada día y Radio Habana está transmitiendo para todo el mundo. Tenemos una llamada más Presidente.
Presidente Chávez: ¿Otra llamada? Vamos, vamos a oír.
RR: De acá de Venezuela.
Presidente Chávez: ¿Qué hora tenemos ya?
RR: Son las 12 y 30 minutos.
Presidente Chávez: Que yo a todas éstas, en el juego anoche no sé ni dónde dejé mi reloj. Son las 12 y 30 minutos, ya vamos a ir terminando, vamos a recorrer el campo de batalla.
Presidente Castro: A esta hora estaban ganando la batalla Bolívar y su gente.
Presidente Chávez: A esta hora sí, a esta hora estaban terminando la batalla. Vamos a recorrer los importantes puntos de la batalla y que van a explicar los muchachos del Ejército cómo fue la batalla. Vamos a ver.
RR: Ultima llamada Presidente, José Alfredo Cambeiro, llama desde Caracas, El Marqués. José Alfredo te escuchan los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro. Buenos días.
José Alfredo Cambeiro: Buenos días y gracias por la oportunidad.
RR: Adelante.
José Alfredo Cambeiro: Por la oportunidad de dirigirme y saludar al comandante Fidel Castro y a nuestro presidente Hugo Chávez Frías. Verdaderamente es un privilegio realmente y me siento bastante emocionado por este privilegio que Dios me ha concedido en comunicarme con ustedes. Saludos al comandante Fidel deseándole que su estadía en Venezuela le resulte grata y que bueno vaya viendo lo que en nuestro país estamos haciendo y tratando de hacer a pesar de la cantidad de enemigos que tiene este proceso revolucionario, este proceso de reordenamiento del país, de 40 años de desastre y que con esfuerzo y con gran voluntad pues el Presidente dirige. Presidente mi llamada y gracias a Dios doy porque se pudo conectar, yo planteándole a usted, quería dos cosas o tres cosas, que no son casualidades pues que y la historia tiene prueba de ello, de que en una sociedad donde los individuos que llegan al poder en vez de ayudar a los que están por debajo de ellos, a los pueblos, a surgir, a elevarse, lo hacen todo lo contrario, se vuelven despóticos, maltratan, humillan hacen más miserable la vida; que surjan individuos como usted, como Fidel Castro y eso la historia pues como le dije antes tiene casos bastante; esto no es casualidades, esto es designios de un gran ser que nosotros lo llamamos Dios, otros lo llaman Alá, en fin, las religiones tienen su nombre para cada Dios. La lucha es fuerte, es terrible, pero maldito aquel y desgraciado aquel que teniendo la oportunidad de tomar el mando para encauzar un pueblo y llevarlos hacia su felicidad, hace todo lo contrario. Presidente, hay en este momento una preocupación de mi parte que es el problema de la corrupción, la corrupción es un cáncer, la corrupción contribuye a desbaratar los ideales y sueños que tenemos muchos venezolanos por llevar nuestra patria a una patria decente, donde todos tengamos la misma oportunidad de crecer en la educación, en la salud, en la cultura; me preocupa mucho Presidente y fíjese que le digo esto porque en una entrevista que le hacen al comandante Fidel Castro en Cuba, le preguntan –cuando fueron unos periodistas de aquí allá, hubo uno que le preguntó que si en Cuba había corrupción. El presidente Castro le dijo que sí, que había corrupción; el presidente Castro le dijo: sí, hay corrupción acá, pero la castigamos, hacemos seguimiento de ella, estamos atentos a los manejos del dinero por parte de los funcionarios públicos, de los recursos. Ahora fíjese, en Cuba ya conocemos la historia del pueblo cubano, las luchas que se llevan a cabo, pues imagínese usted los recursos, los recursos son escasos pero tienen que ser bien administrados por todo lo que le ha sucedido a Cuba; ahora imagínese a nosotros Presidente, con esa millonada, bueno millonada, voy a expresar la palabra, billonada que va a venir ahora con el nuevo presupuesto, imagínese usted pues ese dinero parar a manos de más de 300 y pico de alcaldes, más de 20 gobernadores, que tienen que administrar ese dinero. En Cuba pues hay un seguimiento, hay un orden establecido, hay, es más dificultoso ser corrupto, vamos a decirlo así; sin embargo existe la corrupción. Imagínese nosotros Presidente, con todas nuestras libertades, todos los derechos, la democracia pluralista que existe, qué cantidad de dinero se nos irá por el desagüe de la corrupción. Por eso la preocupación mía es que ese es un cáncer y como todo cáncer mata a las personas, mata el cuerpo; entiendo que usted es un abanderado en esa lucha y así lo reconozco y tiene todo mi apoyo en esa lucha, pero esa lucha no depende solamente de usted, esa lucha depende de los otros poderes instituidos en el Estado venezolano, la Fiscalía, la Contraloría, el mismo Asamblea Nacional, la Asamblea Nacional; en fin todos, todos tiene que verse en esta lucha y es allí donde yo me pongo a pensar ¿estarán a tono y estarán en el mismo grado de pensamiento de lucha contra la corrupción estas instituciones y los hombres que la dirigen? ¿Las personas que están al frente de ella? Esa es la duda grande que me queda por dentro y la otra cosa señor Presidente, aparte de ésta que le dije.
Presidente Chávez: Ajá, te estamos oyendo hermano.
José Alfredo Cambeiro: Es que ese umpaire, yo creo que ese umpaire era caraquista oyó. O es caraquista oyó. Y yo creo que el comandante Fidel como que se le acercó y le dijo: Yo soy caraquista también.
Presidente Chávez: Pero mira, fíjate tú que esa idea es nueva, eso pudiera desentrañar el misterio. ¿No crees tú hermano?
José Alfredo Cambeiro: Yo creo que sí, por ahí podemos indagar oyó. Ese umpaire era caraquista. Una recomendación muy humilde acá Presidente, era para hacerle llegar al presidente Castro el libro Venezuela heroica, si no lo ha leído él.
Presidente Chávez: Ah, aquí lo tenemos por cierto.
Elías Jaua: Se lo acabo de regalar ahorita.
José Alfredo Cambeiro: Ah, perfecto.
Presidente Chávez: Está aquí, que buena.
José Alfredo Cambeiro: Esa es la ética independentista escrita en una forma con mucha pasión, con mucho ardor, con mucho amor, esa lucha que se libró. El otro planteamiento Presidente se trata ya de lo que existe ahora, hay una serie bastante, numerosas demandas ante el Tribunal Supremo de Justicia, el caso de la Cantv. Tengo entendido que el Tribunal Supremo de Justicia ya se pronunció en este caso, ya hace algún tiempo.
Presidente Chávez: ¿Son demandas de los trabajadores?
José Alfredo Cambeiro: Sí señor.
Presidente Chávez: He tenido conocimiento de eso, por mis manos han pasado muchos documentos y que los hemos procesado a través de los ministros de cada área y por supuesto hemos estado apoyando las acciones de los trabajadores ante el Tribunal Supremo de Justicia, pero ¿tú sabes algo más de eso, algún otro detalle que nos pueda ayudar?
José Alfredo Cambeiro: Bueno tengo la información -fíjese bien- tengo la información de que ya se pronunció el Tribunal Supremo de Justicia pero resulta que donde están introducidas las demandas, los tribunales donde están no hay decisión de los jueces donde están introducidas estas demandas; o sea es interesante averiguar qué pasa allí y por qué esto está paralizado.
Presidente Chávez: El ministro Elías Jaua que está tomando nota está preguntando que si tú sabes –ah, Elías cómo.
Elías Jaua: Cuáles, en cuáles tribunales. La semana pasada Presidente estuvieron también los jubilados de la Cantv, que tienen pensiones miserables y ellos también han demandado y parece que esa empresa bueno tiene abogados muy poderosos y en todos los tribunales trancan, retardan los proceso por la opción que ejercen los abogados de esta empresa.
Presidente Chávez: Bueno si tienes conocimientos, si no en este momento.
José Alfredo Cambeiro: No en este momento.
Presidente Chávez: Okey, porque fíjate yo voy a, para comenzar a responder tu interesante intervención y tu saludo que recibimos también con mucha alegría y para nosotros es una ocasión excepcional para que con Fidel recibiendo estas llamadas del pueblo venezolano y del pueblo cubano. Estoy seguro que Fidel se siente también este momento con esa gran intensidad. Fidel, tú tienes seguramente que decirle antes de yo responder al amigo José Alfredo que tiene nombre de cantante, José Alfredo Jiménez.
José Alfredo Cambeiro: No, no, Cambeiro Peya, ese apellido.
Presidente Chávez: Cambeira.
José Alfredo Cambeiro: Es Cambeiro.
Presidente Chávez: Cambeiro.
José Alfredo Cambeiro: Eso es gallego Presidente.
Presidente Chávez: Es gallego, bueno.
José Alfredo Cambeiro: Eso es gallego que estuvo en Cuba, ese fue un gallego que, como todo gallego pues, aventurero pasó por Centroamérica, pasó por, tuvo mucho tiempo viviendo en Cuba por allá por los años 30; fue floristero pues, yo no sé si el señor Fidel Castro, el comandante se recordará que allí existían los gallegos que tenían siembras de flores y eran los floristeros, vamos a decir, en La Habana. El de muy joven bueno recorrió, se vino a Venezuela, aterrizó acá y aquí se quedó.
Presidente Chávez: ¿Tu padre, no?
José Alfredo Cambeiro: Sí, sí, y se quedó con Genara Peya que es llanera.
Presidente Chávez: ¿Llanera de dónde?
José Alfredo Cambeiro: Del Guárico.
Presidente Chávez: Caray hermanita.
José Alfredo Cambeiro: Que.
Presidente Chávez: Tiene sangre llanera.
José Alfredo Cambeiro: Sí señor.
Presidente Chávez: ¿Y tú naciste dónde?
José Alfredo Cambeiro: Aquí en Caracas. La casualidad es que los dos apellidos son gallegos, porque me explicó a mí un señor, una vez un gallego que Seijas viene de Seixa, donde Seixa allá en Galicia los llaman ellos unas piedras planas.
Presidente Chávez: Bueno fíjate que Fidel también tiene sangre de gallego, no.
José Alfredo Cambeiro: Ah, tiene, sí yo sé la historia, viene de sus antecedentes gallegos.
Presidente Chávez: Te va a saludar.
Presidente Castro: Con un 50 por ciento de genes gallegos.
José Alfredo Cambeiro: Sí señor.
Presidente Castro: El otro 50 por ciento está repartido entre canarios, curros, ni sé de cuántos lugares y soy una buena mezcla de las distintas nacionalidades españolas, es lo que sé hasta ahora no he podido averiguar más nada.
José Alfredo Cambeiro: Nosotros en Latinoamérica pues tenemos eso, bueno y mi sangre por parte de mi madre allí hay indios y hay negros, o sea el gallego imagínese usted.
Presidente Chávez: Claro, todos tenemos de eso un poco, un poco más un poco menos. Fidel tiene 50 por ciento, yo tengo pues también lo indígena, lo aborigen, lo negro, lo europeo. Bolívar decía somos un nuevo género humano, una nueva raza decía, no somos ni europeos ni americanos del norte, y ahí se basaba y ahí nos basamos nosotros ahora para lanzar la idea de que somos una civilización, de que hay que luchar como tal y por tal.
Presidente Castro: Yo lamento no tener la proporción mayor de indio y de negro, porque tengo una fe infinita en esta raza que somos nosotros, en esta combinación de cualidad de todo tipo. Chávez, no existíamos, Cuba no existiría ni Venezuela no existiría; nos habrían tragado y siempre les recuerdo a los adversarios que ellos no saben lo que es la combinación de indios, negros y blancos que componen este pueblo. Y muchas de las cosas que ustedes debían mencionar aquí son expresión de un heroísmo, de una tenacidad, de una inteligencia, de una valentía que realmente es producto de esta mezcla que somos europeos, americanos autóctonos porque afortunadamente los españoles no exterminaron a los indios ni les cortaban el cuero cabelludo; cuando morían y murieron por millones era por enfermedades, porque los ponían a hacer trabajos que eran insoportables para los esclavos y por muchas; yo tengo un altísimo concepto de lo que somos, recuerda que te hablé de eso, me llama la atención Chávez, lo mestiza que es la población venezolana, en un grado más alto que nosotros; también tenemos de indio porque la población de origen bastante sana, por allí empezó Fray Bartolomé de las Casas, empezaron los abusos, buscando oro en las arenas, un pueblo pacífico que no estaba acostumbrado a hacer ese trabajo, vivían de la naturaleza y así murieron muchos pero quedan, llegó un español llamado Vasco Núñez de Porcayo, por una zona de Trinidad, tuvo 300 hijos; así que no puede haber un cubano que no tenga una mezcla de España y de India, una proporción alta negra y crece; hemos visto hasta las estadísticas por año, porque es un problema que le interesa mucho, la composición étnica y sobre todo situación social de cada uno de los ciudadanos de nuestro país, luchando contra la marginación y la marginación existe en nuestro país todavía, porque quedan muchos barrios pobres, en que ha veces vive una familia en un cuarto; marginación de blancos, de mestizos y de negros. Ya nosotros en nuestro país no queda sombra de lo que pudiera llamarse discriminación así consciente, queríamos que la simple igualdad ante la ley lo arreglaba todo, es falso; hemos descubierto muchas cosas después y contra eso estamos enfrentando seriamente.
Presidente Chávez: Pero es un proceso cultural, es un proceso cultural, no es un proceso revolucionario desde dentro, de los paradigmas de siglos los que tenemos que derrotar. Ahora Fidel fíjate, hablando de eso, de esos paradigmas y de esa discriminación, de eso que no se va a acabar sólo porque se apruebe una ley o se decrete, sino que se trata del reto de todos nosotros, verdaderamente de la acción de cada día de todos y de cada uno de nosotros y de día tras día por acabar con esa marginación que a veces es inconsciente, a veces no es planificada sino que forma parte de los antivalores históricos que nos fueron formando y que se fueron conformando con mucha dureza, eso hay que desmoronarlo y de eso se trata, ese es uno de los más grandes retos que la revolución. Ahora fíjate, este amigo que está todavía, José Alfredo está ahí, seguro nos está oyendo.
Presidente Castro: Que habló de la corrupción.
Presidente Chávez: De la corrupción, ese es uno de los antivalores.
Presidente Castro: Y me acordó porque yo dije que en Cuba había.
Presidente Chávez: Que en Cuba había corrupción pero que la sancionaban, que la castigaban. Aquí.
Presidente Castro: No es sólo eso mira, sino hay que librar una batalla tremenda de carácter moral, biológico, hay que crear valores, costumbres también, herencia; nuestros antepasados españoles, recuérdate que nos trajeron algunas costumbres que los indios no conocían y que tampoco los procedentes de África conocía, es proverbial que nuestros queridos antecesores españoles practicaban el hábito, muchos de sus funcionarios de la corrupción, es uno de los lastres contra los cuales tenemos que luchar y nosotros luchamos, pero en nuestro país decenas de miles de personas administrando cosas, decenas de miles, más que en ninguna otra parte. Lo que nosotros hemos podido garantizar mientras ganamos la batalla, es secular contra la malversación, es garantizar que se mantengan los niveles fundamentales de decisión, de la dirección política y de la dirección gubernamental, la ausencia total de malversación. Esa es una palabra que allá ni se conoce entre los compañeros porque jamás se ha tolerado, es más fácil verlo y comprobarlo. Yo no quiero hablar cómo nosotros hemos dispuesto los mayores sacrificios a los cuadros en los niveles más altos. Estos son valores que se tienen a través de la revolución y dar el ejemplo.
Presidente Chávez: Eso que tu has dicho es fundamental, dar el ejemplo, porque así como tú decías, eso va en una carga, en una herencia, un lastre como tú decías, pero hay épocas en las cuales, en alguna región, en algún país, en alguna época, eso así como los diablos se salen del infierno y se desatan y andan por ahí cabalgando y en la de Venezuela esta última época es un ejemplo. Aquí se desató el diablo de la corrupción, es el cáncer, como bien lo ha expresado José Alfredo, que se metió por todas partes, pero claro, impulsado por el mal ejemplo de los que gobernaron y además, de que el mal ejemplo es mal ejemplo aunque no se sepa, pero hace menos daño, acciones indecorosas, pero aquí fue un descaro. Fidel aquí llegó un supuesto líder de uno de los partidos históricos del siglo a decir, ante el país, a través de los medios, no sé en qué ocasión fue, pero fue una frase que retumbó y derribó a lo mejor lo poco que quedaba en los ámbitos públicos y en la sociedad contra la corrupción. Dijo: “Aquí en Venezuela no hay razón para no robar”. Presidentes, sus familiares, amigos, ministros, funcionarios de todo tipo robando pero descaradamente y con pruebas. Aquí hay un presidente, no venimos aquí a nombrar a nadie, de eso me encargo yo solo después que tú te vayas, pero aquí hubo un presidente.
Presidente Castro: Cuándo me voy, después que termine esto...
Presidente Chávez: Después que salgas volando, lamentablemente tienes que irte de nuevo a La Habana, pero volverás pronto, estoy seguro. Aquí hubo un presidente, se demostró con documentos, que en su primer gobierno robó mucho dinero, ah, pero el Congreso determinó que no, que no era responsable. Y la Corte Suprema estaba en manos de ellos mismos. La impunidad, la impunidad más descarada de los sectores que se adueñaron del poder, de todos los poderes en uno solo, concentrado en pocas manos. Solo después de la rebelión del 4 de febrero, sólo después de la rebelión popular del 89, un poco antes del 89, la del 92, sólo después de la segunda rebelión militar del 92, el 27 de noviembre, entonces se activaron los mecanismos para echar aquel hombre del poder, que había seguido haciendo y deshaciendo y permitiendo a los demás. Aquí había un dicho Fidel, acerca de uno de estos partidos que gobernó el país casi todos estos años, bueno, “con esta gente se vive mejor –fíjate tú- porque roban, pero dejan robar”. Imagínate tú. Y aquí llegó el día, el momento tenebroso en que si algún funcionario público, yo conozco uno, en mi pueblo, a quien nombraron uno de estos gobiernos, hace como unos 15 años, lo nombraron prefecto de un pueblo y administraba algunos recursos y aquel hombre cuando salió de la prefectura tres años después, era tan pobre o más pobre de lo que era cuando entró, andaba en alpargata no tenía ganado, no tenía tierra, tenía la misma casita pequeñita con su familia y salió de ahí al mismo trabajo y sabes lo que decían en el pueblo, yo voy a utilizar esta palabra porque el autor de las Lanzas Coloradas un día la utilizó en público y desde entonces la usamos en público, antes no se usaba pero cuando don Arturo Uslar la utilizó, él, intelectual y escritor del siglo, como que nos autorizó entonces para usarla, para ser más gráfico, pero la expresión popular era esa, mira, a este mi amigo que fue prefecto y administró varios miles de bolívares y no se robó nada, más bien salió más pobre, ¿qué decían en las calles? “Este si es pendejo. Lo señalaban como pendejo chico porque no robó. Lo normal era, bueno, se tomó como si fuera normal que la gente saliera de los cargos con tremendo hato, con tremendo carro, y viviendo como rico, con cuentas bancarias, desde los presidentes hasta los alcaldes, gobernadores, prefectos, jueces millonarios. Ahora José Alfredo, sí, la lucha es de todos. Yo en ese caso lo he dicho y lo he hecho hasta donde he podido y lo seguiré haciendo hasta donde pueda, una vez lo dije, cuando ocurrió algo que el país sabe que a mi me dolió mucho pero igual lo asumí, cuando sentí que iba a pasar lo que pasó al final, nadie lo sabía, sólo yo, yo lo percibía ya pero con absoluta certeza, cuando juramenté al vicepresidente de la República dije en el Palacio de Gobierno, presintiendo lo que iba a pasar y pasó unos días después, dije: “Entre un millón de amigos y un principio, me quedo con un principio”. Y la vida me ha llevado a perder amigos, a quien yo creía amigos del alma, compañeros de lucha, etcétera, por aferrarme a los principios. Pero claro, que he ganado muchísimos amigos, nobles, nuevos, viejos, porque afortunadamente la inmensa mayoría de nosotros estamos decididos, de verdad, a acabar con estos males, la corrupción uno de ellos. La Asamblea Constituyente generó ese proceso, Fidel aquí hemos sacado a través de un proceso constituyente más de doscientos jueces que no tienen forma de explicar, la mayoría de ellos ¿de dónde sacaron tanto dinero? Millonarios, mil millonarios, jueces, claro, porque les pagaban para condenar sólo a los pobres, a los que no tienen dinero para pagar y para bueno, mantener la impunidad a asesinos, a ladrones, secuestradores, corruptos, siempre que tuvieran dinero para pagar, para ellos nunca se les aplicaba la Ley. Ahora, no sólo eso, tú has dicho una gran verdad, José Alfredo, la lucha contra la corrupción debe ser de todos los días y el ejemplo es fundamental, también lo señalaba Fidel con mucha claridad. El Poder Judicial nuevo, el Tribunal Supremo de Justicia que tú señalabas como uno de los casos de la CANTV, vamos a averiguar Elías esta decisión del Tribunal Supremo y a ver cuáles son esos tribunales que no quieren cumplir, porque si un juez no cumple una decisión del Tribunal Supremo, pues hay que aplicarle la Ley al Juez, sea quien sea. Ojalá sea cierta esa decisión del Tribunal, de todos modos averíguate a ver. Pero ese nuevo Poder Judicial que está naciendo, ese nuevo poder ciudadano, la Fiscalía, necesitamos fiscales de verdad. Todavía estamos lejos del estado que estamos buscando. Aquí no teníamos estado. El estado había sido destrozado y estaba en manos de pequeñas cúpulas nacionales, locales y regionales, de corruptos, de inmorales, de insensibles, que destrozaron al país y mientras se enriquecieron y se repartieron, durante años, los inmensos recursos provenientes del ingreso petrolero, para decir uno solo, pues el pueblo fue acumulando el dolor y la tragedia a las que se refería Fidel y a las que hemos visto y a las que yo me topo apenas salgo a cualquier esquina, el dolor, las lágrimas, los enfermos, los moribundos, bueno los “condenados de la tierra”, yo he usado esa frase de Frank Fanon, le he retomado de nuevo después de muchos años. Una especie de condena contra un pueblo heroico, noble, que tiene en sus venas la sangre de libertadores y que ahora, ha retomado el sendero de su dignidad. Esa es parte de nuestra verdad, de nuestra cruz. Ahora, la lucha contra esa corrupción es de todos los días, es de todos los días y es de todos los funcionarios y no sólo de los funcionarios, de todos los venezolanos, donde quiera que estén a través de la denuncia honesta, de la denuncia valiente, el Poder Ciudadano, la Defensoría del Pueblo, he allí otro instrumento que hemos creado. Fidel comentaba que nosotros aquí hemos salido del clásico modelo de Montesquieu, de aquellos tres poderes, el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y ahora tenemos el Poder Ciudadano y un Consejo Moral Republicano, que el que tenemos ahora es transitorio, ahora se va a activar el mecanismo constitucional legítimo, para nombrar definitivamente la Fiscalía y los fiscales nuevos, con nuevos métodos y una nueva Ley, que no existe todavía porque aun la transición no ha concluido, tenemos todavía espacios del puente por construir, por recorrer, desde la Defensoría del Pueblo que todavía no tiene ni siquiera Ley, no tenía ni presupuesto este año, no recuerdo cuánto fue que sacamos de unos ahorros, mil millones de bolívares, no fueron un poco más, ah, no, para el presupuesto del año que viene fue que incrementamos, ni siquiera un bolívar tenían esos nuevos poderes. Ni oficina tenían, ahora están instalándose, hemos buscado oficinas viejas, otras nuevas, etcétera y ahora la Asamblea Nacional que apenas está comenzando a funcionar tiene que hacer las leyes de la Fiscalía nueva, la Ley de la Defensoría del Pueblo, una nueva Ley de Contraloría, porque ¿qué pasa? Que las leyes que existen, buena parte de ellas fueron hechas por los corruptos y las hicieron para protegerse, muchas de ellas. Muchas leyes fueron hechas para proteger y para facilitar la impunidad. Es un nudo gordiano que ni siquiera Alejandro Magno con su espada pudiera romperlo. Ahora, nosotros solo con el poder constituyente del pueblo estamos rompiendo ese nudo gordiano.
Presidente Castro: Disolverlo.
Presidente Chávez: Sí, disolverlo, disolverlo, no hay forma de romperlo. Sería perder tiempo y crear en democracia, en libertad, con la opinión de todos y sobre todo la participación del pueblo y esa fuerza creadora que tiene nuestro pueblo, Bolívar lo decía en alguna ocasión: “Creo más en los consejos del pueblo que en los consejos de los sabios, oigamos al pueblo y por ahí irá la salida; el control social”, yo por ejemplo, por eso hablo mucho con ustedes, mucho y bueno, nunca será mucho, hablo con ustedes; y les explico, hace poco pasé varias horas diciendo todas las obras, las principales, no todas, que vamos a empezar a construir, ¿para qué? Para que ustedes estén atentos. Me gustó mucho cuando en Margarita fuimos a entregar unas viviendas, ahora, viviendas hechas por nosotros, y había mucha gente protestando con pancartas y una mujer brava que no la seguridad no la dejaba pasar y bueno, le dije: déjenla pasar, y pasó, y habló. Ah, y me dijo: “Chávez ven para que veas las casas que nos dieron aquí”. Yo primero pensaba que era gente de mi gobierno y si hubiese sido mi gobierno más rápido actúo y con mayor implacabilidad, con la espada más afilada, porque mientras alguien esté más cerca de mí más duro recibirá el golpe de la Ley siempre, por supuesto, en casos de corrupción. Además, el desprecio de quien engaña, traiciona, de quien abandona principios y se deja llevar por el facilismo y pasa a ser parte de lo que estamos combatiendo. Pero no, en este caso, afortunadamente no era de nuestra gestión, sino de la gestión anterior, unas casas que costaron millones y millones de bolívares y las casas se están abriendo en dos partes. Y cuando uno va a revisar los materiales con que fueron construidas, se pulverizan a la mano, tu agarras y le quitas un pedazo a la pared, es decir, no le echaron cemento, casi pura arena, no cumplieron con esa mezcla, eso está estipulado en todo lo que es la ciencia de la ingeniería, tanto de cemento, tanto de arena, casi pura arena. Aquellas casas se están pulverizando. No le hicieron bases, las columnas, ustedes saben que las columnas se colocan cabillas; yo de niño trabajé con mi padre haciendo la casa donde vivíamos, esa que tú viste ayer, ayudábamos de niño a batir, a cargar el concreto, la mezcla, a echarle agua después que los hombres batían la cosa, a pasar los bloques, éramos ayudantes pues. Mi padre hacía bloques. Yo recuerdo que ellos colocaban, Julián Colmenares q.e.p.d. a quien recuerdo tanto, que era el maestro, el mejor maestro de obras del pueblo, ingeniero popular, de esos del pueblo, ellos colocaban cuatro cabillas y las iban amarrando; cabillitas que se picaban con un alicate, una cosa, y luego las encofraban con unas maderas y eso iba relleno de concreto, las columnas de la casa. Estas casas, con un martillo, Fidel, aquella de allá de Margarita, donde debía estar una columna eso está hueco, tienen unas cabillas de esas de “tripa de pollo” y por dentro no tiene nada, y las casas se están cayendo, no tienen columnas chico, y le están cobrando a la gente, un banco que le prestó, no sé quién. Ya ordenamos una investigación y ya...
Presidente Castro: Chávez, sí tienen columnas, la quinta columna.
Presidente Chávez: Las quinta columna, el cáncer ese de la corrupción. Ahora fíjate, yo decía todo esto porque bueno, hay que luchar contra la corrupción vieja, contra la que se mantiene, contra la inercia y lo que yo iba a decir con este ejemplo, es que sólo yo me enteré de eso porque la gente salió con sus pancartas y porque una mujer, fíjate tú, porque siempre está la seguridad esa que nos protege, como ahora tú ordenaste ahí y todo el mundo me regaña porque dijiste que tengo que cuidarme más, todo el mundo me dice: ¡Cuídate! ¡Cuídate más! Me cuidaré más.
Presidente Castro: Y después todo el mundo me va a dar más la razón todavía, allá en Cuba y aquí en Venezuela.
Presidente Chávez: Tú tienes la razón, tú la tienes, cuando dices que yo no contribuyo, es verdad, pero claro es una angustia, yo veo a una mujer allá llorando con un niño, entonces peleo a veces con la gente mía. He llegado a agarrar a alguien de seguridad, de los míos, tuve a punto de agarrar a uno tuyo, lo regañé y yo pensé que era de los míos y Fidel se metió allá en La Guaira, pero claro con razón, ellos andan en su trabajo y casi obscuro ya.
Presidente Castro: Primero se nos apareció un hombre delante del carro, furibundo, llevando un letrero.
Presidente Chávez: Se atravesó en el carro con una foto de Fidel y lo apartaban los muchachos y él estaba medio tomado y se resistía hasta que tuvimos que nosotros bajarnos y decirles déjenlo quieto.
Presidente Castro: El vino pero siempre en esa lucha para que no empujen. Donde nosotros vamos es una desgracia, hay que abrir paso y a Chávez le pasa como a mí, constantemente van los compañeros, por un lado le dan orden que tomen tales y cuales medidas de seguridad, que técnicamente son las correspondientes y por otro lado están recibiendo los regaños nuestros constantemente, alguien quiere saludar, le apartan el brazo y a veces uno, arañan desde luego, y a mí el otro día en uno de esos saludos me arrancaron casi un dedo por eso es que no podía batear ahí....
Presidente Chávez: Yo te vi que tu estabas en Barinas chocando la mano con la gente así rapidito.
Presidente Castro: Es una técnica muy rápida porque sino te agarran, algunos tienen anillos y los anillos rajan y vienen las heridas.
Presidente Chávez: Mira todas estas huellas que tengo yo aquí en las manos.
Presidente Castro: Y las que te faltan. Hay momentos que hay que desafiarlos, uno de estos días, para demostrar que los hombres que luchamos por las causas estamos mucho más allá del temor a cualquier peligro, a cualquier sacrificio. Hay momentos en que hay que hacerlo, hay que usar mucho la sorpresa también. Acuérdate que yo soy un veterano de esas luchas. Acuérdate que yo puedo ser tu padre.
Presidente Chávez: No digo mi abuelo, no, mi padre.
Presidente Castro: Depende de la precocidad.
Presidente Chávez: Fíjate que yo soy abuelo.
Presidente Castro: Acuérdate que tu tienes 47 y yo te llevo 17 años, no quiero hacer las confesiones de Juan Jacobo Rousseau o algo parecido. Así que yo te puedo decir que puedo ser tu padre.
Presidente Chávez: Ya yo soy abuelo. No, yo te oigo mucho tu consejo.
Presidente Castro: Y yo no soy todavía bisabuelo.
Presidente Chávez: Yo te oigo mucho tu consejo, pero tu me entiendes ¿cómo a pesar de que sea de noche? ¿cómo a pesar de las medidas de seguridad tú vas a dejar a una mujer llorando con un niño como la de ayer? Que se arrodilló llorando, porque el niño tuvo un accidente, un golpecito y perdió la vista y no la atienda nadie, ni hospital ni alcalde, nadie, ni los vecinos, porque también se trata de la solidaridad social, no es el Estado nada más, es el problema de los vecinos ¿dónde vive esa mujer pues? ¿No hay nadie que sepa eso? Yo siempre digo aquello y le digo al pueblo venezolano: no esperen que el gobierno se encargue de todo, y es lo que tú has dicho hoy en la mañana, es la organización social. Una vez le dije yo, una niña paralítica que bueno, no camina, sin silla de ruedas, entonces la cargaba la mamá, pero viven en un barrio donde hay mucha gente. Yo regañé a aquella agente. Yo agarré a aquella niña, y bueno como no, y le conseguimos una silla de ruedas, a lo dos días la tenía, una donación porque tenemos unos fondos para ese tipo de casos. Ahora, yo le reclamaba a los vecinos de ese barrio, bueno ¿qué pasa con ustedes pues? ¿ustedes no ven este caso? ¿Todos los días no ven a esta pobre madre con esa niña paralítica y no han hecho nada? Una niña como de siete años. Desde que estaba chiquitica, parece que un carro la atropelló y no la atendieron a tiempo, los dramas de los pobres, y yo les digo, bueno pero ¿cuántos viven en este barrio? ¿diez mil? ¿cinco mil? Y ¿no han podido hacer nada? ¿No han podido hacer nada por esta niña? ¿tiene que venir aquí el Presidente o el alcalde o el gobernador? Es lo que tú has dicho, es la organización del pueblo para luchar y buscarla y darle solución a muchos problemas, es la lucha contra la terrible enfermedad del individualismo, que es lo que nos han metido en la cabeza con este planteamiento neoliberal, eso que uno oye por ahí que corre. No, a mi me dijo una vez alguien a quien yo respeto mucho y me dio un consejo pero un consejo terrible, y pelee con ese a quien aprecio y respeto, pero claro, es su criterio. Había un problema de un grupo de oficiales, nada que ver con la rebelión, un batallón, una unidad, un problema, creo que se perdió un fusil, aja, se perdió un fusil y yo tuve guardia uno de los días, ahí se empieza a investigar, bueno, entre tal día y tal día y yo estuve de guardia, entonces yo comencé a revisar mis procedimientos, si cumplía o no con mis labores, si me descuidé, así que estaba haciendo mi informe y venía un oficial superior a mí en grado pero era mi amigo, capitán, yo era teniente y me llama: mira Chávez –ah porque él estuvo de guardia el mismo día que yo, el oficial de día y yo oficial de inspección, en un batallón, entonces el capitán me llama y me dice, mira Chávez, yo voy a hacer mi informe así y has el tuyo parecido al mío, vamos a decir lo mismo. Y cuando yo leo el informe que él había hecho y lo tenía firmado, le dije: Mi capitán, yo no estoy de acuerdo con esto, yo no hice esto, yo no sé si usted lo hizo, le respeto, pero yo al menos, yo no pasé a esa hora por ese sitio, estaba en otro lugar. El estaba pidiéndome que yo dijera que sí habíamos estado los dos en los parques revisando. No, yo sí pasé por ese parque, pero no a la hora que él decía. Bueno yo le dije, no. Se molestó conmigo, teniente no sé qué. No, yo hago mi informe, y recuerdo que me dijo, era como la media noche, me dijo: Mira Chávez, tú tienes que entender, primero en la puerta del cielo yo y los demás al infierno. Fíjate tú, imagínate tú. Aunque tú le eches la carga de responsabilidad a un compañero. Y yo le dije: Y si de verdad nosotros tenemos la culpa? ¿si fuimos negligentes? Asumamos nuestra responsabilidad. Al final apareció el fusil y no se determinó a qué hora, pero apareció el fusil por allá escondido, algún soldado se lo llevó y lo escondió para llevárselo. Eso ocurre de vez en cuando en los cuarteles, cuando no hay buena vigilancia de oficiales y las llaves del parque y todos los días hay que revisar en la mañana y en la noche, el parque y contar los fusiles y cuántas municiones tienes, etc. Bueno, pero a mí nunca se me olvidará, porque aquel era un buen hombre, no era un mal hombre, es un buen hombre. Pero es una cosa heredada, el maldito individualismo. Entonces, mucha gente dice, bueno yo, tengo tres hijos, estoy bien porque los tres están en la escuela, estoy bien porque duermen en una cama aunque sea modesta. Mentira, no puedes estar bien si al lado, decía Martí, precisamente era Martí. Martí lo dijo, no recuerdo textualmente, pero el sentido es lo importante, ningún hombre es honesto si sabiendo que hay alguien cerca de él sufriendo y no hace nada por aliviar en parte ese sufrimiento, aunque sea el intento, porque uno pues a veces, cuántas limitaciones, pero aunque sea intenta. Entonces, por honesto Fidel es que yo no puedo, uno no puede, tampoco lo hace, de dejar a una mujer llorando y a un niño en brazos que está perdiendo un ojo, un hermoso niño, gordito además, tú lo viste, gordito y lindo como todos los niños, pero éste estaba maiciaito, pero tiene un ojito enfermo y está perdiendo el ojo.
Presidente Castro: En la córnea, se puede salvar, pero lo primero que le preguntamos fue ¿Qué diagnóstico le habían dado? Y la atención adecuado lo salva. Fíjate, te voy a interrumpir un segundito de esta encantadora exposición que tú estás haciendo y uso la palabra porque veo encantado aquí, a todo el mundo. Lo que estás diciendo con motivo del planeamiento que yo hice público, lo hice deliberadamente público, porque quería comprometerte ante la población. Fíjate, yo siempre te acompañaría en esos gestos condicionado, eso en primer lugar. En segundo lugar, tanto a ti como a mí nos gustan hacer esas cosas y hemos disfrutado en estos días, en Caracas, mezclado con miles de personas por las calles, por todas partes, somos felices, porque uno siempre siente una cierta satisfacción cuando hace esas cosas. Tercero, dos problemas persuasiva, pienso yo; yo por lo menos, digo yo porque te conozco más, tengo más elementos de juicio que el resto de muchos de tus compatriotas o de los míos, tengo más conciencia que tú de la responsabilidad que tú tienes en este momento, no sólo con Venezuela sino con América Latina y el mundo, este mundo globalizado. Fíjate que la OPEP es una organización globalizada, ¿no es así? Hoy todo está relacionado, allí uno asiste a la mesa redonda donde hablamos, allí hay que hablar y hay que llevar razones, hay que llevar ideas, es decir, ya la responsabilidad es tuya y no es sólo con Venezuela y con América Latina, estamos más conscientes que tú y tienes un problema que yo no tengo ni tuve, porque desde el primer momento que empezaron a hacer planes para eliminarme, inmediatamente plantee ante ciento de miles, tal vez un millón de ciudadanos, que bueno, que yo no me preocupaba por eso, porque si faltaba había otros. Nosotros teníamos un grupo de cuadros muy unidos y formados; formados en la organización de la lucha, formados en las prisiones, formados en el exilio, formados en los combates, formados hasta en la resurrección, un pequeño ejército quedó reducido de ochenta y dos a siete, y teníamos muchos compañeros valiosos y desde el primer momento tenía un sustituto. Tú ni lo puedes nombrar, y aquello fue ante un millón de personas y hace que se reúnan el conjunto de circunstancias, en que tú has unido a tanta personas, incluso a quienes fueron adversarios en un momento, los has unido, tienes todo el apoyo del pueblo y su simpatía, todo el apoyo la simpatía de tus compañeros de armas, y eso no se puede resolver así al azar y por eso dije y lo dije en la Asamblea y no era intención ninguna de halagarte, tú sabes bien como yo soy, que tú no tenías sustituto en este momento, en este país. Y lo dije precisamente porque queremos que tu salves a muchos niños, y ayudes a millones de personas y deshagas tantos entuertos que ni Don Quijote se le imaginó nunca, para toda la justicia que hay que hacer en este país, en este hemisferio, donde tú tienes un prestigio creciente. Es en eso lo que yo pienso. El destino te ha dado esta responsabilidad y yo no te pido mucho, te pido que no lo hagas cuando no hace falta, nada más. Yo tengo el hábito de hacerlo, pero era más cómodo, menos méritos, porque ya te digo, yo puedo desaparecer hoy, mañana, en cualquier momento y no habría trascendencia para nuestra revolución. Si tenemos la desgracia, porque hay determinados momento en que los hombres juegan un papel decisivo e insustituible, ha habido teorías sobre el papel del hombre en la historia. Yo no creo mucho en eso o al menos lo rechazo, porque eso de creerse insustituible es bochornoso, más sabiendo que hay millones de inteligencias, pero ni todas pudieron estudiar, ni todas pudieron vivir una especial experiencia, los hombres no son hijos de sus méritos, pero el momento histórico que le correspondió nacer, si hubiera nacido en el siglo pasado habría hecho algo, como Zamora, pero has nacido en este, en un momento en que estás bajo la égida de una potencia unipolar, en un mundo que está al borde de una catástrofe en todos los sentidos. Estás en el país de Bolívar, que tú eres bolivariano, y lo eres, no lo cuestiono, en el país de Bolívar significa mucho, en la Venezuela que inició la lucha por la independencia, en un pueblo que tiene excelentes condiciones, en un pueblo al que la naturaleza le dio grandes recursos; un conjunto de factores no se reúnen así, fácilmente; esa es la razón por la cual yo me atreví abusando de la confianza y la amistad que tengo contigo a hacerte, no una crítica, un reproche público, porque tú te sentías comprometido por los demás y que los demás entendieran también.
Presidente Chávez: No, yo entiendo, yo como te conozco tanto entiendo perfectamente, porque ya ese reproche Fidel me lo ha hecho en privado, pero como a lo mejor se da cuenta de que no le he hecho mucho caso, ahora lo dijo delante de todo un país. Bueno anoche me vi con unos generales amigos que tú conociste y me llamaron los tres, en la noche. Hugo, cuídate. O sea que ese reclamo ahora se consigue por todas partes, un telefonazo de alguien, ayer: Hugo, cuídate. Yo te agradezco mucho Fidel tu, primero tu franqueza, tu sinceridad; yo sé, yo te conozco, quien te conozca y yo pues he tenido la dicha y lo manifiesto públicamente de conocerte personalmente después de aquella noche en La Habana y le pido a Dios que nos dé la oportunidad de seguir conociéndonos. En estos tres días he aprendido a conocerte y apreciarte mucho más que en todos los años anteriores cuando nos vimos de manera circunstancia, pero tres días a tu lado recorriendo, caminando, hablando, haciendo cosas, teniéndote, hasta como tú lo decías, de una especie de ayudante circunstancial, leyendo, iba abriendo papelitos, porque es que los papelitos los lanzan; a veces las manos no llegan y los lanzan como pelota, Eusebio, la gente los agarra y les hace así como, y los lanzan y entran por la ventanilla; uno anda agarrándolos en el aire y Fidel comenzó pues, a mi pedido, muy respetuoso él, él lo que hacía era recogerlos, agarrarlos y los iba acumulando pero yo le dije, vamos a leer, ¿por qué no me ayudas a leer algo ahí? Y nos enteramos de cuántas cosas, no; algunos que se quejaban de que no le daban un puesto, de que lo habían echado de la corrupción de alguien, cosa que ya estamos investigando; todo eso nosotros lo procesamos. Ahora, el amigo.
Presidente Castro: Fue el último, quien demonios te sustituye a ti en esta mesa redonda, te has convertido en un maestro, un campeón de la comunicación; no se sabe lo que suena Chávez.
Presidente Chávez: Ah, tú dices el programa Aló Presidente.
Presidente Castro: Sí, a ti y nadie va a hacer ese papel aquí tampoco como lo haces tú, así que mira ya lo tuyo, en mi programa contigo, aquí yo tengo que hacer una conspiración para que te prohiban hacer lo que a ti te dé la gana.
Presidente Chávez: Bueno yo contribuyo con esa conspiración, porque en verdad, claro que siempre lo he dicho, repitiendo a Bolívar: Soy solo –dijo Bolívar un día en Angostura. ¿Sólo –él decía- me pueden atribuir a mí tanto mal o tanto bien? Y concluyó: Soy apenas una débil paja arrastrada por el huracán revolucionario. Pero claro, yo entiendo todo lo que tú dices y no voy a comentarlo por razones obvias, pero pudiéramos hablar y lo hemos hablado en privado pero como el tema me toca tanto estoy imposibilitado éticamente de hablarlo, sólo que trataré, sí, te lo digo a ti y a nuestro pueblo de cumplir mi papel hasta donde pueda cumplirlo y no me importa cuál sea; lo he dicho y lo dije al país en estos años que pasaron, siendo Presidente incluso. Me pongo a la orden del pueblo, me pongo a la orden del proceso; entiendo mi papel en este momento y trato de jugarlo y de impulsar con toda la fuerza del alma, del cuerpo, de la mente lo que haya que impulsar; pero claro, como también lo sabes tú y lo sabemos, no sólo depende del líder, tú también lo señalabas, el equipo del líder y aquí estamos creando equipos y yo tengo un gran equipo de hombres, de mujeres de trabajo que cada día estamos y tenemos que compenetrarnos mucho más cada día, cada momento ante la situación; depende también de la gobernabilidad del contorno y en eso estamos también, destruyendo ingobernabilidades y construyendo gobernabilidades; se trata también del proyecto hacia dónde vamos, no basta con un líder o con un dirigente que tenga carisma, se trata del proyecto. ¿Cuál es el rumbo en lo social, en lo político, en lo económico? De todo eso se trata y uno jugando su papel, tratando de cuando haya que tocar la bola, tocarla; cuando haya que meter un jonrón pues tratar de llevar la pelota a donde la llevó Verde ayer; cuando haya que sacrificarse incluso tocando la bola para que otro avance también.
Presidente Castro: O correr 80 kilómetros como ayer para llegar a tiempo.
Presidente Chávez: Ayer.
Presidente Castro: Contigo de conductor.
Presidente Chávez: Ayer corrimos 80 kilómetros. Estamos terminando. Un abrazo y un saludo a todos en Cuba, en Venezuela. Gracias a Telerrebelde, gracias a Radio Rebelde, gracias a quienes llamaron y gracias a quienes estuvieron marcando, estoy seguro, el número o los números de nuestro programa Aló Presidente y no pudieron, por ahora, comunicarse, sigan intentándolo, no les cuesta nada en lo financiero; gracias por tantas ideas, por tantos alertas como ese de la corrupción; gracias al esfuerzo de todos los equipos de Cuba, de Venezuela, desde el punto de vista técnico, periodistas que han hecho posible esta transmisión de hoy; gracias a los muchachos del campo de Carabobo que nos han prestado toda su colaboración, gracias a todos quienes trabajaron en la preparación de este programa que nunca olvidaremos y especialmente gracias a ti Fidel por dedicarle este tiempo de tu vida a nuestro pueblo, a estas reflexiones que hablamos, hablamos de historia de la independencia, hablamos de las batallas, hablamos de economía un poco, hablamos de la sociedad, fundamentalmente la sociedad, hablamos del presente, hablamos del futuro y vamos a continuar este intercambio, esta visita y esta agenda que cada día estamos llevando y muy apretada, no bajamos la guardia nunca; no vamos a descansar ni un segundo, a trabajar siempre.
Hablando de agenda y por ahí siempre nosotros terminamos explicándole a nuestro pueblo, Fidel, lo que hemos hecho, lo que estamos haciendo y lo que vamos a hacer; lo que hemos hecho esta semana como ha habido tanta difusión a través de los medios pues no voy a llover sobre mojado; especialmente vamos a hablar de lo que esta semana haremos, la próxima semana hasta el próximo domingo. Pues mañana continuaremos nosotros, hoy vamos a recorrer el campo de Carabobo, ya lo hemos dicho, para explicarle a Fidel y a su comitiva, Eusebio que conoce tanto, vamos a mirar el propio campo de batalla; a todos, a Felipe, a Germán, a todos, a explicarlo y a ver, sobre todo a ver en el campo de batalla, en la sabana gloriosa de Carabobo; luego nos iremos a Caracas donde trabajaremos esta tarde para evaluar todas las cosas que hemos estado haciendo, intercambiar opiniones de la delegación cubana con nuestro cuadro, con nuestra gente, con gobernadores, con alcaldes, cultores de lo nuestro, los niños cubanos que andan por allá; anoche tenían tremenda barra, hicieron bulla bueno y bailaron y cantaron desde antes del comienzo del juego hasta, no se querían ir, después que estaban; nosotros salimos y todavía estaban allí cantando, bailando, una hermosa delegación cubana que nuestro pueblo ha recibido con el corazón; luego esta noche también cenaremos juntos, en familia y vamos a trabajar un rato, seguramente hasta tarde, para mañana lunes en la mañana firmar el Acuerdo integral de cooperación, allá en el Palacio de Gobierno; un acuerdo que es, como tú lo decías, es lo menos que hemos hablado, claro están nuestros equipos trabajando, revisando la redacción y mañana explicaremos al país y al mundo los detalles de ese convenio que como ustedes saben tiene dos componentes fundamentales. Venezuela por una parte coopera con Cuba vendiéndole petróleo y derivados con condiciones similares a las que estamos ofreciendo en el Pacto de San José y especialmente, no tanto el Pacto de San José sino especialmente en el Acuerdo Energético de Caracas firmado hace poco más de una semana con los presidentes de los países de Centroamérica y algunos países del Caribe como Jamaica, Haití; ahora Cuba se suma a ese acuerdo en un, todos son acuerdos bilaterales pero dentro de un marco general de cooperación, esa es la primera parte, Venezuela le vende a Cuba petróleo y derivados con estas condiciones, es decir una parte de ese valor del petróleo, de ese costo del petróleo, de ese precio del petróleo, pasa a ser una deuda en tantos años, intereses, mañana ya conversaremos de esto; pero hay una segunda parte, un componente que es Cuba ofrece a Venezuela diversos mecanismos de cooperación en educación, en salud, en turismo, en agricultura, etc., y ya tú decías por allí, leí en la prensa de hoy que algún periodista tú le comentabas ante una pregunta, que ustedes son como los soldados que planifican para un día o dos días, rápido, de respuesta rápida, por ahí lo vi hoy en prensa, en alguna parte tú lo dijiste y alguien lo recogió porque son –está entre comillas- una cita textual de alguna conversación tuya con algún periodista. Bueno, Cuba está, me ha dicho Fidel, lista y ya venimos trabajando hace tiempo, anoche jugó para nosotros un entrenador cubano.
Presidente Castro: Sí, magnífica persona.
Presidente Chávez: Sí, que tiene aquí varios meses y llevó a nuestros muchachitos, el equipo infantil a ser campeones mundiales en un campeonato mundial de beisbol que hubo en Brasil hace varios meses; tiene varios años aquí, creo que uno o dos años.
Presidente Castro: Es muy joven.
Presidente Chávez: Muy joven, estuvo jugando con nosotros, compartiendo en el juego. Bueno, pero ahora vamos a oficializar y profundizar esa cooperación, asuntos médicos, medicina, equipos médicos, equipamiento, metodología, ciencia y tecnología, educación; la educación, decía Bolívar, el primer deber educar a un pueblo, eso es fundamental para la revolución, pero mañana hablaremos con detalles de esto; luego iremos a una rueda de prensa allá en el Centro Simón Bolívar, Centro Internacional de Prensa Simón Bolívar en la Cancillería que ha organizado nuestro Canciller que ustedes saben es periodista; almorzaremos, un almuerzo de trabajo; en la tarde seguiremos trabajando revisando los detalles del Acuerdo y mañana lunes pues está previsto que nuestro hermano y amigo Fidel y su extraordinaria y también afectuosa comitiva de hermanos partirán a La Habana. Luego –hasta la próxima, hasta la próxima, debe ser ahora que yo te visite.
Presidente Castro: Claro.
Presidente Chávez: Y luego tú vuelves, allí vamos a estar. Una y una, es más en beisbol yo le dije anoche a los peloteros cubanos que nosotros los queremos tanto que si nos siguen ganando aunque sea por paliza, no nos cansaremos de que nos ganen, pero trataremos de ganar, que no se descuiden; yo voy a comenzar a entrenar para estar en forma porque en verdad no tuve tiempo de entrenar para este juego y el equipo entrenó muy poco, Antonio Armas por ejemplo, una rodilla, vino por la moral y las ganas de participar, pero Antonio, él se retiró incluso de grandes ligas un poco joven por un problema en la rodilla y anoche me dijo antes del juego, bueno Presidente voy a hacerlo hasta donde pueda, y dio un batazo y se embasó, le puso el alma, yo lo vi; dio un batazo al cuadro y le puso el alma y llegó quieto a primera, pero ya la rodilla le molestaba un poco; lo mismo Luis Peñalver, el pitcher abridor, un gran, es un gran pitcher venezolano, también tenía alguna molestia, pero ahí le pusimos el corazón pero no se nos descuiden; para la próxima, en la revancha me lo como decía un boxeador, pero nunca le ganaba. ¡Ya va chica! Ya empezó ésta, pero mira a darme así, eso es todo el tiempo con el reloj. Mira, ésta es la posición de ella Fidel, se arrodilla ahí con relojito ese y empieza a hacerme señas así.
Presidente Castro: Pero está feliz, la he observado muy feliz durante todo el tiempo.
Presidente Chávez: Sí, ella siempre está feliz y el Chino, su esposo, que anda por ahí. Ahora, fíjate tú, ella a veces pasa, hay programas en los que ha pasado tres horas allí arrodillada haciendo señas y yo dale y dale y dale, me hago el ciego, que no la veo; me saca cartelones, me quita el café, ella me ataca por el lado logístico, me corta el café para que yo me vaya rindiendo poco a poco; ella hace de todo, me corta el café, me saca cartelones; ya nos vamos a ir. Bueno el martes estaremos juramentando al mediodía al general Guaicaipuro Lameda como presidente de Petróleos de Venezuela, pues ya está designado, ha estado recibiendo ya sus responsabilidades pero voy a juramentarlo en Palacio a las dos de la tarde y luego vendremos al Estado Carabobo, vamos a ir a la planta petroquímica donde está Cavim, ahí en la petroquímica está la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares, esto estaba muy decaído Fidel y dentro del desarrollo del proyecto hemos rescatado a Cavim y ahora se va a inaugurar y yo voy a asistir a inaugurarla, una plata de carga hueca, fábrica de explosivos carga hueca que se usan especialmente para las perforaciones petroleras; hemos hecho un contrato, Cavim ha hecho recientemente un contrato con Pemex, Petróleos de México, para proveerles creo que durante dos años toda la carga hueca que necesitan para las exploraciones petroleras y también de aquí va a salir la tecnología para apoyar más la tecnología, para compartir con ustedes la labor exploratoria de la que hablábamos hace tres noches, esa madrugada en La Viñeta, Cuba ha incrementado muchísimo. ¿Qué porcentaje fue que me dijiste que implementaron?
Presidente Castro: Seis veces.
Presidente Chávez: Seis veces.
Presidente Castro: De 500 mil ya a casi tres millones, aparte del gas.
Presidente Chávez: Aparte del gas.
Presidente Castro: Y la venta en medio millón, sólo en gas ya tenemos lo que teníamos hace, cuando empezó el período especial que incrementó a medio millón de toneladas más casi tres millones y en dos años más pensamos incrementarlo en otros dos millones.
Presidente Chávez: Y dentro de poco, tú me decías y me decía Marcos, el Ministro de Energía, que ustedes aspiran en pocos años autoabastecerse.
Presidente Castro: Planté una palabra, relativamente en breve tiempo.
Presidente Chávez: Relativamente breve tiempo.
Presidente Castro: Porque para nosotros puede parecer.
Presidente Chávez: En ese objetivo Cuba también contará con el apoyo venezolano y la experiencia que tenemos de exploración petrolera y sobre todo la exploración y el tratamiento de los petróleos pesados que ustedes tienen y del gas, ahí vamos a compartir.
Presidente Castro: No se sabe lo que vale eso, así como la experiencia para extraerle más petróleo al mismo pozo, el petróleo pesado, eso es un de un valor enorme.
Presidente Chávez: Y el trabajo de esos petróleos pesados, bueno ahí trabajaremos juntos también, ahí está Petrobras también trabajando con ustedes hace varios años y nosotros con Petrobras tenemos una asociación estratégica. Bueno luego, así es que el martes tendremos que ver todo con petróleo y petroquímica, estaremos trabajando en eso que es una línea estratégica fundamental del modelo de desarrollo; en la noche estaremos haciendo un acto de reconocimiento a todas las personas, yo quiero felicitar en verdad a todos los equipos civiles, militares, de Cancillería, del Ministerio de Secretaría tanto con el ministro Rangel Gómez como ahora con Elías, periodistas, etc., del Estado y de mi equipo. ¿Por qué? Fíjate tú por qué Fidel. Les voy a hacer un acto de reconocimiento, vamos a entregar unas medallas, unas placas, unos diplomas, creo que algunas condecoraciones. ¿Por qué? Porque en verdad nosotros venimos saliendo de tantos problemas y uno de ellos es la incapacidad del Estado para hacer las más mínimas cosas, ahora las más grandes imagínate tú. Cuando nosotros nos planteamos el reto de la Cumbre de la OPEP yo tenía grandes preocupaciones, no sólo porque había que ir a Bagdad como fui y a Teherán y después volar toda una noche hasta allá, hasta Yakarta y a conversar y a estudiar y a entender todo estas civilizaciones y costumbres y cómo fortalecer la OPEP que la tenían en el suelo, arrodillada y partida en pedazos; bueno, pero hacer la Cumbre ya, todo lo que es la seguridad de la Cumbre, una Cumbre tan compleja, todos los detalles protocolares, todo eso salió a la perfección, la Cumbre de la OPEP; luego la Cumbre de Presidentes Centroamericanos y del Caribe y luego la visita ésta hermosa que tú nos estás haciendo. Así que hay un equipo de muchachos, de muchachas, de gente por todas partes trabajando, solucionando problemas, prestando su ayuda y yo quiero hacer un acto de reconocimiento, pero adelanto, adelanto delante de toda Venezuela, de nuestro pueblo, que los equipos que han trabajado apoyados por nuestro pueblo y nuestro gobierno han demostrado y se han llevado bueno las glorias en un bautizo de fuego como fue la Cumbre de la OPEP. Bueno eso lo hace también ella, no.
Presidente Castro: Yo tenía, hacía como una hora con esto y nadie hacía preguntas y yo con este aparato.
Presidente Chávez: Esto es, esto significa que ahora sí es verdad, que incluso esto, cuando ella me quita los audífonos es una amenaza velada, que si no me apuro es que me cortan la señal, como ella; ella es presidenta de la radio.
Presidente Castro: En La Habana no te la cortarán.
Presidente Chávez: No, mentira, aquí tampoco la cortan nunca. Hemos pasado hasta cinco horas. ¿Cuántas llevamos ya?
Teresita Maniglia: No, llevamos cuatro.
Presidente Chávez: Cuatro, pero es que había la expectativa de las 17 horas aquellas de las que yo he hablado. Yo tengo una promesa que no he cumplido.
Presidente Castro: Un récord olímpico.
Presidente Chávez: De hacer una cadena de 17 horas, porque es que una vez me hicieron a mí una cadena de 17 horas y entonces algún día me la voy a desquitar, nos vamos a desquitar, pero no es ésta; habían pensado que como estábamos los dos.
Presidente Castro: Y sobre todo por la fama mía.
Presidente Chávez: La de los dos. Bien, en cuanto a dar unos discursos de, ¿cuál es el discurso más largo que tú has dado Fidel?
Presidente Castro: Ocho horas, de pie y sin ir al baño
Presidente Chávez: Ocho horas. Yo no he llegado a eso.
Presidente Castro: Te cuento, como la CIA siempre está vigilando todo, ella vigila el tiempo que yo estoy hablando, cuántas veces estoy parado y esa vez; ah no, fue especialmente. Entonces Gabo, Gabo que sabes como es Gabo, dijo lo que está demostrado es que no morirás de cáncer de próstata.
Presidente Chávez: Gabo, ustedes saben que es Gabriel García Márquez, un común amigo, buen amigo de Venezuela.
Presidente Castro: Ocho horas de pie.
Presidente Chávez: Está demostrado que no morirás de cáncer de próstata, ocho horas de pie y sin ir al baño. Bueno ocho horas, yo no he llegado a esas ocho horas; aquí hemos llegado pero no de pie, cinco horas; creo que en una de las campañas, tú que estuviste, creo que llegué a tres horas. Cuando uno habla una hora la gente dice, ah no pero ese vino suavecito hoy, ¿qué le pasa? Anoche no querían que tú dejaras de hablar en la universidad, fue un discurso muy breve, media hora, porque teníamos el juego. Bueno Teresita seguimos entonces para que no te angusties. El miércoles primero estaré en la mañana recibiendo cuentas de ministros que tienen sus carpetas por allí, siempre acumuladas y hay que atender todas las cosas administrativas, pero a las cuatro de la tarde del miércoles primero de noviembre me han invitado los muchachos del Iaeden, el Iaeden, Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional, los cursantes son coroneles, coroneles y capitanes de navío, a darles una charla, una conferencia en la inauguración del curso de este año: El nuevo poder nacional, vamos a estar hablando sobre este tema del poder, no sólo poder militar, es el poder económico de la nación, el poder social, el poder político, el poder militar y el quinto poder como lo hemos venido llamando en esta tesis del nuevo poder, el poder moral, que no es nada nuevo, es muy viejo, pero es un concepto muy bolivariano: Moral y luces, los polos de una república; o muy de Mao también, Mao decía que el final de la, el resultado de una guerra se define por la moral del hombre y no por la máquina que conduce el hombre; y muy de Martí también cuando hablaba de la moral.
Bueno estaremos hablando del nuevo poder, la concepción de poder en esta revolución; luego en la noche estaré dando algunas audiencias y tengo una reunión ese día muy importante que tiene que ver con la lucha contra la corrupción a la que se refería el amigo Manuel Alfredo, ¿no? José Alfredo, José Alfredo y su interesantísima exposición; bueno es que hemos decidido y el país ya lo sabe meternos a fondo en estas instituciones que vienen de la cuarta república y que están en transición también que tienen que ver con los impuestos y las aduanas; bueno desde que decidimos intervenir policialmente con la nueva policía política que dirige el capitán Eliécer Otayza, capitán bolivariano y revolucionario. Me decía Otayza, por ejemplo, que cuando intervenimos la aduana, una de las aduanas, en un día se incrementó, la recaudación en esa aduana intervenida por la policía política, se incrementó en casi 50 por ciento el nivel de recaudación; es que hay una penetración desde hace años de mafias, de roscas y de todo que le roban al pueblo los impuestos que deben pagarse en las aduanas y los impuestos que se deben recabar a la población. Así que hay un nuevo equipo para el Seniat y para las aduanas, no se trata de un hombre; hemos, yo pues ordené el seguimiento, ustedes saben, al altísimo funcionario público, quien era el superintendente, no superintendente, en verdad era Intendente de Aduanas y está detenido y hay un proceso en marcha y hemos intervenido casi todas las aduanas del país y hay centenares de detenidos que si no están presos por lo menos han ido a declarar, civiles y militares, esto no tiene, la lucha contra la corrupción no tienen límites; no nos pararemos ante nada ni ante nadie, le dije a Otayza incluso que me incluya una noche de éstas porque voy a ir de sorpresa, ya lo he hecho, hasta ahora no he podido detectar nada, las veces que; yo una noche llegué a disfrazarme de guardia nacional y otra de soldado, hace, ya siendo Presidente, lo que pasa es que eso lo saben dos o tres personas y me he metido en la aduana, hasta ahora donde he ido no hemos detectado nada pero ahora que ya le agarramos la punta del, cómo se llama, del hilo, ahora tenemos pistas mucho más firmes y vamos a profundizar esa lucha contra la corrupción porque es una robo al pueblo, esos dineros que se roban en aduanas y en los impuestos y todo esto, bueno hace falta para salvar vidas, para construir viviendas, ese es el mecanismo fundamental de la redistribución del ingreso con que cuenta un Estado; así que ahí no tendremos límites, pues vamos, me voy a reunir el miércoles por la noche con el nuevo equipo que va para el Seniat, un superintendente nacional tributario, intendentes de aduanas; voy a cambiar o vamos a cambiar casi todos los gerentes en las aduanas del país y además estamos haciendo una ley, así lo anuncio; le pedí al vicepresidente Isaías Rodríguez una ley especial anticorrupción, pero no sólo la ley, es la actitud y es la ofensiva que hemos iniciado para luchar contra este cáncer que ha azotado a Venezuela desde hace tanto tiempo.
Bueno el día jueves estaremos en Guarenas en la mañana inaugurando una planta industrial, me han invitado y voy a asistir; luego estaremos inaugurando al mediodía en el Parque del Este, el primer Infocentro. Ustedes recuerdan que en el plan de la sobremarcha anuncié la creación en todo el país de centros de informática, eso tiene que ver con algo que tú me explicabas, Fidel, que han estado haciendo en La Habana, esto serán centros bueno donde la gente podrá ir gratuitamente en cualquier barrio, en cualquier pueblo o caserío a tener acceso gratuitamente, ya lo dije, a computación, a las computadoras y a internet y a diversas facilidades de la informática; vamos a inaugurar el primer Infocentro, ahí el ministro Genatios estaba haciendo un trabajo extraordinario. Luego el día viernes nos iremos al eje Apure-Orinoco, vamos a Puerto Nutrias, allá en los límites de Barinas con Apure a inspeccionar la base fluvial que estamos construyendo sobre el río Apure, una base fluvial que llegó a ser de las más grandes del país hace más de un siglo y fue abandonada posteriormente porque vamos a reactivar todo ese eje, eso queda cerca de Sabaneta, yo te explicaba, llegando hacia el Apure un poco más abajo; vamos a inspeccionar los terrenos donde ser va a construir una población, El Sarao-Dolores, todo esto que venía explicándonos Giordani ayer, el concepto de la vivienda integral y una autopista que estamos construyendo en esa área también y vamos a inaugurar un comando nuevo de la Guardia Nacional en Libertad de Barinas, eso será el viernes 3, estaremos de nuevo por el eje Apure-Orinoco porque ese es parte esencial del proyecto de desarrollo del país, y el sábado 4 vamos a recibir en Caracas y nos vamos a ir por allá por el Orinoco a unos empresarios norteamericanos que han presentado un proyecto de ingeniería aeroespacial. Cuando fui allá a Houston a juramentar el nuevo presidente de Citgo, al general Contreras Maza, ese grupo de empresarios de la ingeniería aeroespacial me hicieron una exposición breve, así que voy a recibirlos, no tuvimos tiempo de evaluar esto, vamos a ir incluso a un área donde pudiera ser conveniente algún proyecto aeroespacial; esto es apenas el comienzo de la evaluación de este proyecto que el ministro Genatios ha estado también impulsando; vamos a ir por el Orinoco y el domingo estaremos, el programa de radio Aló Presidente en algún punto del eje Orinoco-Apure, estaremos por el Orinoco. Fidel lamento que no nos haya dado tiempo de llegar al Orinoco, yo la próxima vez te invito a que naveguemos el Orinoco. La última vez fui manejando un barco, por cierto que halé muy duro una palanca.
Presidente Castro: ¿Y ahora vas a manejar el barco ahora?
Presidente Chávez: Vamos, yo, ya aprendí porque en esa ocasión halé una palanca muy fuertemente y el barco arrancó muy duro, era un gran barco que lleva hierro, unas grandes cargas de hierro.
Presidente Castro: Oye, ¿de verdad que tú no vas a tripular ninguno de los aviones esos en que vamos a viajar por esos lugares?
Presidente Chávez: Es posible que algún día lo haga, todavía no me atrevo, pero este barco halé muy duro la palanca y le puse, bueno unas lanchas pequeñas de la Guardia Nacional que iban a los lados.
Presidente Castro: Se hundieron.
Presidente Chávez: Se volteó una por el oleaje, pero yo le dije a los muchachos que -gracias a Dios tenían todo su sistema de seguridad- que era para probarlos, en la mitad del Orinoco. Yo me preocupé mucho, pero fue que le di muy duro, muy bruscamente una; después manejé un tren para llevar hierro también, estuvimos sí, recorriendo con la primera carga de hierro de briquetas que hicimos con los coreanos; reactivamos una planta que estaba parada y ahora está generando trabajo y produciendo hierro. Bueno te invito la próxima vez que naveguemos el Orinoco y veas todo ese emporio en potencia que está allí, es uno de los ejes de desarrollo industrial, minero, energético, gasífero, agrícola, etc., que tiene Venezuela, todo el eje Apure-Orinoco. Así que les informaremos a mitad de semana en qué punto del Orinoco estaremos saliendo al aire desde Aló Presidente para Venezuela y para el mundo.
Presidente Castro: Y yo estaré oyéndolo desde Cuba.
Presidente Chávez: Te saludaremos desde las riberas del Orinoco Fidel. Nos has hecho un gran honor Fidel al estar con nosotros esta mañana en el campo de Carabobo en Aló Presidente. Te agradecemos mucho a nombre de nuestro pueblo este gesto tuyo, de dedicarle con toda tu energía estas horas a Venezuela, esas reflexiones profundas, ese análisis comparativo, esos retos, ese alerta, ese cariño, ese afecto. Yo voy a utilizar finalmente para despedir este programa, pero antes por supuesto oír tus impresiones últimas, por ahora, hasta la próxima ocasión, voy a utilizar una frase porque hemos sentido de ti y de tu gente el amor, un profundo amor por lo que aquí está pasando y yo te voy sólo a repetir, a nombre del pueblo venezolano, aquella frase de Martí: Fidel para ti, para toda Cuba en Aló Presidente hoy, 29 de octubre del 2000, en el campo inmortal de Carabobo te digo a ti como amigo, a tu pueblo hermano, lo que dijo Martí, dándote las gracias por tu tiempo, por tu afecto, por ese amor de hermano. Amor con amor se paga hermano.
Presidente Castro: Muy breve comentario, creo que la idea de crear este programa en Venezuela ha sido una idea genial, no lo ha hecho nunca nadie ningún otro Presidente en América Latina. Nosotros tenemos mucha comunicación con nuestro pueblo por distintas vías, aquí en este país desde esta conversación directa con el pueblo, análisis de los problemas, es algo nuevo y por eso me complace mucho saber que hoy precisamente se esté transmitiendo a todo el mundo este programa por primera vez a través de La Habana, Cuba. Estos conceptos dices bien que tú y este insistir tuyo deben divulgar por toda la América Latina, debe divulgarse por el mundo, en esta época que vivimos las ideas constituyen lo esencial, en nuestro país lo llamamos batallas de ideas en la cual estamos envueltos desde hacen muchos meses; hemos ideado mucho por seguimiento, hacer llegar nuestro mensaje a todas partes y en mi concepto viene a conquistar una verdadera innovación, un gran impacto en los países donde los líderes políticos, los presidentes en realidad no se detienen ni a mirar a sus conciudadanos, aquellos quienes tienen el estilo de, que no hablan, que no analizan, que no tienen oportunidad de exponer, pero ustedes han hecho una gran conclusión y consideramos nuestro deber apoyarla, utilizarlos por otras emisoras; en otra oportunidad medios de comunicación para que este lenguaje llegue a todas partes. En ocasiones he dicho que estos métodos son incontrastables, son sencillamente insuperables si están apoyados como está apoyado este programa en la sinceridad, en la franqueza, en la preocupación del pueblo, en la preocupación .. alguien, los que a ti te preguntan, alimentan preocupaciones, un interés por las cosas y lo que tú aquí les dices con tanta sinceridad, alimenta esas enormes cosas que tiene vuestro programa. Yo solamente te felicito, los felicitamos a todos, tú verás si tú quieres, todos los días recogemos opiniones de miles y miles de ciudadanos, no encuestas, sino opiniones espontáneas; anoche mismo estaba yo leyendo ... rápidamente; caramba, opiniones de lo que dice la gente, lo que han dicho de la visita y de lo que han dicho de ti. Te prometo leer tan ... por las opiniones y eso lo tendremos ya mañana por la noche; te lo podemos mandar por clave no, porque nuestro vecino del Norte descifran todas las claves; hay cosas que se pueden hablar abiertamente y hasta a lo mejor lo mandamos por fax, si ellos tenía las críticas también. Pues yo pido que pongan en primer lugar las críticas, yo conozco el estado anímico de nuestra población y sé que le lance los resultados de las opiniones ... para tu satisfacción personal te vamos a mandar copias de esas opiniones que son absolutamente espontáneas, nosotros todos los días ponemos el termómetro de la opinión pública y sabemos cuando una opinión es importante porque nos ayuda a comprender varias cosas a veces, que un tema no ha sido suficientemente ... y hay que explicarlo mejor. Nos ayuda también a captar puntos de vista, situaciones que nos ayudan ... y nos ayudan si, cuando hay opinión escuchamos toda la opinión, incluso la de que ustedes van a analizar si tienen razón o no tienen razón; a veces nosotros hemos complementado nuestro programa ... todos los días, desde las seis de la tarde hasta las siete y media de la noche, eso se ... y las tribunas abiertas todos los sábados a las 8 y media de la mañana. La última fue en Guanabacoa, un municipio de La Habana donde participaron 80 mil personas. Tú, Carlitos ¿trajiste por casualidad alguna de esas opiniones? Tú, ..., nos darías permiso para que él empleara cinco minutos en leer algunas opiniones?
Presidente Chávez: Opiniones de.
Presidente Castro: De nuestro pueblo, sobre todo ... no pongan ninguna. Para nosotros Carlitos. Lee rápido y no te equivoques, que ayer por lo menos te embasaste porque él no corrió demasiado a primera, pero ahora.
Carlitos: Aquí hay dos mil 982 opiniones de 112 municipios nuestros, del día de ayer. Dicen: Martí y Bolívar andan juntos, Fidel y Chávez también. Que del encuentro de Hugo Chávez y Fidel. Uno se siente orgulloso de ser cubano y tener un Presidente como Fidel.
Presidente Castro: Esa es...
Carlitos: La visita de Fidel a Venezuela es estratégica. Qué provechosa la visita de Fidel a Venezuela. El pueblo lo recibió con alegría. Fidel acabó de darle un puntillazo al imperio con su presencia en Venezuela.
Presidente Castro: Bueno está bien, si no tomo una...
Carlitos: Fidel hizo bien en aclarar que los médicos de Cuba no están echándose fresco, trabajando con aire acondicionado sino pasando trabajo. Fidel está muy claro y sabe lo que hace, está buscando para poder defender a nuestro país. El intercambio entre Cuba y Venezuela es parte de la lucha diaria que hoy liberamos. La ayuda entre Cuba y Venezuela es de ambas partes. El imperialismo tratará a toda costa de entorpecer las relaciones entre Cuba y Venezuela. Los médicos han demostrado con su ejemplo la batalla de ideas que está llevando a cabo nuestro pueblo a costa de su ayuda desinteresada. Chávez debe cuidarse mucho, no puede estar descuidando que el enemigo le haga un atentado.
Presidente Chávez: Desde allá vienen también. Agradezco...
Carlitos: Me parece que Chávez no es de los que se dejará corromper ni sobornar. Hugo Chávez no le teme al bloqueo ni a lo que puedan traerle como consecuencia su amistad con nuestro país. Hay gran expectativa por juego de pelota entre Cuba y Venezuela. Lo que Chávez le va a hacer a Fidel en el juego de pelota es una caja de sorpresa.
Presidente Chávez: Lo ponché.
Carlitos: El pueblo de Cuba se sintió muy emocionado con las palabras de Hugo Chávez cuando se dirigió específicamente a las relaciones con nuestro país y nuestro Presidente. Dice, qué bonita estuvo la tribuna de Guanabacoa a lo que ... el Comandante tuvo buena participación en el pueblo... Muy emocionante estuvo el acto por la desaparición física de Camilo con la presencia de 80 mil personas. Ha sido un gran apoyo para el pueblo cubano la visita y las muestras de cariño y de amor que ha recibido la delegación cubana en Venezuela.
Presidente Castro: Hay muchas cosa más pero ya el tiempo.
Carlitos: Aquí dice: Verdad que Chávez goza de gran popularidad entre la población de su país, eso se ve en el cariño con que lo tratan. Mientras más veo a Chávez más recuerdo a Fidel cuando joven, qué arrastre tiene en el pueblo. A Chávez se le ve contento al tener como huésped a Fidel en su país. Con qué emoción leyó lo que escribió Fidel en el libro de firmas de la casa del Libertador. Para que lo vieran bien todos los que quisieran. Chávez dejó bien aclarado y reafirmado que Fidel tiene en Venezuela a su propio pueblo y en él a un hermano.
Presidente Chávez: Qué bueno, qué bueno. Son opiniones que llegan del pueblo cubano.
Presidente Castro: Ya, el tiempo nos impide Carlitos.
Presidente Chávez: Agradecemos, el pueblo venezolano agradece.
Presidente Castro: Muchas veces te vamos a mandar de éstas...
Presidente Chávez: Y falta todavía lo de hoy, lo de mañana hasta en la noche. Bueno Fidel, honrados con tu presencia y aquí siempre terminamos cantando. Fidel cantó sabes qué, fíjate tú, Cristina Maica apareció por allá en el almuerzo, la invitamos y cantó
Con lo mío, mío, mío,
con lo mío no te metas.
Con lo mío, mío, mío,
con lo mío no te metas.
Y terminó sacándole a Fidel la canción: Con lo mío no se meta. Y al final entonces yo voy a referirme a Cristina, que es muy amiga de Marisabel, estábamos todos ahí y nos damos un abrazo, porque yo la conozco a ella hace muchos años y los cantos y las cosas de la sabana; entonces Fidel le dice, cantó de nuevo y entonces le dio un abrazo a ella, me la cantó y dijo: Con lo mío no se toca, con lo mío no se toca, qué sé yo.
Presidente Castro: Oye pero yo voy a echar a perder el programa porque yo soy tan desentonado.
Presidente Chávez: No, pero cantó muy bien chico. No, allá hacemos aunque sea el run run.
Presidente Castro: .. cantar.
Presidente Chávez: Bueno lo que tú quieras cantar. Es que hay una canción Fidel, tú la oíste, la canción Venezuela, ellos la van. La vamos a oír, no, la vamos a oír, a lo mejor tú la tarareas, qué sé yo, aunque sea el tarareo de la canción. A ver, es una canción.
Presidente Castro: Para que yo me oiga.
Presidente Chávez: Y te vayas corrigiendo el tono.
Presidente Castro: Pero por favor Chávez, deja...
Presidente Chávez: A ver. Venezuela se llama esa canción, dedicada para ti Fidel y para tu pueblo cubano que es el mismo pueblo venezolano. A ver. Cantan la canción Venezuela.